Ignacio Gómez, Guillermo Tovar y Gabriel Lima. |
La noche de este jueves 24 de octubre en el salón de usos múltiples del Museo Regional el cronista de El Grullo, Ignacio Gómez Zepeda, presentó sus dos últimos libros, Pueblo globero II y Mis andanzas por Colima, ante unas 20 personas y acompañado por don Gabriel Lima Velásquez y el cronista de Autlán, Guillermo Tovar Vázquez. La presentación comenzó a las 20:10 horas.
Luego de la presentación de los integrantes del presidium por el cronista autlense fue el señor Gabriel Lima, quien fuera presidente municipal de Autlán en el trienio 1977-1979 y ha publicado tres libros sobre historia local, el primero en dirigirse a los asistentes, para hacer una interesante reflexión sobre la felicidad y el deseo de trascendencia. Recurriendo a referencias bíblicas don Gabriel dijo que uno de los anhelos del hombre es la felicidad, estado efímero y esquivo que algunos alcanzan (o creen alcanzar) viajando, comprando cosas o manteniendo algún vicio, mientras que otros lo hacen dedicándose a lo que más les gusta hacer. En este último grupo incluyó a don Ignacio Gómez, quien tiene más de veinte años publicando libros sobre la historia de El Grullo. En cuanto al deseo de trascendencia habló de cómo las personas muchas veces pretenden mantener vivo un linaje o apellido teniendo descendencia, mientras que lo que realmente perdura son las obras. Ejemplificó esto con el caso de su propio tatarabuelo, quien vivió hace poco más de cien años pero ya ni siquiera él mismo recuerda su nombre, mientras que a Miguel Ángel, artista del Renacimiento, todo mundo lo recuerda a cinco siglos de distancia. Las obras publicadas por el cronista de El Grullo, dijo, permitirán que su nombre se recuerde durante muchos años.
En su turno Guillermo Tovar comentó las diferencias entre la labor de un cronista ("historiador de plaza pública", como los llamaba Luis González) y un historiador académico, clasificando el libro Pueblo globero como un trabajo típico de cronista al dejar por escrito los acontecimientos y personajes que difícilmente serían abordados por un historiador pero que constituyen parte importante de la vida y la historia de una comunidad. Este libro le servirá, dijo, a las generaciones futuras para conocer la vida en El Grullo y sus alrededores durante el siglo XX.
En cuanto a Mis andanzas por Colima, dijo que se trata de una aportación más al sentimiento de unidad entre el Estado de Colima y los municipios del sur de Jalisco, que han tenido relación cercana desde la época prehispánica y cuya división política data de los primeros años de la independencia. Puso como ejemplo de la unidad cultural que aún existe en esta región el término Jaliscolimán con el que la bautizó Juan José Arreola y la constante colaboración entre instituciones y promotores culturales de los diversos municipios de ambos Estados. Dijo que el libro también presenta elementos que denotan la vocación de cronista de Gómez Zepeda, al mostrar en una historia de familia descripciones, historias y situaciones que permiten conocer la vida cotidiana de una época y un ámbito específicos.
Por último el autor de los libros recordó algunas de las historias que se narran en Pueblo globero, como la relativa al prostíbulo La Quinta de las Rosas y la época de la preparatoria de Jesús Velázquez, en los años 1960, cuando todavía se acostumbraba que los alumnos de segundo semestre raparan a los de primer ingreso.
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