jueves, 28 de marzo de 2019

Tercera sesión de Conversaciones sobre Autlán

Foto de Ángel González.

Este miércoles 27 de marzo en el salón de música del Museo Regional se llevó a cabo la tercera sesión de las Conversaciones sobre Autlán, una actividad organizada por el cronista municipal para conocer y discutir temas de historia y cultura de Autlán escuchando a quienes vivieron y conocieron de primera mano a personajes y acontecimientos históricos. Esta tercera sesión comenzó a las 19:05 horas y tuvo una asistencia de 17 personas.
En la sesión de este mes el mismo cronista, Guillermo Tovar Vázquez, presentó su trabajo Ignacio Cárdenas Ochoa, un maestro revolucionario, en el que expuso la trayectoria profesional de este profesor desde 1928 hasta antes de llegar a Autlán en 1938 para hacerse cargo de la dirección de la Escuela Secundaria por Cooperación No. 12, la primera que existió en nuestra región y que actualmente lleva el nombre del maestro Manuel López Cotilla.
El cronista explicó el contexto político y social de la década de 1920, en la que el régimen revolucionario se consolidaba mediante la fundación de instituciones como la Secretaría de Educación Pública y la modificación de dinámicas sociales mediante el combate a los vicios, como el alcoholismo y el fanatismo religioso. En estos años el maestro Cárdenas egresó de la escuela normal, por lo que desde los inicios de su carrera estuvo involucrado en la operación de los programas oficiales de combate a los vicios y de mejora de la calidad de vida de las poblaciones rurales.
En Guadalajara, donde trabajó el profesor Cárdenas hasta antes de llegar a Autlán, realizó una profusa y variada actividad en las artes, el deporte, la política, la labor social y el desempeño de su profesión, actividades que continuaría una vez que llegó a nuestro pueblo. Entre lo más relevante están su participación en la primera de las misiones culturales enviadas por el gobierno federal a zonas rurales jaliscienses, el 17 de julio de 1929, su actuación como secretario del comité encargado de organizar la campaña antialcohólica ese mismo año y en la formación de sindicatos de maestros de izquierda en la década de 1930, de álgida confrontación política en Jalisco. Además, claro, de la promoción de actividades deportivas y artísticas, por las que es muy bien recordado en Autlán.
En la sesión estuvieron presentes personas que lo conocieron de cerca, como su hijo Ignacio Cárdenas Velázquez, el médico Nabor de Niz Domínguez, quien fuera su alumno y quien lo atendiera profesionalmente en sus últimos días, y el señor Gabriel Lima Velásquez. Además, asistieron el señor Fausto Nava González y el ingeniero Ignacio Gómez Zepeda, cronista de El Grullo, entre otros. Todos ellos compartieron recuerdos y opiniones sobre el trabajo y la personalidad del maestro Ignacio Cárdenas, lo que contribuyó a conocer más a fondo a este personaje, que se convirtió en uno de los líderes autlenses de mediados del siglo XX, y a rescatar y difundir la memoria histórica de Autlán.
Las Conversaciones sobre Autlán se celebran el último miércoles de cada mes en el Museo Regional.

domingo, 24 de marzo de 2019

Nomenclatura urbana 12: calle de Ignacio Zaragoza




Ignacio Zaragoza y Benito Juárez, personajes emblemáticos del combate al invasor francés, prestan sus nombres a uno de los ejes de calles más largos de Autlán: comienza en las inmediaciones del barrio de Las Montañas, con mayor precisión en el barrio de Las Tres Piedras (cuyo nombre se sebe al de una tienda de abarrotes que hace mucho funcionó aquí), sitio antiguo y tradicional donde con el nombre de Zaragoza hace bocacalle con la calle de Ignacio Aldama, y termina 19 cuadras al sur, en el cruce con la calle de Carlos Arruza en el fraccionamiento Villas Taurinas, que está cumpliendo apenas seis años de estar habitado. Un tramo largo en distancia y en tiempo. Y, al parecer, esta concordancia en los nombres no es algo nuevo: según un plano de 1885 al que tuve acceso, anteriormente llevaban los nombres de Mezcala y de Encarnación Rosas, respectivamente, recordando a la lucha por la Independencia que se libró en el lago de Chapala.

Inicio de Ignacio Zaragoza hacia el sur.

Pero solo las primeras tres cuadras, entre Ignacio Aldama y Miguel Hidalgo, llevan el nombre de Ignacio Zaragoza. Tres cuadras en la parte vieja de Autlán, habitada desde los inicios de la historia del pueblo, lo que se nota en la arquitectura de algunas de las fincas que encontramos al recorrerla y de las que encontramos ejemplos notables casi en cada uno de los cruces de esta calle: justo al arranque, en la esquina oriente, encontramos una construcción utilizada como comercio y que cuenta con el mostrador de madera típico de las tiendas de abarrotes de principios del siglo XX. Su fachada, aunque ya modificada parcialmente en la puerta de la esquina, presenta unos remates de barro ya incompletos, entre los arcos invertidos que conforman su parte superior.


Una larga cuadra adelante, en la esquina noreste de su cruce con Nezahualcoyotl, está una de las fincas más antiguas y famosas de Autlán aún en uso: la famosa Casa Vieja donde funciona actualmente una talabartería y que en otros tiempos fue también una tienda de abarrotes. De esta actividad da cuenta el notablemente bien conservado mostrador de madera que muestra la leyenda “Febrero de 1908” en su parte superior.

La Casa Vieja.

Y, por último, en la esquina noreste del cruce con Miguel Hidalgo, está el Instituto Autlense, construcción debida a la generosidad de don José Corona Araiza, de la segunda mitad del siglo XIX. Además de los detalles de su construcción que podemos encontrar en cornisas, ventanas y desagües, es obligado detenernos un rato a escudriñar entre los medianamente conservados bloques de cantera de la fachada y en las losas de su banqueta, algunos de los cuales presentan inscripciones ya casi eliminadas por el paso del tiempo y de los peatones.


Detalle de la esquina del Instituto Autlense.

Pero no solo estos ejemplos notables son dignos de apreciarse al recorrer la calle de Zaragoza. Sus tres cuadras conservan casas de arquitectura típica de la región, algunas de ellas remodeladas recientemente respetando su esencia. Conforme nos acercamos al centro vamos encontrando también ejemplos de arquitectura modernista, en la que abundan las líneas rectas y los cubos y, sin falta, encontramos espacio para los automóviles, ausente en las casas antiguas.


Además del Instituto Autlense hay otros sitios en la calle de Zaragoza con valor histórico: contraesquina de la ya mencionada Casa Vieja se encuentran las antiguas instalaciones de la clínica San Francisco, construida por la Compañía Minera Autlán en la década de 1950 para el servicio médico de su personal y que ahora sirven como guardería. Un poco más hacia el sur, por la acera oriente, está la antigua casa de don Jaime Llamas García, uno de los líderes sociales autlenses de mediados del siglo XX, en cuya sala pueden verse, a través de las rejas de sus ventanas, un par de cuadros de la mejor época de José Atanasio Monroy. Además, en el número 23 de esta calle nació el 2 de febrero de 1931 el eminente músico y compositor Hermilio Hernández, según consta en su acta de nacimiento.

Antigua clínica San Francisco.

El arbolado de la calle es muy escaso, hallamos apenas algunos cítricos afuera de la Casa Vieja y unos ejemplares de ficus en la esquina del frente, más algunos almendros en la última cuadra. Sin embargo, la altura de la mayoría de las fincas, mucho mayor al uso actual, suple de alguna manera la sombra que podría dar un arbolado abundante y sano. La calle es mayormente habitacional en su primera cuadra, en la que encontramos algunos negocios de comida (un restaurante de mariscos, una pizzería, una hamburguesería, una cenaduría) y se va volviendo comercial conforme avanzamos al sur: en la segunda cuadra encontramos algunos talleres, de torno y automovilísticos, y en la última hallamos gran variedad de giros, que van desde una lavandería hasta un despacho de arquitectos, pasando por las oficinas de una compañía de cable y dos negocios de bastante fama en Autlán y la región: el restaurante-bar Arena, que conoció su época de auge en la década de 1990 aunque aún se mantiene vigente, y la tradicional panadería Franco.
El trazo de la calle de Ignacio Zaragoza es irregular, como todos los de este lado del pueblo, por lo que para recorrerla hay que zigzaguear constantemente. Y, si vamos a hacerlo, es recomendable que sea caminando, para poder estar en condiciones de percibir los resabios del ambiente provinciano que permite el entorno de esta calle, breve aunque llena de cosas qué ver.








Ignacio Zaragoza fue un militar mexicano del bando liberal, nacido en el territorio del actual Estado de Texas el 24 de marzo de 1829. Aunque estuvo presente en hechos de armas tan importantes como la batalla de Calpulalpan, es recordado sobre todo por haber obtenido el triunfo en la batalla del 5 de mayo de 1862 en la ciudad de Puebla, donde rechazó a las tropas francesas y mexicanas imperialistas comandadas por el general Charles Ferdinand Latrille, conde de Lorencez. La frase que inicia el mensaje con que informó de este triunfo al general Miguel Blanco, ministro de Guerra y Marina, ha pasado a la historia de México como uno de sus momentos más notables, aunque ligeramente modificada. En el documento original dice: “Las armas del Supremo Gobierno se han cubierto de gloria”.


Extremo de la calle de Zaragoza, hacia el norte.

sábado, 23 de marzo de 2019

Concierto de piano y voz en el Aula Magna


La noche de este viernes 22 de marzo en el Aula Magna del CUCSur el barítono español Luis Alberto Fernández Llaneza y el pianista autlense Porfirio Preciado Villaseñor ofrecieron un magnífico concierto de música popular hispanoamericana, organizado por el Ayuntamiento de Autlán con el apoyo de diversos patrocinadores. Con una asistencia de alrededor de 180 personas, el concierto comenzó a las 20:15 horas, aunque desde minutos antes de las 20:00 el joven saxofonista Emmanuel Parra ya estaba interpretando algunas canciones, con el acompañamiento de pistas grabadas.
El programa del concierto estuvo dividido en una primera parte de música española y una segunda de compositores latinoamericanos. El maestro Fernández Llaneza, antes de cantar cada pieza, daba una breve explicación sobre la vida y obra de su autor y sobre el contexto en que fue compuesta. Este fue el repertorio:

* Adiós querida, de García Monte.
* Canto gitano, de Enrique Granados.
* Aquel sombrero de monte, de Fernando Obradors.
* Nana de Sevilla, de Federico García Lorca.
* Sevillanas del siglo XVIII, de Federico García Lorca.
* El sol de Triana, de Sebastián Iradier.
* Preludio de España, de Isaac Albéniz, interpretado solo al piano por el maestro Preciado.
* Milonga de dos hermanos, de Carlos Guastavino, con letra de Jorge Luis Borges.
* Pueblito, mi pueblo, de Carlos Guastavino.
* Cortadera, plumerito, de Carlos Guastavino.
* Te vas, juventud, de Ernesto Lecuona.
* Corazón, de Eduardo Sánchez de Fuentes.
* Rival, de Agustín Lara.
* Uno, de Mariano Mores, interpretado solo al piano.
* Canción del gitano, de la zarzuela La linda tapada, de Francisco Alonso.
* Jota de Perico, de la zarzuela El Guitarrico, de Agustín Pérez Soriano.

Fuera de programa el maestro Fernández Llaneza cantó una pieza popular asturiana a capella, para despedirse con una nueva interpretación de Rival, ya con el acompañamiento del maestro Preciado en el piano. El público, ya en menor número que al inicio del concierto, agradeció a los artistas con un prolongado aplauso.

viernes, 22 de marzo de 2019

Inventario de monumentos 35: La estatua de Paulino Navarro, el recuento de los daños


Hoy hace 80 años, el 22 de marzo de 1939, en Autlán se conformaba un Comité Pro Monumento al General Paulino Navarro, con el objetivo, como su nombre lo indicaba, de erigir un monumento a la memoria de este personaje autlense, de notable carrera militar. La directiva de este comité  estuvo conformada por, entre otros, tres personajes autlenses con nombre de calle: el general Marcelino García Barragán como presidente efectivo, el señor Jaime Llamas García como secretario y la profesora María Mares como tesorera. Nueve meses después, el 26 de diciembre de 1939, se develaba en la Alameda la estatua del general Navarro que todavía permanece en pie.
La estatua está colocada sobre un pedestal de un poco más de dos metros de altura, de dos cuerpos, que a su vez está montado sobre una placa de concreto. El conjunto está rodeado por una cadena que pretende ser de protección, que corre a lo largo del cuadrado que forman cuatro postes metálicos ubicados en sus esquinas.
A ochenta años de la conformación del comité que gestionó su construcción, este monumento luce en un estado lamentable, debido a años de abandono por parte de las autoridades responsables de su mantenimiento y a la falta de cultura y respeto por los bienes públicos de los autlenses. El total de los elementos que lo conforman está urgido de rehabilitación: los postes y la cadena sufren el deterioro debido al tiempo y a la exposición a los elementos. Hace algunas semanas uno de estos postes fue derribado, no sabemos cómo, y fue recolocado a los pocos días.


El pedestal luce vandalizado en sus cuatro costados mediante pintas con aerosol, aún sobre un fondo blanco que se hizo para tapar unas pintas anteriores. Además, en el cuerpo superior aparece desprendida parte de la cornisa, al parecer porque alguien intentó subirse a ella.






La estatua, que desde hace muchos años tiene roto el sable que sostiene con su mano derecha, muestra los daños propios de la intemperie junto con los propios de la estupidez: las manchas de óxido aparecen acompañadas por pintas con aerosol negro en el rostro y en el pecho. Es sorprendente que los vándalos tengan la calma y el tiempo de realizar estas pintas, cuando la estatua está a pocos metros de una de las pocas casetas de la policía municipal que funcionan fuera de la comandancia.



La rehabilitación de este monumento y la eficiente vigilancia de su entorno debe estar dentro de las prioridades de la actual administración municipal, a juzgar por el interés que ha mostrado por la imagen urbana del pueblo, manifestada en la colocación de nuevos monumentos en las glorietas de ingreso a Autlán y en las modificaciones que se han llevado a cabo en el centro, cualquiera que sea la calificación que le demos al resultado de estas intervenciones. La estatua de Paulino Navarro, el personaje cuyo nombre lleva nuestro municipio desde 1939, no es actualmente digna de ser mostrada al turismo y ni siquiera de estar a la vista de los autlenses. De continuar esta situación, el monumento dejará de serlo a la memoria del general Paulino Navarro y pasará a ser un bien ganado monumento a la incuria de los autlenses.


¿Qué opinión tendrían el general García Barragán, don Jaime Llamas y la maestra María Mares del estado en que conservamos la estatua de Paulino Navarro?

martes, 19 de marzo de 2019

Sabor persiste a Tequila. Análisis del serial taurino del Carnaval Autlán 2019

"Tequila", el último toro lidiado en el Carnaval 2019. Foto de José Solórzano.

Por Carlos Efrén Rangel


Me quito la montera para hacer el paseíllo en CulturAutlán. Memo me pidió que dejara en este barrio mi valoración con respecto al recién concluido serial taurino, y que no quede excluido del análisis, igual que el Ayuntamiento lo suprimió del video que resumió el carnaval. Nadie quiere pasar esas vergüenzas.
Saludo pues al tendido de este sitio, que es entendido y crítico como pocos.
El del 2019 fue un serial marcado por los vientos del cambio, pues fueron seis años que Casa Toreros gestionó la Alberto Balderas con saldos positivos, me parece. La transformación que vive el país trajo consigo a Autlán nuevas ideas y de su mano, nuevos rostros. Taurotecnia con Gustavo Pelayo y Óscar Rodríguez “El Sevillano” llegaron como novilleros empresariales, con mucha hambre e hicieron su propuesta.
El primer tercio lo vivieron con múltiples dudas. Hubo quien aplaudió que la presentación de carteles se hiciera en Autlán, claro. Pero también se echó de menos la promoción que el serial goza en los medios especializados que sufren de centralismo informativo. Entonces comenzaron a acumular kilómetros, y la lona que convocó aficionados a la avenida Obregón recorrió la geografía taurina: desde la Petatera, El Grullo, Ayutla. También viajó por una campaña en redes sociales que gozó la personalización.
Los alcances en la promoción se topan también con una cultura cada vez más difundida y legitimada de antitaurinismo. Ahí tienen que el presidente de Autlán no estuvo en ninguna corrida en las barreras designadas. Fueron dos tardes con llenos y otras dos con buenas entradas, pero sin agotar billetes. Muy por encima de otros cosos del mapa mexicano, un poco bajo con respecto al imaginario de nuestra plaza. Es la primera nota.
El segundo tema y quizá el más importante es lo relacionado a organizar un serial de sólo cuatro festejos, cuando tradicionalmente se habían celebrado cinco. Creo que uno de los aspectos en donde los organizadores más tendrán que reflexionar de cara al próximo carnaval es precisamente el quinto festejo. Déjenme explicarme.
El carnaval de Autlán es un serial de cuatro corridas de toros con matadores consolidados. A veces se ofrece una novillada, y también se había dado el caso de dar una corrida el primer fin de semana. En otras ciudades le llaman: corrida de preferia o fuera del abonado, que tiene el objetivo de dar toros a coletas que buscan oportunidades, pero que no gozan del sitio que da el torear con frecuencia.
Ese fue el caso de las matadoras que hicieron el paseíllo el lunes 4 de marzo. En otros espacios escribí y sostengo, que fue un acierto hacer la corrida de la mujer. El sexo femenino se merece protagonizar más espacios. El mundo vive las transformaciones que con justicia reclaman las mujeres. La fiesta no debe excluirse de esos cambios.
Pero también dije, (en la revista Carnaval Autlán que edita Rogelio Gálvez) que el toro pondría a cada quién en su lugar.  Y creo que los toreros que actúan poco, ya sea por ser novilleros o matadores con pocos contratos, deben ganarse su lugar en festejos estelares gracias a corridas de preferia. Es desde mi punto de vista, el gran tema a discutir.
En carnaval salieron a pedir de boca muchas cosas: los extranjeros estuvieron muy bien, por ejemplo gracias a Castella casi ni nos enteramos de la mansedumbre ya característica de Marrón; Ventura vibró en su última tarde mexicana, saldó su pasado en estas tierras. No se salva Ferrera, quien no estuvo a gusto en Autlán desde una tarde antes, Paola Sanromán le brindó el toro que no pudo matar, el torero español juzgó injusta a la plaza por echarle un astado de esa catadura a una mujer tan menudita. Y esa actitud de Ferrera se merece los adjetivos que usted guste.
Pero los mexicanos brillaron. Juan Pablo Sánchez cada año refunda sus ilusiones en Autlán. Joselito no da cuartel a quien intenta dejar de ubicarlo como el matador mexicano que jala de la carreta y Diego Silveti se topó con un toro memorable al que no desperdició. Ellos deberán regresar, se lo ganaron.
Del ganado siempre habrá muchísimas posturas. Se lidió al toro más pesado en la historia de la Alberto Balderas, “Soberbio” de Torreón de Cañas de 645 kg. El encierro de San Marcos cumplió con su característica bravura. Y sobre todo nos podemos quedar en la memoria con el último toro que saltó a la arena.
Los indultos son siempre polémicos, pero en todos los años que llevo viendo toros donde se pueda y por todas las vías posibles, nunca había visto tan pocas protestas por perdonar la vida a un astado, eso ocurrió cuando Javier Medina autorizó que “Tequila” regresara a los corrales y sirviera de semental en Mimiahupan. En términos generales creo que no se desmereció la fama de echar toro serio, que en los últimos años se ha buscado darle a la plaza.
Cuando todo terminó vi a Gus Pelayo recargarse en las tablas del ruedo. No estoy seguro si había lágrimas pero sí una viva emoción que desbordó el rostro. Fue el orgullo de ver que una empresa a la que se le puso alma, vida y corazón llegó con un triunfo estrepitoso a su final. En próximas entregas, Taurotecnia tendrá que mantenerse en la pasión de la fiesta y el cariño a Autlán, pero con el sitio que da la curva de aprendizaje.

lunes, 11 de marzo de 2019

Actividades del 34 Festival Internacional de Cine de Guadalajara en Autlán


Enseguida compartimos el programa de lo que trae a Autlán el 34 Festival de Cine de Guadalajara. Haga clic en el título de la película para ver más información:

Película / Documental / Corto
Director
Fecha de Proyección
Hora de Proyección
Lugar de Proyección

 ( 94 mns)

Ricky López Bruni
Lunes 11 de marzo
13:00
Aula Magna

The Medicine ( 91 mns)

Farzin Toussi
Martes 12 de marzo
9:00
Aula Magna

Jerica Jazz ( 75 mns)

Jorge Bidault
Miércoles 13 de marzo
11:00
Aula Magna

La Revo ( 140 mns)

José Leos
Jueves 14 de marzo
9:00
Aula Magna

Sección de Cortos


 ( 12 mns)

Metzli Paulina Ibarra Karla Lomas
Miércoles 13 de marzo
17:00
Aula Magna

( 14 mns)

Cristóbal González Camarena
Jueves 14 de marzo
17:00
Aula Magna

Cine Socioambiental


Artemio ( 48 mns)

Sandra Luz López Barroso
Miércoles 13 de marzo
17:15
Aula Magna


Anushka Meenakshi, Iswar Srikumar
Jueves 14 de marzo
17:15
Aula Magna

miércoles, 6 de marzo de 2019

Una tarde en el Cerveza Artesanal Fest 2019



Aunque para muchos el Carnaval de Autlán es una tradición que debe permanecer intacta y sin modificación alguna, la verdad es que cambia constantemente. Cada año hay nuevas actividades o se pierden algunas que se venían organizando.
Una de las novedades en el Carnaval 2019 fue el agregado en el programa del llamado Cerveza Artesanal Fest, un festival que se llevó a cabo en la Alameda y en el que pudimos encontrar, envuelto en música “alternativa”, como rock y hip hop, una exhibición de diversas marcas de cerveza artesanal. Impulsado por la cervecería autlense Autlán Brewing y organizada en coordinación con la dirección de Cultura del Ayuntamiento de Autlán, el festival comenzó oficialmente el viernes 1 de marzo (aunque ya había expositores de cerveza desde un día antes) y terminó con el Carnaval, unas horas antes del miércoles de ceniza.
El domingo 3 de marzo el programa musical era más breve que los demás días, pero incluía además la celebración del sorteo anual que organiza el centro comunitario Tiopa Tlanextli. Estuvimos, pues, con este pretexto en la Alameda un buen rato.

Durante el sorteo.

El parque lució completamente lleno desde poco después de las 20:00 horas, con las todas sillas que los organizadores dispusieron frente al escenario ocupadas (en realidad no eran muchas) y con una buena cantidad de gente de pie alrededor de ellas. Sin tener una cifra exacta, sé que no me equivoco al calcular la asistencia en varios cientos de personas, quizás arriba del millar. A esa hora se celebró el sorteo que mencioné arriba, bajo la conducción de Elia Guadalupe Macías Vargas, directora de Radio UdeG Autlán, y Martín Sandoval Gómez, director del Tiopa Tlanextli. De la tómbola donde se encontraban los boletos vendidos desde meses atrás se extrajeron los nombres de los ganadores:

·         1er premio, consistente en una guitarra eléctrica autografiada por Carlos Santana: Ken Merrill, de la comunidad canadiense de Barra de Navidad.

·         2° premio, dos boletos VIP para un concierto de Carlos Santana a celebrarse en la ciudad de México, Guadalajara o Puebla: Dawn Perry, también canadiense avecindado en Barra de Navidad.

·         3er premio, 500 dólares en efectivo: Manuel Quintero, de Autlán.

·         4° premio, paquete de souvenirs de Carlos Santana: Armando Pérez, de Autlán.

Makano y Soul Sacrifice.

Luego de la celebración del sorteo, con cuya culminación la gente comenzó poco a poco a retirarse, comenzó el programa musical. El primer lugar fue para el guitarrista pachuquense Makano quien, acompañado por pistas musicales, interpretó piezas clásicas del rock: luego de abrir con Creedence siguió con los infaltables Beatles, Doors, Jimi Hendrix, entre otros, aunque también fue más atrás en el tiempo para interpretar a Howlin´ Wolf y terminar con una versión de La Bamba, de Ritchie Valens, acompañado en el bajo, congas y batería por algunos de los integrantes del grupo Soul Sacrifice. Este acompañamiento mejoró el sonido de Makano quien, a pesar de su maestría en la guitarra y de su rasposa voz de bajo, sí acusaba la falta de una banda en vivo que lo complementara.
La velada culminó con la presentación de Soul Sacrifice, la banda tributo a Carlos Santana formada en el centro comunitario Tiopa Tlanextli. Con una formación de voz, bajo, congas, batería, guitarra eléctrica, teclados y timbales logran un sonido muy similar al de Santana, mezclando a las líneas de rock y blues los ritmos afroantillanos extraídos de las percusiones. Soul Sacrifice no solo reproduce nota por nota las piezas de Santana sino que hace algunas variaciones para extenderlas o, incluso, reinterpretarlas en algunos pasajes. De este modo abrieron su presentación con Jingo e Into the night, para seguir con Samba pa ti, Black magic woman, El farol y otras piezas de diversas épocas.
El ambiente a estas alturas era más parecido al de lo que antes se conocía como programa cultural del Carnaval: el público consistía mayormente en familias, niños, ancianos, podíamos ver a aficionados taurinos recién salidos de la segunda corrida del Carnaval, a algunos todavía ataviados a la usanza vaquera, prófugos quizás del Callejón del Vicio… era, pues, no el clima de una tocada de rock sino el de una convivencia familiar. Eso sí, ya más o menos a la mitad de la actuación de Soul Sacrifice pudimos ver a algunas personas bailando, a un lado del escenario o afuera de alguno de los puestos de cerveza.


Alrededor del escenario y la sillería estaban instalados los puestos en los que se exhibían las diversas marcas de cerveza: comenzando por el lado izquierdo del escenario, desde la perspectiva del público, estaban Foro 9, de El Grullo; la autlense Maltierra; la tabasqueña Paskola, que ofrece cervezas con mezcla de anís o cacao; Zorra, de Guadalajara;  Baja Brewing Company, de Los Cabos; 46 Minas, de Mazatlán; la tapatía, hecha con ingredientes alemanes Steinbock; Eurocervezas, que ofrecía marcas polacas, estonias, alemanas, austriacas y de otros sitios de allende el Atlántico; la local Autlantis y la uruguaya Patricia. En los primeros días del festival estuvieron también las jaliscienses Cuquío y Colombo. A esto hay que agregar los puestos de venta de comida: hamburguesas y snacks de Nostrum, perros con ingredientes alemanes de Hooligans y un puesto de tostadas estilo Ciudad Gumán. Toda una gama de sabores, texturas y graduaciones para ampliar nuestra cultura gastronómica.


En exhibición se encontraban también productos artesanales de la región, obras de arte de Hiram Villaseñor (su guitarra eléctrica monumental, hecha con una sola pieza de madera, con mucho era el principal atractivo), productos derivados del agave, salsas…
El programa musical del festival fue el siguiente:
Viernes 1 de marzo: Calkutta bitch, de El Grullo; Reborns, de Autlán; Mujer Tequila, de Guadalajara; Nova Terra, de Guadalajara y Perro Negro, de Autlán.
Sábado 2 de marzo: Rock Sinfónico, de Autlán; Cenitt, de La Huerta; Ras Neuro, de La Huerta; Tzolkin, de Guadalajara; Nuestros Santos, de Guadalajara y Artesanal Sound, de Autlán.
Domingo 3 de marzo: Makano, de Pachuca y Soul Sacrifice, de Autlán.
Lunes 4 de marzo: Rapsodya y Tha Kakas, de Autlán; The Fifteens, de Ciudad Guzmán, y The Woodcutters, de Autlán.
Martes 5 de marzo: Petricor, ZNC/REC y Doc Rock, de Autlán, y Asido Nuves, de Guadalajara.
Este festival cervecero le dio el toque diverso y alternativo al Carnaval de Autlán que llegó a tener con actividades como el programa cultural o el Carnaval Alterno en otros años.