Para la ceremonia se instaló un presídium
en el que figuraron el presidente del comisariado ejidal, Jesús Ernesto Robles Gutiérrez;
el secretario, Nelson Iván Ruelas Corona; la tesorera, Alma Rosa Estrella
Carrillo, y el presidente del Consejo de Vigilancia, Héctor Manuel Martínez López.
También estuvieron, como invitados, el presidente municipal de Autlán, Gustavo
Salvador Robles Martínez, el doctor Hirineo Martínez Barragán, el ingeniero Macario
Alejandro de Dios Preciado, ex secretario del ejido, y el cronista municipal,
Guillermo Tovar Vázquez.
Luego de los honores a la Bandera
dirigidos por el profesor Moisés Tapia Chagolla, con la participación de la
escolta y la banda de guerra de la secundaria Jesús Velázquez, el presidente
del comisariado ejidal dio la bienvenida a la ceremonia y cedió la palabra al
cronista municipal.
Guillermo Tovar hizo una
semblanza del Autlán de los primeros años de lucha agrarista, entre la
promulgación de la Ley Agraria en 1915 y la constitución del Sindicato de
Agricultores Pobres en 1921: habló del ánimo de los autlenses de esos años por
organizarse, expresado en la formación de las sociedades mutualistas de Empleados,
Obreros y Artesanos, de Beneficencia de Señoras y Señoritas (que todavía
existen), entre otras asociaciones con objetivos de solidaridad de clase y
defensa de los derechos. También describió dos facetas de la vida cotidiana de
esos tiempos en Autlán: el progresista y festivo, con el nacimiento del gremio
Pollos, la llegada del primer automóvil y la fundación del primer club
deportivo y social; y el violento y convulso, con el azote de Pedro Zamora y de
la influenza española, situación esta última que tuvieron que afrontar los
agraristas, además de las guardias blancas de las haciendas. Para finalizar,
describió los límites geográficos del pueblo de Autlán hacia 1920, que tenía
una población de poco más de 12 mil habitantes.
El doctor Hirineo en su intervención. Foto de Gobierno de Autlán. |
El siguiente turno fue para el doctor
Hirineo Martinez, quien leyó un texto en el que abordó las transformaciones del
Autlán de Casimiro Castillo al actual: instalación de sistemas de riego,
división de la propiedad de la tierra, surgimiento y desaparición de
poblaciones. Compartió también algunos recuerdos de Castillo y el agrarismo,
que le fueron revelados por su padre, don Domingo Martínez, y que nos dan una
idea general del movimiento y sus causas: la situación económica de los
campesinos, endeudados crónicamente y sin acceso a ejercer sus derechos, las
reuniones agraristas previas a la constitución del Sindicato. “Fue una lucha atroz,
realmente atroz”, dijo.
El doctor Hirineo mencionó que en
5 o 6 años de lucha de Casimiro Castillo y su grupo cambió radicalmente la situación
de los campesinos. “La semilla del agrarismo tardó en germinar una década”,
afirmó, pero hizo posible la nivelación de la sociedad autlense. Para finalizar,
narró las circunstancias de la muerte del líder agrarista, atacado a balazos en
El Rebalse por Tranquilino Corona, aunque sin recibir heridas de muerte, de ahí
fue transportado en canoa a Barra de Navidad y de ahí en lancha a Manzanillo,
de donde fue llevado a Guadalajara en tren. El 12 de mayo, cuando ya había sido
dado de alta, recibió una inyección de supuestas vitaminas y falleció a las
pocas horas.
El doctor Hirineo cerró su intervención
afirmando que el agrarismo no fracasó como instrumento de superación social y
afirmando que “hay que repensarnos como herederos de aquel movimiento”.
El ingeniero Macario de Dios mostró
y describió algunos de los documentos del archivo histórico del ejido de
Autlán: el expediente de la compra de la finca donde se encuentran todavía las
oficinas del ejido, transacción realizada entre Casimiro Castillo como
representante del Sindicato de Agricultores Pobres y, como vendedora, la señora
Clara Espinosa; la integración de la legislatura estatal 1925-1929, obtenida en
el Archivo Histórico del Congreso de Jalisco, en la que Casimiro Castillo fue diputado
propietario (Basilio L. Rodríguez fue su suplente) y presidente de la comisión
de Fomento.
El ingeniero De Dios afirmó que
buscó el título virreinal de la comunidad indígena de Autlán, expedido en 1722,
en el Archivo Histórico del Estado, sin éxito. Don Macario dijo que ya hay 40 volúmenes
empastados y clasificados con documentos del archivo histórico del ejido, que
están a disposición de los investigadores.
El presidente municipal de
Autlán, Gustavo Robles, hizo la clausura de la ceremonia a las 13:34 horas,
luego de dar un mensaje en el que elogió la fortaleza y organización del ejido
de Autlán, poniéndolo como ejemplo para la región.