domingo, 25 de octubre de 2020

“Yo soy un payo de Autlán”: conmemoración del décimo aniversario luctuoso de Antonio Alatorre


 

Entre el lunes 19 y el miércoles 21 de octubre de 2020 el Museo y Centro Regional de las Artes y CulturAutlán llevaron a cabo algunas actividades conjuntas en conmemoración del décimo aniversario luctuoso del escritor autlense Antonio Alatorre, fallecido en la ciudad de México el 21 de octubre de 2010. Estas actividades, ante la imposibilidad de organizar eventos presenciales, consistieron en la difusión de tres videos mediante la página de Facebook del Museo Regional en los que se abordaron diversos asuntos sobre la relación entre Antonio Alatorre y su pueblo, bajo el título general de Yo soy un payo de Autlán, frase dicha por este personaje en septiembre de 1998 en el auditorio de la Casa de la Cultura.

El lunes 19 fue publicado el video titulado Como un cielo azul y sin nubes, que mediante textos del cronista Guillermo Tovar Vázquez en la voz de Elia Guadalupe Macías Vargas describe algunos lugares de Autlán que fueron significativos en la vida de Alatorre o en su relación reciente con Autlán: la parroquia del Divino Salvador, en cuyo cementerio fue sepultado Marcos de Monroy, protagonista del libro El brujo de Autlán; la Casa Universitaria, donde en mayo de 2002 don Antonio presentó ese libro y develó una placa en la que se le impone su nombre a la Casa; la finca que albergó a la Escuela Superior para Niños dirigida por la profesora María Mares, donde el niño Alatorre estudió la educación primaria y que ahora se encuentra en ruinas; y la que fuera su casa paterna, que aún existe pero ahora dividida en varias casitas. El título del video corresponde a una frase escrita por don Antonio en el prólogo a las Crónicas… de Ernesto Medina Lima, con la que describe lo que fue Autlán para él. El video puede verse en este enlace.

El martes 20 se publicó el segundo video, en el que bajo la conducción de Martha Florentina Corona Santana, directora del Museo, y la guía de Marcela García Rojas, responsable de fomento a la lectura de la biblioteca Antonio Alatorre del CUCSur, hicimos un recorrido por las instalaciones de la biblioteca. Con escalas en la explanada, donde puede verse la placa develada en septiembre de 2013 por Margit Frenk sobre la reinauguración de la biblioteca; en la vitrina en la que se exhiben objetos personales de Alatorre (la licenciada García Rojas nos aclaró que esta exhibición es algo muy valioso, que bibliotecas como la Pública del Estado Juan José Arreola no tienen); la sala de lectura general, donde se nos habló de la importancia de la lectura para la formación de cualquier persona y el amor por esta actividad que Alatorre tuvo desde su infancia; la Sala de ex Rectores, donde se realizan actividades académicas y artísticas; y, por último, el vestíbulo del edificio, el recorrido nos mostró de forma general los servicios que ofrece la biblioteca y la esencia de Alatorre que encontramos en ella. El videopuede verse en este enlace.

Para concluir y bajo el título de Antonio Alatorre y Autlán, el miércoles 21 de octubre se transmitió en vivo una conversación entre Guillermo Tovar y el maestro Alfredo Tomás Ortega, que tuvo lugar en la Sala de Música del Museo Regional. En ella el maestro Ortega, quien es cuentista con varios libros publicados y tuvo relación de trabajo y amistad con Alatorre en los últimos años de vida del filólogo autlense, nos dio un panorama de la relación de este personaje con su pueblo: el Autlán de Antonio Alatorre, es decir, los sitios que forjaron su carácter y su personalidad, todos ellos teniendo como eje la calle de Antonio Borbón donde él vivió y en el que forjó la relación con personajes como la profesora María Mares; la presencia de Alatorre en el Autlán de nuestros días, materializada en los sitios que llevan su nombre y que están destinados a la realización de actividades culturales y académicas; los elementos autlenses que estuvieron presentes en la vida de Alatorre y cómo éste no perdió nunca el amor por su pueblo, aunque en algún momento desistió de volver a Autlán porque le pareció que éste había crecido y se había desarrollado de una forma desordenada y fea. El maestro Ortega nos explicó también cómo se hicieron las gestiones para convencerlo de volver a venir (cosa que hizo en varias ocasiones) y de realizar algunas acciones, como escribir el prólogo a las Crónicas de Autlán de Ernesto Medina Lima y presentar aquí su libro El brujo de Autlán. El video está disponible en este enlace.

Los videos fueron producidos y dirigidos por Adrián López Vázquez.

Además de estos tres videos, desde el 14 de octubre se publicó una convocatoria para que la gente enviara videos breves leyendo un fragmento de algún texto de Antonio Alatorre. Se recibieron en total 16 videos: de Guillermo Tovar, cronista de Autlán; Silvestre Díaz, productor de Radio UdeG Autlán; Elia Macías, directora de esta emisora; Marcela García, de la biblioteca Antonio Alatorre; Carlos Efrén Rangel, profesor de la secundaria Autlán; Juan Pablo Gutiérrez y Luis Fernando Amador, alumnos de esa escuela; Claudia Vaca, directora de la biblioteca Antonio Alatorre; Alejandro Rubio, gerente de Radio Costa; Pedro Amador, artista y restaurador; Rocío Toscano, de la biblioteca municipal Paulino Navarro; Imanol Martínez, estudiante de Artes Visuales del CUAAD; la escritora Estela Villaseñor; el pianista Michel Vega y las lectoras Miriam Vaca y Roxana Corona. Ellos leyeron fragmentos de libros como El brujo de Autlán, Los 1,001 años de la lengua española y La migraña y de textos como El Tuito, de los libros de texto gratuitos para primaria, y De cómo se alarman todos mientras yo me río, publicado en la revista Letras Libres.

Así, de forma modesta y a distancia, los autlenses recordamos a uno de nuestros paisanos más ilustres en su aniversario luctuoso, en un acto de elemental justicia. Acto que, por cierto, no realizaron las instituciones en las que don Antonio entregó años de incansable y productivo trabajo, como El Colegio de México, el Fondo de Cultura Económica o la UNAM.

jueves, 22 de octubre de 2020

Conversatorio sobre Antonio Alatorre en la biblioteca del CUCSur


 

Como un acto de homenaje en conmemoración del décimo aniversario luctuoso del escritor Antonio Alatorre, la biblioteca del Centro Universitario de la Costa Sur (que lleva su nombre) organizó al mediodía de este miércoles 21 de octubre un conversatorio entre expertos en la obra del escritor autleco, reunidos a través de la aplicación Zoom. Con la presencia física de unas 15 personas, instaladas en el vestíbulo de la biblioteca guardando la obligada distancia, más varias decenas que siguieron la transmisión en vivo vía Facebook, el conversatorio comenzó a las 12:30 horas.

En el conversatorio participaron cuatro personajes que conocen a profundidad la obra y la personalidad de don Antonio Alatorre, por haber convivido y trabajado con él durante años: sus alumnas Martha Lilia Tenorio e Irma Bañuelos, el poeta David Huerta y Gerardo Alatorre Frenk, hijo de don Antonio. Como moderador fungió el doctor Hirineo Martínez Barragán, secretario académico del CUCSur.

Luego de guardar un minuto de silencio, el programa del homenaje comenzó con la exhibición de un video producido por El Colegio de México con una breve semblanza biográfica de don Antonio. Enseguida la doctora Lilia Victoria Oliver Sánchez, rectora del CUCSur, dio un mensaje de bienvenida en el que recordó cómo el amor por las letras que caracterizó a Alatorre le nació durante su infancia en Autlán. También mencionó los recuerdos de su escuela primaria, la Escuela Superior para Niños dirigida por María Mares, que Alatorre vertió en una entrevista que le hizo Jean Meyer y puede encontrarse fácilmente en Internet: los experimentos de física, los registros climatológicos, la lectura de los clásicos y otras materias que se llevaron en esa escuela, cuyo modelo la doctora Oliver lamentó que haya desaparecido. Por último, compartió los mensajes que a través de Twitter publicó la mañana de ayer la secretaria de Cultura de Jalisco, Giovanna Jaspersen, en los que recuerda el aniversario luctuoso de don Antonio.

Dicho esto el moderador dio inicio al conversatorio, saludando a los invitados “desde el ombligo del Llano en llamas y la Tierra Pródiga”, aludiendo a la situación fronteriza que guarda Autlán entre estas dos regiones literarias. Explicó también que cada invitado tendría 20 minutos para hablar sobre Alatorre y su obra y al final habría un espacio para preguntas y comentarios del público.

El poeta David Huerta (Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2019) fue el primero de los invitados en hacer uso de la voz, aclarando en un principio que haría una serie de evocaciones y el elogio de Antonio Alatorre. Luego de opinar que la frase “escritor ameno” que se usa en el video con el que abrió el programa del homenaje le parece que se queda corta para describir la obra de Alatorre, dijo que la faceta de escritor es la primera que abordaría: contemporáneo de grandes escritores como Arreola, Rulfo o Alí Chumacero, todos ellos del Occidente de México como él mismo, a Alatorre se le describe generalmente como filólogo, traductor, académico y, solo muy por detrás de todo eso, como escritor. Sin embargo, David Huerta mencionó que ser un buen escritor es poner una palabra detrás de la otra de manera elocuente y efectiva y en eso don Antonio fue tan bueno como sus ilustres contemporáneos. Como ejemplo puso a Los 1,001 años de la lengua española, libro que se lee como una novela cuyo personaje principal es la lengua.

Huerta comparó este libro con la Historia de la lengua española del filólogo español Rafael Lapesa, describiendo las asimetrías entre ambas obras: Los 1,001 años…, al que encuentra “extraordinariamente bien escrito”, está despojado de cualquier tecnicismo, lo que lo hace accesible a todo el público y, principalmente, rompe con el centralismo español en el estudio de la lengua, poniendo al español que se habla en América (y a sus hablantes) en el lugar que les corresponde en el desarrollo del idioma.

Alatorre fue, además, “el más grande maestro de poesía”, a pesar de no haber publicado poesía. Estas clases y la historia de la lengua las considera David Huerta como las dos principales vertientes de la obra de Alatorre.

En segundo término y con un enfoque mucho más personal, Martha Lilia Tenorio (doctora en Literatura Hispánica por El Colegio de México) comenzó su intervención leyendo una semblanza de Antonio Alatorre, para pasar enseguida a hacer un recuerdo de la personalidad del que llama en todo momento “mi profe”. Recordó sus clases en la UNAM, a las que comparó con tertulias entre amigos, a las que Alatorre llegaba, leía, disertaba y evocaba sus propias experiencias, reflexionaba sobre lo leído y, en no pocas ocasiones, recordaba a su pueblo. Sus comentarios eran “eruditos y precisos, nada sobraba”. En estas clases, impartidas hace más de treinta años, se ensayaba lo que ahora se llama intertextualidad, puesto que una lectura llevaba a otra en los comentarios del maestro. Eran, además, en la apreciación de la doctora Tenorio, “una lección de vida”.

Recordó también su “trabajo hormiga, trabajo invisible” en la Nueva Revista de Filología Hispánica de El Colegio de México, en la que trabajó durante alrededor de 50 años haciendo redacción (hacía “libros disfrazados de artículos”), corrección de estilo y otras tareas que lo hacían indispensable para la publicación de la revista. De su personalidad recordó el sarcasmo e ironía y su ácida crítica a lo que le parecía mal: decía que lo éticamente correcto es señalar lo que está equivocado. La doctora Martha Lilia considera que la integridad e independencia intelectual de Antonio Alatorre, a quien llama “un cruzado de la verdad”, son una lección para la vida.

La académica del Departamento de Letras de la Universidad de Guadalajara Irma Bañuelos (doctora en Filología Hispánica por la Universidad Autónoma de Barcelona) aclaró que ella solo es una lectora de Antonio Alatorre, cuyo libro Los 1,001 años… conoció después de haber leído a Rafael Lapesa. Leyó un texto que preparó para la ocasión, también con una semblanza biográfica pero enriquecida con comentarios de personas que conocieron a Alatorre, como Luis Fernando Lara. Resaltó en ella los recuerdos de Autlán que Alatorre desperdigaba aquí y allá constantemente, su llaneza de lenguaje, la universalidad y profundidad de su obra.

Por último, Gerardo Alatorre compartió fotografías y recuerdos familiares de su padre, de quien dijo que sabía mucho de muchas cosas: le hablaba lo mismo de mitología que de geografía, botánica o música. Siempre se condujo de forma irreverente, antisolemne.

En la sesión de preguntas y comentarios fueron expresadas dos dudas: si los invitados conocen el prólogo que hizo Antonio Alatorre a las Crónicas de Autlán… de don Ernesto Medina Lima y sobre la veracidad de la polémica entre Alatorre y Octavio Paz.

Para responder a esto Martha Lilia Tenorio recordó su visita a Autlán de septiembre de 2013, cuando participó en la ceremonia de imposición del nombre de Antonio Alatorre a la biblioteca del CUCSur. Dijo que en esa ocasión conoció el pueblo de su profe y se quedó sin entender cómo es que él presumía tanto a su pueblo en detrimento del de ella, La Piedad, si Autlán también le pareció bastante feo. Sobre la polémica con Octavio Paz, dijo que “sí hubo un pleito”, derivado del hecho de que don Antonio le corrigió a Paz “muchas cosas” a su libro Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe. El nobel tomó a mal estas correcciones y le hizo una llamada muy dura a Alatorre, en la que lo insultó llamándolo ex seminarista.

Esta anécdota sirvió a la doctora Tenorio para calibrar la personalidad de su profe: comparó la reacción de Paz con la de Alatorre cuando el filólogo español Antonio Carreira le hizo una dura crítica a su libro El sueño erótico en la poesía española del siglo de oro, que Alatorre hizo que se publicara íntegra en la Nueva Revista de Filología Hispánica y aún le agradeció a Carreira las observaciones. Él no le llamó para insultarlo.

La rectora Lilia Oliver dio, por último, un mensaje de agradecimiento a los invitados y a los asistentes (presenciales y a distancia) y expresó dos sueños: la apertura de una licenciatura en Letras Hispánicas en el CUCSur y la adquisición de la finca que albergara la Escuela Superior para Niños para convertirla en un centro cultural.

sábado, 17 de octubre de 2020

Las actividades económicas del ejido La Cañada en la sesión del capítulo juvenil BSGEEJ


 La mañana de este sábado 17 de octubre sesionó mediante la aplicación Jitsi el capítulo Juvenil Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco. Con la asistencia virtual de diez personas, la sesión comenzó a las 10:15 horas.

Esta vez la anfitriona de la sesión fue Selene Pérez Rosales, quien ingresó a la Sociedad en marzo pasado. Ella presentó el trabajo Principales sectores económicos en el ejido La Cañada del Carmen, en el que explica la actividad económica de este sitio del municipio de Ayutla, Jalisco, enclavado en la sierra. Para comenzar la exposición, Selene explicó algunas generalidades del ejido La Cañada: está comunicado deficientemente, solo por caminos de terracería, fue fundado en 1951 con tierras que habían pertenecido a la hacienda de El Rosario. Está compuesto por 63 ejidatarios.



Enseguida la expositora nos detalló las dos principales actividades económicas que se desarrollan en La Cañada, ambas relativamente recientes. La primera es la industria maderera, que se trabaja desde 1990, año en que comenzó la explotación forestal solo en trozo. En 1992 comienza a trabajar el primer aserradero, en la actualidad ya trabajan cuatro de estas industrias y en los próximos meses se abrirá una quinta. El ejido cuenta con un certificado de manejo sustentable de los bosques emitido por la Comisión Nacional Forestal; la actividad maderera  genera una derrama de 5 millones de pesos anuales, más la venta de madera que realiza de forma individual cada ejidatario.

La segunda actividad importante es el turismo. La Cañada recibe visitantes de municipios y estados vecinos y aún del extranjero, que buscan la tranquilidad que les hace falta en la ciudad, el disfrute de los atractivos naturales que ofrece el ejido (bosque, clima, etc.). Para ellos existen servicios de hospedaje en cabañas de particulares, restaurantes que solo trabajan en fin de semana o en temporada alta. Además, los habitantes de la comunidad ofrecen productos como derivados de la leche (quesos, dulces, etc.), ponche, artesanías de ocochal, raíces y otros materiales locales. Esta actividad produce un aumento de 50% en la actividad comercial de la comunidad, que ocurre en tienditas de abarrotes.

La ponente considera que para desarrollar la actividad turística hace falta mejorar algunas cosas, como la calidad de los caminos, la organización de la comunidad (actualmente se encuentran desarticulados los diferentes sectores involucrados en el turismo, como los comerciantes, restauranteros y dueños de cabañas) y el control de la misma actividad, especialmente en el uso responsable de los espacios públicos. También cree necesario mejorar servicios como los restaurantes y guías turísticos, que actualmente se ofrecen de manera empírica. Selene concluyó que la comunidad de La Cañada, aunque es muy pequeña, con apenas 250 a 300 habitantes, tiene un potencial económico importante en la actividad turística.

Luego de la exposición hubo una animada sesión de preguntas y respuestas, en las que le fue cuestionado a la expositora si a la par de la explotación maderera se lleva algún programa de reforestación, qué opinan los pobladores de La Cañada sobre la visita de turistas y qué condiciones de seguridad pueden encontrar éstos. Selene respondió que el ejido La Cañada sí lleva un proyecto de reforestación, que los habitantes reciben de buen grado a los turistas y solo las personas mayores mantienen recelos hacia ellos y que los visitantes no encuentran riesgos de seguridad, respectivamente.

jueves, 15 de octubre de 2020

Presentación del libro Teoría del conflicto. Una perspectiva geográfica


La tarde de este jueves 15 de octubre, mediante la aplicación Google Meet, se llevó a cabo una sesión para presentar el libro Teoría del conflicto. Una perspectiva geográfica, del doctor Hirineo Martínez Barragán, geógrafo autlense y secretario académico del Centro Universitario de la Costa Sur. Con la asistencia de 30 personas, la sesión comenzó pocos minutos después de las 13:00 horas, organizada por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Católica de Salta (UCASAL), Argentina.

El doctor Pablo A. Prone, decano de la mencionada facultad, fungió como moderador de la presentación y tuvo a cargo unas palabras de bienvenida a los asistentes. Enseguida el maestro Sergio A. Perotta, director de la maestría en Valoración del Patrimonio Natural y Cultural de la UCASAL, dio un mensaje de puesta en valor del libro, en el que resaltó la colaboración de muchos años entre la Universidad de Guadalajara y la UCASAL y agradeció al doctor Hirineo su presentación y la colaboración como académico con su universidad.

Un mensaje más de bienvenida lo dirigió el rector de la UCASAL, maestro Rodolfo Gallo Cornejo, quien describió al doctor Hirineo como “un académico de primera, gran amigo nuestro”. Sobre el libro dijo que aborda un tema actual y pertinente, que será de consulta en su Universidad. La institución, dijo, siempre apoyará a quienes produzcan conocimiento y lo compartan.

La presentación formal del libro la realizó el doctor Ricardo Alonso, académico de la UCASAL, quien definió a esta obra como de filosofía de la geografía. Dijo haber encontrado sorpresas en el texto, como la mención de personajes como Alejandro de Humboldt, quien impartió la primera clase de geología en América en 1799, en el Colegio de Minería de México, o Isaías Bowman, quien participó en la definición de los nuevos límites europeos en el Tratado de Versalles y en la resolución de conflictos de límites de la provincia argentina de Salta, que limita con seis provincias y con tres países. Otra sorpresa fue la inclusión del conflicto entre la geografía y la geología. Dijo además que resulta enriquecedor el tratamiento del conflicto desde un punto de vista filosófico, abordado con claridad: se menciona, por ejemplo, que es limitado el enfoque de la geografía desde la geometría euclidiana, cuando el territorio es fractal.

Enseguida el autor del libro narró cómo en trabajos anteriores mencionaba mucho la palabra conflicto pero no había estudiado a fondo la teoría del conflicto, que un director de tesis le sugirió estudiar. En el libro expone algunos planteamientos teóricos y metodológicos para abordar este tema, orientado a las disputas por la tierra y los problemas de límites, lo que ejemplificó con casos mexicanos en los que ha servido como perito: el de Jalisco y Colima, entre 1998 y 2005, y el de Oaxaca y Chiapas, que se encuentra en proceso. Sobre la teoría del conflicto, dijo que su origen más inmediato está en la teoría de los juegos, donde lo que se invierte es lo mismo que se gana o se pierde. El conflicto es inherente a la especie humana y luego de que ocurre uno ya nada vuelve a ser igual.

El doctor Hirineo mencionó, por último, algunos elementos de la metodología para estudiar el conflicto: identificar motivos, actores y terceros participantes; definir origen, trayectoria y grado de violencia; e identificar intereses comunes entre los actores. La resolución de un conflicto siempre será violenta, teniendo en cuenta que una de las partes perderá algo, aun así debe evitarse contenerlo o controlarlo y en su lugar dejarlo fluir y conducirlo.

En la sesión de preguntas y respuestas con la que cerró la presentación el maestro Perotta propuso la celebración de un seminario en la UCASAL sobre este tema. 

domingo, 11 de octubre de 2020

En Autlán se conmemorará el décimo aniversario luctuoso de Antonio Alatorre

El próximo 21 de octubre se cumplirán diez años del fallecimiento del filólogo Antonio Alatorre, destacado sorjuanista, ensayista, escritor y varios etcéteras más que lo convirtieron en uno de los intelectuales mexicanos más respetados del último siglo.

Don Antonio nació en Autlán el 25 de julio de 1922 y nunca perdió los lazos ni el amor por su terruño, como podemos ver en entrevistas, textos y documentales en los que se recogen sus declaraciones. En un elemental acto de reconocimiento, instituciones culturales de Autlán llevarán a cabo actividades conmemorativas del aniversario luctuoso de don Antonio, a realizarse en la semana que cae el día 21. Las actividades, desde luego, no podrán ser presenciales y se transmitirán vía Facebook.



Con énfasis en la relación entre Antonio Alatorre y Autlán, el Museo y Centro Regional de las Artes y CulturAutlán, en colaboración con Pulso Regional, Radio UdeG Autlán, la biblioteca Antonio Alatorre del CUCSur y el capítulo Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco organizan una serie de tres videos que serán publicados entre el lunes 19 y el miércoles 21 de octubre, bajo el título general de “Yo soy un payo de Autlán”. Antonio Alatorre, décimo aniversario luctuoso:

El lunes 19 se transmitirá el video Como un cielo azul y sin nubes. Un recorrido por el Autlán de Antonio Alatorre, compuesto por imágenes y descripciones de la parroquia del Divino Salvador, en cuyo atrio fue sepultado Marcos de Monroy; de la Casa Universitaria Antonio Alatorre, donde don Antonio presentó su libro El Brujo de Autlán; la finca donde estuvo la Escuela Superior para Niños de la profesora María Mares, en la que Alatorre hizo sus estudios primarios y, por último, la casa de la familia Alatorre Chávez, que aún existe aunque dividida en varias casas más pequeñas.

El martes 20 tocará el turno a Presencia de Antonio Alatorre en Autlán. Una visita a la biblioteca Antonio Alatorre del Centro Universitario de la Costa Sur, en la que bajo la guía de la maestra Claudia Vaca, jefa de este recinto, veremos espacios como la exhibición permanente de objetos de Alatorre, la sala de ex rectores y la explanada de la biblioteca, entre otros. Conoceremos de esta forma las actividades y servicios que ofrece la biblioteca y la forma en que don Antonio Alatorre está presente en ella.

El miércoles 21 cerrará la conmemoración con la charla Antonio Alatorre y Autlán, con el maestro Alfredo Tomás Ortega Ojeda, cuentista, académico y alguien que estuvo en contacto directo con Alatorre en sus últimos años y que participó activamente en la publicación del libro El Brujo de Autlán. Del maestro Ortega podemos conocer mucho sobre la relación entre Alatorre y su terruño.

Estos tres videos se pondrán a circular a las 20:00 horas desde la página de Facebook del Museo Regional. En el título general de la conmemoración se utiliza una frase mencionada por don Antonio en el auditorio Hermilio Hernández de la Casa de la Cultura de Autlán en septiembre de 1998, durante el Encuentro de Cronistas que se celebró ahí dentro del programa de las Fiestas Patrias.


El mismo día 21, organizado por la biblioteca Antonio Alatorre, se llevará a cabo un conversatorio sobre la obra de don Antonio, en el que participarán tres expertos en este tema:

El poeta, ensayista y traductor David Huerta de dilatada y fructífera trayectoria, en la que se cuenta la obtención del Premio FIL de Literatura en 2019. Por cierto, en su discurso de recepción de este premio, en el que diserta sobre el mejor poema del mundo, describe a don Antonio Alatorre como “el maestro de poesía que todos quisiéramos tener”. También le rinde un homenaje de amor y gratitud a quien llama nuestro mayor filólogo. El discurso puede oírse en este enlace.

Irma Bañuelos, doctora en filología hispánica por la Universidad Autónoma de Barcelona y directora del Centro de Investigación y Certificación del Español como Lengua Extranjera y Materna.

La doctora en Literatura Hispánica Martha Lilia Tenorio, quien fuera alumna de Antonio Alatorre en la UNAM. Ella estuvo en el coloquio Antonio Alatorre y Autlán que se celebró en la biblioteca en septiembre de 2013, recordándonos aspectos de la personalidad de don Antonio, como su “sarcástica majadería” y su generosidad para compartir el conocimiento. La influencia de Alatorre en su carrera se asoma en sus temas de investigación, entre los que se cuenta la poesía de los Siglos de Oro.

Este conversatorio será moderado por el doctor Hirineo Martínez Barragán, secretario académico del CUCSur y contará con un mensaje de bienvenida por la doctora Lilia Oliver Sánchez, rectora del centro universitario. Comenzará a las 12:30 horas y se transmitirá por la página de Facebook del Centro Universitario de la Costa Sur.

sábado, 3 de octubre de 2020

El Autlán del siglo XIX en la sesión mensual de la BSGEEJ


 

La mañana de este sábado 3 de octubre el capítulo Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco celebró su sesión ordinaria, mediante la aplicación Zoom. El anfitrión de la sesión fue el cronista Carlos Martín Boyzo Nolasco, quien presentó el trabajo titulado Un viaje a Autlán… enero de 1887, ante unas 15 personas.

La presentación de Boyzo comenzó a las 11:00 horas en punto e inició con la explicación de que su trabajo está basado en la publicación en el diario El Nacional, en febrero de 1887, de la crónica de un viaje realizado en enero del mismo año desde Guadalajara hasta Chamela, vía Sayula. Extraídas de esta crónica, el expositor nos compartió las detalladas e interesantes descripciones de toda la ruta, que son tan vívidas que nos transportan a esos tiempos.

De las críticas que hacen los autores de la crónica al fanatismo que observaron en el pueblo de Sayula pasan a San Gabriel, al que encuentran más animado pero con fincas de menor elegancia. Los viajeros siguen describiendo los lugares entre San Gabriel y Autlán, que 30 años después verían nacer a Juan Rulfo.

Ya en el valle de Autlán mencionan poblados desaparecidos, como Zacapala y la Cruz de Piedra (este último desconocido por Boyzo y quienes lo escuchábamos), y otros que aún existen y gozan de cabal salud, como El Mentidero. Mención aparte merecen El Limón y El Grullo, a los que ya describen como pueblos y con construcciones de importancia, como sus templos.

A Autlán lo describen de forma más extensa puesto que aquí permanecieron un par de días. Califican de hermosos los alrededores del pueblo, por su vegetación y la exuberancia de sus huertas, entre las que mencionan una de nombre La Paloma, que podría haber estado ubicada en las inmediaciones del actual barrio de ese nombre. Resaltan de Autlán su población, que ronda los 8 mil habitantes, sus calles torcidas y aseadas, su iglesia sencilla y bien atendida.

A los viajantes les tocó presenciar aquí unas fiestas, al parecer previas al Carnaval, en las que había funciones de gallos. Como asistieron a una, describieron minuciosamente la plaza o palenque, el ambiente y hasta la mala música de un conjunto proveniente de Tenamaxtlán. También incluyen el gracioso episodio del enamoramiento de uno de ellos hacia una joven autlense, cuyo idilio termina abruptamente cuando la chica interrumpió los febriles devaneos del galán para gritarle a unas vacas que se negaban a entrar al corral de la casa.

De Autlán los autores de la crónica partieron a la Costa, vía Chiquihuitlán y Purificación, para llegar a Chamela. Al pasar por el Puerto del Obispo encontraron “magníficos y espléndidos paisajes”, aunque el camino a la Villa apenas puede considerarse de herradura, por lo mal conservado que lo observaron. Mencionan el rancho de San Miguel, propiedad de una familia Niz, y otros aledaños en los que se producía añil, frutas, maíz, derivados de la caña y otros.

Siguiendo un “variado, poético y sinuoso” camino por la Costa de Jalisco llegaron a Chamela, donde encontraron una espléndida casa de dos pisos propiedad de la familia Castaños y una aduana. Pero en el paso por la Tierra Pródiga encontraron tal variedad y riqueza de formas de vida, de fertilidad y de belleza que asentaron en su crónica que “el pintor y el poeta hallan en estas tierras fuentes inagotables de estudio e inspiración”.

La exposición propició una buena cantidad de comentarios de los asistentes, la mayoría de los cuales lamentaron la pérdida de recursos naturales en la Costa en los últimos años. La descripción que nos compartió Carlos Boyzo nos permitió conocer mejor la fisonomía y la historia de nuestra región.

viernes, 2 de octubre de 2020

Lexicón autlense 14: ¿Autlenses o autlecos?


Una duda recurrente en el español que se habla en nuestra región gira alrededor del gentilicio de los habitantes de Autlán: ¿es correcto llamarnos autlenses, como lo dicta el uso generalizado, o autlecos, como opinan algunos?

La respuesta a esta terrible interrogante en realidad es muy sencilla. Tanto, que podría resultar sorprendente para algunos o decepcionante para otros. La Real Academia Española de la Lengua en realidad no tiene establecida una norma para la creación de gentilicios y son relativamente pocos los que recoge en su diccionario. En teoría, esto nos da la libertad a los hablantes (que, dicho sea de paso, somos los creadores y portadores del idioma) de construir los gentilicios como nos dé la gana o, dicho más amablemente, como lo dicte la costumbre.

Para reforzar esto, la Academia Mexicana de la Lengua nos aclara en una entrada publicada en su sitio web sobre el gentilicio de los habitantes de la Ciudad de México que “juzga adecuado que para ello se haga uso de las formas más comunes y ya existentes en las preferencias lingüísticas de nuestro país, ya que las formas para designar a los habitantes de un lugar son el resultado de convenciones sociales, y son los hablantes quienes determinan el gentilicio correspondiente a cada lugar.

Dicho esto, queda aclarado el primer elemento de la pregunta que hicimos al principio: no hay necesidad de determinar una forma correcta para construir el gentilicio de los habitantes o naturales de Autlán. O, mejor dicho, las dos opciones que se mencionan son correctas, pues están construidas conforme a las reglas de nuestra lengua.

Ambas formas tienen como raíz autl-, procedente del nombre de nuestro pueblo. La forma autlense está construida agregando el sufijo –ense, que viene del latín, lengua origen del español. Esto justifica su uso entre quienes hablamos este idioma. Por su lado, la forma autleco se obtiene agregando a la mencionada raíz el sufijo –eco que, como nos explica el filólogo don José Guadalupe Moreno de Alba proviene del náhuatl –écatl y, debido al uso y a que el español no tiene la terminación tl se deformó a la forma que conocemos. El nombre de Autlán, como sabemos, es de origen náhuatl, por lo que el uso del gentilicio autleco está, también, plenamente justificado.

De las dos formas, autlense es la más difundida, como sabemos. Se usa en documentos oficiales, como los que emite el Ayuntamiento de Autlán, y ha aparecido en obras literarias y musicales: recordemos, por ejemplo, el volumen Cuentos autlenses, de Juan Manuel Gómez Sandoval, o la conocida canción El autlense, interpretada por el mariachi Los Camperos, de Nati Cano.

Pero la forma autleco también tiene lo suyo: entre sus usuarios estaba nada menos que don Antonio Alatorre, quien se decía autleco. Además, en el acta que levantaron las autoridades locales el 21 de junio de 1821 para jurar la independencia del país se menciona que el Dios "que libertó a los israelitas de Faraón y que derramó en este día los mismos bienes entre los americanos autlecos"... 

Fuentes:

     * Moreno de Alba, José Guadalupe. El sufijo –eco, publicado en el libro La lengua española en México. Fondo de Cultura Económica, México, 2003.

  Gentilicio de la Ciudad de México. Academia Mexicana de la Lengua, consultado en http://www.academia.org.mx/espin/respuestas/item/gentilicio-de-ciudad-de-mexico