Una duda recurrente en el español que se habla en nuestra región gira alrededor del gentilicio de los habitantes de Autlán: ¿es correcto llamarnos autlenses, como lo dicta el uso generalizado, o autlecos, como opinan algunos?
La respuesta a esta terrible interrogante en realidad es muy sencilla. Tanto, que podría resultar sorprendente para algunos o decepcionante para otros. La Real Academia Española de la Lengua en realidad no tiene establecida una norma para la creación de gentilicios y son relativamente pocos los que recoge en su diccionario. En teoría, esto nos da la libertad a los hablantes (que, dicho sea de paso, somos los creadores y portadores del idioma) de construir los gentilicios como nos dé la gana o, dicho más amablemente, como lo dicte la costumbre.
Para reforzar esto, la
Academia Mexicana de la Lengua nos aclara en una entrada publicada en su sitio
web sobre el gentilicio de los habitantes de la Ciudad de México que “juzga adecuado que para ello se haga uso de las formas
más comunes y ya existentes en las preferencias lingüísticas de nuestro país,
ya que las formas para designar a los habitantes de un lugar son el resultado
de convenciones sociales, y son los hablantes quienes determinan el gentilicio
correspondiente a cada lugar.”
Dicho
esto, queda aclarado el primer elemento de la pregunta que hicimos al
principio: no hay necesidad de determinar una forma correcta para construir el
gentilicio de los habitantes o naturales de Autlán. O, mejor dicho, las dos
opciones que se mencionan son correctas, pues están construidas conforme a las
reglas de nuestra lengua.
Ambas
formas tienen como raíz autl-,
procedente del nombre de nuestro pueblo. La forma autlense está construida agregando el sufijo –ense, que viene del latín, lengua origen del español. Esto
justifica su uso entre quienes hablamos este idioma. Por su lado, la forma autleco se obtiene agregando a la
mencionada raíz el sufijo –eco que,
como nos explica el filólogo don José Guadalupe Moreno de Alba proviene del
náhuatl –écatl y, debido al uso y a
que el español no tiene la terminación tl
se deformó a la forma que conocemos. El nombre de Autlán, como sabemos, es de origen
náhuatl, por lo que el uso del gentilicio autleco está, también, plenamente
justificado.
De las
dos formas, autlense es la más
difundida, como sabemos. Se usa en documentos oficiales, como los que emite el
Ayuntamiento de Autlán, y ha aparecido en obras literarias y musicales:
recordemos, por ejemplo, el volumen Cuentos
autlenses, de Juan Manuel Gómez Sandoval, o la conocida canción El autlense, interpretada por el
mariachi Los Camperos, de Nati Cano.
Pero
la forma autleco también tiene lo
suyo: entre sus usuarios estaba nada menos que don Antonio Alatorre, quien se
decía autleco. Además, en el acta que levantaron las autoridades locales el 21 de junio de 1821 para jurar la independencia del país se menciona que el Dios "que libertó a los israelitas de Faraón y que derramó en este día los mismos bienes entre los americanos autlecos"...
Fuentes:
* Moreno de Alba, José Guadalupe. El sufijo –eco, publicado en el libro La lengua española en México. Fondo de Cultura Económica, México, 2003.
* Gentilicio de la Ciudad de México. Academia Mexicana de la Lengua, consultado en http://www.academia.org.mx/espin/respuestas/item/gentilicio-de-ciudad-de-mexico
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