domingo, 31 de mayo de 2020

Apuntes sobre Beethoven en la sesión del Capítulo Juvenil Costa Sur de la BSGEEJ

Retrato de Ludwig van Beethoven. Gaceta UNAM.

La mañana de este sábado 30 de mayo sesionó a distancia, mediante la aplicación Zoom, el Capítulo Juvenil Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco. Con la asistencia de unas quince personas, la sesión comenzó a las 10:10 horas.
El socio Silvestre K´anil Díaz Landeros fue el anfitrión de la reunión, quien expuso el trabajo Apuntes sobre la vida y obra de Ludwig van Beethoven. A 250 años de su natalicio. Silvestre definió a Beethoven como un “héroe trágico” y recordó que el año 2020 ha sido declarado Año Beethoven para celebrar el aniversario 250 de su natalicio, con actividades conmemorativas en varias ciudades del mundo.
Enseguida la exposición tomó un giro biográfico al mostrar los antecedentes familiares del compositor alemán, comenzando por su abuelo Ludwig van Beethoven y su padre Johann, un “tenor mediocre”, alcohólico y violento, que obligaba al niño Ludwig a tocar y ensayar, con la intención de convertirlo en el nuevo Mozart. En el año 1787 Ludwig van Beethoven hace un primer viaje a Viena, polo cultural de Europa, respaldado por su mecenas el conde Van Waldstein, aunque debe regresar pronto al acaecer la muerte de su madre. Antes de cumplir los 20 años de edad y ante el agravamiento de la depresión y el alcoholismo de su padre, toma las riendas de la familia, moral y económicamente, desempeñándose como profesor de piano y músico de orquestas, tocando la viola.
En 1792 fallece su padre y Ludwig hace el viaje definitivo a Viena, donde fallecería 35 años después. Allá se agravarían gradualmente su sordera y otros padecimientos físicos que lo acompañarían el resto de su vida: Silvestre mostró un texto médico que relaciona algunos de ellos, como el “débil tórax”, que le ocasionaba problemas gastrointestinales, y afecciones del hígado. Esto ocasionaría que su vida fuera difícil, atormentada, y que le fuera difícil relacionarse con otras personas, lo que le acarrearía la fama de misántropo que, sin embargo, queda en entredicho gracias a otro documento que se exhibió en la exposición: una carta de 1802 dirigida a su familia en la que Beethoven se defiende de esa imagen de hosco y malhumorado y se justifica describiendo el terror y la dificultad para convivir con otros debido a su creciente sordera. Ante la posibilidad de acabar con su vida, el compositor de Bonn explica en la carta que “solo el arte me sostuvo”. El documento, sin embargo, nunca fue enviado.
Silvestre comentó también parte de la obra de Beethoven, mostrando primero una relación de sus composiciones, que incluye sus nueve sinfonías pero también oberturas, conciertos para piano, sonatas para piano y para piano y violín, entre otras. Sobre el cuarto movimiento de su quinta sinfonía dijo que es un aliciente para luchar y seguir adelante y explicó algunos elementos de la novena sinfonía, conocido popularmente como Himno a la alegría, en la que usó el poema Oda a la alegría, de Schiller, de la que dijo que es un mensaje de paz y fraternidad.
Como reflexión final Silvestre dijo que la nuestra es una época de tomar referentes y héroes y que Beethoven en su obra demuestra cómo enfrentarse y vencer a la adversidad; su obra ha tendido puentes y le habla a la Humanidad, por lo que sigue siendo vigente.

jueves, 28 de mayo de 2020

Directores de Cultura de Jalisco exhortan al gobierno del Estado a reconsiderar recorte presupuestal

Una clase de música en la Casa de la Cultura. Enero de 2020.


Desde ayer comenzó a circular en redes sociales y medios formales de comunicación una carta firmada por los directores de Cultura de 52 municipios de Jalisco, incluyendo al de Autlán, en la que, luego de reconocer y saludar los esfuerzos del gobierno del Estado para enfrentar las consecuencias de la pandemia, exhortan a la titular de la secretaría de Cultura, Giovanna Elizabeth Jaspersen García, a reconsiderar la cancelación del Fondo Jalisco de Animación Cultural y del Fondo Talleres para Casas de Cultura, derivada de los ajustes presupuestales que emprende en estos días el Ejecutivo estatal.

Según la carta, que puede leerse íntegra en esta imagen, el impacto negativo para los municipios por la cancelación de estos fondos sería de 28 millones 904 mil pesos, además de la afectación en la formación artística de 21 mil jaliscienses, la mayoría niños y jóvenes, que tienen sus primeros y, a veces, únicos acercamientos a las artes en sus municipios gracias a las actividades subsididadas con ellos. También se pide a la secretaria de Cultura que se cubra a la brevedad el monto íntegro de ambos fondos correspondiente al periodo de enero a marzo de 2020, lo que incluye el pago de los honorarios de los profesores de los talleres de arte, que han tenido que ser cubiertos, en algunos casos, por los municipios. 
Alexander Flores Arias, director de Cultura del gobierno de Autlán, nos ha dicho que el impacto para el municipio sería de 300 mil pesos. De cancelarse el Fondo Talleres para Casas de Cultura se verían afectados ocho profesores y entre 250 y 300 alumnos, que asisten a clases de pintura, de teatro y de música en la casa de la cultura Efraín González Luna. Según las reglas de este fondo los municipios están obligados a aportar el 50% del costo de los talleres y el resto es cubierto con recursos del mencionado fondo. Según Flores Arias, en Autlán el municipio cubre un porcentaje mayor.
En cuanto al Fondo Jalisco de Animación Cultural, el año pasado Autlán recibió recursos para la organización del tercer Festival Áurea Corona, que se va posicionando como uno de los festivales musicales más importantes de la región, y el Festival de Son de Pareja con Mariachi Tradicional. Alexander Flores dice que estas actividades no corren un riesgo grave de desaparecer porque hay otras opciones de financiamiento; la mayor afectación está en el Fondo Talleres porque va directamente a la formación de niños y jóvenes en las diversas disciplinas artísticas.

viernes, 22 de mayo de 2020

Homenaje luctuoso al guitarrista Jorge Santana

Armando Pedraza en la guitarra.

La tarde de este jueves 21 de mayo en el patio central de la Presidencia Municipal se llevó a cabo un sencillo homenaje luctuoso al guitarrista autlense Jorge Guillermo Santana Barragán, fallecido justo una semana antes. El homenaje, organizado por la dirección de Arte y Cultura del Ayuntamiento de Autlán, dentro del programa denominado El Baúl del Arte y la Cultura Autlense, se llevó a cabo sin público, pero transmitido en video por las redes sociales del municipio.
El primer número fue la participación del joven guitarrista Armando Pedraza, profesor en la Escuela de Artes del municipio, quien en punto de las 17:35 horas interpretó las primeras dos piezas de su programa, que se fue completando entre las intervenciones de los demás invitados. Tañendo la guitarra eléctrica y con una pista como fondo, Armando tocó a lo largo de la tarde canciones de diversos géneros, desde el jazz hasta el bolero.
En segundo término el cronista de Autlán, Guillermo Tovar Vázquez, compartió una semblanza del homenajeado en la que contó que Jorge Santana nació en Autlán el 13 de junio de 1951 pero todavía muy niño se fue con su familia a Tijuana, de donde siguieron años después a San Francisco. En esa ciudad Jorge comenzaría a tocar la guitarra y formaría parte del grupo The Malibus, luego llamado Malo, con el que se convertiría en un personaje importante para la comunidad chicana, en especial luego de la publicación de la canción Suavecito, considerado un himno de ese grupo social. Habló también de la colaboración de Jorge con el sello Fania y con su hermano Carlos en diversas giras y en la empresa Santana Management.

Javier Salazar y Héctor Noé Pérez.
Enseguida el señor Francisco Javier Salazar Mora y Héctor Noé Pérez, conductor del homenaje, sostuvieron una breve conversación en la que el primero, que conoció a la familia Santana Barragán mientras vivía aún en Autlán, recordó la fonda de la señora Teresa, tía de los hermanos Santana, ubicada en la calle de Guadalupe Victoria, cerca del cruce con Corona Araiza, lugar de reunión de los niños y jóvenes de ese barrio, entre los que se encontraban los Santana y él mismo.
Para concluir el homenaje el conductor leyó el texto de despedida que Carlos Santana publicó en sus redes sociales al conocerse la noticia de la muerte de Jorge.

viernes, 15 de mayo de 2020

Nomenclatura urbana 18: calle de Isidro Michel López


Encaramado en la ladera oriente del antiguo Citlaltepetl, hoy conocido como Cerrito de la Capilla, el barrio de La Quebradilla tiene varios elementos que lo distinguen del resto del pueblo. Entre ellos se encuentran una inigualable vista de Autlán y de buena parte del valle, que sus vecinos tienen como fondo constante de su vida cotidiana, y la nomenclatura de sus calles, que contribuye a mantener en la memoria los nombres de personajes importantes de la Revolución cuyos hechos van quedando en el olvido, opacados por los de otros que, si bien no tienen un mérito mayor, sí lograron alcanzar altas posiciones de poder. Los nombres de estos últimos están, metafóricamente, en calles del centro del pueblo.

Desde La Quebradilla.

Arranque de Isidro Michel, hacia el noreste.

Entre las calles de La Quebradilla está la que lleva el nombre del capitán autlense Isidro Michel López. Áspera y retorcida como todas sus vecinas, la calle de don Isidro arranca separándose de la del senador mártir Serapio Rendón, una de las principales de todo el cerrito. Su inicio desde este cruce lo constituye una rampa que parte hacia la izquierda, pegándose al contorno del cerro. A lo largo de toda la calle, que luce su empedrado y la urbanización toda en regular estado y carente de banquetas, vamos caminando entre lo que parecerían dos mundos distintos: a la izquierda tenemos el paredón del cerro, poblado por completo de casas a las que hay que entrar subiendo escaleras, útiles para librar las pétreas plataformas elevadas mediante las cuales sus constructores solucionaron el problema del declive. Las entradas de estas casas las vemos hacia arriba, en muchos casos antecedidas por bonitas y frescas terrazas. Por este lado de la calle también se encuentran, de vez en vez, callejones con escalones que llevan a las casas construidas más arriba, lejos de la acera. También está por acá el único cruce que tiene esta calle antes de llegar a su otro extremo: la empinada calle de Francisco Field Jurado, otro senador mártir.


Esquina con Francisco Field Jurado.

Un callejón.

Por el lado derecho, el que daría al voladero, vemos las azoteas de algunas de las casas de la otra acera y las fachadas de algunas otras, a las que se ingresa para enseguida bajar a las habitaciones mediante otras escaleras, éstas interiores, que sirvieron también a los constructores de este lado para solucionar el declive de la ladera. Hay que decir que prácticamente todas las construcciones de esta breve calle aparecen macizas, fuertes, bien construidas y mejor cimentadas en la piedra del cerro. En ciertos casos también vemos soluciones arquitectónicas ingeniosas, como un edificio de departamentos, comunicados por un lado de la finca mediante una escalera de cemento, y también casas hechas en terrenos grandes y con extensos espacios abiertos, que le dan un toque de elegancia al barrio.


Cimientos.

Luego de subir serpenteando suavemente hacia el norte varias decenas de metros, la calle de Isidro Michel llega a su cumbre para descender de forma más rápida, haciendo una curva hacia el oriente, hasta su cruce con la calle Quebradilla, donde termina atravesando un puentecillo que libra una de las corrientes de agua que bajan del cerro.
La calle es breve y perfectamente transitable por vehículos motorizados, con la única dificultad de lo empinado de su extremo norte. Es eminentemente habitacional, a excepción de una tienda de abarrotes.




Sus vecinos tienen buen gusto: algunos han habilitado pequeños jardines en los paredones por los que se sube a sus casas, donde han plantado sábilas y plantas florales; también hay quien mantiene árboles en el sitio que ocuparía la banqueta o en sus patios, de especies que van desde la primavera hasta el nim, pasando por camichines, izotes y mezquites.



No faltan quienes han dado en criar animales en sus azoteas, que en realidad dan al nivel de la calle: pude ver, felices de la vida, a parvadas de gallinas “cosechando sin sembrar”, como dijera Pancho Madrigal, lo mismo que a un aburrido y gordo conejo esperando el día del juicio dentro de una jaula. El espíritu guadalupano del cerro está manifestado también en esta calle: en un nicho colocado justo en la curva hacia el oriente que ya mencioné arriba se encuentra una imagen en cantera de la virgen de Guadalupe, unos tres metros arriba del nivel de la calle.


Isidro Michel López nació en Autlán el 15 de mayo de 1870, hace 150 años. Participó en los clubes antirreeleccionistas que funcionaron en la región alrededor del agitado año 1910, creando en 1911 uno, llamado Club Pro Madero, que lo comisionó a viajar a Ciudad Juárez a entrevistarse con Francisco I. Madero, quien le otorgó el nombramiento de Primer Jefe Revolucionario del Sur de Jalisco. El 25 de mayo de 1911, mismo día en que Porfirio Díaz renunciaba a la Presidencia de la República, Isidro Michel tomó la plaza de Autlán con las armas. En los años siguientes, como capitán primero del ejército regular, defendió a los pueblos de la región de las gavillas de bandoleros que permanecieron activas y ayudó al general Rafael Buelna a perseguir y dejar fuera de combate al bandido Pedro Zamora. Falleció el 6 de abril de 1942 en El Grullo, lugar donde se había instalado definitivamente luego de su baja del ejército.

El extremo oriente de la calle de Isidro Michel.

martes, 12 de mayo de 2020

Convocatoria al segundo concurso de cuento corto del Instituto de la Juventud Autlán


El gobierno municipal de Autlán difundió ayer en sus redes sociales la convocatoria al segundo concurso de cuento corto del Instituto de la Juventud, que se desarrollará bajo  las siguientes bases:

CONVOCATORIA
AUTLÁN CAMBIA CON TU EJEMPLO

Podrán participar los alumnos de tercer grado de las secundarias de la cabecera municipal.

OBJETIVO. Promover la creación literaria en los adolescentes de la cabecera del municipio de Autlán de Navarro, así como fomentar la lectoescritura y creatividad.

BASES.

1.- La convocatoria queda abierta a partir de la publicación de la presente.

2.- Se premiarán los tres primeros lugares:
* Primer lugar:$1,000.00
* Segundo lugar: $750.00
* Tercer lugar: $500.00

3.- Los trabajos se harán en casa y serán enviados antes del miércoles 27 de mayo de 2020 a las 11:59 pm al correo imj.autlan@gmail.com y la página de Facebook "Instituto de la Juventud Autlán".

4.- Bases:
* Extensión mínima de tres y máxima de cinco cuartillas.
* Manuscrito a lápiz número 2 con letra legible.
* Evitar palabras altisonantes.
* Presentado en hoja blanca.
No podrán participar:
* Trabajos participantes de otros concursos.
* Obras que hayan sido premiadas en otros concursos.
* Los cuentos que en su desarrollo hablen de iniciativas partidistas, políticas o de dependencias públicas.

5.- Temática: propuesta a la mejora del medio ambiente de Autlán (reforestación, separación de residuos, cuidado del agua, protección a la flora y a la fauna y/o contaminación atmosférica).

6.- La propiedad intelectual de las obras es de sus autores. No obstante, los autores de las obras finalistas dan su consentimiento y autorización al Instituto de la Juventud Autlán y ceden los derechos de reproducción, distribución, difusión, exposición y comunicación pública sin ánimo de lucro, a través de los medios y soportes que estime conveniente, siempre que se mencione la autoría de las mismas y sin que ello implique ningún tipo de abono de derechos de autor.

7.- Los nombres de los ganadores serán dados a conocer el día 5 de junio de 2020.

8.- El comité organizador y/o jurado estarán facultados para descalificar cualquier trabajo que no cumpla con los requisitos requeridos en la presente convocatoria y resolver los casos no previstos.

9.- Una vez que el jurado haya deliberado y emitido el fallo, éste será inapelable, se procederá a la identificación de los ganadores.

10.- El premio puede ser declarado desierto si el jurado considera que los cuentos no reúnen los requisitos solicitados.

Teléfono: 317 381 05 34

domingo, 10 de mayo de 2020

Por el camino viejo a Ahuacapán


Para trasladarnos de Autlán a Ahuacapán actualmente utilizamos, por comodidad y rapidez, la salida a la Costa por la calle de Guadalupe Victoria y seguimos por la carretera federal 80 hasta pocos metros antes de comenzar a subir hacia la Cumbre. Ahí se encuentra, visible y bien señalado, el crucero que nos lleva a Ahuacapán.
Pero existe otro camino, el viejo, que era usado desde siglos antes de que se abriera la carretera a la Costa. Éste parte actualmente del Periférico, frente a la colonia Las Parotitas, y sigue una trayectoria recta hasta encontrarse con el camino que viene de la ya mencionada carretera federal 80, formando un crucero. De ahí solo resta caminar un tramo más y hace uno la entrada al pueblo de Ahuacapán.

Una sección del muro.

Este camino viejo, como podemos inferir, tiene su historia, de la que quedan aún vestigios físicos. A lo largo de algunos cientos de metros podemos ver, a las orillas del camino, restos del muro de grandes ladrillos que formaba parte del rancho El Terronal, dentro de la hacienda de Ahuacapán en su lindero con el fundo del pueblo de Autlán. En el mejor de los casos el muro ha sido usado como base para construcciones modernas, como tejabanes, en la elemental urbanización que se está desarrollando en ese lugar. En el peor, trozos del muro yacen derribados junto al camino, a donde vienen a recoger ladrillos algunas personas, para reparaciones o construcciones propias. El muro rebasa con holgura los cien años de vida, los ladrillos de que se compone ya son cocidos y no simples adobes. Está coronado a todo lo largo por ladrillos de una forma distinta, semitriangular, con el que se logra dibujar una especie de cresta en lo alto.

Vestigios de una antigua puerta.

También se pueden ver, en algunos puntos, otros restos del rancho, como gruesos pilares o el marco de una gran puerta, por la que ahora entran y salen camiones y tractores hacia los campos de cultivo. Hasta este rancho llegaban, como dije arriba, los límites de la hacienda de Ahuacapán, que a mediados del siglo XIX fueron motivo de un largo litigio entre su propietario, don Pedro Regalado Michel Corona, y el Ayuntamiento de Autlán. De este conflicto se derivó, en 1850, la primera disposición conocida para determinar la antigüedad del pueblo de Autlán y su calidad de pueblo indígena o fundado por españoles.
En el mismo año de 1850 y en el contexto del mencionado pleito, el juez de primera instancia, Jesús Agraz, otorgó a Pedro Michel la legítima propiedad sobre los potreros de Los Terrones y de La Virgen, junto con todos los que estuvieran “como a media legua” al sur del pueblo de Autlán, correspondiente a este rancho de El Terronal.

Un tejabán tomando como base el antiguo muro.

El camino viejo a Ahuacapán, que es todo de terracería, es recorrido en nuestros días, de forma cotidiana, por todo tipo de vehículos relacionados con la actividad agrícola, incluyendo los tráileres de la empacadora Bonanza, que tiene sus imponentes instalaciones en este lugar. Pero esta tierra, hollada ahora por llantas de caucho de bicicleta, moto y otros vehículos, fue en otro tiempo regada con la sangre de gentes arrebatadas de su vida por el remolino de la Revolución.
Por aquí los zamoristas trasladaron a Autlán los cadáveres de los carrancistas, producto de la carnicería que hicieron con ellos en Ahuacapán el 10 de agosto de 1915, en la batalla más cruenta de ese episodio histórico en nuestra región. Los federales, mandados por Simón Cobián, estaban desayunando en la hacienda esa mañana, donde pernoctaron luego del triunfo que sobre el zamorista Domingo Araiza lograron en Autlán el día anterior. En esas les cayó Pedro Zamora con su gente, desbaratándolos por completo. Según Ramón Rubín, Zamora habría mandado traer a la Banda Autlán, dirigida por Feliciano García, para que lo acompañara en su entrada triunfal al pueblo, en un macabro desfile que incluía carretas llenas de los cadáveres de los federales y un burro en el que iba atravesado, desnudo, el cadáver de Cobián.
Por este mismo camino, en mayo de 1918, falleció en circunstancias poco claras el hacendado de Ahuacapán Carlos Valencia. Según una versión oral que se ha conservado desde entonces los de Pedro Zamora lo habrían secuestrado y, previo desollamiento de las plantas de los pies, lo habrían hecho caminar por el camino plagado de piedrecillas hasta causarle la muerte. Su cadáver habría sido abandonado en el camino, previo despojo de todo lo que llevaba de valor, incluyendo la ropa. Según la otra versión, mejor fundamentada, el destacamento militar de Autlán, al mando del capitán Gómez Flores, habría recibido la orden de la autoridad militar del Estado de detener a Valencia por sospechas de estar en contubernio con los bandidos zamoristas. Una escolta de soldados lo habría detenido en la hacienda y, mientras lo trasladaba a Autlán, sufrió el ataque de los alzados para liberar al reo. En la confusión el detenido habría intentado huir y uno de los soldados abrió fuego contra él, dejándolo tendido. Las dos versiones fueron publicadas en El Informador en su momento.
Pero no todo fue sangre y violencia. Por ese camino viejo a Ahuacapán se estableció el vínculo entre la hacienda, ahora pueblo, y Autlán; por ahí vinieron niños a estudiar la primaria a la cabecera municipal y, una vez que hubo, también la secundaria y la prepa. Por ahí circularían los agraristas de Ahuacapán y ranchos circunvecinos a hacer trámites o a llevar sus productos a Autlán y, por fin, no pocos muchachos saldrían de uno u otro pueblo a “noviar” al otro, a riesgo de sufrir corretizas y pedradas de los vecinos de la interfecta.
No pocos de ellos apresurarían el paso en ciertos tramos del camino, temerosos de las apariciones de espantos, producto de todo lo que ocurrió en ese lugar.
El camino viejo a Ahuacapán es perfectamente transitable en la actualidad.


Fuentes:
            * El Informador. Ediciones del 5 y el 8 de junio de 1918.
           * La hacienda de Ahuacapán. Conflictos de límites en 1850, por Ana María de la O Castellanos y Rafael Cosío Amaral. Publicado en la revista Estudios Jaliscienses de febrero de 1994.

martes, 5 de mayo de 2020

Inventario de monumentos 36: muro informativo del Club Rotario

Cara norte del muro. Foto tomada en julio de 2012.

Perdido entre los puestos de venta de comida que se han instalado en los últimos años a la orilla de lo que era la carretera a la Costa y que ahora es parte de la calle de Guadalupe Victoria, a la altura de la segunda sección de la colonia Valle La Grana, se encuentra un modesto monumento con información geográfica y demográfica de Autlán. Fue colocado ahí, según don Gabriel Lima Velásquez, probablemente entre 1971 y 1972, por el Club Rotario de Autlán, del que don Gabriel fue socio. En esa época esta parte de la calle estaba deshabitada, solo bordeaban a la carretera los campos de cultivo.

La cara sur. Foto de mayo de 2020.

El sencillo monumento es un muro de aproximadamente 1.70 metros de altura y una medida semejante de anchura, construido de concreto y pintado de blanco por ambas caras. La pintura blanca del lado norte aparece sucia y con grietas, seguramente por efecto del tiempo y  la humedad. En la cara sur del muro la pintura luce en mucho mejor estado, parece haber recibido una mano recientemente. Además el monumento está casi por entero libre de vandalismo, salvo por una inscripción hecha por el loquito que escribe citas bíblicas en espacios públicos de Autlán con abigarrada letra.


En ambas caras el muro luce el escudo del Club Rotario, pintado en el lado norte y montado sobre éste, en un material que parece ser metálico, en el lado sur. En la parte baja de la cara norte hay un cuadro informativo que muestra una cantidad de habitantes de Autlán, 47,993, y las distancias en kilómetros a Barra de Navidad y Puerto Vallarta, 110 y 316, respectivamente, así como la altitud de nuestro pueblo con respecto al nivel del mar, que fija en 998 metros. El dato de la población de Autlán se acerca mucho al del conteo de población de 1995 realizado por el INEGI, que establece que en el municipio entero había en ese año 47,694 personas, por lo que creemos que fue actualizado poco después de ese año. En la parte baja de la cara sur hay un espacio similar al que contiene los mencionados datos del lado contrario, pero aparece ya cubierto por la pintura blanca.


El muro está roto en una de sus esquinas superiores y con daños leves en diversas partes, debidos aparentemente a que en algún momento se hincaron clavos en él. Sin embargo, se siente aún fuerte, no muestra algún desplome u otro daño de consideración. Actualmente funge como mojonera para definir los límites entre un puesto de tacos y otro especializado en pescado frito que trabajan en ese lugar, estratégico por su situación frontera a la gasolinera y en el arranque de la calle de Joaquín Mejía Vidrio. Toda esa zona es eminentemente comercial, por lo que hay muchos empleados que son potenciales compradores de comida, amén de los viajeros que salen a la Costa por ese camino.



La función evidente del muro es informar a un posible viajero de las características de Autlán y su ubicación con respecto a la Costa de Jalisco. Con esto, seguramente el Club Rotario pretendía cumplir su objetivo de servir a los demás. Por cierto, el Club Rotario, fundado en 1924 en Chicago, llegó a Autlán en 1942, contando entre sus miembros fundadores al doctor Luis Enrigue Villaseñor (tío abuelo del escritor Álvaro Enrigue) y al profesor Ignacio Cárdenas Ochoa, primer director de la Escuela Secundaria por Cooperación no. 12, actual Manuel López Cotilla.
Luego de una temporal pausa por la emigración de algunos de sus socios el club renació en la década de 1960, a instancias del señor Leovigildo Ruesga, quien llegó como gerente del Banco Nacional de México. En esta etapa se inscribieron al club personajes como don Carlos Mardueño, Gabriel Lima, Ramón Vargas, entre otros. Desapareció definitivamente alrededor de 1980 y este sencillo monumento es un vestigio de sus actividades.

Fuentes:
El tigre nunca pierde sus manchas. Gabriel Lima Velásquez, 2014.
Entrevista telefónica con don Gabriel Lima Velásquez. 5 de mayo de 2020.

domingo, 3 de mayo de 2020

En el Día del Albañil


Ahora que casi todas las profesiones y oficios tienen un día del año para celebrarse, debemos aceptar que uno de los más reconocidos es el 3 de mayo, Día del Albañil y, por extensión, de todas las profesiones dedicadas a la construcción.
Aunque los días extraños que corren no han permitido que los maistros y sus chalanes, junto con los inges y arquis, celebren como es debido, en Autlán no han dejado de aparecer, en algunas obras, las tradicionales cruces de madera adornadas con flores de papel. Este guiño de normalidad nos permite, como escribió hoy don Juan Palomar Verea, saber que "la comunidad de quienes buscan una mejor ciudad, un vuelo más alto para sus días, continúa sus trabajos".
También es un buen día para que los autlenses recordemos a los profesionales de la construcción que han puesto su talento en mejorar nuestra experiencia vital, a través de algunos de los edificios más representativos de Autlán.
Entre ellos tiene un lugar especial la plaza de toros Alberto Balderas, que vio su primera corrida formal el 4 de febrero de 1940. Según el maestro Javier Jorge Boyzo Nolasco en su libro La fiesta de Carnaval en Autlán, Jalisco, esta plaza, núcleo de las actividades del Carnaval de Autlán, fue construida por el señor José Gómez Llamas, quien concluye su primera etapa en el año 1950. El terreno donde se construyó se venía utilizando desde pocos años antes para levantar la plaza de madera y petates en la que se celebraban las corridas de toros.
Gracias a don Ernesto Medina Lima sabemos que la añorada torrecilla del reloj, que se levantaba más o menos a la mitad de la calle de Venustiano Carranza, entre las esquinas de la Presidencia Municipal y del jardín Hidalgo, fue construida por el maestro Tomás Robles. Años después de su construcción otro maestro albañil, José Rodríguez, con ayuda del oficial Juan Robles, corrigió un desplome que presentaba la torrecilla, haciendo una excavación bajo los cimientos del lado contrario. La torrecilla fue demolida en 1971, para construir el nuevo edificio de la Presidencia, que se inauguró el 6 de marzo de 1973. Quienes perpetraron esa barbaridad tuvieron que utilizar cargas de dinamita, ante la solidez de la construcción.
En su folleto Edificios Históricos de Autlán don Ernesto nos recuerda a los autores de los proyectos de algunos otros edificios: el templo de la Purísima, cuya construcción comenzó en 1893 con la colocación de la primera piedra por el obispo de Colima, Atenógenes Silva, fue proyectado por el ingeniero Félix Araiza; la distribución original del Mercado Juárez, inaugurado como Mercado Margarito González Rubio el 15 de septiembre de 1901, fue hecho por el señor Doroteo Rentería. El primitivo mercado se limitaba a una plancha embanquetada de ladrillo y con las calles adyacentes y las intermedias empedradas, delimitando los espacios para los puestos.

Además, Autlán puede contar entre sus fincas emblemáticas un par de ejemplares de la obra de arquitectos de renombre internacional. Uno de ellos es el centro cultural José Atanasio Monroy, diseñado por Alejandro Zohn, ingeniero y arquitecto egresado de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara, aquella que fundara Ignacio Díaz Morales. Es la instalación cultural más importante de la región y su autor lo es también de obras como el nuevo Mercado Libertad y la estación San Juan de Dios del Tren Ligero, entre muchas otras. Aparte, Alejandro Zohn ganó el Premio Jalisco en el año 2000, la IV Bienal de Arquitectura de Sofía, Bulgaria y muchos premios y reconocimientos más. Si uno se fija bien, en el centro cultural José Atanasio Monroy puede distinguir elementos que lo hermanan con el Mercado Libertad, declarado Monumento Artístico Nacional en 2007.
El otro es la Colonia Mezquitán, un complejo habitacional ubicado frente a la población de Mezquitán, en la salida de Autlán a Guadalajara. Encargada en 1956 por la Compañía Minera Autlán para que ahí habitaran sus trabajadores de confianza, la colonia fue diseñada por el ilustre Julio de la Peña, profesor fundador de la ya mencionada Escuela de Arquitectura. De esta forma, la colonia Mezquitán es hermana de fincas como la Biblioteca Pública del Estado, el Mercado Corona que se quemó hace algunos años, el Cine Diana y la glorieta Minerva. Don Julio de la Peña también ganó el Premio Jalisco en 2004, el Premio Anual de Arquitectura en 1989, entre otros. Uno de los reconocimientos que recibió fue el ARPA FIL 1997, durante el cual Alejandro Zohn pidió que se le declarara "Patrimonio Arquitectónico de Jalisco".

También es de justicia recordar hoy a todos los albañiles anónimos, oficiales, medias cucharas o peones, que han levantado las casas y la moral de los autlenses luego de los episodios sísmicos que de vez en cuando han sacudido nuestra normalidad.
No caeré aquí en el exceso, tan de moda en nuestros días, de declararlos héroes pero sí quiero expresar mi reconocimiento por su trabajo y su legado.

Fuentes:

* Edificios históricos de Autlán, de Ernesto Medina Lima. Inédito.
* La fiesta de Carnaval en Autlán, Jalisco. Su origen y desarrollo, de Javier Jorge Boyzo Nolasco. Ediciones Cuéllar, 2000.
* Enciclopedia histórica y biográfica de la Universidad de Guadalajara. Consultada en http://enciclopedia.udg.mx/