sábado, 28 de septiembre de 2019

Inauguró Pancho Madrigal la casa cultural Jacinto Cenobio

Pancho Madrigal contando la historia del agarrón.

Con la asistencia de más de cien personas, entre las que se encontraban algunos regidores del Ayuntamiento de Autlán y la rectora del Centro Universitario de la Costa Sur, la noche del viernes 27 de septiembre quedó inaugurada la casa cultural Jacinto Cenobio, un centro cultural independiente que, para efectos prácticos, es el cuarto domicilio de la Casa Morumbí. Bajo un cielo cuya oscuridad era interrumpida constantemente por relámpagos y por los flashes de las abundantes cámaras fotográficas (o los celulares que ofician de cámaras), el acto de inauguración tuvo lugar a las 20:05 horas, momento en el que la rectora del CUCSur, doctora Lilia Victoria Oliver Sánchez, y el artista tapatío Pancho Madrigal develaron la placa con el nombre de la casa que está montada en la fachada.
Luego de la develación comenzó, ya dentro de la casa, el programa musical de la noche, previo mensaje de bienvenida de Felipe Flores Gómez, en el que narró la historia de esta nueva casa y cómo convenció a Pancho Madrigal de venir a inaugurarla. El programa consistió en un homenaje a Pancho Madrigal, a quien el domingo anterior le había sido entregado el Premio Nacional Carlos Montemayor. En él participaron músicos y cantantes amigos de Pancho interpretando sus canciones o composiciones relacionadas con él; el mismo autor de Jacinto Cenobio cerró el programa cantando tres de sus corridos pendencieros.

Miranda Michel y El Borlote.

El programa completo fue así:

* Los niños que nada tienen, por Miranda Michel y el grupo El Borlote.
* Engendros del diablo, por El Borlote.
* El canelo, por El Borlote.
* Popurrí de sones del sur de Jalisco, por El Borlote.
* La esdrújula del dificilísimo olvido, por El Borlote y Víctor Ambriz al violín.
* La carroza, por El Borlote y Víctor Ambriz al violín.
* El zanatito, por El Borlote y Víctor Ambriz al violín.
* Corrido de Pancho Madrigal, por El Borlote y Víctor Ambriz al violín.

El Borlote y Víctor Ambriz.

En una breve pausa para dar paso a los siguientes artistas, Maricela Páez Gutiérrez leyó un texto enviado para la ocasión por el escritor Dante Medina, titulado Seis pistas para la identidad de Jacinto Cenobio y Pancho Madrigal. El programa continuó de la siguiente forma:

* No sería el amor, por el dueto Magdalena y Luis.
* Voy a sacar mi equipal, por el dueto Magdalena y Luis.

Por último Pancho Madrigal interpretó sus corridos del Agarrón, del Comisario Solitario contra la banda del Tragaldabas y el infaltable de la Saxofona, donde los machos bragados, braveros y prepotentes conocen un final que ridiculiza por completo sus viriles características. Cuando ya se disponía a abandonar el escenario, el público le exigió cantar Jacinto Cenobio, acaso la más famosa de sus canciones y cuyo nombre lleva la casa.
Cuando terminó su intervención, Pancho Madrigal recibió un reconocimiento, de manos de la rectora del CUCSur, quien antes dio un mensaje donde ponderó el valor de su obra, que consideró parte del patrimonio cultural de Jalisco. También le fue entregada una estatuilla creada en papel reciclado por el artista autlense Manuel Corona que representa a Jacinto Cenobio.
Don Pancho departió amablemente con los asistentes al final de la velada, autografiando algunos libros y discos.



Pancho Madrigal también expuso veinte de sus obras plásticas, que fueron montadas en los corredores de la casa, y trajo para venta algunos de sus libros y discos. Por cierto, la casa es de arquitectura típica de la región, hecha de adobe y teja, con corredor de ingreso y un amplísimo patio poblado de árboles de aguacate, guanábano, mango y cítricos. De esas casas frescas, adecuadas para el clima de la tierra. Su domicilio es Guadalupe Victoria #221, casi frente a Mundo del Niño.


jueves, 26 de septiembre de 2019

Conversaciones sobre Autlán 9: a 50 años de la llegada de los primeros trabajadores del ingenio Melchor Ocampo

Foto de Andrés Ramírez Pelayo.
La tarde de este miércoles 25 de septiembre se celebró en el Museo Regional la novena sesión de Conversaciones sobre Autlán, organizado por el cronista municipal. Con la asistencia de 12 personas, la sesión comenzó a las 19:05 horas.
Esta vez la conversación estuvo dedicada a recordar la llegada a Autlán del primer grupo de trabajadores del ingenio Melchor Ocampo, lo que tuvo lugar el 5 de octubre de 1969. Para comentar este acontecimiento, junto con todo lo que ocurrió alrededor a él, estuvo el señor Leonides Flores Orduñez, quien formó parte de aquel grupo de trabajadores y desde entonces vive en Autlán.
Para comenzar la conversación el cronista Guillermo Tovar Vázquez hizo algunos comentarios sobre el ingenio Melchor Ocampo y su impacto en el ámbito económico, al permitir un repunte en la economía de la región justo después de que la minera Autlán mudara sus operaciones al Estado de Hidalgo; en el ámbito social al propiciar la llegada de personas de otras regiones, con costumbres y formas de pensar distintas a las de los locales y en el ámbito ambiental, con los problemas inherentes al monocultivo, a la cosecha de la caña mediante la quema y a accidentes como el derrame de melaza al río Ayuquila en marzo de 1998. El ingenio, la única industria regional de importancia, ha influido, para bien y para mal, en la forma de vida de los habitantes del valle, por lo que es importante recordar sus inicios, dijo.
El señor Leonides hizo enseguida una narración, en forma de diálogo con el cronista, de cómo los trabajadores de aquel primer grupo llegaron a Autlán: dijo que son originarios de Usmajac, en el municipio de Sayula, Jalisco, donde trabajaron originalmente en un ingenio que abrió en ese lugar el señor Julio de la Peña con la ayuda del general Manuel Ávila Camacho, presidente de la República que estuvo casado con una sayulense. Ese ingenio, cuya zafra de prueba fue en 1945, tuvo problemas para abastecerse de caña por la renuencia de los agricultores de aquella región para sembrar esta planta, por lo que su dueño decidió venderlo. Luego de una venta fallida al cacique de La Resolana (Casimiro Castillo), quien murió asesinado antes de que la transacción se concretara, el ingenio fue por fin vendido a un industrial del Estado de Veracruz, quien lo instaló en la población de El Quilate, en el municipio de Martínez de la Torre. En ese lugar permanecieron 12 años, hasta 1969, con un breve lapso de unos meses en que fueron trasladados al ingenio de Tuxtepec, Oaxaca.
El ingenio de El Quilate, llamado Libertad, también pasó por problemas que lo obligaron a detener sus operaciones durante varios meses, en los que los trabajadores estuvieron cobrando su sueldo sin trabajar. El líder sindical José María Martínez (a quien don Leonides llama "el compañero Chema") los ayudó a trasladarse a Autlán para trabajar en el nuevo ingenio Melchor Ocampo, que se instaló aquí en 1969, a donde llegan el 5 de octubre. Previamente, el 26 de septiembre se levantó el acta constitutiva de la Sección 13 del Sindicato Azucarero, lo que les daba una certeza laboral.
Llegaron a Autlán 113 trabajadores, la gran mayoría de ellos jaliscienses, de Usmajac, y algunos veracruzanos, de Martínez de la Torre. Sus primeros trabajos fueron el acondicionamiento de las casas de la colonia Guadalupe, donde se asentaron, que habían sido construidas por la minera Autlán en la década anterior para sus trabajadores. Las casas eran muy rústicas, con camas de cemento, por lo que hubo que remodelarlas. Luego de esto comenzaron a trabajar en la capacitación de personal autlense para el manejo de los equipos y maquinarias del ingenio, porque la gente de aquí no tenía experiencia en eso. Por cierto, el ingenio, dijo don Leonides, fue montado con tecnología vanguardista, originaria de Francia, que incluía innovaciones que ellos mismos, que ya tenían experiencia en la industria, apenas conocieron aquí.
El exponente comentó que la gente de Autlán los recibió bien, a pesar de no conocerlos y de tener costumbres diferentes, por lo que se integraron fácilmente a la sociedad de aquí. Entre las diferencias con su forma de vida en Veracruz mencionó la de que aquí ya tuvieron necesidad de comprar frutas y verduras, productos que en el Golfo les eran regalados por los productores.
Hubo algunas cosas en las que los trabajadores sindicalizados aportaron al desarrollo de Autlán, don Leonides ejemplificó esto con el apoyo económico que dieron para que la preparatoria de Aurlán se convirtiera en dependencia directa de la Universidad de Guadalajara, para lo que la institución le pedía a Autlán un millón de pesos, de los que el sindicato aportó la mayor parte, con un fondo procedente de sus ahorros para educación. Esto permitió que la prepa de Autlán fuera la primera dependencia de la Universidad fuera de Guadalajara.
Al final hubo algunos comentarios y preguntas del público, sobre las huelgas o paros que le hubiera tocado conocer a don Leonides (quien respondió que en 45 años de trabajo no conoció alguna), accidentes laborales o ambientales (de los que sí refirió algunos, en los que incluso hubo fallecimientos) y sobre cómo los autlenses de hace 50 años se asustaban con la maquinaria del nuevo ingenio.

martes, 17 de septiembre de 2019

Homenaje a don Ernesto Medina Lima 2019

Gaurdia de honor de la Cruz Roja delegación Autlán.
La tarde de este martes 17 de septiembre se llevó a cabo el homenaje que se rinde anualmente al recordado cronista municipal de Autlán, don Ernesto Medina Lima, en el extremo norte del portal Juárez, donde se encuentra una placa conmemorativa de la imposición de su nombre a la calle donde está el portal. El homenaje, que está incluido en el programa de las Fiestas Patrias desde 2017, año del centenario de su natalicio, fue organizado por la Junta Patriótica y contó con la asistencia de alrededor de 60 personas, entre regidores y funcionarios del Ayuntamiento de Autlán, personal de la Cruz Roja delegación Autlán, representantes del Grupo Cultural Autlense, socios mutualistas y un grupo de alumnos de la secundaria Jesús Velázquez. El acto comenzó a las 17:05 horas.
Luego de un mensaje del síndico municipal, Guillermo Espinoza Solórzano, en el que elogió la tenacidad y trabajo de don Ernesto y llamó a seguir su ejemplo, los representantes de la Cruz Roja hicieron una guardia de honor ante el retrato de quien fuera el primer cronista municipal de Autlán.
Enseguida don Gabriel Lima Velásquez, primo hermano de don Ernesto, leyó un adelanto de una semblanza de este personaje que está próxima a publicarse, en la que muestra antecedentes de la familia y exalta el interés de Medina Lima por estudiar y prepararse a pesar de sus ocupaciones remuneradas y honoríficas, capacitándose en diversas disciplinas. También describió la actuación de don Ernesto en las artes, la empresa y los deportes, actividades todas en las que destacó.
Enseguida el cronista municipal, Guillermo Tovar Vázquez, hizo un recuento de las ocasiones en que se han llevado a cabo actos similares al de hoy para recordar la vida y obra de Ernesto Medina Lima, haciendo al final un llamado a complementar este recuerdo acudiendo a su obra, que puede encontrarse en bibliotecas públicas. Comentó también que, sin lo que dejó escrito, actualmente no seríamos capaces de conocer a detalle, por ejemplo, cómo se vivió la primera corrida de toros en la plaza Alberto Balderas ni sabríamos buena parte de nuestra historia. Luego de leer un fragmento de la crónica Música y músicos de Autlán, donde don Ernesto narra cómo se llevaba serenata a las muchachas en el Autlán de la primera mitad del siglo XX, sugirió a las autoridades municipales a hacer equipo para difundir de forma creativa las crónicas de Medina Lima entre los jóvenes.
El señor Guillermo Moreno Medina, nieto de don Ernesto, compartió algunos recuerdos de su abuelo, en especial cómo le enseñó a mostrarse como un profesionista. Agradeció también a la Junta Patriótica y al Ayuntamiento por no olvidarlo.
Por último la señora Leticia Medina Pelayo, hija de don Ernesto ofreció una última semblanza de este personaje, que enseñó a su familia a querer a su pueblo. Ella resaltó su carácter altruista, que mostró durante el azote de un huracán mientras vivieron en Manzanillo, y el amor por su familia, expresado en el vals Quince primaveras, que le compuso a ella. La versión de este vals publicada por el Centro Universitario de la Costa Sur en la colección Compositores de la Región fue reproducido en una pausa de este mensaje.

lunes, 16 de septiembre de 2019

Desfile del 16 de septiembre 2019


Este lunes 16 de septiembre se llevó a cabo, sin novedad, el desfile cívico-militar con el que se conmemora el inicio de la guerra de Independencia, punto culminante de los festejos patrios. Con la intervención, por primera vez, del personal del 102 batallón del Ejército Nacional que se inauguró en noviembre pasado en El Corcovado, este desfile sufrió algunos cambios en su organización. Cambios, en su mayoría, positivos.
Esta vez el recorrido no comenzó en la Plaza Cívica sino entre la avenida Independencia Nacional e Hidalgo, en las inmediaciones de la clínica del IMSS y la Casa de la Cultura, por lo que se evitaron las dificultades para pasar el cuello de botella al cruce de la calle de Clemente Amaya viniendo por la lateral. A la vanguardia del desfile aparecieron la banda de guerra y la escolta del batallón, seguidos de dos banderas de gasa y los banderines de las compañías del batallón. Detrás de ellos marcharon un contingente de infantería y vehículos militares, entre camionetas pick-up, jeeps y camiones de transporte de personal, incluyendo algunos con herramientas e insignias del plan DN-III-E. Luego de los militares desfiló un discreto contingente de la Policía Federal, compuesto por tres patrullas, dos de ellas pick-up.
En el orden de este desfile siguió una novedad más: todas las escoltas de escuelas y otras instituciones desfilaron juntas en un solo contingente, de dos en fondo, encabezadas por la de la dirección municipal de Seguridad Pública: las de Protección Civil y las de las secundarias Jesús Velázquez, Autlán, Instituto Autlense, Jaime Llamas, Efraín González Luna, Manuel López Cotilla, Técnica #7 y telesecundaria Salvador Esquer Apodaca.

Escoltas de las secundarias Jaime Llamas García y Manuel López Cotilla.
La parte media del desfile lo constituyeron los contingentes de las escuelas secundarias, todos ellos breves y de paso ágil, a diferencia de los desfiles de años anteriores, en el siguiente orden:

* Jesús Velázquez Gómez, que presentó un banderín conmemorativo de su aniversario 60, que se cumple este año, y a su banda de guerra.
* Efraín González Luna, que también llevó un banderín, pero por su décimo aniversario.
* Jaime Llamas García.
* Escuela Secundaria Técnica #7, cuyo grupo era encabezado por alumnos caracterizados como Miguel Hidalgo, José María Morelos, Ignacio Allende y Josefa Ortiz de Domínguez.
* Autlán, con una banda de guerra.
* Instituto Autlense, también con banda de guerra.
* Manuel López Cotilla, con banda de guerra.
* Telesecundaria Salvador Esquer Apodaca.

Luego de las escuelas, desfiló un contingente combinado de la dirección de Seguridad Pública y de Protección Civil municipal, con vehículos equipados para distintos tipos de servicios. Luego vendría la Cruz Roja delegación Autlán, con una motocicleta, vehículos de rescate y una ambulancia, para dar paso a que la Asociación de Charros y las escaramuzas La Grana y Alborada cerraran el desfile, media hora después de haber iniciado. Algo que hay que aplaudir a los charros es que esta vez llevaron a un grupo de personas con herramientas para recoger los excrementos que sus caballos van dejando al paso. Una novedad positiva más.
El desfile terminaría al final de la calle de Obregón, en el fraccionamiento Puerta de la Costa, según se anunció. Fue presenciado por las autoridades militares y municipales en un templete que se instaló afuera de la entrada principal de la Presidencia Municipal y no desde el balcón de este edificio, donde se acostumbraba que se instalaran.
Al término del desfile algunos cientos de personas se reunieron frente a la Presidencia para presenciar el momento en que se inflaron y soltaron globos gigantes de papel de china.

domingo, 15 de septiembre de 2019

Develaron una escultura taurina en Autlán 2


La tarde de este domingo 15 de septiembre en la glorieta ubicada entre la avenida Independencia Nacional y el libramiento Luis Donaldo Colosio se llevó a cabo una ceremonia de develación de una escultura que representa a un toro de lidia en actitud de ataque, obra del portugués Jorge André Arjonilla. La escultura había sido develada originalmente el sábado 15 de septiembre de 2018 pero fue retirada por las autoridades municipales a principios de este año, para reemplazarla por una escultura de un toro "de volantín", a decir de algunos aficionados taurinos.
A la ceremonia de esta segunda develación, que comenzó a las 17:35 horas, asistieron unas 20 personas, ninguna de ellas en representación del Ayuntamiento de Autlán. Sin embargo, sí asistieron socios mutualistas y de una logia. El señor José Luis Santana, promotor de la colocación de la escultura, dio un mensaje en el que agradeció a las familias Santana, Santana Cobián, Pineda y Olvera, patrocinadores de la obra, y al Ayuntamiento de Autlán por el permiso para volver a colocarla en este sitio. Para despedirse dijo que se trata de una "obra donada a la ciudad, no a ningún Ayuntamiento ni a ningún partido político".
Enseguida fue leído un mensaje del autor de la escultura, donde manifiesta su agradecimiento y orgullo por la colocación de su obra en Autlán. Al terminar los mensajes se entregó reconocimientos al arquitecto Ernesto Santana Olvera (autor del pedestal), Andrés Amaral González, Antonieta Morán Hernández y a la empresa Comex por la donación de la pintura para el pedestal y la escultura, que será retocada en próximos días debido a que sufrió algunos daños con los traslados a que fue sometida.

El señor José Luis Santana.

A diferencia del año anterior, esta vez la escultura fue montada sobre un pedestal circular, cuyo diseño recuerda a las barreras de la plaza de toros, en rojo y blanco, con el escudo de Autlán al centro. También se montó en el pedestal la placa con los nombres de los patrocinadores que ya se había develado el año pasado. La glorieta donde está la escultura, conocida por el pueblo como la glorieta del Carretero o la glorieta "de todo" y que no tiene un nombre oficial, presenta una saturación de elementos que hacen que la escultura del toro no sea tan fácil de percibir para los automovilistas, que son quienes con mayor frecuencia circulan por ahí: además de las nueve palmeras, los arbustos de ornato y las pequeñas plantas de agave, aquí están también un letrero multicolor con el nombre de Autlán, de los que tanto gustan a los turistas para hacerse selfies. Este letrero está justo frente a la escultura, en el sentido de quienes llegan por la entrada de la carretera 80.


martes, 10 de septiembre de 2019

Homenaje a los independentistas autlenses 2019


Esta mañana en el centro del jardín Hidalgo, alrededor del monumento al también llamado Padre de la Patria, se llevó a cabo un homenaje a los autlenses que fallecieron durante la guerra de Independencia por su participación en el bando insurgente. Al homenaje, que comenzó a las 8:05 horas, asistieron unas 150 personas, la mayoría alumnos de las escuelas secundarias Jesús Velázquez , Jaime Llamas y Manuel López Cotlla y de la primaria Paulino Navarro, aunque también estuvieron integrantes de la Junta Patriótica 2019, de la Benemérita Sociedad Mutualista de Empleados, Obreros y Artesanos y de la logia Cofradía de la Luz #60.
El acto comenzó con honores a la bandera, a cargo de la escolta y la banda de guerra de la secundaria Jesús Velázquez. Luego de los honores el cronista municipal, Guillermo Tovar Vázquez, dio un mensaje en el que reflexionó sobre los datos que se conocen y los que se ignoran de José Guadalupe, el autlense que fue fusilado por las autoridades virreinales el 10 de septiembre de 1811, del que dijo que reúne las cualidades para ser recordado como un "héroe" local: la valentía para enfrentarse a un sistema social injusto, el haber dado la vida por una causa y su extracción popular. Dijo también que tener a estos independentistas autlenses como un elemento aglutinante que trascienda diferencias y resentimientos personales y políticos podría ser un factor de celebración de nuestra identidad.
Enseguida el profesor Jorge Arturo Michel, director de la secundaria Jesús Velázquez, leyó un mensaje en el que también mencionó la necesidad de oficializar el recuerdo y homenaje a los independentistas autlenses, que su escuela ha impulsado y organizado desde el año 2011.
Por último se montaron guardias de honor a los independentistas autlenses en el monumento a Miguel Hidalgo, por Cofradía de la Luz #60, Junta Patriótica, las escuelas presentes, la Sociedad Mutualista y la secundaria Jesús Velázquez.
Esta es la sexta ocasión en que se lleva a cabo este homenaje, siempre organizado por la escuela Jesús Velázquez y por grupos culturales independientes.

sábado, 7 de septiembre de 2019

Conferencia sobre Carlos María de Bustamante y la épica mexicana en el Museo Regional


La mañana de este sábado 7 de septiembre el capítulo Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco celebró su sesión ordinaria correspondiente a este mes, en el salón de usos múltiples del Museo Regional. Con la asistencia de unas 20 personas, la parte pública de la sesión inició pocos minutos después de las 11:00 horas.
El anfitrión de la sesión fue el maestro Jesús D. Medina García, quien expuso su trabajo "Carlos María de Bustamante y la épica mexicana". El maestro comenzó su presentación explicando el contexto social y político nacional e internacional en el siglo XIX, caracterizado por los cambios constantes y, en el caso de México, por la lucha entre distintas visiones de país tratando de imponer una organización política. Desde el inicio de la Guerra de Independencia, dijo, el país prácticamente no conoció una década sin conflictos armados: la Guerra de Texas, la invasión norteamericana, la Guerra de Reforma, la Intervención francesa... En el ámbito social, existían grupos bien definidos, cada uno con sus propios intereses.
En este punto el ponente lanzó la pregunta de si había una identidad mexicana antes de la independencia. Ante la respuesta negativa, mencionó a algunos intelectuales decimonónicos que hicieron algunos aportes para la construcción de una identidad: fray Servando Teresa de Mier, Lucas Alamán, Francisco Xavier Clavigero, José Antonio de Alzate, José María Luis Mora y Mariano Otero. Y, desde luego, Carlos María de Bustamante.
Este último personaje, según nos contó el maestro Medina, nació en Oaxaca en 1774 y falleció en 1848 y fue el primero en utilizar el término "mexicanos" para referirse a los habitantes del territorio que fue la Nueva España. Bustamante aportó al imaginario nacional las historias (o mitos) de Narciso Mendoza "el Niño Artillero" y del Pípila, ampliamente conocidas y difundidas en la historia oficial desde entonces, con los que habría creado héroes nacionales extraídos del pueblo, que ayudaron a fortalecer la identidad mexicana. En estas primeras y caóticas décadas de vida independiente, en las que el país vivía bajo la amenaza constante de otros países, era necesario crear héroes que aseguraran un sentido de pertenencia.
El trabajo del maestro Medina estuvo basado en dos libros, diferentes y complementarios entre sí: La fuerza de la palabra impresa, del doctor Roberto Castelán Rueda, y La vida azarosa y romántica de don Carlos María de Bustamante, de don Victoriano Salado Álvarez, fruto de una tesis académica el primero y un relato casi literario el segundo. Es decir, dos formas distintas de contar la historia.
Luego de una reflexión sobre la necesidad de contar con figuras heroicas que sirvan como asidero al sentimiento de pertenencia a una comunidad, para lo que puso como ejemplo a los Niños Héroes de Chapultepec, el maestro Jesús Medina se despidió asegurando que "todos tenemos nuestros grandes o pequeños héroes".

viernes, 6 de septiembre de 2019

Conferencia "Historia de los Niños Héroes de Chapultepec"

Mayor de caballería Juan Manuel Ibarra Gómez.

La mañana de este viernes 6 de septiembre en el Casino Ejidal la Asociación del Heroico Colegio Militar de Guadalajara, A. C. presentó, dentro del programa de las Fiestas Patrias, la conferencia "Historia de los Niños Héroes de Chapultepec" ante unas 500 personas, casi todas alumnos o maestros de la vecina secundaria Jesús Velázquez. La conferencia comenzó a las 11:20 horas.
La sesión estuvo presidida por integrantes de esta asociación, autoridades municipales y de la escuela secundaria ya mencionada, así como de la asociación Por Amor a la Humanidad, A. C., que formó parte de la organización: por la Asociación del Heroico Colegio Militar estuvieron el mayor de caballería Juan Manuel Ibarra Gómez y los capitanes Ignacio Zamora y Miguel Ángel Sandoval, por el Ayuntamiento el regidor Servando Navarro Medina, como invitado especial el general en retiro Genaro Robles Casillas, el director de la secundaria, Jorge Arturo Michel Peña y Jalil Fallad Chávez como representante de Por Amor a la Humanidad.
Luego de un breve mensaje del regidor, consistente en agradecimientos a los organizadores y la recomendación a los alumnos de la secundaria de aprovechar los conocimientos que les serían expuestos, el mayor Juan Manuel Ibarra, presidente de la Asociación del Heroico Colegio Militar de Guadalajara, tomó la palabra para proceder a la conferencia.
El ponente hizo una larga exposición que puede dividirse en tres partes: una historia del Colegio Militar, una crónica de la batalla del 13 de septiembre de 1847 en el castillo de Chapultepec y una historia de la Asociación del Colegio Militar. Sobre el colegio, el militar narró cómo al consumarse la independencia de México hubo necesidad de formar a los mandos que pudieran dirigir al ejército del nuevo país, en un contexto de desorganización política y social. De esta forma, el 24 de febrero de 1822, siendo Ministro de la Guerra de la Primera Regencia el general Antonio de Medina, se constituyó la Academia de Cadetes, con el ex realista Diego García Conde como director. Fue el primer antecedente del Colegio Militar. El 11 de octubre de 1823 la Academia se muda a la fortaleza de San Carlos de Perote, en Veracruz, regresando a México ya como Colegio Militar en 1828. En la capital tiene varios cambios de domicilio hasta tomar su sede en el castillo de Chapultepec en 1833. Antes pasó por el edificio de la Inquisición y el Colegio de Betlemitas.
Para referir la defensa de las instituciones que ha caracterizado al Colegio Militar, el mayor expuso que la primera efusión de sangre de cadetes de este instituto ocurrió el 15 de julio de 1840, cuando falleció el alumno Juan Rico y otros fueron heridos de gravedad al defender al gobierno contra la asonada de José Urrea y Valentín Gómez Farías para derrocar a Anastasio Bustamante.
Para narrar la historia de la batalla del 13 de septiembre de 1847el mayor Ibarra dio antes un antecedente de la invasión norteamericana, desde la independencia de Texas y su posterior anexión a los Estados Unidos. Luego de varios meses de guerra, en septiembre de 1847 ocurre el asalto a la ciudad de México, del que la batalla del 13 de septiembre en el castillo de Chapultepec fue un episodio. Para narrarlo el ponente recurrió a la crónica del ingeniero Ignacio Molina, quien fue uno de los cadetes defensores del castillo y dejó una detallada descripción de las acciones de ese día, desde las horas previas hasta el desenlace de la batalla. Con detalles y color precisos, el sobreviviente cuenta cómo los cadetes habían recibido la orden de bajar del castillo para ponerse a salvo, aunque antes habían sido arengados por el capitán Alvarado a dar la vida por defender a su patria. Motivados por esto algunos de los cadetes, encabezados por Molina, se quedaron a resistir el asalto hasta la lucha final cuerpo a cuerpo contra los soldados estadounidenses. El expositor mencionó la muerte de los niños héroes que aparecen en la historia oficial, sin dar mayores datos de otros cadetes fallecidos en esta batalla.
Por último, el mayor Ibarra habló sobre la historia de la Asociación del Heroico Colegio Militar, que nació en 1871 en el café La Concordia de la ciudad de México, con la anuencia del presidente Benito Juárez, integrada por algunos sobrevivientes de la batalla del 13 de septiembre de 1847, entre los que se encontraban el mismo Ignacio Molina y Tomás Cuéllar y quienes desde tiempo antes se reunían en distintos lugares de la República. Su objetivo fue mantener vivo el recuerdo de sus compañeros caídos en esa jornada. En 1943 se formó en Guadalajara una delegación de esta asociación, integrada por ex cadetes del Colegio Militar, que para 1969 ya tenía sus propios estatutos y en 1973 se formalizó como asociación civil.
El militar en retiro cerró su exposición llamando a los alumnos que lo escuchaban, a quienes llamó los héroes del futuro, a profundizar en el conocimiento histórico para mejorar los valores cívicos y el amor a la Patria. Los enemigos a vencer para ellos, dijo, no son los soldados invasores sino la ignorancia.

miércoles, 4 de septiembre de 2019

Jorge Coronel y Eduardo Núñez, organilleros

Jorge Coronel y Eduardo Núñez.
Entre los sonidos cotidianos de una tarde de verano en el barrio de Las Montañas no están, por cierto, las dulces notas de un organillo tocando canciones tradicionales mexicanas. Por eso, al escuchar música tan poco común, tuve que salir de la oficina a ver de qué se trataba, guiado por las extrañadas y persistentes miradas de quienes se encontraban trabajando en los negocios del barrio (desde repartidores de refrescos hasta dependientes), que indicaban que el origen de la música era nada menos que el jardín de Las Montañas.
En ese lugar, justo donde se encuentra la placa que nos recuerda que el nombre oficial del jardín es José Atanasio Monroy, alcancé a Jorge Coronel y Eduardo Núñez, un par de representantes del oficio de organillero, tradicional de la ciudad de México. Mientras Eduardo hacía sonar La bikina Jorge pedía una cooperación de los vecinos en forma de monedas, que había que depositar en su elegante gorra, parte integral del uniforme de corte militar que portan. Aproveché esos momentos para, luego de dejar mi colaboración, conversar un par de minutos con él, escuchando México lindo y querido.
Jorge Coronel me dijo que él y su compañero son originarios de Ecatepec de Morelos, Estado de México, y miembros de la Asociación de Organilleros de la Ciudad de México, compañeros de los que podemos ver en la Alameda, el Zócalo y otros sitios. Ellos se dedican a recorrer toda la República llevando la música y la presencia del organillo a los lugares públicos de los municipios que les es posible visitar. Este martes 3 de septiembre fue el último de su visita a Autlán, al día siguiente partirían a Tuxpan o a Manzanillo, eso todavía estaba por decidirse.
La tecnología del organillo se creó en Europa hacia el siglo XVIII y es más similar a la de una caja musical que a un instrumento: el organillero debe dar vuelta constantemente a una manivela para que se accione el mecanismo, consistente en un cilindro con una serie de púas que mueven unas piezas de metal que producen los sonidos correspondientes a las notas de las canciones.
El trabajo de estos organilleros endulzó por unos días la atmósfera de las calurosas tardes veraniegas de Autlán, saturada regularmente de disonancia. Ojalá volvamos a verlos (y escucharlos) pronto.
Aquí puede verse un breve video del trabajo de estos organilleros en Autlán.

domingo, 1 de septiembre de 2019

Exposición artesanal en el Festival de los Colores

Productos de corte láser. Raúl Roesner. 
A finales de julio el Ayuntamiento de Autlán anunció la celebración de un Festival de los Colores, que se celebraría entre el 30 de agosto y el 1 de septiembre con un programa artístico y una exposición de los productos de artesanos autlenses y de otras partes de Jalisco, con el objetivo de "crear espacios de convivencia y esparcimiento".
El festival efectivamente se llevó a cabo este fin de semana en el espacio acostumbrado de la calle Ernesto Medina Lima, frente al jardín Constitución. Tuvimos oportunidad de hacer una visita a la exposición de artesanías, que se montó bajo un toldo en la mencionada calle, que ocupaba prácticamente todo lo ancho de la vía y más o menos la mitad de su longitud, dejando el resto de espacio para el escenario y las sillas para el público. Dentro del toldo los expositores estuvieron organizados en dos filas en los costados del toldo y una más, doble, en el centro, lo que dejaba dos corredores para los marchantes.

Diablitos y nieves de garrafa de Autlán.

Textiles de Chiapas.

Esta exposición fue organizada en colaboración con la asociación civil Sociedad Expositora de Jalisco, originada en Ajijic y que ha llevado exposiciones similares a varios municipios jaliscienses, entre ellos Ocotlán y Tepatitlán. Según la información que difundió el Ayuntamiento de Autlán, esta actividad sería el arranque de un programa al que han llamado "Artesanos con Corazón", que llevaría a los artesanos autlenses a exponer sus productos en diversos lugares de Jalisco, Colima y Nayarit.

Licor de café y chocolate de Guadalajara.

Lapidaria de San Lucas Evangelista.

La exposición no lució muy concurrida, por lo menos en los horarios diurnos, ni nos tocó ver a mucha gente consumiendo los productos que se exhibían. Eso sí, en el caluroso mediodía dominical tuvieron algo de mayor demanda las nieves y las cervezas artesanales. Hay que decir que no todo lo que se expuso puede ser considerado artesanal: pudimos ver cremas de avestruz que curan toda clase de dolencias, cremas de concha nácar y herbolaria, así como trabajos de bisutería.
Según nos informó la Sociedad Expositora de Jalisco, en total participaron 30 expositores, doce de ellos autlenses. Los locales expusieron bisutería, nieve de garrafa, cerveza artesanal (un giro que vive una época de crecimiento) y los trabajos de talabartería de Juan Rubio.

Cobre de Michoacán.

Cerveza de Autlán.

Vinieron también algunos expositores foráneos: vimos herbolaria de la Ciudad de México, trabajos en cobre de Michoacán, textiles de Chiapas, cremas del Estado de México, cerveza artesanal de Jocotepec (que incluye una de los berries que empresas transnacionales cultivan ahí), molcajetes y otras figuras de basalto de San Lucas Evangelista y, de Guadalajara, filigrana y macramé, licor de café y chocolate, joyería, cremas de avestruz y de concha nácar, joyería, huaraches bordados, mezcales "oaxaqueños", jugos de arándano y "vampiros" preparados.
Este domingo a las 22:00 horas estará cerrando la exposición y el programa completo del festival.