Mayor de caballería Juan Manuel Ibarra Gómez. |
La mañana de este viernes 6 de septiembre en el Casino Ejidal la Asociación del Heroico Colegio Militar de Guadalajara, A. C. presentó, dentro del programa de las Fiestas Patrias, la conferencia "Historia de los Niños Héroes de Chapultepec" ante unas 500 personas, casi todas alumnos o maestros de la vecina secundaria Jesús Velázquez. La conferencia comenzó a las 11:20 horas.
La sesión estuvo presidida por integrantes de esta asociación, autoridades municipales y de la escuela secundaria ya mencionada, así como de la asociación Por Amor a la Humanidad, A. C., que formó parte de la organización: por la Asociación del Heroico Colegio Militar estuvieron el mayor de caballería Juan Manuel Ibarra Gómez y los capitanes Ignacio Zamora y Miguel Ángel Sandoval, por el Ayuntamiento el regidor Servando Navarro Medina, como invitado especial el general en retiro Genaro Robles Casillas, el director de la secundaria, Jorge Arturo Michel Peña y Jalil Fallad Chávez como representante de Por Amor a la Humanidad.
Luego de un breve mensaje del regidor, consistente en agradecimientos a los organizadores y la recomendación a los alumnos de la secundaria de aprovechar los conocimientos que les serían expuestos, el mayor Juan Manuel Ibarra, presidente de la Asociación del Heroico Colegio Militar de Guadalajara, tomó la palabra para proceder a la conferencia.
El ponente hizo una larga exposición que puede dividirse en tres partes: una historia del Colegio Militar, una crónica de la batalla del 13 de septiembre de 1847 en el castillo de Chapultepec y una historia de la Asociación del Colegio Militar. Sobre el colegio, el militar narró cómo al consumarse la independencia de México hubo necesidad de formar a los mandos que pudieran dirigir al ejército del nuevo país, en un contexto de desorganización política y social. De esta forma, el 24 de febrero de 1822, siendo Ministro de la Guerra de la Primera Regencia el general Antonio de Medina, se constituyó la Academia de Cadetes, con el ex realista Diego García Conde como director. Fue el primer antecedente del Colegio Militar. El 11 de octubre de 1823 la Academia se muda a la fortaleza de San Carlos de Perote, en Veracruz, regresando a México ya como Colegio Militar en 1828. En la capital tiene varios cambios de domicilio hasta tomar su sede en el castillo de Chapultepec en 1833. Antes pasó por el edificio de la Inquisición y el Colegio de Betlemitas.
Para referir la defensa de las instituciones que ha caracterizado al Colegio Militar, el mayor expuso que la primera efusión de sangre de cadetes de este instituto ocurrió el 15 de julio de 1840, cuando falleció el alumno Juan Rico y otros fueron heridos de gravedad al defender al gobierno contra la asonada de José Urrea y Valentín Gómez Farías para derrocar a Anastasio Bustamante.
Para narrar la historia de la batalla del 13 de septiembre de 1847el mayor Ibarra dio antes un antecedente de la invasión norteamericana, desde la independencia de Texas y su posterior anexión a los Estados Unidos. Luego de varios meses de guerra, en septiembre de 1847 ocurre el asalto a la ciudad de México, del que la batalla del 13 de septiembre en el castillo de Chapultepec fue un episodio. Para narrarlo el ponente recurrió a la crónica del ingeniero Ignacio Molina, quien fue uno de los cadetes defensores del castillo y dejó una detallada descripción de las acciones de ese día, desde las horas previas hasta el desenlace de la batalla. Con detalles y color precisos, el sobreviviente cuenta cómo los cadetes habían recibido la orden de bajar del castillo para ponerse a salvo, aunque antes habían sido arengados por el capitán Alvarado a dar la vida por defender a su patria. Motivados por esto algunos de los cadetes, encabezados por Molina, se quedaron a resistir el asalto hasta la lucha final cuerpo a cuerpo contra los soldados estadounidenses. El expositor mencionó la muerte de los niños héroes que aparecen en la historia oficial, sin dar mayores datos de otros cadetes fallecidos en esta batalla.
Por último, el mayor Ibarra habló sobre la historia de la Asociación del Heroico Colegio Militar, que nació en 1871 en el café La Concordia de la ciudad de México, con la anuencia del presidente Benito Juárez, integrada por algunos sobrevivientes de la batalla del 13 de septiembre de 1847, entre los que se encontraban el mismo Ignacio Molina y Tomás Cuéllar y quienes desde tiempo antes se reunían en distintos lugares de la República. Su objetivo fue mantener vivo el recuerdo de sus compañeros caídos en esa jornada. En 1943 se formó en Guadalajara una delegación de esta asociación, integrada por ex cadetes del Colegio Militar, que para 1969 ya tenía sus propios estatutos y en 1973 se formalizó como asociación civil.
El militar en retiro cerró su exposición llamando a los alumnos que lo escuchaban, a quienes llamó los héroes del futuro, a profundizar en el conocimiento histórico para mejorar los valores cívicos y el amor a la Patria. Los enemigos a vencer para ellos, dijo, no son los soldados invasores sino la ignorancia.
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