Este sábado 19 de abril
concluyeron las actividades de la Judea 2025 en Ahuacapán, con teatro, música y
algunos rituales católicos de los Días Santos. Todo esto tuvo como escenario el
templo de santa Catarina y la explanada frente a ella, espacios que lucen
remozados desde hace unos 15 años, luego de que durante mucho tiempo tuvieron
un triste aspecto ruinoso.
A las 19:30 horas se dio la
tercera llamada para la primera de estas actividades, que fue la representación
de una adaptación para teatro del Romancero de la vía dolorosa, la serie
de poemas con los que el sacerdote poeta jalisciense Benjamín Sánchez Espinoza,
Fr´Asinello, narra la pasión y muerte de Jesús. Esta representación
estuvo a cargo del grupo Esparta Teatro, de Guadalajara y la puesta en escena
fue de Fariano Producciones, la adaptación fue de José Luis Moreno Aguayo y la
dirección de Paulo Abundis; en ella participan más de 40 actores, entre quienes
se encuentra la autlense Rosy Pérez.
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Prendimiento de Jesús. |
La obra inicia con una representación
del lavatorio de pies y de la Última Cena, seguidos del prendimiento de Jesús y
la representación de la traición de Judas y su suicidio. Jesús es llevado, entre
insultos y vituperios del pueblo judío, ante Herodes y Pilatos, quienes no se
atreven a condenarlo. Para esto, los actores utilizan como escenario toda la
explanada frente al templo, a cuyo fondo se colocaron gradas metálicas para el público
y, en los costados, se instalaron sillas. Así, entre los asistentes, los
actores llevaron a cabo su representación del juicio y el traslado de Jesús ante
las distintas autoridades, con un vestuario acorde a la época y una escenografía
mínima, que se reduce a un tablado montado en el costado norte de la explanada,
justo frente al templo, sobre el que se colocaban, según lo pedía el desarrollo
de la obra, algunos muebles sencillos para ambientar el salón de Herodes, la
crucifixión o la resurrección: un sillón, una mesa, las cruces y otros
elementos sencillos. Al fondo y los costados del escenario se montaron unas
piernas con un terminado tan bien logrado que sirven como complemento a la
escenografía, además de su función primordial. Es notable el buen trabajo de
los actores, no solo en la interpretación de cada personaje sino en
enfrentarse, exitosamente, a las dificultades propias del teatro al aire libre.
Al concluir el juicio de Jesús,
se da paso a las catorce escenas que corresponden a las estaciones en que Fr´Asinello
divide su Romancero. La condena de Jesús, el Viacrucis con diversas escenas,
la muerte y resurrección son narradas por el poeta con una fuerte carga de
misticismo y con una pluma profunda pero rítmica, bien llevada a la escena por el
grupo Esparta. En cada una de estas escenas, uno de los actores toma el
protagonismo para recitar el poema correspondiente, con el concurso de sus
compañeros complementando el momento. Cuando la obra inició, todavía contábamos
con luz del sol, pero en el momento culminante, a partir de la tercera caída,
la luz natural fue sustituida por la iluminación que el grupo preparó, basada
en una serie de seguidores instalados al centro de la explanada y que
iluminaban el escenario y sus alrededores. La iluminación del campanario del
templo del siglo XVIII y su robusta y recia fachada formaban un complemento
inmejorable para las escenas de la muerte de Jesús y las que la siguieron, con
mucho las más patéticas y de mayor significado: María hablándole a Jesús luego
de ser bajado de la cruz y la colocación en el sepulcro.
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La crucifixión. |
Al terminar la obra y luego de que
los actores cosecharan los merecidos aplausos del público, el grupo se despidió
con mensajes de agradecimiento a Ahuacapán de su director, así como de la
regidora de Turismo del Ayuntamiento de Autlán, Yéssica Patricia Limón Soltero,
del director de Turismo, Ernesto Alonso Rodríguez Hernández, y del sacerdote
Hugo Serrano.
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El fuego nuevo. |
Luego de la obra, vino la
ceremonia de bendición del fuego nuevo, que se realizó en la calle al costado
del templo, a partir de una hoguera que se encendió en ella. Los fieles pasaron
enseguida al interior del templo a oír la misa de la vigilia pascual, quienes
no cupieron dentro de la capilla pudieron seguir la celebración en la
explanada, gracias a un par de pantallas que los organizadores instalaron en
ella. El concurso de personas descendió un poco en este momento, algunos
pasaron a cenar al frontero restaurante La Catrina o a los puestos instalados
en el costado sur de la explanada, aunque no se notó la disminución de
asistentes, que se mantuvo en varios cientos.
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Banda Autlán. |
Al terminar la misa, en el escenario
que antes utilizaron los actores la Banda Autlán ofreció un concierto, con un
repertorio variado que pasó del pasodoble al danzón y a otros géneros, sin
faltar la marcha Viva Autlán, divisa de la identidad autlense y firma de
esta agrupación musical. En estos momentos, el ambiente ya era festivo, había quedado
atrás el impacto de la poesía del padre Benjamín Sánchez y de la interpretación
de los actores, que arrancó incluso algunas lágrimas a no pocos espectadores. Ahora,
esos mismos asistentes usaban como pista de baile el espacio donde antes Jesús
había sufrido las tres caídas y donde Pedro se culpaba de la condena de su
maestro.
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Pirotecnia. |
Cuando terminó el concierto de la
sesquicentenaria banda, en la fachada del templo se desarrolló un espectáculo
de pirotecnia acompañado de música, que inició con una figura de Jesús colocada
a un costado del campanario y que continuó con una serie de cohetes bomba, luminosos
y estridentes, que iluminaron la noche de Ahuacapán por alrededor de un minuto
y medio y que, seguramente, fueron un espectáculo también para quienes tuvieron
la suerte de voltear hacia la sierra de Manantlán desde Autlán, quienes
pudieron haber visto desde allá la explosión de luz y color.
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Judas, antes de la quema. |
Ya cerca de las 23:30 horas, los
organizadores procedieron a la quema del Judas, un mono con forma de diablo que
fue colgado sobre la misma calle en que se encendió la hoguera del Fuego Nuevo,
a unos metros hacia el sur. Esta figura fue una obra de pirotecnia de buen
nivel, tenía varias figuras móviles y, a falta de buscapiés, unos cuetes cuya
explosión acabó con el sueño que empezaba a desarrollarse en algunos. No hubo,
como era costumbre en Autlán en otros tiempos, la lectura de un testamento o
una dedicatoria, tácita o expresa, de la figura del Judas a algún personaje
público.
Con las cenizas del Judas, que todavía durante
unos minutos estuvieron en ascuas, concluyó la Judea de Ahuacapán 2025, una
actividad que se desarrolla desde 2010 y es uno de los atractivos turísticos
autlenses que van ganando reconocimiento.