La exposición de Antonio Díaz
comenzó con una cronología de la enseñanza musical en Autlán, en la que mencionó
las clases que daba el profesor Jaime Gómez Vázquez en la plaza de toros en la década
de 1970, el funcionamiento de la escuela de artes “Alejandro Velázquez Núñez y
María Gómez de Velázquez”, que luego sería absorbida por la Casa de la Cultura,
la apertura de escuelas privadas y la fundación de orquestas, culminando con la
instalación del Núcleo ECOS Autlán. También a manera de contexto, compartió una
opinión de Cibrán Sierra sobre el cuarteto de cuerdas, del que destaca el trabajo
en equipo, el respeto y tolerancia y la escucha atenta de lo que hacen los
compañeros del cuarteto como cualidades básicas.
Entrando de lleno en el tema de
su presentación, el ponente mencionó el trabajo del músico Lalo Galván en
Autlán, quien vino contratado para dirigir la naciente Orquesta Sinfónica
Juvenil de Autlán en 2012. Antonio dio una breve semblanza de este personaje y
narró cómo lo conoció y cómo percibió su trabajo dirigiendo la orquesta,
haciendo un programa en Radio Universidad Autlán y promoviendo la creación de grupos
musicales. Antonio Díaz fue parte de esta orquesta juvenil que dirigió Galván,
en la que tuvo sus primeras experiencias importantes en la música y se presentó
en foros como el Festival Nocheztli de 2013 y el FESTA. Dentro de esta
experiencia también hubo momentos malos, como la salida injusta de Lalo Galván
de la dirección de la orquesta y la consecuente decadencia de esta agrupación.
Sin embargo, el paso por la
orquesta fue un aliciente para que Antonio Díaz y algunos compañeros se
esforzaran para participar en las audiciones para integrar la Orquesta
Sinfónica Juvenil José Pablo Moncayo, que se conformaba con músicos de todo
Jalisco que competían entre sí por un lugar en ella. Esto los mantenía
vigentes, en una constante mejora, y las audiciones fueron reemplazando a la decadente
orquesta de Autlán en sus intereses.
En este periodo, cuatro
integrantes de la orquesta conformaron el cuarteto de cuerdas Sonus Terra, como
alternativa a su trabajo en la orquesta. Ellos fueron Armando Pedraza (cello),
Silvestre Díaz (violín), Alejandro García (violín) y Antonio Díaz (viola),
quienes ofrecieron conciertos en lugares como el auditorio Hermilo Hernández y
la biblioteca Antonio Alatorre, en momentos como clausuras de cursos de la
Escuela de Artes y la última sesión de un Diplomado en Acercamiento a la
Poesía. Mientras tanto, seguían participando en las audiciones de la Moncayo y
recibiendo clases de algunos de los mejores músicos que había en México, en los
campamentos de esa orquesta.
En 2017, Antonio Díaz comienza su
trabajo como profesor de música en la Casa de la Cultura, en los siguientes
años tomaría clases con el violista David Toth y un diplomado en música de
cámara, ambos en Guadalajara. Mientras, algunos ex integrantes de la Orquesta Sinfónica
Juvenil de Autlán se fueron a estudiar música a Guadalajara, regresando poco
antes del año 2020. Estando ya de regreso se abre el Núcleo ECOS Autlán, que conforma
a su primera base de profesores precisamente con algunos de estos jóvenes:
Armando Pedraza, Leticia Vidrio, Antonio Díaz, Leonardo Barba y Hugo Rodríguez.
En este núcleo dan clases a niños y adolescentes y, a su vez, reciben capacitación
continua. Alumnos de este núcleo ya han participado en campamentos estatales
para conformar orquestas, mariachis y bandas sinfónicas, mejorando su
aprendizaje con clases especializadas.
En 2022 Antonio Díaz, Armando
Pedraza, Leonardo Barba y Silvestre Díaz conformaron el cuarteto de cuerdas
Autlán, pensado para llevar conciertos didácticos a escuelas y ofrecer
conciertos en sitios públicos. Recientemente, Silvestre Díaz fue reemplazado en
el cuarteto por David Ruiz Preciado, un alumno del Núcleo ECOS Autlán.
Antonio Díaz mostró enseguida
algunos videos de las clases que imparte en el Núcleo ECOS, en los que se pueden
ver explicaciones y ejercicios sobre cómo sujetar la viola y la colocación de
los dedos en el brazo del instrumento. En las conclusiones sobre su exposición,
el ponente mencionó las dificultades de mantener activa una orquesta sinfónica:
falta de recursos de todo tipo, problemas de logística, escasez de espacios
adecuados para que se presenten… ante esto, hay voces que consideran a las
orquestas como anacrónicas. Antonio afirmó que ha dejado de creer en las
orquestas, con su pátina de autoritarismo, y ha comenzado a creer más en el
cuarteto de cuerdas, una relación más horizontal entre los integrantes y que
exige de cada uno de ellos una atención y una preparación adecuadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario