viernes, 15 de mayo de 2020

Nomenclatura urbana 18: calle de Isidro Michel López


Encaramado en la ladera oriente del antiguo Citlaltepetl, hoy conocido como Cerrito de la Capilla, el barrio de La Quebradilla tiene varios elementos que lo distinguen del resto del pueblo. Entre ellos se encuentran una inigualable vista de Autlán y de buena parte del valle, que sus vecinos tienen como fondo constante de su vida cotidiana, y la nomenclatura de sus calles, que contribuye a mantener en la memoria los nombres de personajes importantes de la Revolución cuyos hechos van quedando en el olvido, opacados por los de otros que, si bien no tienen un mérito mayor, sí lograron alcanzar altas posiciones de poder. Los nombres de estos últimos están, metafóricamente, en calles del centro del pueblo.

Desde La Quebradilla.

Arranque de Isidro Michel, hacia el noreste.

Entre las calles de La Quebradilla está la que lleva el nombre del capitán autlense Isidro Michel López. Áspera y retorcida como todas sus vecinas, la calle de don Isidro arranca separándose de la del senador mártir Serapio Rendón, una de las principales de todo el cerrito. Su inicio desde este cruce lo constituye una rampa que parte hacia la izquierda, pegándose al contorno del cerro. A lo largo de toda la calle, que luce su empedrado y la urbanización toda en regular estado y carente de banquetas, vamos caminando entre lo que parecerían dos mundos distintos: a la izquierda tenemos el paredón del cerro, poblado por completo de casas a las que hay que entrar subiendo escaleras, útiles para librar las pétreas plataformas elevadas mediante las cuales sus constructores solucionaron el problema del declive. Las entradas de estas casas las vemos hacia arriba, en muchos casos antecedidas por bonitas y frescas terrazas. Por este lado de la calle también se encuentran, de vez en vez, callejones con escalones que llevan a las casas construidas más arriba, lejos de la acera. También está por acá el único cruce que tiene esta calle antes de llegar a su otro extremo: la empinada calle de Francisco Field Jurado, otro senador mártir.


Esquina con Francisco Field Jurado.

Un callejón.

Por el lado derecho, el que daría al voladero, vemos las azoteas de algunas de las casas de la otra acera y las fachadas de algunas otras, a las que se ingresa para enseguida bajar a las habitaciones mediante otras escaleras, éstas interiores, que sirvieron también a los constructores de este lado para solucionar el declive de la ladera. Hay que decir que prácticamente todas las construcciones de esta breve calle aparecen macizas, fuertes, bien construidas y mejor cimentadas en la piedra del cerro. En ciertos casos también vemos soluciones arquitectónicas ingeniosas, como un edificio de departamentos, comunicados por un lado de la finca mediante una escalera de cemento, y también casas hechas en terrenos grandes y con extensos espacios abiertos, que le dan un toque de elegancia al barrio.


Cimientos.

Luego de subir serpenteando suavemente hacia el norte varias decenas de metros, la calle de Isidro Michel llega a su cumbre para descender de forma más rápida, haciendo una curva hacia el oriente, hasta su cruce con la calle Quebradilla, donde termina atravesando un puentecillo que libra una de las corrientes de agua que bajan del cerro.
La calle es breve y perfectamente transitable por vehículos motorizados, con la única dificultad de lo empinado de su extremo norte. Es eminentemente habitacional, a excepción de una tienda de abarrotes.




Sus vecinos tienen buen gusto: algunos han habilitado pequeños jardines en los paredones por los que se sube a sus casas, donde han plantado sábilas y plantas florales; también hay quien mantiene árboles en el sitio que ocuparía la banqueta o en sus patios, de especies que van desde la primavera hasta el nim, pasando por camichines, izotes y mezquites.



No faltan quienes han dado en criar animales en sus azoteas, que en realidad dan al nivel de la calle: pude ver, felices de la vida, a parvadas de gallinas “cosechando sin sembrar”, como dijera Pancho Madrigal, lo mismo que a un aburrido y gordo conejo esperando el día del juicio dentro de una jaula. El espíritu guadalupano del cerro está manifestado también en esta calle: en un nicho colocado justo en la curva hacia el oriente que ya mencioné arriba se encuentra una imagen en cantera de la virgen de Guadalupe, unos tres metros arriba del nivel de la calle.


Isidro Michel López nació en Autlán el 15 de mayo de 1870, hace 150 años. Participó en los clubes antirreeleccionistas que funcionaron en la región alrededor del agitado año 1910, creando en 1911 uno, llamado Club Pro Madero, que lo comisionó a viajar a Ciudad Juárez a entrevistarse con Francisco I. Madero, quien le otorgó el nombramiento de Primer Jefe Revolucionario del Sur de Jalisco. El 25 de mayo de 1911, mismo día en que Porfirio Díaz renunciaba a la Presidencia de la República, Isidro Michel tomó la plaza de Autlán con las armas. En los años siguientes, como capitán primero del ejército regular, defendió a los pueblos de la región de las gavillas de bandoleros que permanecieron activas y ayudó al general Rafael Buelna a perseguir y dejar fuera de combate al bandido Pedro Zamora. Falleció el 6 de abril de 1942 en El Grullo, lugar donde se había instalado definitivamente luego de su baja del ejército.

El extremo oriente de la calle de Isidro Michel.

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