Portal Juárez. |
El pasado sábado 26 de octubre se inauguraron las actividades de lo que para la actual administración municipal es el segundo Festival de Día de Muertos. Desde ese mismo día algunas instalaciones del centro de Autlán lucen un decorado alusivo a esta celebración, logrado mediante figuras de papel maché y otras técnicas, que pasamos a describir enseguida:
Familia Santana Barragán. |
Como sucede siempre en este tipo de celebraciones, incluyendo Navidad, Carnaval y otras, el lugar más adornado es el jardín Constitución. Dentro de su pobre kiosco, que de 15 años para acá ha sido desarmado y vuelto a armar innumerables veces, esta vez se colocaron dos figuras (entiéndase desde ahora que cada que mencione figuras me refiero a esqueletos), que representan a una pareja vestida a la usanza de mediados del siglo XX, colocados atrás de un letrero que reza "Fam. Santana Barragán". Esto nos hace pensar que se trata de una representación de los padres de Carlos Santana, a quienes podría estar dedicado el montaje en general. Al frente de este conjunto está otra figura que representa a un violinista de mariachi, quizás en referencia al oficio de don José Santana, el papá de Carlos.
En los postes del kiosco podemos ver los retratos de actores de la época de oro del cine mexicano que se colocaron ahí mismo el año pasado. El resto del espacio dentro del kiosco lo llenan cortinajes, papel picado, flores de cempasúchil y demás elementos relacionados con el Día de Muertos.
En los espacios alrededor del kiosco, que normalmente se usan para transitar a pie, hay colocadas varias figuras, por grupos temáticos. Frente a la ofrenda a la familia Santana Barragán vemos un conjunto de esqueletos en actitud más que festiva: se trata de un mariachi, una pareja de bailarines y otros personajes femeninos, todos estos con llamativos trajes típicos, de los que suelen usar los grupos folclóricos.
En el lado norte del kiosco vemos a otro grupo, no menos festivo, que nos recuerda a las fiestas de Carnaval autlense: un torero haciendo un pase a un toro, un personaje vestido a la usanza vaquera seguido por una banda sinaloense y por un cortejo fúnebre, flanqueados por un borracho que ya se quedó sin fuerzas para seguir caminando y por un jinete sobre un esquelético caballo.
En el lado poniente del kiosco vemos un abigarrado grupo de esqueletos, unos caracterizados como ejecutantes de la Danza del Venado, otros como los de la Danza de los Viejitos, unas catrinas porfirianas, una gran serpiente que recuerda a Quetzalcóatl y otros.
Por fin, hacia el sur del kiosco vemos un espacio dedicado a juegos y deportes: hay unos niños jugando a las canicas, otro soltando un globo de papel de china, unos futbolistas, entre otros, acompañados por mujeres en actitud de vender algún producto, quizás dulces.
Este año, como usted recordará, no hay prados disponibles en las esquinas del jardín debido a que fueron sustituidos por unos extraños estanques artificiales que permanecen la mayor parte del tiempo sin agua. Debido a esto, solo encontramos en estos espacios, antes pletóricos de figuras, a un esqueleto en cada uno de ellos, todos arrimados a las palmeras que se encuentran al centro del prado, representando a Frida Kahlo, a una tehuana, a una manola y a otro personaje que no pude identificar.
Como complemento, en la calle de Ernesto Medina Lima, bajo los portales de Miguel Hidalgo y Vicente Guerrero, se montaron una serie de puestos (los puestos ambulantes se han convertido en un elemento esencial de cualquier actividad pública en el centro de Autlán) de comerciantes que ofrecen diversas artesanías (en piel, textiles, bisutería, entre otros), calaveras de azúcar, pan de muerto y otros productos.
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