El primer momento fue una mesa de lectura de poesía, con cuatro autores de la región. El primer turno fue para Emilio Alaniz, originario de San Gabriel pero avecindado en Autlán, donde comenzó a escribir en el taller literario de la biblioteca Antonio Alatorre, él compartió el poema Quiero ser olvidado y algunos cuentos, como Desaparición forzada, Ser sin ser y Resurrección, en los que aborda el ambiente de violencia e inseguridad que vive nuestro país. Enseguida, la joven grullense Fernanda Sánchez compartió sus poemas La perla de Occidente, dedicado a Guadalajara, Herida clara, inspirado en el Día Mundial del Agua, y La ley del infame, en el que también aborda la actual situación social en México. Pablo Sabalza, autlense, historiador y artista, leyó los poemas El forastero, con el que dijo que siempre se presenta cuando participa en recitales de poesía, Quisiera morir, del que dijo disfrutar las reacciones que provoca en el público en su inesperado final, En el bosque de los contrarios, El poeta maldito y el brevísimo pero efectivo De la iconodulia a la iconoclasia. La mesa cerró con el político autlense Edgardo Herrera, quien leyó poemas sobre el jaripeo y sobre el infaltable tema del amor.
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| La mesa de lectura. De izq. a der.: Emilio Alaniz, Pablo Sabalza, Susana Rodríguez, Fernanda Sánchez y Edgardo Herrera. |
De Guadalajara vino el escritor Anuar Vera para presentar su primer libro, Don Nadie, una recopilación de textos escritos en 26 años, de los que leyó algunos, incluyendo Cuando lluevo, entre ortos poemas y prosa. Luego vendría la presentación de un libro de otro tapatío, el profesor e investigador del Centro Universitario de la Costa Sur Roberto Miranda Medrano, ya jubilado, y cuya obra se titula La cicatriz de un sueño, que contó con comentarios del también académico Hirepan Solorio acerca del género del cuento y de los textos de este libro, con abundancia de citas de autores de teoría literaria. El autor explicó cómo fue su paso de la investigación científica a la literatura, que decidió dar luego de su jubilación, incluyendo el trabajo de dejar los encuadres de la lógica aristotélica para escribir con mayor libertad creativa. En la presentación fueron leídos los cuentos Epifanía y El encargo, con carga sobrenatural.
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| Anuar Vera y Susana Rodríguez. |
Otra presentación vino enseguida.
Mejor dicho, una serie de presentaciones: del libro Mosaico literario del
sur de Jalisco, del segundo número de la revista Brevaria y del libro Poetas
de la grana. Sobre el Mosaico el cronista de Autlán, Guillermo
Tovar, que es uno de los seis autores, explicó que el proyecto nació en 2024
con la intención de investigar sobre los vínculos de escritores de la región
con sus pueblos de origen o donde decidieron radicarse, un enfoque que no se
había explorado antes al hablar de ellos. Hizo un repaso por el contenido del
libro: hay textos de Ricardo Sigala sobre la presencia de Juan José Arreola en
Zapotlán, de Carlos Axel Flores sobre Guillermo Jiménez y Juan José Arreola, de
Andrea Reynoso sobre el barrio autlense en el que vivió su infancia Antonio Alatorre,
de Kenia Cornejo sobre los silencios en la obra de Juan Rulfo, de Pedro Valderrama
sobre la biblioteca José Luis Martínez de Atoyac y de Guillermo Tovar sobre lo
que Ramón Rubín escribió en Autlán. Andrea, quien es la coordinadora de la
obra, anunció una segunda edición que ya se está trabajando, en la que habrá textos
sobre otros escritores, y comentó las dificultades que enfrentan los proyectos
independientes para salir adelante.
Sobre Brevaria, Andrea Reynoso
habló del contenido de su segundo número, en el que aparece la obra del cineasta
grullense Wicho Villanueva y textos de autores de Autlán, de San Gabriel y de
otros lugares. Habló también del proyecto paralelo Mientras el café se enfría,
una serie de entrevistas que se transmiten por Facebook con actores de la
cultura regional, de ambos dijo que son espacios libres y accesibles para todo
el público.
Sobre Poetas de la grana,
Andrea afirmó que nació de la necesidad de que existiera un taller de poesía en
línea, a finales de la pandemia, que se ha desarrollado cada año con sesiones
semanales y con la presencia regular de poetas invitados, quienes comparten su
experiencia creativa con los talleristas. Parte del resultado del taller se
publica en este libro, que ya va en su tercera edición. Enseguida, uno de los
participantes, Raúl Lizaola, leyó algunos de sus poemas: Mi silencio, Otra
vez y Ya no cuentes.
Luego vendría el turno del cronista
de Autlán, Guillermo Tovar, quien expuso una síntesis de su trabajo Los
poetas en la historia reciente de Autlán, que está inspirado en el texto Los
poetas en la historia de Autlán, con el que don Ernesto Medina Lima ingresó
a la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco en
1988. Tovar retoma el trabajo de don Ernesto y lo continúa desde 1989, haciendo
una narración de los principales acontecimientos históricos ocurridos en el
municipio, desde el traslado de los restos de Marcelino García Barragán a la
Rotonda de los Jaliscienses Ilustres hasta la pandemia, pasando por huracanes,
terremotos, fallecimiento de grandes personajes y el nacimiento de
instituciones, visitas de personajes y otros acontecimientos, intercalados con
la producción de poetas en los distintos años: aparecen ahí Lavinia Cueva, Raúl
Lizaola, Fausto Nava, el taller Litterae y el Club de lectura para no lectores
de la biblioteca Antonio Alatorre del CUCSur, el Festival de Poesía Antonio
Alatorre y novedades como los Jirones de Alfredo Ortega, textos en prosa
poética publicados originalmente en un grupo de WhatsApp, entre otras
manifestaciones. Más de 30 poetas autlenses publicaron en los últimos 37 años.
Para cerrar el foro, el escritor Víctor
Santamaría, quien vivió su infancia y adolescencia en Tomatlán, presentó su
novela Conjuro, que comienza en la persecución de un migrante en
California y a la que definió como un muerto que le enseñó a besar, luego de
creer que su texto no tendría gran valor y no pasaría nada con él. Además de leer
lo que llamó su declaración de principios, el poema De colores, el autor
hizo comentarios sobre su novela y sobre temas tan presentes en la vida de los
mexicanos como el grave problema de la desaparición de personas.



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