Bernardina y Lupita son
originarias de Cuilapa, Guerrero, y forman parte de una familia de trabajadores
migrantes, de las que venían a trabajar en los campos del valle de Autlán por
temporadas. Sin embargo, ellas y sus familias, junto con otras más, decidieron
hace tiempo quedarse a vivir definitivamente en el municipio de Autlán, sin
perder su identidad: dominan el idioma náhuatl y practican las costumbres que
aprendieron en su lugar de origen, con lo que se enriquece la cultura regional.
El cuento El conejo mañoso
es de la tradición náhuatl de Guerrero y fue leído por Bernardina y Lupita de
forma alternada, un pasaje cada una. La primera lectura fue en español, con la
que los asistentes pudimos conocer la trama de la narración, y hubo una segunda
en náhuatl que nos permitió conocer la musicalidad y elegancia de este idioma
indígena. Al final, no faltaron las reflexiones sobre la necesidad de conocer
mejor este idioma, de donde proviene el nombre de nuestro municipio.
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