La actividad que antes marcaba el
inicio de las actividades del Carnaval de Autlán, que es el desfile del
Entierro del Mal Humor, se desarrolló la tarde de este sábado 15 de febrero por
las principales calles de Autlán ante varios miles de personas, autlenses y de
municipios vecinos. De otros municipios vinieron también, como veremos
enseguida, algunos grupos o representantes a desfilar.
Como cada año, desde varias horas
antes de las 18:00 en que estaba anunciado el arranque del desfile ya había
personas reunidas en las aceras de las calles de Carlos Santana, Independencia
Nacional, Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza, General Anaya y Guadalupe
Victoria. Hubo quien apartó su lugar desde la mañana, colocando sillas u otros
objetos adecuados al efecto. Esta afición y disposición al festejo es la
principal prueba de vitalidad del Carnaval, incólume a pesar de las pifias, los
cambios y los incidentes que cada año ocurren en su organización.
El desfile de este año sí arrancó
puntual, encabezado por las chirimías López Peña y Tigres de Las Montañas
acompañados del ensamble polifónico de chirimía integrado por alumnos del
Centro Escolar Chapultepec: un grupo de más de veinte niños que están
aprendiendo la técnica de ejecución de la chirimía y el tambor, junto con la
importancia de esta tradición autlense. Son una esperanza de que en el futuro
no tendremos otra vez en riesgo de extinción a la chirimía autlense, como
sucedió hace un par de décadas.
Chirimías. |
Al alguacil, que llevaba la
bandera medio enrollada en el asta, le seguía el contingente de los integrantes
del Patronato Organizador del Carnaval y funcionarios del Ayuntamiento,
escoltados por la banda de música Tierra de Santana y el pipón con la farola,
en la que alternaban caricaturas con críticas a los servicios de salud públicos
con una del Güero Colmenares, uno de los personajes populares autlenses de
nuestros días.
Enseguida, la parte medular del
desfile: los carros alegóricos de canciones de Cri Cri, cuya figura fue el tema
de este año. Los carros, elaborados en diversas técnicas por equipos de artesanos encabezados por el artista y forcado queretano Arturo
Castro, el autlense Miguel Ángel Pérez Cobián y el artista tonayense Amador Toscano, este último autor de los carros alegóricos carnavaleros desde 2007, estaban dedicados cada uno a una canción de Cri Cri, con
representación de sus personajes y de las situaciones que narran las letras de
las canciones. Con cada carro iba también un grupo de baile que ejecutaba pasos
al ritmo de su respectiva canción, que se reproducía en un equipo de sonido montado
en el carro. Desfilaron en el siguiente orden:
El Chorrito. |
1.- El Chorrito, con el ballet
infantil Autlán.
2.- La Mariposa, con el grupo de bellydance Sahara Ardah. Sobre este
carro desfiló también la reina del Carnaval 2020, Jessica Pérez Velázquez.
Negrito Bailarín. |
3.- Negrito Bailarín, con el
taller de danza Homenaje a Santana, de la Casa de la Cultura de Autlán. Aquí
desfiló la princesa del Carnaval 2020, Natalia Guerrero.
Jota de la J. |
4.- Jota de la J, con el grupo de
baile español y flamenco Sacromonte y una de las manolas.
Escuela Taurina. |
Detrás del sexto carro desfiló un
contingente de la Escuela Taurina Municipal, encabezado por don Pedro Rosas, el Autlán, su director. Algunos de los
alumnos estuvieron haciendo toreo de salón mientras desfilaban.
Jorobita. |
5.- Jorobita, con el ballet de La
Huerta. Las otras dos manolas desfilaron en este carro.
Antes del sexto carro hubo un
nuevo paréntesis ocupado por la Benemérita Sociedad Mutualista de Empleados,
Obreros y Artesanos, que este año festejará su centenario. Además de socios de
la BSMEOA y otras sociedades mutualistas autlenses el contingente incluía a
tres reinas: de la BSMEOA, de la Confederación y de la Mutualista de la Mujer
Autlense, en un carro alegórico y sobre los cofres de dos automóviles, respectivamente.
Josefina Hernández. |
En esta pausa de carros
alegóricos desfiló también, en una elegante calandria, la señora Josefina
Hernández, la reina más antigua del DIF Autlán, seguida del mariachi Los
Chiquitines, de El Grullo.
6.- El sexto carro alegórico no
llevaba un tema de Cri Cri sino del Carnaval de Autlán: sobre estructuras
circulares en colores grana y oro, con petates incrustados a los lados, como
recuerdo de la antigua plaza de madera y petates, desfilaron la reina de la
Cultura Autlense, Katy Michel, y algunas de las reinas de la tercera edad. El
carro, que iba escoltado por el mariachi Rosales, estaba coronado por la
escultura de un toro en actitud de ataque, obra de Arturo Castro.
7.- Los Caballitos, con la
comparsa Espacio Danza Colima. Este carro no llevaba la canción de Cri Cri de
ese título sino música tropical.
En un nuevo paréntesis desfiló la
comparsa del Centro Escolar Chapultepec bailando La Marcha de las Letras.
8.- La Patita, con el grupo de jazz
Gama, de Casimiro Castillo.
9.- La Muñeca Fea, con la
Academia de Jazz de Mónica Ballesteros.
Métete Teté. |
10.- Métete Teté, con el ballet
La Grana de Beatriz Ramírez.
11.- El Ratón Vaquero, con el
ballet folclórico de El Grullo.
12.- El Rey de Chocolate, con el
ballet folclórico La Resolana, de Casimiro Castillo.
Negrito Sandía. |
13.- Negrito Sandía, con el grupo
de danza Ritmos Latinos.
Luego de los carros alegóricos
desfiló en un vehículo la famosa guitarra labrada en una enorme pieza de madera
por el artista autlense Hiram Villaseñor, que fue exhibida en la Alameda el año
pasado, durante el Cerveza Artesanal Fest.
Enseguida, un par de representantes
de municipios vecinos: uno de Ejutla, con su reina Alejandra Santana y un
anuncio del Festival del Mariachi que se celebra en ese municipio, y otro de
Tolimán, con una farola e invitaciones al festival de la pitaya y al del
mezcal. Ellos llevaban su propia banda musical.
Los raneros. |
Cuando ya comenzábamos a creer
que este año no desfilarían aparecieron los raneros,
primero con un grupo de personajes disfrazados a la manera de los tastoanes del centro del Estado y después
con las tradicionales calaveras que llevan precisamente a enterrar al Mal
Humor. Solo que esta vez, a diferencia de otros años, no llevaban féretro
alguno. Traían, eso sí, su pipón y su farola, con caricaturas donde se ríen de
su mote de raneros, de su líder sindical a diez años de haber tomado el cargo y
de la psicosis por el coronavirus. No les faltó recordar sus 50 años de vivir
en Autlán, cumplidos en septiembre del año pasado.
Luego de los contingentes de
trabajadores de la plaza de toros, que amenizaban su marcha con bebidas y con
las notas de la banda No Manches, siguió el nutrido grupo de patrocinadores.
Para cerrar el desfile, como
ocurre siempre, marchó el grupo de a caballo.
El desfile de este año se vio ensombrecido por
un serio accidente: un caballo de los del último contingente se desbocó por la
avenida Hidalgo, antes del cruce con Abasolo, y no pudo ser detenido sino hasta
más allá de la Presidencia Municipal. A su paso dejó 42 lesionados de diferente
gravedad, que fueron atendidos en los hospitales de Autlán y algunos tuvieron
que ser trasladados a Guadalajara. Este accidente, con todo y que fue muy
grave, pudo haber provocado que esta crónica llevara un crespón fúnebre y que
los autlenses lamentáramos una tragedia de muy grandes proporciones; nos
encontramos, de todas formas, esperando a que los lesionados recuperen pronto la
salud y que las autoridades competentes determinen las causas precisas del
accidente y tomen las medidas correspondientes.
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