Este martes 2 de julio se llevó a cabo en el salón de usos múltiples del Museo Regional la séptima sesión del taller de lectura de la novela La canoa perdida, de Ramón Rubín, que también fue la última antes de la conclusión del taller, con una visita a Ocotlán y la ribera norte del lago de Chapala el próximo 20 de julio. Con 12 asistentes, la sesión inició a las 17:15 horas.
Aunque desde la semana pasada terminamos de analizar la novela, esta sesión estuvo dedicada a compartir la tarea que nos dejó la maestra Maricela Huitrón: redactar un epílogo de la obra, a partir del final abierto que le dejó su autor. Nueve de los participantes llevamos un epílogo, que leímos en voz alta para los compañeros, y en los que hubo lo mismo finales felices en los que Ramiro Fortuna y Amanda Guerra logran establecerse dignamente en Las Tortugas (además de que Matías Doblado recibía su justo castigo), como finales trágicos, en los que ambos fallecen antes de llegar a tierra; hubo quien propuso que, harto de padecimientos, Ramiro buscó deshacerse de su canoa luego de rescatarla y quien resaltó el encuentro de Ramiro con alguien que lo ama, lo que constituiría el verdadero hallazgo de una canoa que lo ayudara a navegar por la vida.
Además del epílogo, los asistentes llevaron a la sesión algo de beber y comer para compartir con el grupo y cerrar de manera festiva esta primera parte del taller.
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