Esta noche debió clausurarse la cuarta temporada autlense de la Orquesta Sinfónica Juvenil de El Grullo, según lo programado. Para hoy estaba anunciado un concierto, el tercero de la temporada, con un repertorio muy variado, que lo mismo incluía a Verdi que a Arturo Márquez, a Bizet y a Edward Elgar.
A las 19:30 horas, media hora antes de la anunciada para el arranque del concierto, en la pérgola mayor del centro cultural José Atanasio Monroy del CUCSur ya había dos filas, de unas cien personas en total, esperando a que se abrieran las puertas del Aula Magna, lo que anunciaba un lleno como el de la semana pasada. Pero esta vez, a diferencia del viernes 12, el ingreso al aula se dio con bastante tiempo de anticipación, por lo que a las 19:50 ya todos los que hacíamos fila estábamos cómodamente instalados y los espectadores seguían ingresando sin problemas.
A las 20:13 horas, momento en que llegó al Aula Magna la doctora Lilia Oliver, rectora del CUCSur, el maestro de ceremonias dio la tercera llamada, con lo que la orquesta, dirigida por el profesor Daniel Flores Regalado, ejecutó los primeros acordes de Pompa y Circunstancia, del inglés Edward Elgar. La sala estaba prácticamente llena, a excepción de algunos claros ocupados por bolsas, prendas de vestir u otros objetos de los que algunos acostumbran colocar para "apartar" lugares a quienes llegan tarde. Todo normal.
Sin embargo, desde los primeros minutos comenzaron a notarse fallas en el suministro de energía eléctrica: tan pronto se encendían como se apagaban las luces de la sala, el sonido ambiental y la proyección, esta vez muy sobria, que se veía al fondo del escenario. Todo esto era ocasionado por una falla en las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad cuyo origen aún está por conocerse pero que afectó a todo el municipio de Autlán y a los vecinos, por el lado de la Costa y del Llano en llamas.
Pero esto no fue obstáculo para que los artistas de la música siguieran interpretando sin fallas, ayudándose para leer sus partituras con las luces de sus celulares y con la que producían algunas lámparas de emergencia dispuestas en los palcos. Tampoco el público se amilanó con esta situación, seguía aplaudiendo con el mismo ánimo, en un par de ocasiones de pie, al término de cada pieza. Así transcurrieron Poeta y campesino, de Franz von Suppé, y El rey de la montaña, de Edvard Grieg. Sin embargo, para este momento ya la energía eléctrica tenía un buen rato sin regresar y las lámparas de emergencia contaban con pocos minutos de batería, por lo que la rectora del CUCSur tuvo que subir al escenario a explicar que, para poder garantizar que hubiera algo de luz cuando la gente tuviera que desalojar la sala, se tendría que dar por terminado el concierto.
Luego de estas razones y con cierta resistencia del público acudieron al escenario las autoridades universitarias, encabezadas por la rectora, y las autoridades municipales grullenses, con su presidente Mónica Marín a la cabeza (fue más que notoria la ausencia de por lo menos algún representante del Ayuntamiento de Autlán), para los agradecimientos de rigor y la entrega de los reconocimientos a la orquesta y al Ayuntamiento vecino. En este momento se prometió reagendar el concierto para poder escucharlo completo.
Sin embargo, mientras ya los músicos recogían sus implementos, volvió momentáneamente la energía eléctrica, lo que dio valor a todos para continuar con la música, ya con la sala a medio vaciar. Sin embargo, fue solo una pieza más la que alcanzó a interpretar la orquesta, puesto que la luz se volvió a cortar.
De manera que la clausura de la temporada quedó en suspenso, quedando todos a la espera de la nueva fecha para este tercer concierto.
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