La inclusión del cajón flamenco
entre los instrumentos de percusión permitió que lo que escuchamos anoche
fueran versiones más rítmicas y con un cierto sabor español de las canciones
que normalmente conocemos con guitarra y voz o, en algunos casos, con otras
instrumentaciones. Esto fue más notorio en algunos casos, como Adoro,
que en su interpretación de anoche no tuvo la languidez que le daba don Armando
Manzanero.
El programa completo fue el
siguiente:
No te apartes de mí, de
Roberto Carlos.
Bésame mucho, de Consuelo
Velázquez.
Serenata huasteca, de José
Alfredo Jiménez.
Adoro, de Armando
Manzanero.
Sin tu latido, de Luis Eduardo
Aute.
El corazón es un gitano,
de Nicola di Bari.
Sé que bebo, de Nicola di
Bari.
La maldición de Malinche,
de Gabino Palomares.
Jacinto Cenobio, de Pancho
Madrigal.
Morir de amor, de José Luis
Perales.
Esclavo y amo, de José
Vaca Flores.
Cama y mesa, de Roberto
Carlos.
Quizás, quizás, quizás, de
Osvaldo Farrés.
Bella sin alma, de
Riccardo Cocciante.
Los ejes de mi carreta, de
Atahualpa Yupanqui.
El primer tonto, de Joan
Sebastian.
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