Por Carlos Enrique Parra Ron, cronista de Etzatlán
Diez de diciembre el día
de nuestro congreso anual,
que con gran algarabía
nos dispusimos a celebrar.
Por segunda vez El Grullo
fue nuestro gran anfitrión,
y lo grito con orgullo
¡que buena organización!
Fue en el Centro Cultural
todo muy ordenadito,
un ambiente sin igual
galletas y café calientito.
De fiesta era el motivo
ciento diez años cumplía,
este bello municipio
con inigualable alegría.
Inaugurado fue el Congreso
con grandes personalidades,
todo estaba ya dispuesto
cronistas y autoridades.
Eran las diez treinta en punto
Milton Cárdenas el presidente,
dio el inicio a este asunto
con su voz muy elocuente.
Arguyó que nuestra labor
“mueve fibras” a la gente,
y para El Grullo es honor
tener al cronista presente.
Don Pedro Vargas le siguió
hablando con parsimonia,
y casi, casi les exigió…
¡calle para Porfirio Corona!
Uno de tantos valientes
que a El Grullo han dado vida,
y deben de estar presentes
en las calles y avenidas.
Luego Carlos Boyzo expuso
su vínculo con esta ciudad,
que además le gusta mucho
tiene amigos de verdad.
Al presidente hizo entrega
de documentos valiosos,
y muestran que esta tierra
tuvo sus tiempos gloriosos.
Y no cabe la menor duda
El Grullo tiene su historia,
el cronista es quien le ayuda
a mantenerla en memoria.
Siguiendo con el programa
las preseas son entregadas,
a quien trabaja con ganas
y por ello son logradas.
La medalla Fray Antonio Tello
fue dada a Gabriel Michel,
por su trabajo y empeño
y al cronismo serle fiel.
De todas sus cualidades
Abel Vargas hizo mención,
faltando dos especiales…
¡que canta y toca “acordión”!
La presea Luis Pérez Verdía
oigan con mucha atención,
con grande honor ganaría
don Salvador Encarnación.
Y no lo dejaron solo
pues su semblanza leyó,
el amigo Fernando Castolo
de todo lo que escribió.
Se hizo un reconocimiento
con gusto a don Enrique García,
un hombre que con gran talento
mil historias escribía.
No pudo estar presente
pero se le hará llegar,
con el cariño latente
de quien lo sabe honrar.
Las ponencias comenzaron
los temas fueron vareados,
pocos atención prestaron
y muchos los despistados.
Ya es común en el Congreso
que cuando el exponente habla,
compañeros que en exceso
platican con la voz muy alta.
Debemos tener respeto
al que atención espera,
escucharlo muy atento
o que se “salga pa’ fuera”.
Aunque no acabó el barullo
don Ignacio Gómez Zepeda,
platicó historias de El Grullo,
de esa que en la mente queda.
Mencionó con apasionamiento,
que el pueblo grullense,
está hoy en su mejor momento
cosa que lo enorgullece.
Después algo sensacional
hizo alegrar corazones,
el Ballet del Centro Cultural
bailando muy alegres sones.
Fernando Castolo intervino
exponiendo tiempos de antes,
hablo de Zapotlán el Grande,
también de sus gobernantes.
Salvador Encarnación al acto
habló de la terrible viruela
esa que atacó a Zacoalco
causando dolor la secuela.
Luego don Ángel Pinedo
de allá de Villa Guerrero,
dos libros presentó luego
uno fue del tiempo cristero.
De Totatiche el siguiente
los dos de Esteban Valdés,
historias muy elocuentes
de lo que pasó una vez.
Gabriel Michel de El Limón
de Autlán una historia cuenta,
de “la pintura” que se envió
en mil quinientos cincuenta.
Más tarde Guillermo Tovar
que junto con un amigo,
en su libro hicieron notar
de la pandemia el castigo.
Cristina Ruíz con afán
narró historia certera,
que la Presa te Tacotán
a Autlán regó su pradera.
Después vino de repente
algo que armó revuelo,
¿habrá nuevo presidente?
O ¿Será el mismo de nuevo?
Y de modo improvisado
metiendo su gran cuchara,
una ideota a lanzado
el que escribe… ¡Carlos Parra!
Que cambien sus duras cargas
y esta propuesta les hizo:
un trienio don Pedro Vargas
y otro… pos, Carlos Boyzo.
La idea les gustó a varios
para otros no fue muy grato,
así es que sin más breviarios
quedamos como hace rato.
Seguirá don Pedro Vargas
y Carlos Vicepresidente,
juntos sostendrán las cargas
y uno… ¡nomás de “vidente”!
Inventando el futuro
de esta gran Asociación,
pero pocos hay seguros
de buena cooperación.
Por fin se llegó la hora
de la esperada clausura,
le tocó a la Regidora
Gloria Ayala la postura.
Siendo las dos con treinta
se da fin a este Congreso,
la gente pronto se alista
ya huele a frijol y a queso.
Traigo la panza vacía
ya piden las tripas comida,
muy rico menú había
pero muy larga la fila.
Mientras un buen ambiente
formaron en un dos por tres,
acordeón, tequila y cantantes
son los Hermanos Michel.
Con el acordeón Gabriel
Chema haciendo dueto,
canciones de ante antier
y moviendo el esqueleto.
Recorrían todo el lugar
alegrando corazones,
nos deleitaba escuchar
esas antiguas canciones.
Ya con la pancita llena
poco a poco nos fuimos yendo,
unos pa’ buscar la cena
otros a su casa volviendo.
Y así terminó el Congreso
fue un hermoso encuentro,
emprendimos el regreso
cada cual a su aposento.
Quiero dar en voz muy queda
aunque con autoridad,
gracias Ignacio Gómez Zepeda
por tu grata hospitalidad.
También a ti Gabriel Michel
mi total agradecimiento,
conocí con gran placer
tu museo y tu talento.
Ojalá no falte nada
de lo que aquí está escrito,
ahí les va una regañada
que con afecto he escrito:
Los invito compañeros
no faltar a las reuniones,
así, sin excusas ni peros
podrás… ¡si te lo propones!
Las puertas están abiertas
tan solo un día al mes,
vamos juntando las fuerzas
aunque sea de vez en vez.
En el Museo de la Ciudad
importante es tu presencia,
ahí tienes un buen lugar…
¡lamentable es tu ausencia!
Vuela, vuela palomita
párate en aquel obelisco,
y dale una palmadita
al Cronista de Jalisco.
Un agradecimiento especial a Guillermo Tovar V.
por su crónica.
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