lunes, 24 de octubre de 2022

Genio y locura, un viaje al centro del subconsciente en el Museo Regional

Foto de José Solórzano.


 “…locos azul entre el gris de los normales…”

Gris normal. La Castañeda.

El viernes 21 de octubre fue representado en el salón de usos múltiples del Museo Regional el espectáculo interdisciplinario Genio y locura, ideado por los pintores Carmen Dom, Hiram Villaseñor y Víctor Curiel y desarrollado por ellos y un grupo de fotógrafos, realizadores de cine, pintores, músicos y personas que cultivan otras disciplinas.

Bajo el título de Locura en la piel, la actividad fue convocada desde las 15:00 horas, cuando los pintores comenzaron el trabajo de bodypaint sobre el cuerpo de tres voluntarios, que tendrían un papel activo en la segunda parte. Este trabajo fue hecho en los pasillos del Museo y fue abierto al público en general.

Foto de Gibrán Gómez.


La segunda parte, a la que se podía ingresar solo con invitación y dejando el celular al ingreso, comenzó minutos después de las 19:00 horas, ya en el salón de usos múltiples. Ahí, los aproximadamente 45 espectadores fuimos testigos de un espectáculo que no habíamos presenciado antes en Autlán: aunque había un escenario, de más o menos un metro y medio de altura pero con una superficie de unos cuatro metros cuadrados, la acción no se desarrollaba solo ahí sino en todo el salón. Los tres personajes cuyos cuerpos fueron intervenidos previamente mediante bodypaint circulaban lentamente entre el público, realizando gestos y movimientos que remiten a lo que conocemos como locura: parecían buscar algo, comunicarse con alguien invisible o reaccionar ante estímulos que los demás no percibíamos.

En el escenario, mientras tanto, un cuarto voluntario era cubierto de lodo por Carmen, Hiram y Víctor, para enseguida incorporarse, como naciendo de entre la tierra, aparentemente confundido o ajeno al lugar al que estaba surgiendo. A un lado de este escenario el grupo musical Náufragos, integrado por el saxofonista Daniel Becerra, el bajista Efrén Ramírez, el percusionista Job Negrete y Martín Rivera en la guitarra, tocaba algunas improvisaciones que servían a los cuatro modelos (¿o actores o bailarines, cómo llamarlos?) para ejecutar algunos movimientos sobre el escenario o alrededor de la sala.

El espectáculo participa también de la literatura, mediante la lectura por un locutor en off de algunos pasajes poéticos en momentos clave; de la fotografía y del cine, estos últimos realizados durante el desarrollo de las acciones en el escenario y que servirán para la producción de un documental que se exhibirá el 2 de diciembre próximo en el Aula Magna. Sin un antecedente documentado en Autlán, este performance remite a las emociones primarias y se podría interpretar también como un elogio de la locura.

Foto de Gibrán Gómez.


Los realizadores de Genio y locura no descartan llevar el concepto a otros lugares, aunque sería con personal del lugar donde se represente. Quienes hicieron posible este espectáculo fueron:

Plásticos

Carmen Leticia Domínguez Ramírez

Hiram Armando Villaseñor García

Víctor Alfonso Curiel Morelos

 

Fotografía

José Isabel Solorzano Guzmán

Ernesto Santana Espinosa

 

Cine

Imanol Vidal Martínez

Mario Francisco López Vázquez

 

Música

Martín Rivera Hueso

Job Negrete

Daniel Becerra Orozco

Efrén Arturo Ramírez Mejía

 

Modelos

Marcela Noemí Michel Barreto

Manuel Sánchez García

Álvaro Díaz Herrera

Marisol Gámez Herrada

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