La anfitriona de este mes fue la
abogada Andrea Prado Nava, quien presentó el tema Prevención de abuso sexual
infantil. Su exposición comenzó con unos comentarios sobre los cambios que
se experimentan en el cuerpo y en la personalidad de quienes llegan a la
adolescencia y sobre el hecho de que los menores de edad no tienen la capacidad
de aceptar una relación sexual. Hay abuso sexual, dijo, cuando un adulto con
una posición de autoridad obliga a un menor a realizar algún acto sexual,
aunque éste se limite a la observación de alguna actividad.
Luego de mostrar algunos datos
estadísticos sobre la incidencia de casos de abuso sexual en México, aclarando
que es uno de los delitos que menos se denuncian, Andrea compartió algunas
recomendaciones para prevenir una situación de este tipo: una amplia
comunicación familiar, apertura para hablar de sexualidad en la familia,
enseñar a los niños a decir no y a llamar a las partes del cuerpo con sus
nombres correctos, no poner en duda su palabra y darles confianza.
Para detectar algún posible caso
de abuso sexual, la ponente mencionó algunos signos que se manifiestan en la
víctima: los hay físicos, como heridas, laceraciones o molestias, y psicológicos,
como cambios en la conducta, aislamiento, pérdida de control de esfínteres, desórdenes
cognitivos, entre otros. Ante uno o más de estos signos, recomendó investigar
su origen y darles importancia, escuchar de forma atenta al menor y buscar
ayuda profesional, con un psicólogo o con alguna autoridad competente.
Dijo que los adultos debemos
actuar ante un caso, puesto que erradicar esta violencia es asegurar el derecho
del niño a un desarrollo sano.
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