sábado, 30 de octubre de 2021

Ginrei Kai ofreció un espectáculo de danza para cerrar la Semana Cultural


 El viernes 29 de octubre por la noche terminó la XXVII Semana Cultural Universitaria con una presentación en el Aula Magna del ballet Ginrei Kai, que ofrece danzas tradicionales japonesas y fusiones con elementos musicales mexicanos. La función comenzó a las 20:08 horas ante una sala llena hasta donde lo permite la restricción del 50% de su aforo.

El espectáculo lleva el título México y Japón: hermandad y consistió en nueve números ejecutados por bailarines de ambas nacionalidades. Antes de iniciar cada número una voz en off daba una explicación de su significado y origen y, durante su desarrollo, se proyectaban imágenes en la pantalla del fondo del escenario para ilustrar mejor el ambiente de la historia que se está narrando en una combinación de danza y teatro.



El primer número fue Ave Fénix, con música lograda con instrumentos tradicionales japoneses y occidentales modernos, como guitarra eléctrica y batería. Seis bailarinas ejecutan evoluciones en el escenario, con la música solo como fondo, representando escenas cotidianas.

Enseguida el ballet representó Hanagatami, una danza teatral basada en una antigua leyenda japonesa en la que una mujer pierde la razón luego de la separación de su amado. Esta pieza se ejecutó con música tradicional japonesa.

El drama noh de las hermanas Matsukaze y Murasame fue el tercer número de la velada, en el que se narra una leyenda japonesa de dos hermanas que se enamoran de un príncipe. También se realizó con música tradicional del Japón.

La danza del león, de claro origen chino, fue el siguiente número. Ejecutado por dos jóvenes bailarines, consiste en la representación de un monstruo con cabeza de león, a la manera de los dragones que se pueden ver en algunas festividades chinas en Asia y América.

Con el título Verde de la naturaleza, el quinto número del espectáculo retrata a las princesas protectoras de la naturaleza en la mitología japonesa.

Sakura, nombre de la flor del cerezo, fue el título del sexto número, el último netamente japonés. Es una celebración del renacimiento de la vida al terminar el invierno.

Enseguida, las fusiones con elementos mexicanos: Monte Fuji, un bolero cantado por un trío en español, con coros femeninos en japonés, en el que se canta a la icónica montaña japonesa y a la relación cultural entre Japón y México. La música guio las evoluciones de las bailarinas, cuyos atuendos y pasos eran netamente japoneses.



Esta tendencia siguió con la última presentación de la noche: Cielito lindo, cantado en español y en japonés, sirvió de base para la ejecución de bailes de tradición japonesa. Las imágenes que se proyectaron en esta pieza fueron las de un video promocional de Autlán.

El ballet Ginrei Kai es dirigido por la profesora Naoko Kihara. Fue fundado en 1971 por la profesora Tamiko Kawabe.

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