La Cruz del Astillero en su nueva sede. |
Como lo adelantamos aquí hacealgunas semanas, la tarde de este martes 4 de septiembre la reliquia religiosa
e histórica conocida como la Cruz del Astillero y que se encontraba completa en
la parroquia del Divino Salvador de Autlán desde el año de 1615 (según la versión de fray Antonio Tello) regresó de forma definitiva a Barra de Navidad,
lugar donde fue labrada en la segunda mitad del siglo XVI. Su sede es, desde
ayer, la parroquia de San Antonio de Padua, mejor conocida como la del Cristo
de los brazos caídos.
El traslado de la cruz, que
estuvo a cargo del Decanato 6° de la diócesis, con sede en Barra de Navidad, implicó
algunos actos protocolarios que comenzaron alrededor de las 15:30 horas en la
parroquia del Divino Salvador, lugar donde se reunieron representantes de las
parroquias de Autlán y algunos feligreses, en número de aproximadamente 50
personas, que durante media hora dedicaron cánticos y oraciones a la cruz. Luego
de tomar las fotos del recuerdo, la cruz fue retirada por una puerta trasera
que da a la avenida Hidalgo y subida a una camioneta cerrada que la llevaría a
la Costa. La comitiva salió de Autlán pocos minutos después de las 16:00 horas.
Durante la despedida de la cruz. |
Pero, si en Autlán la despedida
fue más bien desangelada, en el crucero de Jaluco la bienvenida fue bastante
cálida (y no solo por el clima). A las 17:30 horas ya había poco más de cien
personas esperando a la cruz en la glorieta que se encuentra en ese crucero; la
mayoría de estas personas eran alumnos del Seminario Diocesano de Autlán e integrantes
de asociaciones religiosas. Al paso de los minutos el número de gente creció de
forma sostenida hasta alcanzar a varios cientos. A esa hora se tenían
dispuestos ya, en ese sitio, un par de remolques tirados por tractores: uno
para transportar al grupo musical (batería, bajo y guitarra eléctricos,
percusiones y voces) que amenizaría tanto la espera como la procesión interpretando
cantos religiosos, entre los que se contaba el himno compuesto en honor de la
Cruz del Astillero para esta ocasión; el otro remolque, adornado con cortinas,
guirnaldas y arreglos florales, serviría para llevar a la cruz a los siguientes
puntos del recorrido.
Esperando a la cruz. |
Para las 18:00 horas ya se
encontraban en el lugar las autoridades eclesiásticas y civiles, estas últimas
representadas por el presidente municipal de Cihuatlán, Fernando Martínez Guerrero,
bajo un ambiente festivo y animado. Sin embargo, la cruz no llegaría sino hasta
25 minutos después aunque, eso sí, lo hizo entre porras y cantos entonados por
todos los feligreses.
Una vez que la cruz fue colocada
en el remolque que la llevaría en procesión se efectuó en el crucero un acto
protocolario en el que se leyó la carta, fechada el 4 de abril de 2018, mediante
la cual el obispo de Autlán concedía el permiso para que la cruz fuera trasladada
a Barra de Navidad. También tomaron la palabra el señor Rubén Figueroa
Figueroa, laico del decanato de Barra de Navidad, para hacer algunas citas bíblicas
relacionadas con el símbolo de la cruz; el presidente de Cihuatlán para decir
que fue ese un día histórico y que “como ciudadanos vamos a buscar que la Cruz
del Astillero tenga un lugar digno” y, por último, el párroco de Barra de
Navidad, Luis Alberto Sánchez Delgadillo, dijo que mediante la Cruz del Astillero
Dios obró un milagro y hoy se la recibe de regreso en el lugar donde ocurrió. Siendo
las 18:44 horas, el párroco declaró bienvenida a la Cruz del Astillero en Barra
de Navidad.
A punto de partir. |
Inicio de la procesión |
Diez minutos antes de las 19:00 horas
partió por fin la procesión, siguiendo la calle de Veracruz hasta la unidad
deportiva que se encuentra al cruce con la calle de Nueva España y en cuya
cancha de futbol se ofició una misa solemne. En la procesión participaron, en
este orden, la danza de la Divina Misericordia, el carro alegórico que
trasladaba a la cruz (custodiada por dos personajes caracterizados como un Miguel
López de Legazpi con facha de pirata y como fray Andrés de Urdaneta), las
chirimías López Peña, de Autlán, y la de Villa Purificación, el contingente del
seminario de Autlán, la danza guadalupana de Jaluco, un grupo de presbíteros y
autoridades civiles, el carro con el grupo musical y pueblo en general.
Los custodios de la cruz. |
Fue hasta las 20:00 horas que la procesión
llegó a la unidad deportiva para dar inicio a la misa, que fue oficiada por el
vicario general de la diócesis, Francisco Méndez García, y en la que fungió
como predicador el sacerdote Cayetano Castellón Fregoso. Las tribunas de la
unidad deportiva lucieron abarrotadas.
Luego de la misa la procesión
continuó hasta el templo de San Antonio de Padua, a unos metros del mar, a
donde llegó a las 21:55 horas, momento en que la cruz fue colocada en el sitial
dispuesto para ella. El templo también se llenó a tope con feligreses que
mostraron su emoción mediante porras y aplausos a la llegada de la cruz. Para terminar
con el protocolo del traslado se interpretaron, dentro del templo, un Canto a la Cruz del Astillero y el himno
que mencioné arriba, piezas que fueron compuestas especialmente para esta
ocasión.
Durante el protocolo de recepción se comentó en
varias ocasiones que este retorno de la cruz podría ser el inicio de una época
de bonanza económica y social para Barra de Navidad, tal como lo fueron los
tiempos en que la cruz fue labrada. Esperamos que así sea.
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