El VIII Festival Internacional
del Membrillo tuvo como eje la plaza principal de Ixtlahuacán, en cuyo centro ondeaba
una Bandera Nacional monumental, que los fuereños podíamos tomar como
referencia desde antes de entrar al pueblo. Ya desde las calles aledañas se
notaba el ambiente festivo, especialmente en la avenida Santiago, por la que se
entra a Ixtlahuacán, cuya última cuadra antes de llegar a la plaza estaba
ocupada por completo por puestos de comida. En la calle de Madero, a un costado
de la parroquia de Santiago Apóstol, se encontraba el pabellón gastronómico; en
el costado oriente de la plaza y obstruyendo lamentablemente la vista de la
parroquia había un escenario grande, en el que se llevaron a cabo los
conciertos de bandas famosas, que cerraron cada jornada del Festival: la
Trakalosa de Monterrey, la Cuisillos y Agua de la Llave. Frente al costado sur
de la plaza estuvo el pabellón artesanal, conformado por puestos en los que se
vendían artículos tan variados como mole, café, bisutería, prendas de vestir,
sombreros, figuras de animales en cristal, entre otros.
Dentro de la plaza, alrededor del
kiosco, se montó una exposición de cuadros de pintores locales, de estilos y
temas muy diversos, así como de fotografías de Carcabuey. Los prados de la
plaza lucían diversos adornos alusivos a la ciudad invitada y, en general, a
España y México: abanicos gigantes con la silueta de un membrillo al centro, letras
grandes de acrílico que forman los nombres de Carcabuey y de Ixtlahuacán, “ojos
de Dios” colgados de las ramas de los árboles en colores rojo y amarillo, entre
otros detalles.
El edificio de la Presidencia Municipal,
al poniente de la plaza, cuenta con un espacioso portal, en el que se
instalaron puestos de venta de toda clase de productos derivados del membrillo:
cajetas, dulces, ponche, pan, conservas y, claro, fruta fresca lista para comer
sola o con algún complemento, como sal, chile o limón. Aquí estuvo también un
puesto con productos e información turística de Carcabuey, la ciudad invitada
y, sobre el mediodía del domingo, se expuso dentro de una urna de cristal un
misal romano de 1772, original, que había sido usado en la hacienda de Cedros,
cerca del actual Ixtlahuacán. Entre la plaza y el portal de la Presidencia
Municipal hay una callecita peatonal, en cuyo extremo norte se expusieron
copias de documentos históricos de Ixtlahuacán y de su relación con el
membrillo: ahí pudimos ver los documentos y leer sus transcripciones, de la
primera huella documental de este fruto en Ixtlahuacán (1709), de compra venta
de terrenos, litigios, herencias y otras incidencias históricas de este municipio
en siglos pasados.
Mariachi tradicional Los Tecuexes. |
En esta calle estuvo instalado el
otro escenario, el de las actividades artísticas y culturales de mayor valía. Era
más pequeño que el otro escenario, lo mismo que el equipo de sonido que lo
servía, por lo que en ciertos momentos, mientras se hacían pruebas de sonido en
el foro mayor, era difícil seguir lo que ocurría en este otro espacio. Eso sí,
este escenario estuvo profusamente adornado con membrillos (naturales, dentro
de canastas, o impresos en tamaño grande), piezas de barro y figuras en colores
rojo y amarillo colgadas de la parte superior, una máscara gigante pintada con
una panorámica de Ixtlahuacán… Aquí se presentó, el domingo 4 de mayo, poco
después de las 15:00 horas, el ballet La Grana, que llevó a Ixtlahuacán una
manifestación de la identidad autlense con estampas que expresan la vida
cotidiana y las formas de festejar en Autlán, realizadas a partir de
investigaciones de la fundadora del ballet, Beatriz Ramírez Gómez, y de su
actual director, Orlando Israel Ramírez Ramírez.
Las fiestas de mi pueblo. |
El programa que presentó el
ballet La Grana comenzó con la estampa titulada Las fiestas de mi pueblo,
una representación del Carnaval de Autlán y de su tradición taurina, en la que
se expresan el dramatismo y la elegancia de una corrida de toros, con pasodobles.
Esta estampa había sido estrenada en 2011, en el primer Encuentro Latinoamericano
de Danza que se celebró en el Salón Mutualista. El grupo infantil del ballet
vendría enseguida para bailar sones de la costa de Sinaloa y dar paso al grupo
mayor, que presentaría estampas de Veracruz.
Autlán costumbrista. |
El siguiente cuadro que presentó
el ballet La Grana fue Autlán Costumbrista, realizado con base en las
crónicas de Ernesto Medina Lima y en las investigaciones de Beatriz Ramírez y
Orlando Ramírez y que consiste en una representación de la vida cotidiana de
Autlán en el segundo tercio del siglo XX, en la que se ven lo mismo la
rivalidad entre los distintos barrios de la ciudad que la devoción católica manifestada
en cómo las personas se descubrían y se hincaban al sonar la bendición, a las 9
de la noche, en las campanas de la parroquia. Esta estampa fue presentada por
el director del ballet como trabajo de ingreso a la Benemérita Sociedad de
Geografía y Estadística del Estado de Jalisco.
El ballet cerró su intervención
con un popurrí de sones jaliscienses y la canción El principio, de Juan
Gabriel. Toda la actuación del ballet fue seguida con atención y aplaudida con
profusión por unas 200 personas, instaladas frente al escenario y cubiertas del
sol por unas velarias en colores, claro, rojo y amarillo.
El público frente al ballet La Grana. |
En ese mismo escenario se
presentaron, en esta última jornada, la Orquesta Típica de la Escuela de Artes
del Instituto Cultural Cabañas, que interpretó música tradicional mexicana e
incluyó el sonido inconfundible del salterio; el mariachi tradicional Los Tecuexes,
de estilo alteño, que organizó un baile con los integrantes del ballet La Grana
y el público asistente, con su respectiva tarima de madera para el zapateado;
el grupo de rock Dinamo, al que hemos visto en el Festival RockAutlán; el
ballet folclórico de Ixtlahuacán, entre otros artistas. Ahí mismo presentó su
libro Ixtlahuacán de los Membrillos. Cuna de la charrería en Jalisco el
cronista de ese municipio, Miguel Rangel Ramírez, en el que cuenta la historia
de las haciendas ganaderas de esta región, a la que llama “la Extremadura novohispana”.
El cronista estuvo acompañado en el escenario por el alcalde y la vicealcaldesa
de Carcabuey, Juan Miguel Sánchez Cabezuelo y Lucía Sánchez Julián, respectivamente.
Durante la presentación del libro. |
Tastoanes. |
En la plaza, mientras iniciaba la
presentación del libro del cronista de Ixtlahuacán, los tastoanes representaron
las batallas de la Conquista, con la violencia y fuerza de expresión que
caracterizan a esta danza de protesta.
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