Konstantin Ziumbilov (violín) y Mauricio Allera (piano). |
Como comentario al margen, este
aumento en el número de asistentes no necesariamente es una buena noticia. El ingreso
de personas a la sala fue casi constante durante todo el primer concierto, lo
que dificultó, con el continuo paso de personas por entre las butacas para
buscar un lugar libre o para encontrar el sitio que ya antes les habían
apartado sus amigos o familiares, el disfrute de lo que ocurría en el
escenario. Fue un inconveniente de tener varias actividades diferentes de forma
continua, del cual los organizadores ya habrán tomado buena nota.
El primer momento de esta velada,
que duró tres horas y media, fue el magnífico concierto que ofrecieron los
maestros Konstantin Ziumbilov al violín y Mauricio Allera Malo al piano. Ambos
son conocidos del público local: Ziumbilov ha venido ya en varias ocasiones al
frente de la Orquesta de Cámara Higinio Ruvalcaba, además de haber grabado los
primeros discos de la colección Compositores de la Región; Allera es profesor
de la licenciatura en Artes, donde ha aportado a la formación de varias
generaciones de músicos. Ellos interpretaron el siguiente programa:
Sonata IV BWV 1017, de Johann
Sebastian Bach.
Valse op. 69 no. 1 y 2, de
Frederick Chopin.
Polonesa op. 26 no 1, de
Frederick Chopin.
Romanza, de Higinio Ruvalcaba.
Danza Gitana, de Higinio
Ruvalcaba.
Berceuse, de Higinio Ruvalcaba.
La Lista de Shindler,
dedicada por el maestro Ziumbilov “a toda la gente caída en las guerras”.
A excepción de las piezas de
Chopin, que interpretó el maestro Allera solo, el resto del repertorio se
desarrolló a dueto.
Orquesta ECOS Autlán. |
Luego de algunos minutos,
necesarios para reconfigurar el escenario, vino el segundo momento de la noche:
una gala de folclor con el ballet La Grana, que fue acompañado en un par de
piezas por la Orquesta Sinfónica ECOS Autlán y el Cuarteto de Cuerdas Autlán.
Dirigida por el profesor Armando
Emmanuel Pedraza Guerra, la orquesta ofreció un concierto variado, ya con una
sala cerca del lleno, bajo el siguiente programa:
Ayre, de Osvaldo Golijov.
Sarabande, de Poulenc.
Gavota, de Manuel M.
Ponce.
Mars, de la suite The
Planets, de Gustav Holst.
Vals de la opereta.
Pompa y circunstancia, de
Edward Elgar.
Escenas de ballet, de
Robert Bennet Brown.
Judas Macabeo, de Händel.
Finlandia, de Jean
Sibelius.
Trepak, de Peter
Tchaikovski.
La cumparsita, cuya
interpretación sirvió como acompañamiento para una pareja de bailarines del
ballet La Grana.
La cumparsita. Imagen tomada de la transmisión por Facebook Live del Gobierno de Autlán. |
Antes de que los integrantes de
la orquesta abandonaran el escenario, subieron a él los músicos del Cuarteto de
Cuerdas Autlán para tocar Jesusita en Chihuahua, pieza que fue bailada
por tres parejas. Luego de esta transición entre los conciertos y el
espectáculo de danza, con un par de piezas en el que convivieron ambas
manifestaciones, vino la actuación del ballet La Grana, dirigido por Orlando
Israel Ramírez Ramírez, con sus grupos infantil y mayor y con la participación
del grupo senior, integrado por ex bailarines de esta organización que
se reunieron exclusivamente para esta gala.
El programa de esta gala, que
comenzó hacia las 20:15 horas, fue el siguiente:
Intermezzo, de Manuel M.
Ponce, que bailaron los integrantes del ballet utilizando una grabación de
Áurea Corona interpretando esta pieza al piano.
Granada, de Agustín Lara.
Autlán costumbrista, el
cuadro desarrollado por Orlando Ramírez a partir de investigaciones sobre las
manifestaciones artísticas populares y la vida cotidiana en el Autlán de la
primera mitad del siglo XX.
Estampas de Veracruz, por el
grupo infantil.
Estampas de Zacatecas, por el
grupo senior.
Alcaraván, por el grupo senior.
Estampas de Chiapas.
Querreque, por el grupo senior.
La negra, por el grupo senior.
El relámpago.
La botella, por el grupo
infantil.
Las olas, por el grupo infantil.
Jarabe tapatío, por el grupo senior.
La chata, por el grupo senior.
El astillero, por el grupo infantil.
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