El viernes 16, antes del inicio
del Coloquio fue inaugurada, en los pasillos de la Casa de la Cultura, una exposición
sobre el sabio Agustín Rivera, por el bicentenario de su nacimiento, integrada
por fotografías acompañadas por textos explicativos y algunos libros que
pertenecieron o fueron dedicados a alguien por este personaje. Luego de la
inauguración hubo un recorrido por la exposición, bajo la guía del doctor Carlos
González Azuela, quien iba explicando cada elemento de la muestra.
Un libro dedicado por Agustín Rivera a Luis Përez Verdía. |
Hecho esto, pasamos todos al aula
magna, donde se llevó a cabo una breve ceremonia de inauguración presidida por
María de Lourdes Wario Padilla, jefa de gabinete del gobierno de Lagos de
Moreno, con la representación del presidente municipal, Tecutli Gómez; José Israel
Gómez Alonzo, jefe del Archivo Histórico de ese municipio; y Jorge Hernández
Contreras, representante de la rectora del Centro Universitario de los Lagos. En
este acto, Israel Gómez dio un mensaje en el que recordó al comité organizador
del primer coloquio, en el año 2004, entre quienes se encontraban Mario Gómez
Mata, Sergio López Mena y otras personas; también mencionó a las distintas
instituciones que se han sumado a este esfuerzo, del que el Archivo Histórico
de Lagos fue punta de lanza. Afirmó que esta vigésima edición es importante por
la dificultad de lograr que un evento de este tipo se mantenga durante tanto
tiempo.
Enseguida, Jorge Hernández
Contreras reflexionó sobre lo que ha aportado el Coloquio en la discusión
académica y la difusión de la cultura jalisciense, así como en el intercambio
de conocimientos y el establecimiento de redes de colaboración. Por último, la
representante del presidente municipal declaró inaugurados los trabajos del
Coloquio a las 9:55 horas, momento en el que había en el aula unas 50 personas.
El Coloquio consistió en nueve
mesas en las que se presentaron diecinueve trabajos. En la número 4, que inició
poco después de las 13:30 horas del viernes 16, el cronista municipal de Autlán,
Guillermo Tovar Vázquez, expuso el trabajo La comunidad indígena de Chiquihuitlán,
último reducto prehispánico de Autlán, en el que hizo una descripción
física del territorio de esa comunidad ubicada al extremo oeste del valle de
Autlán, la forma en que están configurados sus asentamientos humanos y sus
principales actividades económicas actuales, además del proceso de cambio de
uso de suelo en las áreas colindantes con la ciudad de Autlán y con la nueva
carretera a Purificación. A pesar de este cambio, en Chiquihuitlán se han
observado buenas condiciones de conservación de la cuenca del arroyo El
Coajinque y de las partes altas de su territorio, del cual se dedican mil
hectáreas al Fondo Patrimonial de Biodiversidad.
El ponente ofreció también datos
históricos: la presencia de vestigios arqueológicos de diversos tipos, documentos
en que se menciona a Chiquihuitlán desde el siglo XVI y cómo los
chiquihuitlecos lograron el reconocimiento como comunidad indígena de la
Secretaría de la Reforma Agraria en 1974. En la exposición se explicó también el
proceso en que la comunidad de Chiquihuitlán perdió algunas de sus tradiciones,
como danzas de conquista y la representación de pastorelas, adoptó otras, como
fiestas taurinas y una fiesta patronal de María Auxiliadora y, por último, cómo
sus habitantes están intentando recuperar su identidad indígena mediante su
participación en el Foro Regional Nahua de Jalisco, del que forman parte desde
2023. En este sentido, el cronista mencionó que apenas el 14 de agosto pasado,
dos días antes de la exposición, Chiquihuitlán recibió el reconocimiento como
comunidad indígena nahua por el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, lo que
consideró un paso adelante en la recuperación de su identidad.
La mesa 4. De izq. a der.: León Felipe Morales, Israel Gómez y Guillermo Tovar. Foto de Rodrigo López Sevilla. |
Antes del cronista de Autlán, en la
misma mesa, con la que concluyó el primer turno de actividades del Coloquio, León
Felipe Morales Priego, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, había
expuesto su trabajo El desarraigo de los pueblos originarios de los Altos de
Jalisco: un análisis desde la arqueología antropológica e histórica del proceso
de conquista y colonización hispano, en el que habló de los orígenes de una
suerte de desprecio de la población criolla de los Altos hacia lo indígena, que
ubicó en cuatro momentos: la conquista y colonización, desde 1530; la Guerra
del Mixtón, entre 1541 y 1542; la Guerra Chichimeca, entre 1550 y 1567; y la
guerra a sangre y fuego, entre 1566 y 1585. Estos acontecimientos habrían contribuido
a crear una relación de tensión y desconfianza de los españoles y criollos
hacia los indígenas, de la que pueden encontrarse rasgos todavía en la
actualidad.
Enseguida describimos,
brevemente, la composición de las demás mesas y el contenido de las ponencias
de cada una de ellas:
Mesa 1. Literatura del siglo XX.
Carla Yadira Ochoa Montaño,
maestrante de la Universidad de Guanajuato, expuso Anatomía de una crisis. La
noche oscura de Alfredo R. Placencia, en el que aborda la relación de este
poeta jalisciense, al que describe como “romántico en los temas y modernista en
la forma”, y al místico san Juan de la Cruz, quien describe en su obra el
proceso espiritual que inicia con la conciencia de la mortalidad que cobra una
persona y sigue con la purificación, la iluminación, la “noche oscura” y la
comunión con Dios. La ponente propone que en la obra de Placencia se puede
identificar este proceso, lo que ejemplificó con el poema Ciego Dios.
Miguel Ángel Casillas Báez, de la
Universidad Autónoma de San Luis Potosí, presentó Tepatitlán, por sus letras.
Un ensayo de etnoliteratura, en el que relaciona y analiza a los escritores
que han dedicado su obra, o parte de ella, a Tepatitlán. Además de leer citas
de algunos de ellos, como la Carta sin sobre de José Cornejo Franco, el
ponente menciona los nombres de estos escritores y títulos de sus obras, con
comentarios de la vida y la personalidad de la mayoría de ellos. Entre los
escritores mencionados está el doctor José María Casillas Aguirre, originario
de Capilla de Guadalupe que hizo vida en Autlán, al grado de ser considerado un
benefactor de este municipio.
Luis Rodríguez Jáuregui, del
Seminario de Cultura Mexicana, expuso Enrique González Martínez: médico y
poeta. Dos libros autobiográficos: El hombre del buho y La apacible locura,
en el que ofrece una semblanza biográfica de este poeta tapatío y analiza las
referencias autobiográficas que dejó en los libros que se mencionan en el
título de la ponencia.
Mesa 2. Literatura del siglo XX.
César Antonio Camacho Gámez, de El
Colegio de Jalisco, presentó el trabajo Azuela y el giro afectivo: la
dimensión político-histórica de “Nueva burguesía”, donde hace un análisis
de esta novela poco conocida del escritor laguense, a la que considera
diferente, por estar ubicada en el centro del país. La novela está ambientada
en la pugna electoral entre Almazán y Ávila Camacho en 1940, con la vida de una
familia avecindada en Nonoalco, DF como eje. El ponente compara las expresiones
de los personajes de la novela al respecto del ambiente político con la arena
política actual en las redes sociales, equiparando a esas expresiones con las reacciones
de Facebook. Considera a esta novela un tratamiento vigente del proceso
electoral, en el sentido de la discusión pública, y a Azuela un autor aún
presente.
Mesa 3. Historia del siglo XVI.
El arqueólogo Éric Orlando Cach
Avendaño, de la Universidad de Guadalajara, expuso Una nueva fecha para la
contextualización histórica de los sitios prehispánicos de Lagos de Moreno y
los Altos de Jalisco. Inició mostrando la ubicación de zonas arqueológicas
en Lagos, donde existen asentamientos humanos fechados entre los siglos VI y X,
varios siglos antes de lo que hasta hace poco se daba por hecho, y mostró además
detalles de un individuo sepultado en una tumba múltiple del sitio de San José
de los Ranchos, cuya tumba incluye piezas de arte de alta calidad, una muestra
del desarrollo de ese grupo. La exposición contextualiza estos datos con lo que
ocurría en otros sitios de Mesoamérica, como la caída de Teotihuacán, y afirma
que muchos sitios en el norte mesoamericano, como los de Lagos, colapsaron por
motivos como cambio climático o problemas de organización social. Por último,
afirmó que el patrimonio arqueológico de Lagos está en constante riesgo por
actividad agrícola, extractiva y por obras públicas y de construcción.
Carlos Gómez Mata, de la
Universidad Autónoma de Zacatecas, expuso el trabajo Una necesaria
rectificación sobre la identidad etnocultural del núcleo de la Cañada de Ricos:
su origen no es tlaxcalteca, sino de ascendencia otomí. Pasado y presente,
en el que ofrece datos que demuestran que la comunidad de Cañada de Ricos, en
Lagos de Moreno, habrían sido de ascendencia otomí, llegados para pelear al
lado de los españoles en la Guerra Chichimeca. Estos datos fueron obtenidos de
documentos virreinales que mencionan al clan otomí De Luna y Tapia y su
presencia en la Cañada desde su fundación, del que existen todavía
descendientes.
Una vista del aula durante el Coloquio.
Mesa 5. Historia, siglos
XVI-XVIII.
Lizzie Yedid Madrigal Gaytán, de
la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco,
presentó Patrimonio cultural intangible de El Arenal: el quiote, en el
que hace una descripción física de los agaves y del quiote, que es la flor de
estas plantas, así como de los usos que tiene esta flor y la importancia que
tiene para el patrimonio cultural de Jalisco. El quiote, dijo, es la expresión,
literal y metafórica, de la importancia del maguey, al que Humboldt describió como
la planta más útil que hay en estas tierras. La ponente terminó su presentación
con una reflexión sobre el boom turístico que significó la declaratoria de la
UNESCO del paisaje agavero como patrimonio cultural, que se contrapone con una
debatible salvaguarda del patrimonio intangible de esa región.
Édgar Daniel Yáñez Jiménez, de El
Colegio de Jalisco, expuso La visita pastoral del obispo fray Antonio Alcalde
a la villa de Santa María de los Lagos, 1776, que incluyó una breve
biografía de este personaje y algunos datos de la visita que hizo a la
parroquia de Lagos, con datos obtenidos del Archivo Parroquial de Lagos y otros
repositorios. Compartió algunos datos estadísticos que demuestran la importancia
de la parroquia de Lagos en esa época, que aparece entre las más importantes
del obispado en cantidad de feligreses y número de personas confirmadas. Por último,
el ponente leyó parte de la crónica de la visita mencionada.
Thomas Hillerkuss, de la Universidad
Autónoma de Zacatecas, presentó El microcosmos de Guadalajara visto mediante
las primeras actas de casamientos del Sagrario de su Catedral (1599-1634), donde
hace una descripción de las costumbres matrimoniales en Guadalajara en esa
época, la cantidad de matrimonios y sus costos, estadísticas, contexto social y
económico y el fenómeno de la migración hacia regiones con actividad económica
más intensa, que logra a partir del análisis de los registros matrimoniales del
Sagrario de esa ciudad. Uno de los detalles que llamaron su atención fue el
hecho de que están presentes en esos registros todas las mezclas posibles de
calidades étnicas, con el doble de variables de las que hay en los registros de
la ciudad de México. Solo que en Guadalajara hay, en ese periodo, 600
registros, mientras que en México hay 22 mil.
Con esta mesa cerró la primera
jornada del Coloquio.
Para el sábado 17 de agosto, la
segunda y última jornada, se desarrollaron las siguientes mesas:
Mesa 6. Historia, siglo XIX.
Omar López Padilla, de la
Universidad de Guadalajara, presentó Orígenes prodigiosas y la forja de una
nueva identidad devocional: los señores de la Misericordia de Tepatitlán y Ocotlán
(1839 y 1847), una comparación entre esos dos fenómenos de aparición de una
figura de Cristo, sus similitudes y divergencias. Aunque se trata de fenómenos
que ocurrieron muy cerca en el tiempo y en épocas de calamidades y situación
social difícil, tienen diferencias importantes: la de Ocotlán es mucho más
local y forma parte de una refundación identitaria, mientras que la de Tepatitlán
atrae peregrinaciones de otros lugares. En ambos casos, dijo el ponente, forman
parte de un cambio de devoción, del culto mariano al cristológico.
Manuel de Jesús Covarrubias
Álvarez, de la Universidad de Guadalajara, expuso La historia oral como
metodología en la obra de Agustín Rivera, donde analiza la obra Viaje a
las ruinas del fuerte del Sombrero, de este personaje laguense, en la que
recurrió a la tradición oral como fuente principal, por no existir documentos
que describieran la vida en ese lugar durante la guerra de Independencia. El ponente
reflexionó sobre la importancia de la oralidad para la conservación de la memoria
colectiva desde la antigüedad y cómo fue criticada por subjetiva a partir del
siglo XIX. Sin embargo, actualmente se está revalorando esta fuente, que puede
ser importante dependiendo de la calidad de la entrevista.
Mesa 7. Historia, siglo XIX.
José Arturo Burciaga, de la
Universidad Autónoma de Zacatecas, expuso Colotlán, año de 1817: demografía
y población, sobre los datos que se pueden obtener de un padrón parroquial,
como la configuración espacial, la identidad personal, oficios y conformación
de las familias, aplicado al caso de esta ciudad del norte de Jalisco. En ese
año, el padrón de Colotlán solo distingue entre mestizos, indios y españoles, a
diferencia de otras parroquias.
Claudia Patricia Rivas Jiménez,
de la Universidad de Guadalajara, expuso Asociaciones laborales en
Guadalajara durante el siglo XIX, donde describe el proceso de abolición de
los gremios a finales del virreinato, lo que dejó a los aprendices y artesanos
a merced del abuso de los maestros, que podían maltratarlos o despedirlos sin
contar con la protección de un gremio; así como de la desaparición de obrajes y
comercios que no pudieron competir con la llegada de manufacturas extranjeras. Esto
dio paso a la organización para la defensa laboral y de la importación, que incluyó
asociaciones mutualistas y cooperativas, que no tenían una marcada identidad de
clase, sino que aceptaban a cualquier persona; la ponente mencionó los nombres
y composición de algunas de estas asociaciones y el trabajo que realizaron.
Betania Rodríguez Pérez, de la
Universidad de Guadalajara, presentó el trabajo Causas y castigos impuestos
a homicidas en Jalisco en los primeros años del México independiente
(1823-1833), una descripción del tránsito del aparato de justicia virreinal
al del nuevo país, con la herencia de muchas de las disposiciones legales e instancias
de aplicación de justicia, que se fueron adaptando conforme México fue
redactando sus propias leyes y fundando sus propias instituciones. La ponente
ofreció estadísticas de cantidad de homicidios por año, sexo de los agresores y
las víctimas y tipo de armas utilizadas.
Mesa 8. Historia, siglo XIX.
Evelin Mares, de El Colegio de Michoacán,
presentó El conato de creación del estado de Moreno, 1870, donde describe
el proceso de este intento de segregación territorial de Jalisco, el cuarto en
su historia. Los habitantes de Lagos de Moreno, que se quedaron sin autoridades
al huir éstas hacia León al arribo de los alzados que comandaba Trinidad García
de la Cadena, en enero de 1870, llevaron a cabo la gestión de constituirse en
estado libre y soberano, conforme a la ley, al sentirse desprotegidos. La ponente
dio el contexto político de la República Restaurada, donde el presidente Juárez
designó directamente a los gobernadores de los Estados, incluido Jalisco, donde
el gobernador Antonio Gómez Cuervo carecía de legitimidad, lo que facilitó el
surgimiento de estos conatos de separación del estado. Aunque no triunfó esta
propuesta, meses después vendría la de crear el estado del Centro, cuando Lagos
y León pretendieron constituirse en un nuevo estado de la Federación.
Francisco Javier Sánchez Muñoz,
cronista de San Miguel el Alto, expuso La minería en Jalisco durante la
segunda mitad del siglo XIX, una amplia descripción de la situación de esta
industria en el estado en esa época, con una relación de las minas activas en
cada cantón y las denuncias de minas en ese periodo y de las minas que se
encuentran activas actualmente. El ponente propone emprender la protección y
rescate de minas antiguas para fines turísticos e históricos, así como el
decreto de zonas de monumentos históricos en pueblos de tradición minera y el
nombramiento de Pueblo Mágico para Ojuelos, Etzatlán y Hostotipaquillo, todo
esto con la intención de preservar el patrimonio cultural relacionado con la industria
minera.
Mesa 9. Historia del siglo XX.
La doctora Claudia Gamiño Estrada,
de la Universidad de Guadalajara, expuso el trabajo El Coloquio
Internacional de Temas Jaliscienses, reflexiones y experiencias de
investigación, donde compartió sus propias experiencias en las 15 ocasiones
en que ha participado de esta actividad: sensaciones, temas de investigación,
experiencia de la ciudad y el intercambio de ideas y conocimientos con colegas
interesados en la cultura y la historia de Jalisco. Su exposición se
complementó con fotografías de las ediciones del Coloquio en las que ha estado
presente, que son una muestra de la evolución de este esfuerzo de difusión de
la cultura.
Con esta ponencia terminó este
vigésimo coloquio, cuyos trabajos fueron clausurados a las 14:00 horas del
sábado 17 de agosto por el jefe del Archivo Histórico de Lagos, José Israel
Gómez Alonzo.
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