Sobreviviente |
La directora del Palacio del
Arte, Armida Briceida Maldonado Rubio, ponderó en el mensaje inaugural la
importancia de difundir el arte del bordado, una técnica muy difundida en
anteriores generaciones y que en la actualidad pocas personas practican. El objetivo
de la exposición, dijo, es encontrar la belleza de la vida en todas sus
expresiones, además de impulsar a las personas a alcanzar sus sueños.
Enseguida fue leída una semblanza
de la expositora, nacida en 1950 en Autlán y quien aprendió desde la infancia
diversas técnicas de bordado, tanto en la escuela primaria 20 de Noviembre, que
entonces era dirigida por la profesora Francisca García Mancilla, como en su
propia casa, donde su mamá le enseñó y le dejó como tarea realizar algunas
labores en bordado. Al paso del tiempo fue aprendiendo nuevas manualidades, de
migajón, tela, tejido y otros, aunque el bordado es el que durante más tiempo
ha practicado.
En la exposición están montados
28 cuadros realizados en distintas formas de bordado, incluyendo el punto de
cruz. Con ellas, Teresa Vázquez realiza paisajes, retratos e incluso obras como
bodegones. Los trazos del bordado se realizan sobre un dibujo hecho previamente
en la tela, siguiendo después el contorno del dicho dibujo con hilo de distintos
colores y, en su caso, rellenando los espacios dentro de los trazos para lograr
el efecto de una pintura. Con esta técnica es posible lograr retratos expresivos
y paisajes llenos de color.
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