La conferencia estuvo a cargo del
ingeniero Rodolfo Avendaño Martínez, quien trabajó para esa empresa durante
casi 50 años en diversas sedes, y se tituló Reseña histórica de la Compañía Minera
Autlán. Su autor la dividió en ocho segmentos, en los que abordó otros
tantos momentos de la historia de la empresa y, sobre todo, explicó las
unidades de negocio que la empresa tiene activas actualmente, lo que nos
permitió conocer no solo el lapso en que la minera tuvo sus actividades en Autlán
sino también el desarrollo que ha llegado a tener y el alcance que tienen sus
operaciones a nivel global.
En la primera parte, titulada Sobre
Minera Autlán, el ponente expuso datos históricos de la compañía, como su fecha
de fundación y una cronología de sus momentos más relevantes: la mudanza al
Estado de Hidalgo, la adquisición y apertura de nuevas plantas para desarrollar
actividades que originalmente la empresa no hacía, como las ferroaleaciones y
la generación de energía eléctrica, entre otros. También habló sobre las certificaciones
que la compañía ha conseguido a lo largo de su historia y que mantiene
vigentes, como la ESR con certificación de industria limpia, que ha tenido por
12 años consecutivos; descripciones de sus instalaciones en México y en España
y su equipo laboral, al que calificó de unido y experimentado.
La segunda parte estuvo dedicada
exclusivamente a la mina de San Francisco, es decir, la instalación primigenia
de la empresa, ubicada en el municipio de Autlán. Aquí se habló, desde luego,
del progreso físico de Autlán y la región debido a la empresa, como el
mejoramiento de la carretera de Guadalajara a Cihuatlán, que sirvió para que el
mineral fuera embarcado en Manzanillo con mayor facilidad, y los aportes de la
empresa para la construcción de la preparatoria y el seminario y la derrama
económica, a través de la generación de empleos formales. Esta sección incluyó
una prolija descripción de la ubicación geográfica de las instalaciones
mineras, distantes 7.8 kilómetros del centro de Autlán, a una altitud de 1,415
msnm, así como de los equipos con los que se trabajaba ahí en la década de 1950
y la evolución de los mismos para adaptarse a las necesidades del negocio. El ingeniero
Avendaño explicó que la compañía todavía tiene posesión de esos terrenos,
aunque el mineral que contiene es de baja ley y no es costeable su explotación,
por el momento. Sin embargo, se están haciendo investigaciones para conocer la
viabilidad de una futura actividad minera en este lugar.
Con la tercera sección de la
conferencia comenzó la explicación de las unidades de negocio de la empresa. Primero
se abordó la unidad que dio origen a la compañía, que es la extracción de
manganeso: cuando las reservas de San Francisco comenzaron a agotarse, la
empresa cambió sus operaciones a Molango, uno de los diez distritos
manganesíferos más grandes del mundo y el mayor de Norteamérica. Allá se construyó
una unidad habitacional con 153 casas, escuelas primaria y secundaria y una
clínica, para albergar a todos los trabajadores que se fueron de Autlán y a los
que se contrató en aquella región; las actividades extractivas siguen allá a la
fecha. El ponente también explicó el proceso de explotación que se sigue en
Molango, donde hay una mayor cantidad de mineral aunque de menor ley que el que
se extraía en Autlán, por lo que el proceso para extraerlo y refinarlo tuvo que
modificarse, aplicando trituración, calcinación y nodulización, para luego enviar
el manganeso a las plantas de ferroaleaciones, cuyo trabajo se explicó en el cuarto
segmento.
El ingeniero Avendaño en su exposición. |
En el segmento Autlán Ferroaleaciones,
el ponente explicó el proceso de producción de ferroaleaciones, es decir, la
aleación de manganeso con hierro para crear productos útiles para diversas
industrias. Esta unidad de negocio comenzó en 1973, cuando la Compañía Minera Autlán
adquiere a la empresa Teziutlán Ferroaleaciones, a la que anteriormente le
vendía manganeso; actualmente cuenta con esa planta y dos más: Tamós, ubicada en
el norte de Veracruz y que es el complejo industrial más grande de la empresa,
con 5 hornos japoneses que comenzaron a operar en 1976, y la de Gómez Palacio,
Durango, adquirida en 1993 a Fundidora Monterrey. El ingeniero Avendaño expuso
datos de producción total por año en cada planta.
En el quinto segmento, que se
llamó Autlán energía, se explicó cómo la empresa Autlán genera su propia
energía eléctrica en la central de Atexcaco, que aprovecha la corriente de
siete ríos para generar 240 Gw por año. Esta energía es limpia, es decir, no
impacta al medio ambiente al no consumir combustibles fósiles ni modificar el
curso de los ríos.
La unidad de negocio Metallorum
fue el objeto del sexto segmento. Se trata de la producción de oro en una
planta ubicada en Magdalena de Kino, Sonora, asociada con Minera Columbia, como
una opción ante la posible caída del precio del manganeso y ferroaleaciones. Actualmente
esta unidad se encuentra en proceso de exploración de nuevos yacimientos.
La séptima sección versó sobre EMD,
es decir, bióxido de manganeso electrolítico, utilizado en la fabricación de
baterías alcalinas. Autlán adquirió hace algunos años una planta de EMD en
Oñati, País Vasco, que es la segunda productora de este insumo en Europa.
La última sección se tituló Compromiso
con comunidades y estuvo dedicada a mencionar a detalle las certificaciones
con que cuenta la empresa, en materia laboral, ambiental y de responsabilidad
social.
Al término de la exposición
comenzó una nutrida sección de preguntas y comentarios, con abundantes
anécdotas por parte de ex trabajadores y sus descendientes. Escuchamos el
testimonio de don Raúl Acosta, ex gambusino de la mina de San Francisco en
tiempos de sus anteriores dueños, los hermanos Sánchez Romo; la historia de la
Barranca del Músico, ubicada en las cercanías de la planta de Molango y llamada
así luego de que ahí falleciera un integrante de un conjunto musical que se
dirigía a la celebración del Día del Minero; recuerdos de los beneficios
laborales que gozaron los trabajadores de la empresa y de cómo el trabajo en la
mina determinó la historia de algunas familias que se asentaron definitivamente
en Autlán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario