lunes, 30 de octubre de 2023

Entre grabado, sones y chibuku: una plática con Cornelio García en la biblioteca Antonio Alatorre


El martes 24 de octubre por la tarde, dentro de las actividades de la XXIX Semana Cultural Universitaria se realizó en la sala de ex rectores de la biblioteca Antonio Alatorre del CUCSur un conversatorio con el grabador, músico y comunicador Cornelio García Ramírez. La sesión comenzó a las 17:10 horas ante una sala completamente llena, en su mayor parte con alumnos y trabajadores del CUCSur.

La plática tenía como tema principal una exposición sobre la carrera profesional de don Cornelio en el ámbito del grabado, aunque a lo largo de la conversación se fueron abordando otros asuntos. Entre los hilos con que se fue tejiendo la plática mencionaremos la narración de cómo don Cornelio se comenzó a interesar por las artes plásticas, mediante la observación de elementos cotidianos de San Buenaventura en los años de su infancia: los dibujos bucólicos pintados en las tazas de peltre que se usaban en su casa y el dibujo de una palmera verde en un pizarrón negro que hizo una de sus maestras de la primaria, en los que comenzó a tomar conciencia de las proporciones y el juego de colores. También conocimos detalles sobre su carrera en el grabado y, en general, en las artes plásticas: en 1961 recibió su primer pago por esta actividad, que sumó 45 dólares y unos pinceles en un concurso estudiantil de cartel que acabó por determinar su futuro profesional; en 1963 empezó a estudiar en la Academia de San Carlos, luego de una decisión difícil en la que descartó otra profesión que le interesaba, la actuación.

En la proyección pudimos ver imágenes de su archivo que ilustraban su trabajo como grabador, como fotografías de sus talleres y de algunos de sus colegas, invitaciones a exposiciones individuales y colectivas, la Academia de San Carlos… pero no solo sobre esto giró la plática, sino que también se abordaron las muchas vivencias de Cornelio García alrededor del mundo: los años que vivió en Zambia dando clases de guitarra, donde aprendió las costumbres y la gastronomía de ese país, incluyendo el chibuku, una bebida parecida al tejuino; sus viajes mochileros por Europa, la grabación de la película De tripas corazón, donde compartió créditos con un Gael García de 14 años, los cambios que ocurren en los pueblos en pocos años, que los vuelven casi irreconocibles para los hijos ausentes y algunas consideraciones sobre el arte y sus fuentes, la evolución de los museos y su infancia en el campo entre Tenamaxtlán y Tecolotlán.

Para terminar la plática don Cornelio cantó, acompañado por su quinta de golpe, el son Plan de la Villa, uno de los favoritos del público de la región que todavía escucha sones. El músico grabador se despidió con esto y con la propuesta de regresar para dar un concierto didáctico con su mariachi tradicional.

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