Chiu Yu Chen al piano. |
Ya desde las 19:00 horas
comenzaron a llegar los primeros asistentes, lo que daba una idea de la
expectación que causó en Autlán la presentación del maestro Chiu. Y no es para
menos, teniendo en cuenta la calidad de interpretación que tiene este pianista,
que los autlenses pudimos conocer el año pasado, durante el Festival Áurea
Corona. Quienes llegamos con algo de tiempo pudimos empaparnos del ambiente
santanesco que en estos días domina el Museo: además de la exposición de
retratos de Carlos Santana que estará ahí todo el mes de septiembre, la música
de fondo que se escuchaba en el sonido local estaba compuesta de piezas clásicas
de este músico, en versiones a la guitarra acústica.
Por fin el maestro Chiu Yu Chen
fue presentado por el maestro de ceremonias, saliendo de inmediato a ocupar el
banco frente al piano Kawai y, sin mayor preámbulo, comenzó con el programa de
su concierto, que tituló Valses, rapsodias y óperas y que incluyó
composiciones de Chopin, Manuel M. Ponce y Ricardo Castro y fragmentos de
algunas óperas. El programa completo fue el siguiente:
Clotilde. Vals elegante op. 4,
de Ricardo Castro.
Vals en Fa mayor op. 34,
de Chopin.
Vals Reveuse op. 19, de
Ricardo Castro.
Vals en La bemol mayor op. 34
no. 1, de Chopin.
Vals en La menor op. 34 no. 1,
de Chopin.
Vals cariñoso, de Ricardo
Castro.
Vals brillante en Mi bemol
mayor op. 18, de Chopin.
Caprice vals op. 1, de Ricardo
Castro.
Miserere de la ópera El trovador,
de Verdi.
La muerte de Isolda,
escena final de la ópera Tristán e Isolda, de Richard Wagner. Fue esta
la interpretación más aplaudida de la noche.
Obertura de la ópera Guillermo
Tell, de Gioachino Rossini.
Rapsodia húngara Rákoczi
marcha, de Ferenc Liszt.
Primera rapsodia mexicana,
de Manuel M. Ponce.
Segunda rapsodia mexicana,
de Manuel M. Ponce.
Al terminar el programa, el
pianista fue ovacionado de pie durante varios minutos, gesto al que
correspondió interpretando una pieza más: la Polonesa op. 53, Heroica,
de Chopin.
Chiu Yu Chen estuvo en Autlán
desde el sábado, tiempo que aprovechó para conocer, bajo la guía del director
de Cultura del municipio, Esdras López Mundo, lugares emblemáticos del pueblo. El
sábado por la tarde, por ejemplo, visitó el convento de las madres adoratrices,
a quienes les dio un pequeño concierto en el órgano eléctrico en el que ellas
estudian música, y la mañana del domingo estuvo en el torneo de ajedrez en el
jardín Hidalgo y visitó el mercado, la parroquia y acompañó a la peregrinación
de los transportistas por la fiesta de la virgen del Rosario. Este miércoles 27
ya estaba en la ciudad de Guanajuato, donde dio el mismo concierto que acabamos
de narrar, pero ahora en el Museo Iconográfico del Quijote.
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