martes, 31 de agosto de 2021

Fue presentado el segundo volumen de los Relatos que cruzan el mar

Arturo Valdez (leyendo) y José Feliciano.

 La segunda sesión de los talleres de lectura de cuento organizados por el Museo y Centro Regional de las Artes tuvo varios cambios importantes conforme a la manera en que se planearon: el primero y más notorio fue el cambio de día, puesto que se celebró en lunes y no en martes, como se han hecho siempre los talleres de lectura del Museo (desde los tiempos de los Martes Literarios): otro no menos notorio fue el cambio de sede, del Museo Regional (cerrado temporalmente) a la Casa Jacinto Cenobio. Y uno más: esta vez no nos reunimos a discutir un texto leído previamente sino a conocer textos nuevos, en el más amplio sentido de la palabra, como lo veremos más adelante.

El caso es que el lunes 30 de agosto nos reunimos en la Casa Cultural Jacinto Cenobio, a las 17:00 horas, los alrededor de 10 lectores que habitualmente nos reunimos los martes en el Museo, pero esta vez para presenciar la presentación mundial (pido una disculpa por esta exageración, pero tiene algo de verdad) del segundo volumen de Relatos que cruzan el mar, una recopilación de cuentos de la editorial tapatía Señor Valdez, nacida en tiempos de pandemia. Pero a los lectores habituales (un cambio notorio más) se sumaron unas 30 personas, amigos, compañeros de trabajo y vecinos de uno de los autores de los cuentos antologados, José Feliciano Medina, de Mezquitán, en el municipio de Autlán.

En el amplio patio de la casa, cómodamente instalados en sillas y equipales, escuchamos en un primer momento a Arturo Valdez, editor del libro y también autor de tres de los cuentos que en él aparecen, leernos el relato Los anhelos de Jacinto, sobre la necesidad apremiante de agua y la esperanza que eso entraña. También escuchamos, enseguida, a José Feliciano leernos el cuento Camino a las vacunas, una relación de un viaje redondo entre Mezquitán y el jardín de Las Montañas, en Autlán, en algún momento de mediados del siglo XX. Este cuento originó numerosos comentarios, en torno a su lenguaje que incluye palabras de uso común en la región en esa época pero que ya han caído en desuso, a los lugares y situaciones que se describen a detalle.

Luego de las lecturas siguió un diálogo entre los autores y los asistentes, en el que Arturo Valdez explicó la forma en que se realizó la antología (por invitación directa de él mismo a los autores, con plena libertad de estilo y tema); el origen de la editorial, en diciembre de 2020 como una alternativa a su trabajo como promotor de artes plásticas que tuvo que poner en pausa debido a la pandemia, y algunas generalidades de los autores: en este volumen aparecen 10 escritores, todos de distintos orígenes (Durango, Nueva York, Sonora, Mezquitán, Guadalajara) y algunos publican en esta ocasión por primera vez. Todos los textos son inéditos, desde luego.

El libro fue terminado de imprimir la semana pasada y esta fue la primera presentación que tuvo: será presentado este jueves en La Mata Tinta, de Tlaquepaque, y en próximas fechas en Bogotá y Medellín, Colombia, y La Paz, Baja California Sur, antes de llegar a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Es decir, andará por buena parte del mundo, cruzando el mar.

Otro valor del libro está en el aspecto visual: la obra de cada uno de los diez autores está ilustrada con una pintura o fotografía original cuyo tema tiene relación con el de los relatos.



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