Reynaldo Corona en su juventud. Foto proporcionada por Arturo Ville Corona. |
El notable pianista Reynaldo Vito Corona Godoy nació el 15 de junio de 1920 en Autlán, en la casa que hoy ocupa el Museo y Centro Regional de las Artes, en la esquina de las calles de Morelos y Escobedo. Además de lograr una brillante trayectoria musical, Reynaldo es el fundador de una dinastía de músicos que han alcanzado exitosas carreras a nivel mundial. Los integrantes de esta dinastía, junto con otros descendientes y familiares de Reynaldo Corona e invitados, se reunieron la tarde de hoy, mediante la aplicación Zoom, para celebrar su centenario. Con la asistencia de unas 35 personas, la reunión virtual comenzó pocos minutos después de las 14:00 horas, con la moderación de Arturo Ville Corona, guitarrista y sobrino de Reynaldo.
Alejandro Corona, hijo de Reynaldo y quien tiene una carrera importante como pianista de jazz y en la academia, abrió la sesión leyendo un texto que escribió para la ocasión, en el que hizo una semblanza de su padre, resaltando sus virtudes humanas y artísticas. Dijo que él descubrió su talento musical y lo desarrolló, aun sin tener una formación pedagógica; lo "bombardeó" con discos de todos los géneros musicales, que expusieron al joven Alejandro a todas las manifestaciones de la música, de donde pudo tomar lo que mejor le acomodaba y se pudo formar un gusto y un estilo musical desde su casa. También estimuló su carrera, "picándole el orgullo" con retos en forma de frases como "el jazz es una palabra muy grande". En cuanto al estilo pianístico de su padre, dijo que era elegante, equilibrado, libre de follajes, de armonía justa y equilibrada y capaz de transportar en varios tonos; esto lo aprendió desde Autlán con su prima, la profesora de piano Áurea Corona. Entre las influencias de Reynaldo, Alejandro mencionó a Lalo Carrera, Mario Ruiz Armengol y otros; Ignacio Garrido también lo influyó pero en la profesión de afinador de pianos, que él le enseñó y que Reynaldo ejerció durante muchos años, logrando con ello una cierta independencia económica.
Claudia Corona, nieta del homenajeado, dijo en su oportunidad que el legado de Reynaldo Corona está presente en su formación como pianista, que recibió a través de Alejandro, su padre. Recordó también que vivió en la casa de sus abuelos durante su infancia, donde recibió sus primeras influencias musicales en las tertulias que Reynaldo organizaba y a las que acudían músicos de varios géneros. Su abuelo estuvo al pendiente de sus avances en la música y le enseñó a preparar un piano antes de dar un concierto y el amor a la música.
En el transcurso de poco más de una hora, los asistentes a la reunión escuchamos los recuerdos de Josefina, Fabio y Reynaldo, hijos de Reynaldo Corona, y de sus nietos Arturo Corona, Aísha y Alejandro Corona, así como de sus sobrinos Elizabeth Elías Calles y Arturo Ville Corona, de los que pudimos reconstruir la personalidad de este centenario personaje: alegre, dicharachero, cariñoso y generoso con sus conocimientos e independiente en su labor como compositor y ejecutante.
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