sábado, 20 de junio de 2020

Pueblos


Entre los libros publicados por el Banco Industrial de Jalisco en su rústica cuanto valiosa colección titulada simplemente “Ediciones del Banco Industrial de Jalisco” hay varios del cronista don Luis Sandoval Godoy. El correspondiente al año 1971 (cada año aparecía un nuevo libro en la colección) lleva el título de Pueblos, brevísimo pero contundente, como solían ser los de este autor, nacido en Teúl de González Ortega, Zacatecas, y fallecido hoy hace un año en Guadalajara de Indias.
Pueblos, como sus hermanos Rumbos y Lugares, entre otros, forma parte de una de las vertientes del trabajo de Sandoval Godoy: una prosa, con fuerte carga poética, entre la crónica de viaje y la descripción minuciosa de lugares, entendida esta última no como una relación detallada de sus características físicas sino algo más profundo, que nos da elementos para comprender la identidad de los pueblos y la forma de pensar de sus habitantes. Nos muestra, si queremos verlo así, el alma de los lugares.
Ni Pueblos ni los demás libros de esta vertiente pueden ser considerados libros de historia, que puedan tomarse como referencia para reconstruir el pasado de sus protagonistas. De hecho, don Luis refiere solo de paso las opiniones de los historiadores, dejando como en reserva, para consultarlos en otro momento, sus datos y rigor, trayendo al relato solo lo que tenga algún interés para entender algún elemento presente.
Las fuentes de Luis Sandoval Godoy son menos rigurosas pero, si se quiere, más ricas: una es la observación directa de los pueblos y sus gentes, los entornos físicos en los que están enclavados y lo que estos elementos dicen de la personalidad de cada lugar. Otra son los testimonios de sus habitantes, tomados en la plaza del pueblo, en el mercado, en los comercios o en las mismas casas donde habitan y que nos permiten conocer  cómo se relacionan entre ellos, cómo piensan y, sobre todo, cómo se perciben a sí mismos como parte del pueblo donde viven y dentro de la comunidad jalisciense. Aunque no faltará quien considere estas fuentes como poco serias y demasiado subjetivas, en realidad son bastante precisas: con ellas logra pintar lo mismo la feracidad de las tierras de El Grullo y su mirada hacia el futuro que la religiosidad de los pueblos alteños, pasando por el abolengo histórico de Autlán y el orgullo profesional de los artesanos de Zacoalco.
Con ilustraciones de Rodolfo Caloca Hernández, en Pueblos don Luis Sandoval Godoy describe a Lagos, Zapotlán, Autlán, La Barca, El Grullo, Teocaltiche, Arandas, Zacoalco, Chimaltitán, San Sebastián, San Gabriel, Pihuamo, Cuautla, Bolaños y Nochistlán, este último entre jalisciense y zacatecano. Es decir, pueblos de todos los rumbos de Jalisco. Lo que encontramos en estos textos es imposible hallarlo en la academia y menos de una forma tan accesible para todo el público, incluyendo a los habitantes de estos pueblos.
Luis Sandoval Godoy obtuvo el Premio Jalisco en 1965 por su obra Las malas lenguas, publicado poco después. Su vasta obra puede encontrarse en forma de libros, de diversos formatos y géneros, en revistas y en el diario El Informador, entre otros sitios.

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