Publicado originalmente en Letra Fría.
Cada año los autlenses nos acordamos, y se nos repite machaconamente en distintos medios de comunicación, el escueto dato de que el primer Carnaval cuya celebración se tiene documentada es el correspondiente al año 1831. Este dato está basado en la solicitud que le hizo un particular (“un señor de apellido Mardueño”, se repite siempre) al Ayuntamiento de Autlán de permiso para organizar diez corridas de toros, mismo que le fue otorgado con la condición de que las corridas terminaran a más tardar el día anterior al miércoles de ceniza.
Esta información se ha tomado como una prueba del nacimiento del Carnaval, al grado de que en la publicidad de distintos años se ha indicado falsamente que se trata de “la edición” número tantos del Carnaval. La exageración ha trascendido hasta el imaginario popular; este año incluso hay camisetas con diseños carnavalescos con el número 1831 en un lugar central.
En realidad no se sabe cuándo se realizó el primer Carnaval, ni siquiera si las corridas que pretendía organizar el señor Mardueño estaban pensadas originalmente para coincidir con los días previos a la Cuaresma… me parece lógico creer que su solicitud obedecía a una costumbre ya establecida de realizar fiestas de toros, como ocurría tradicionalmente en los pueblos y haciendas rurales. No hay elementos para pensar que el solicitante quisiera organizar corridas de toros como una ocurrencia innovadora, teniendo en cuenta que apenas una década antes Autlán y la región todavía vivían bajo la zozobra de la guerra de Independencia y, en ese 1831, se sufría una infestación de ladrones en los caminos, según documentos que recoge don Rubén Villaseñor en su obra Los primeros años de Autlán independiente. Las condiciones económicas y sociales de ese momento no debieron ser las mejores para pensar en crear una nueva festividad…
Don Ernesto Medina Lima da un elemento más para creer que no fue el de 1831 el primer Carnaval autlense de la historia: en susCrónicas de Autlán comparte un escrito que en 1867 hicieron llegar unos vecinos al Ayuntamiento, en el que expresan sus deseos de organizar el Carnaval del siguiente año. De ese documento don Ernesto extrae la siguiente cita: “… que desde inmemorial tiempo está establecida en esta ciudad la costumbre de celebrar las fiestas que concluyen en el carnaval…” La palabra “inmemorial” parece a todas luces exagerada para un lapso de apenas 36 años.
Siendo un asentamiento más que milenario, Autlán tiene una historia demasiado rica como para que nos aferremos a datos dudosos o completamente falsos, como el nacimiento del Carnaval en 1831 o una inexistente fundación española.
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