sábado, 16 de noviembre de 2024

Presentación del libro Travesuras en el edificio, de Alfredo Ortega

Alfredo Ortega (izq.) y Guillermo Tovar.

 La tarde del viernes 15 de noviembre el escritor autlense Alfredo Tomás Ortega Ojeda presentó su libro de cuentos infantiles Travesuras en el edificio, dentro de la tercera Feria Municipal del Libro de Autlán. La presentación tuvo lugar en el escenario montado durante la feria a un costado del kiosco del jardín Constitución, iniciando a las 18:05 horas. A ella asistieron unas 50 personas, la mayoría niños de la casa hogar San Isidro.

El cronista de Autlán, Guillermo Tovar, fue el encargado de comentar el libro, al que definió como una forma de viajar a nuestra propia infancia, lugar temporal desde el que vemos el mundo con otros ojos, más libres y agudos. El comentarista reflexionó sobre cómo cada etapa de nuestra vida nos pasa desapercibida mientras la estamos viviendo, ocupados como estamos con los problemas, las alegrías y las circunstancias diversas que nos toca vivir, y no es sino años después cuando la añoramos y quisiéramos vivirla de nuevo. Dijo que la lectura de Travesuras en el edificio es una oportunidad de asomarnos y reflexionar sobre la infancia, si no de volverla a vivir sí de volver a experimentar algunas de las emociones que ya habíamos olvidado. Sobre los valores de la obra, resaltó el de la calidad literaria, siendo una lectura placentera, y el estético, gracias a las ilustraciones del pintor tapatío Roberto Pulido, mismas que podrían servir para hacer una lectura paralela del libro.

El autor del libro explicó que su obra está integrada por tres cuentos sobre las historias de una pandilla de niños que viven en un edificio que se llama Alicia y describió el ambiente, las situaciones y los personajes. Apoyado en la exhibición de las ilustraciones de Roberto Pulido, el maestro Ortega narró algunos pasajes de los cuentos de Travesuras en el edificio, con una explicación del origen de algunos de los personajes, diálogos y situaciones que aparecen en ellos, traídos de memorias de su propia infancia. El mensaje del autor fue muy bien adaptado a los niños que componían el auditorio, a quienes hacía constantes preguntas que relacionaban las situaciones que viven los protagonistas del libro con las de ellos mismos. Al final, regaló algunos ejemplares del libro presentado y de uno anterior, Yo no quiero ir en tren, a la casa hogar San Isidro.



No hay comentarios: