El sábado 10 de septiembre se
cumplieron 211 años del fusilamiento de José Guadalupe, el primer autlense del
que se tiene documentado su fallecimiento por haber sido insurgente durante la
Guerra de Independencia: el 10 de septiembre de 1811 fue pasado por las armas
del Rey, junto con el tenamaxtlense José Casildo, y sepultado en el cementerio
de Autlán.
Esta efeméride fue el motivo para
que la Asociación de Cronistas Municipales del Estado de Jalisco eligiera a
Autlán para celebrar su Congreso XXVI, el que debió celebrarse en 2021 si la
pandemia lo hubiera permitido. Las actividades comenzaron muy temprano y se
desarrollaron en tres sedes distintas.
A las 8:00 horas, con la
asistencia de más de 300 personas, la mayoría alumnos de la secundaria Jesús
Velázquez, se realizó en el jardín Hidalgo una ceremonia de homenaje a los
autlenses que fallecieron en la Guerra de Independencia por insurgentes. En
este acto participaron, además de los alumnos y profesores de esa escuela,
funcionarios municipales, Junta Patriótica, directivos de la Asociación de
Cronistas, público en general y algunos de los cronistas visitantes, entre
ellos el de Apulco, el de Etzatlán y el de Jocotepec.
Luego de los honores a la
Bandera, bajo la dirección del profesor Moisés Tapia Chagolla y con la
intervención de la banda de guerra y la escolta municipales, el profesor Jorge
Alberto Díaz Estrada dirigió un mensaje en el que habló de las injusticias
sociales de la Nueva España, mismas que, junto con las ideas de la Ilustración,
propiciaron el estallido de la Guerra de Independencia. Resaltó que en ellas
murieron varios autlenses, “que pagaron el mismo precio que Hidalgo”. Recordó
que hace once años su escuela propuso que se colocaran los nombres de los
independentistas autlenses en un lugar público del centro de Autlán para que
fueran conocidos por sus habitantes, lo que se logró apenas en esta jornada.
Enseguida el presidente de la
Asociación de Cronistas, Pedro Vargas Ávalos, habló de la grandeza de Autlán,
“reina y señora de su comarca”, citando a Ramón Rubín; grandeza que viene desde
la época prehispánica y que no se ha perdido. Dijo que nuestro municipio es
“símbolo de la jalisciensitud”. Habló del papel de Autlán en la lucha por el
federalismo, cuando el alcalde José Antonio de Agraz y Gallardo propuso, el 29
de mayo de 1823, exigió que las asambleas del Congreso constituyente se
establecieran en donde las provincias confederadas lo decidieran “y que no
habrán de defraudar a sus comitentes y se deberán integrar por las personas más
sabias, sensatas y patriotas”. Autlán, dijo, es “bastión, pilar, baluarte del
municipio libre, de la República y del federalismo”.
El tercer turno correspondió al
cronista de Autlán, Guillermo Tovar Vázquez, quien habló de José Guadalupe, el
insurgente oriundo de Autlán que fue fusilado 211 años antes. Dijo que de este
personaje se sabe muy poco, aunque extrajo algunos datos de su personalidad y
de su vida, infiriéndolos del registro de su inhumación en el cementerio
parroquial: fue un hombre pobre, sepultado de limosna, casado con María Rafaela
y de raza india. Entre las certezas sobre José Guadalupe, señaló su
característica de héroe cívico, aunque sea de alcance netamente local,
expresada en el valor para haberse levantado contra un sistema social injusto,
lo que le costó la vida. Se refirió a los independentistas autlenses como un
posible elemento aglutinante, que nos una sobre cualquier división.
Por último, el presidente
municipal Gustavo Salvador Robles Martínez, dio un mensaje dirigido
especialmente a los alumnos que se encontraban reunidos: utilizando la analogía
con la película Coco, explicó que se
reconocía a los independentistas autlenses para evitar que sus nombres y su
sacrificio fueran olvidados, lo que ocasionaría su muerte definitiva.
Dicho esto, se procedió a la
develación de una placa conmemorativa de los independentistas autlenses,
instalada en una de las jardineras frente a la estatua de Miguel Hidalgo y que
dice lo siguiente:
LOS ECOS DEL GRITO DE
DOLORES RESONARON EN TODOS LOS CONFINES DE
LA NUEVA ESPAÑA,
EXTENDIÉNDOSE LA GUERRA POR TODO EL TERRITORIO.
ENTRE LOS HIJOS DE
AUTLÁN QUE FUERON PASADOS POR LAS ARMAS
DEL REY DE ESPAÑA POR
INSURGENTES SE ENCUENTRAN:
JOSÉ GUADALUPE –
10/SEPTIEMBRE/1811
ANTONIO SÁNCHEZ –
21/SEPTIEMBRE/1811
PAULINO ANGUIANO
- 13/DICIEMBRE/1811
JOSÉ SANTOS GONZÁLEZ
– 29/MAYO/1812
JUAN MARÍA VENTURA –
25/FEBRERO/1813
SEBASTIÁN RINCÓN –
26/MAYO/1813
CUYOS RESTOS SE
ENCUENTRAN SEPULTADOS EN EL PRIMER CUADRO DE LA CIUDAD.
LA FECUNDA SANGRE DE
ESTOS PATRIOTAS ABONÓ AL ÁRBOL DE LAS LIBERTADES
QUE HOY GOZAN LOS
MEXICANOS.
EL PUEBLO DE AUTLÁN
RINDE HOMENAJE PERPETUO A ESTOS HÉROES.
AUTLÁN DE LA GRANA,
JALISCO, A 10 DE SEPTIEMBRE DE 2022
Con esto terminó la ceremonia,
sencilla pero emotiva, con la que los autlenses rindieron homenaje a seis
personas originarias del terruño que perdieron la vida siguiendo la revolución
de Miguel Hidalgo.
Poco después, a las 10:40 horas,
comenzaron en el salón de usos múltiples del Museo y Centro Regional de las
Artes los trabajos del Congreso, con honores a la Bandera dirigidos por el
director de Cultura, Esdras López Mundo, y con la escolta municipal. Al término
de los honores, fue reproducido en un equipo de sonido el Himno a Jalisco,
composición musical que debe entonarse en todos los actos cívicos del Estado.
Con esto se inauguró el Congreso, ante un presídium integrado por Juan Ignacio
Arroyo Verástegui, coordinador de Protección Civil municipal, en representación
del alcalde; Pedro Vargas Ávalos, presidente de la Asociación de Cronistas,
Carlos Martín Boyzo Nolasco, vicepresidente, y el cronista de Autlán, Guillermo
Tovar Vázquez. La asistencia al Congreso fue de alrededor de 80 personas, entre
cronistas visitantes, prensa y público en general.
El primer punto del Congreso fue
la entrega de galardones a cronistas destacados: la medalla Fray Antonio Tello
fue entregada al cronista de Cuautitlán de García Barragán, Abel Vargas Ávalos;
y la Rosa Áurea a Georgina Díaz de León, cronista de Ojuelos de Jalisco,
quienes las recibieron de manos de Pedro Vargas Ávalos. La cronista de Ojuelos,
luego de los agradecimientos, habló de los retos de las mujeres en la
preservación y la difusión de la cultura y recordó su trabajo en la
restauración del fuerte de Ojuelos. Dedicó su presea a su familia, que durante
siglos preservó su genealogía y tradiciones.
El presidente de los cronistas
dio enseguida un mensaje en el que dijo que para conocer la historia del
suroeste de Jalisco hay que conocer primero la historia de Autlán, también
llamó a los cronistas a seguir trabajando, “a no cejar, a no claudicar jamás”.
Dicho esto, siguieron las
ponencias y presentaciones de trabajos de los cronistas e invitados, de la
siguiente forma:
La chirimía López Peña, integrada
por Manuel López Morales y Noé López Peña, dio una explicación, en la voz de
Noé, del origen y características de la chirimía, su presencia en Autlán desde
1615 y el carácter festivo y taurino que aquí tiene, donde se ha convertido en
parte fundamental del Carnaval. Para cerrar su participación, la chirimía
interpretó paspaques y algunos sones jaliscienses.
El cronista de Zapotlán el
Grande, Fernando G. Castolo, presentó enseguida su libro La breve memoria
recobrada, del que dijo que está integrado por lecturas breves, “para
leerse mientras está uno sentado en el baño”, que abordan elementos de identidad
de Zapotlán. El cronista aclaró que tiene la costumbre de escribir todos los
días sobre cosas cotidianas; el libro presentado es el resultado de dos meses
de esas escrituras. Luego de leer el texto Epifanía de Zapotlán, sobre
cómo concibe a su terruño, terminó su intervención afirmando que la labor de
los cronistas es rescatar estos elementos de la identidad de las poblaciones.
El siguiente turno fue para el
cronista de Jocotepec, Manuel Flores Jiménez, quien expuso el trabajo La
guerra de Independencia en Jocotepec. En él nos narró la queja que elevaron
a Miguel Hidalgo, cuando éste estuvo en Guadalajara, los indígenas de San Luis
Soyatlán por los maltratos de que eran objeto por el cura de Jocotepec José
Pablo Márquez. Este personaje era realista, aliado del hacendado de Huejotitlán
Pablo Villaseñor y, en palabras de los indígenas, los trataba con golpes,
insultos y toda clase de malos tratos. El cura Márquez se defendió de las
acusaciones diciendo que, desde que comenzó la revolución, los indios “quieren
mandarse solos y hacer lo que quieren”. Esta historia está contenida en el
libro Del silencio vienen las memorias, del mismo Manuel Flores Jiménez.
Enseguida el cronista de Autlán,
Guillermo Tovar Vázquez, expuso su trabajo Lejanas provincias. Cantos religiosos
en Autlán, una tradición olvidada, en el que expuso una selección de cantos
que se usaban hace un par de generaciones para solemnizar ciertas fiestas
religiosas en Autlán. La exposición fue precedida de una explicación de que el
calendario litúrgico contaba, en cada uno de sus momentos, con distintos cantos
de complejidad y profundidad admirables, que lamentablemente se han perdido. El
cronista expuso parte de la letra de cantos de Semana Santa, del mes de mayo y
de Navidad, que los asistentes pudieron escuchar de la voz grabada de las
señoras Dolores y Esperanza Martínez, quienes fueron las informantes para lograr
este trabajo. Algunos de los cantos, explicó el expositor, fueron compuestos en
Autlán, por personajes como el sacerdote Mateo Tapia, pero otros están documentados
también en sitios tan lejanos como Nuevo México, Morelia y Venezuela.
Al término de esta exposición,
tuvo lugar el primer intermedio musical, con la interpretación del chotís Marlene,
de Jaime Gabino Gómez, a cargo del dueto compuesto por Carlos Guadalupe Morán
al acordeón y el mismo Jaime Gabino al piano.
El vicepresidente de la
Asociación de Cronistas, Carlos Martín Boyzo Nolasco, expuso el trabajo El
censo de la feligresía de Autlán de 1818, en el que da luz de la
conformación social del pueblo de Autlán y de los pueblos y rancherías de la
región en los años de la Guerra de Independencia. El ponente comentó las
vicisitudes de algunos de los personajes o familias que aparecen relacionados
en el censo: el caso de Vital Vázquez y la batalla de Palo Blanco, la familia
Cabezud y su descendiente, la famosa Romana… el censo está dividido entre
quienes viven dentro o fuera de la muralla y en el foso, por lo que el
expositor menciona que Autlán contó con una muralla para defender al pueblo de
los ataques armados, cuya ubicación se ha perdido. Por último, leyó un bando publicado
por el Ayuntamiento de Autlán animando a los vecinos a aportar trabajo y
materiales para la construcción de la muralla.
Enseguida vino la segunda y
última intervención musical, con la interpretación del pasodoble Zotoluco,
de Carlos Guadalupe Morán, y de la marcha Viva Autlán, de Clemente Amaya,
a cargo del dueto que ya mencionamos arriba.
Ya sobre la recta final del
Congreso fue exhibido el documental Como un cielo azul y sin nubes. Un recorrido
por el Autlán de Antonio Alatorre, con texto de Guillermo Tovar, voz de Elia
Guadalupe Macías Vargas y edición de Adrián López Vázquez; un video en el que
se describen los lugares importantes en la vida de Alatorre mientras vivió en
Autlán: la parroquia del Divino Salvador, en cuyo cementerio fue sepultado
Marcos de Monroy; la antigua Escuela Superior para Niños y la casa de la
familia Alatorre Chávez.
Por último, el cronista de
Apulco, José Guadalupe López Sotomayor, presentó su libro Apulco. Pequeño pueblo,
una gran historia, en el que habla de la relación entre su pueblo y Juan
Rulfo, los antecedentes en la hacienda propiedad de don Carlos Vizcaíno, una
descripción e historia de la basílica y el desarrollo de Apulco en los últimos
años.
Hechas estas exposiciones y luego
de una breve sesión de preguntas y comentarios, fue clausurado el Congreso, por
el presidente Pedro Vargas Ávalos.
Como último momento de la reunión
y bajo la guía del joven Alexis Corona, los cronistas pasaron a la plaza de
toros Alberto Balderas a tomar una comida que les ofreció el gobierno de
Autlán. en este breve recorrido vieron la parroquia del Divino Salvador, la
casa de la familia Villaseñor Bordes y, desde luego, la plaza de toros, una de
las de mayor tradición en Jalisco. En ella, en el espacio que hay en la entrada
de sombra, fue servida la comida, luego de la cual cada visitante regresó a su
terruño, con la alegría de haber vuelto a convivir.
Además de los cronistas que ya
fueron mencionados, estuvieron en Autlán Jovita Sánchez, de Atenguillo; Víctor
Mendoza, de Tuxpan; Carlos Parra, de Etzatlán; Jaime Sandoval, de Toluquilla;
Miguel Gómez, de Tenamaxtlán; Rosa Elena Ramírez, de Pihuamo; Ignacio Gómez
Zepeda, de El Grullo; Mireya Ramos Sánchez, del Consejo de la Crónica de Tlaquepaque;
Misael Sem Salguero Gálvez, de Casimiro Castillo; Jorge Palacios, entre otros. También
pudimos saludar al investigador Raúl Rivera Bernal, al librista itinerante Alfonso
Reyes y a otros animadores de la cultura jalisciense.
Antes de despedirnos, quedamos citados al
Congreso número 27, que se celebrará en diciembre en El Grullo. Allá nos
veremos.