jueves, 29 de agosto de 2024

La Orquesta ECOS Autlán ofreció un concierto en Tenamaxtlán


Tenamaxtlán, el municipio hermano de Autlán de Navarro, desde marzo de 2023, tiene entre sus momentos importantes del año la visita de la virgen de la Natividad de Atengo. Cuando esta imagen religiosa regresa a su pueblo, a finales del mes de agosto, se realiza una peregrinación que la lleva a su templo, partiendo de la parroquia de Tenamaxtlán. Es una tradición que tiene varios siglos realizándose y que, de un tiempo para acá, se reviste con una serie de actividades religiosas y culturales en Tenamaxtlán, en los días previos a la peregrinación.

En este contexto, la tarde del miércoles 28 de agosto la Orquesta Sinfónica del Núcleo ECOS Autlán ofreció un concierto, a invitación del gobierno de Tenamaxtlán, en el magnífico templo antiguo de esta población, una joya de la arquitectura virreinal en nuestra región que tiene ahora un uso como centro cultural. Instalada en el espacio que antes ocupara el presbiterio del templo y entre los imponentes muros y arcadas que sobreviven de la fábrica original del tiempo, cuya antigüedad rivaliza con la de la ya mencionada visita, los jóvenes músicos autlenses interpretaron, bajo la dirección del profesor Armando Emmanuel Pedraza Guerra, un repertorio variado, que combina música de distintas épocas y regiones y que es el mismo que cinco días antes dieron en el Aula Magna, dentro del Festival Áurea Corona:

Ayre, de Osvaldo Golijov.

Sarabande, de Poulenc.

Gavota, de Manuel M. Ponce.

Mars, de la suite The Planets, de Gustav Holst.

Vals de la opereta.

Pompa y circunstancia, de Edward Elgar.

Escenas de ballet, de Robert Bennet Brown.

Judas Macabeo, de Händel.

Finlandia, de Jean Sibelius.

Trepak, de Peter Tchaikovski.

La cumparsita

Fuera de programa y ante la petición de una pieza más, la orquesta tocó la cumbia Nunca es suficiente, de Los Ángeles Azules.

Al terminar el concierto, el párroco de Tenamaxtlán, Tomás Bobadilla, dio un mensaje de agradecimiento y felicitación a los integrantes de la orquesta, en el que también se refirió al sentido que tiene la escucha de la buena música en este recinto.

La síndica del municipio de Tenamaxtlán, Cristela García Flores, además de agradecer el concierto y entregar la constancia al director de la orquesta, invitó a los asistentes a acudir a las actividades de los siguientes días, que incluyeron un conversatorio sobre la historia de la visita de la virgen de Atengo.

Por último, Esdras López Mundo, director de Cultura de Autlán, habló de la importancia y el valor del templo antiguo de Tenamaxtlán, considerando un punto curricular para la orquesta haberse presentado aquí.

El concierto comenzó a las 19:30 horas y tuvo una asistencia de alrededor de 30 personas. 

Recibió Chiquihuitlán el reconocimiento del INPI como comunidad indígena nahua

De izq. a der.: Guillermo Tovar, César Medina y Jesús Guerra. Foto de Letra Fría.

 En rueda de prensa celebrada en la casa comunal de Chiquihuitlán y Agua Salada la mañana del martes 27 de agosto, la mesa directiva de la comunidad anunció que el 14 de agosto pasado recibieron del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) el reconocimiento como comunidad indígena. La rueda de prensa comenzó a las 10:12 horas, con la asistencia de Letra Fría y la oficina de Comunicación Social de gobierno de Autlán.

En el presídium estuvieron la última mesa directiva y la que acaba de iniciar su periodo en la comunidad, César Medina Casillas, comunero de Chiquihuitlán y quien ha llevado el trámite para conseguir el reconocimiento, y el cronista de Autlán, Guillermo Tovar Vázquez. César Medina informó que el 14 de agosto le fue entregada a la comunidad la constancia del INPI, lo que constituye la culminación de un proceso iniciado 12 de septiembre de 2022, con la convocatoria del INPI para las Jornadas de registro nacional para la integración del Catálogo Nacional de Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas. El 23 de diciembre de 2022, Chiquihuitlán concluyó el trámite de inscripción para solicitar el reconocimiento, momento en que arrancó el proceso de validación de la información que presentó la comunidad para respaldar su identidad indígena, dando como resultado la emisión de la mencionada constancia. Entre estos fundamentos hay traiciones ancestrales y documentos virreinales en los que se menciona a la comunidad indígena. El 9 de agosto, además, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el catálogo de comunidades indígenas, donde ya aparece Chiquihuitlán y Agua Salada.

César Medina consideró un hecho histórico la recepción de esta constancia, que confiere derechos y atribuciones a la comunidad. También habló sobre el Plan de Justicia del Consejo Regional Nahua de Jalisco, del que Chiquihuitlán forma parte, documento en el que se buscan, entre otras cosas, la mejora de condiciones de vida de las comunidades, mediante obra pública en el ámbito de la salud, recreación y de equipamiento urbano. Esto permitiría arraigar a sus habitantes, frenando la migración y la consiguiente pérdida de la cultura comunal.

Guillermo Tovar habló de algunos datos históricos de Chiquihuitlán, como el primer documento en el que se le menciona, en 1589, y su presencia en documentos y trabajos estadísticos de los siglos XVIII y XIX. También mencionó la pérdida de algunas de sus tradiciones indígenas, como las danzas de Conquista, y la permanencia de otras, como es la visita de la virgen de Ixtlahuacán, de más de 150 años. Afirmó que Chiquihuitlán aporta algunos de los elementos de identidad más conocidos de Autlán, como las pitayas y el arroyo El Coajinque, y que el reconocimiento del INPI y la organización de las comunidades nahuas de Jalisco puede ser un momento importante de su historia, en el que inicie una visibilización mayor de su cultura.

En la rueda de prensa estuvieron presentes Nicolás Pérez Brambila, Jesús Guerra y Rubicel Medina, integrantes de la mesa directiva saliente de la comunidad indígena, y Jesús Guerra, Roberto Rubio, Juan José González y Fausto González García, de le nueva directiva. Algunos de ellos hicieron comentarios breves sobre la necesidad de ejercer los derechos que les confiere este reconocimiento y seguir trabajando en la búsqueda del desarrollo de la comunidad indígena.

Exposición Pinceles en Movimiento en el salón Mutualista


 Entre el lunes 26 y el jueves 29 de agosto estuvo disponible en el salón Mutualista la exposición Pinceles en Movimiento, integrada por más de 30 piezas en técnicas que van del acrílico al lápiz graso, pasando por varias otras. La exposición fue inaugurada el lunes, en una ceremonia que comenzó a las 18:25 horas y se desarrolló ante unas 15 personas.

Jorge Ponce dando su mensaje.


El pintor Jorge Ponce, curador de la exposición, explicó que ésta es el resultado del taller de pintura que se ha impartido los dos últimos años en la Casa de la Cultura y en el Museo y Centro Regional de las Artes, dirigido por él mismo. A lo largo de este tiempo, afirmó, los alumnos y él han ido madurando, aunque siguen siendo artistas en formación. Dijo que trata de ser el maestro que le hubiera gustado tener, capaz de encontrar habilidades y destrezas en sus alumnos y potenciarlas.

Darinka Rodríguez, coorganizadora de la exposición, explicó que se buscó ocupar un espacio fuera del Museo para mostrar el resultado de este taller, donde pudiera ser apreciado por otro público.



La obra expuesta está montada al centro del salón Mutualista, en dos filas de caballetes que fueron prestados por la coordinación de Extensión del Centro Universitario de la Costa Sur. Ahí podemos seguir la huella de las distintas técnicas y estilos que se han ido trabajando en estos dos años: vemos obra realista, incluyendo muy buenos retratos a lápiz, junto con otra que tiene algún grado de abstracción. Entre lo que llama la atención está el manejo del claroscuro en algunas piezas, así como las que se realizaron en el estilo de Van Gogh, cuando estudiaron la obra de este pintor en el taller. Y no es que se hubieran copiado cuadros de él, sino que los alumnos realizaron una pieza propia, con su propia motivación y expresando lo que ellos quisieron, pero aplicando algunos elementos de la técnica del pintor flamenco.

En la inauguración también estuvieron presentes algunos alumnos del taller de pintura, que compartieron su experiencia y opiniones sobre lo que aprendieron en él.
Pinceles en Movimiento está abierta al público en general desde las 10:00 hasta las 20:00 horas. 



miércoles, 28 de agosto de 2024

Jornada de clausura del VIII Festival Áurea Corona

Pepe Sosa.

 El domingo 25 de agosto, por la noche, se vivió la última jornada del VIII Festival Áurea Corona, en el Museo y Centro Regional de las Artes. Las actividades de clausura fueron preponderantemente de danza folclórica, incluyendo una representación de una olvidada tradición del Occidente de México, que también se reproducía en Autlán.

A las 19:15 horas, en un lleno salón de usos múltiples del Museo, un grupo de ex integrantes del ballet La Grana entregó un reconocimiento a Orlando Israel Ramírez Ramírez, director de ese grupo de danza, por su trabajo en el desarrollo del ballet. Los decanos, que así son conocidos estos bailarines de experiencia, recordaron, en voz de María del Carmen Casillas Velázquez, cómo Orlando creció en el ambiente de la danza folclórica, de la mano de su mamá, la señora Beatriz Ramírez. Orlando, a su vez, recordó los trabajos de investigación que se realizaban en el ballet, yendo a visitar pueblos de la región para conocer sus danzas tradicionales, por ejemplo, las del municipio de Atengo.

Los Niños y la Danza.


Enseguida, se llevó a cabo una presentación de los grupos infantiles del grupo de danza del Centro Cultural Regional de El Grullo y del ballet La Grana, ambos dirigidos por Orlando Ramírez, quienes presentaron estampas de diferentes estados: Yucatán, Sinaloa, Jalisco, Veracruz… el espectáculo llevó como título Los Niños y la Danza.

Fandango.


Al terminar esta presentación, pasamos al exterior del Museo, ocupando las sillas que ya se tenían dispuestas en la plazuela Bicentenario, frente a un escenario con cuatro micrófonos que fue instalado para esta última actividad. Fue el llamado fandango, una fiesta popular con música de mariachi tradicional y baile sobre tarimas, con la intención de hacer sonar fuerte el zapateo de los bailadores. Fue una representación de las fiestas del pueblo de hace alrededor de un siglo, las que se realizaban fuera de los salones y de los kioscos, lejos de las serenatas de las bandas y orquestas pero con mariachis o “arpones” como se les llamaba en Autlán y con ánimo festivo y ruidoso. Los organizadores colocaron una tarima para que los bailadores la ocuparan, mientras que sobre el escenario tocó el mariachi tradicional Los Autlecos, conformado especialmente para esta noche, por Martín Rivera en la jarana y voz, Irving Hernández en el violín, Rubén Ventura en el guitarrón y Abraham Rosales en la vihuela. El mariachi interpretó algunos sones, mientras los bailarines del ballet La Grana salieron a sacar a bailar a quienes estábamos de mirones, conformando de esta manera el fandango: sin reglas ni pasos ensayados, todos se movían a su propio estilo y vivían la fiesta, sin más pretensiones.

Los Autlecos.


Luego de una breve intervención del saxofonista Felipe Michel, quien interpretó un par de canciones, los organizadores anunciaron que el IX Festival Áurea Corona, a celebrarse en 2025, estará dedicado al compositor Pepe Sosa. Luego del anuncio, el director de Cultura municipal, Esdras López Mundo, declaró la clausura del festival a las 21:33 horas.

martes, 27 de agosto de 2024

Entre recuerdos y un atisbo al futuro transcurrió la sexta jornada del VIII Festival Áurea Corona

Al terminar el concierto a dos pianos.

 El sábado 24 de agosto el Museo y Centro Regional de las Artes acogió las actividades del VIII Festival Áurea Corona, en su penúltima jornada. Por la mañana hubo clases magistrales impartidas por los profesores Konstantin Ziumbilov y Porfirio Preciado Villaseñor, quienes compartieron su experiencia y conocimiento sobre música de cámara y sus instrumentos principales, que son el violín y el piano, respectivamente.

Luz María Ochoa Adame.


Por la tarde tuvieron lugar cuatro actividades seguidas, diferentes entre sí. La primera comenzó a las 18:15 horas, a las afueras de la sala de músicos de la región, que desde mayo de 2023 lleva el nombre de Manuel Morán Godoy. Ahí se celebró una sencilla ceremonia que sirvió para solemnizar la develación de una placa con el retrato e información del guitarrista autlense Rafael Adame Gómez, uno de los grandes ausentes en este espacio desde la apertura del Museo. En esta ceremonia el cronista de Autlán, Guillermo Tovar Vázquez, dio un mensaje en el que afirmó que la integración de Rafael Adame a esta sala es un acto de elemental justicia, tardía pero necesaria, al tratarse de uno de los músicos autlenses más destacados, formando parte de la vanguardia musical con la experimentación de composiciones en fracciones de tono. Recordó también que no solo tuvo grandes logros a nivel nacional, como la composición de un concierto para guitarra y orquesta, sino que también fue parte de la escena musical autlense: antes de marchar a la Ciudad de México para estudiar música, participaba en las serenatas y conciertos que se daban aquí, tocando la mandolina o la guitarra y, cuando ya era un músico importante, llegó a venir a Autlán a ofrecer conciertos en el teatro Mutualista.

La placa de Rafael Adame.


La señora Luz María Ochoa Adame, sobrina y ahijada de Rafael Adame, a quien ella considera un padre, explicó que don Rafael no era huraño, como se afirma en algunos medios, sino que tenía un carácter afable, pero estaba dedicado por completo a su arte. Dijo que ella conserva pocas partituras de sus composiciones, las que quedaron luego del saqueo de que ha sido objeto su archivo, al que se le han extraído documentos mientras estuvo en el Conservatorio Nacional de Música y en otros lugares. La señora Luz María recordó historias de su familia, la muerte de don Rafael y el recuerdo que siempre tuvo de Autlán.

Dicho esto, la señora Luz María pasó al interior de la sala, acompañada de Agustín Godoy, presidente del patronato del Museo, y la regidora María del Carmen Mata Madrigal, para quitar el velo que cubría a la placa del gran guitarrista. Desde ese momento, los visitantes al Museo podrán conocer un poco de la vida de este olvidado personaje autlense.

Panel de integrantes del ballet La Grana.


A las 18:45 horas, ya en el salón de usos múltiples, comenzó la segunda actividad de la tarde, que fue un panel con integrantes y ex integrantes del ballet La Grana, moderado por Fray Pedro Gómez Rodríguez, quien bailó en este grupo en dos etapas, por la década de 1990. El panel estuvo dedicado a compartir recuerdos e historias del ballet La Grana en distintas épocas de sus 55 años de vida, así como de la personalidad y forma de dirigir el ballet de la señora Beatriz Ramírez, la homenajeada en esta edición del festival.

En el panel participaron, además del moderador, Diego Enrique Cárdenas Gaspar, quien es parte del ballet desde 2017; Francisco Simón Arias, desde 2007; Roberto Tello Martínez, integrante desde 1979; Ivonne Zepeda, quien ingresó al ballet durante la pandemia y permanece en él; Diana Laura García, con 18 años en el grupo; Margarita Guerrero y Herrera, Miriam López, bailarina entre 2002 y 2020; Ana Victoria Godoy Pérez, quien ingresó a los cuatro años de edad al ballet, hace 20; María del Carmen Mata Madrigal, integrante entre 1987 y 1994; y Elba Mardueño, quien ingresó en 1969, formando parte de la primera generación del ballet La Grana.

Como podemos ver, hay quienes tienen poco tiempo bailando en La Grana y quienes puede considerarse que han dejado su vida ahí. Sin embargo, todos compartieron muchos recuerdos y experiencias, derivados de las presentaciones en diversos escenarios y las giras a lugares lejanos, como Inglaterra o Italia, pero también, y no menos significativos, los que se produjeron en la interacción de todos los días: los ensayos, los viajes, la resolución de problemas sobre la marcha para que el público se limite a presenciar un espectáculo y no tenga que darse cuenta de que ese problema se presentó.

Sobre la señora Beatriz Ramírez, fue unánime el buen recuerdo: una dama en toda la extensión de la palabra, que “sabía escuchar a la gente” y tenía la disposición de aceptar a nuevos bailarines aunque no pudieran costearse su vestuario y equipo, capaz de resolver dificultades tanto con un vestido como con el vehículo que llevaba al grupo a alguna presentación. Eso sí, con mano firme para cuidar de sus bailarines cuando salían de gira, haciéndose cargo de su seguridad.

Alexa Cisneros al chelo.


Ya sobre las 19:45 horas, vino el atisbo al futuro a que se refiere el título de esta entrada. Fue el concierto de violonchelo que dio la alumna del Núcleo ECOS Autlán Alexa Yorley Cisneros Avelar, acompañada al piano por el profesor Jorge Luis Godínez Castellanos. El concierto fue breve, consistente en el primer movimiento de la Sonata en Do Mayor Op. 40, No. 1, de Jean Baptiste Bréval, pero sirvió para demostrar el buen avance que tiene en la ejecución de este instrumento la joven intérprete. Ella forma parte de la Orquesta Sinfónica ECOS Autlán y su maestro de violonchelo es el mismo director de la orquesta, Armando Emmanuel Pedraza Guerra.

Jorge Luis Godínez Castellanos y Porfirio Preciado Villaseñor.


Para concluir la velada escuchamos un muy buen concierto de piano, a cargo de los profesores Jorge Luis Godínez Castellanos y Porfirio Preciado Villaseñor. Preciado Villaseñor, de sangre autlense y grullense, comenzó tocando tres estudios de Chopin. Luego vendría la culminación de la noche, con un concierto a dos pianos en el que ambos ejecutantes interpretaron los tres movimientos (Allegro maestoso, Andante y Allegro vivace assai) del Concierto para piano n.º 21 en do mayor, K. 467, de Wolfgang Amadeus Mozart. Una interpretación premiada con una ovación de pie por el público que llenó el salón esta noche.

Fue inaugurada la exposición Hibridaciones


 Entre el 22 de julio y el 1 de agosto pasados se impartió en el Museo y Centro Regional de las Artes el taller de verano Pintura y Poesía, por el pintor Jorge Ponce y por Darinka Rodríguez, promotora de la lectura en Autlán. En cuatro sesiones, quienes tomaron este taller realizaron un cuadro en la técnica de acrílico, de un tema libre, que complementaron con la escritura de un poema que expresara, a través de la palabra, lo que se había plasmado mediante la plástica. Es decir, se realizó un ejercicio complementario entre dos formas aparentemente divergentes de comunicación, que se fue perfeccionando y afinando en las sesiones del taller.

Algunos de los productos resultantes de este taller están expuestas en la cervecería Maltierra (Pedro Moreno #132) donde, bajo el título de Hibridaciones, se inauguró la exposición la noche del pasado viernes 23. La inauguración comenzó a las 20:20 horas, con la asistencia de unas 20 personas. En la sencilla ceremonia, Darinka Rodríguez explicó que el taller buscó satisfacer la necesidad de explorar en el arte, combinando la pintura y la poesía, puesto que, a su juicio, “separar es limitar”. También mencionó que, aunque la convocatoria al taller no establecía algo al respecto, solo participaron mujeres, siendo un aspecto positivo el que muchas de ellas son niñas y adolescentes.

Jorge Ponce y Darinka Rodríguez.


Jorge Ponce dijo que es importante buscar la realización de proyectos artísticos, de lo que los autlenses estamos ávidos; también calificó de importante el que el autor se coloque frente a su obra y la confronte, por lo que aplaudió la asistencia de algunos de los talleristas.

La ceremonia de inauguración, convertida en reunión de amigos, fue amenizada por la cantante Lanci Amapola Duque, quien interpretó, acompañada por su guitarra, canciones de letra profunda: Solo le pido a Dios, de León Gieco; Arauco tiene una pena, de Violeta Parra; Desapariciones, de Rubén Blades; Yo vengo a ofrecer mi corazón, de Fito Páez, entre otras.



En la cervecería se encuentran expuestas 14 piezas, cada una constituida por un cuadro al acrílico y, como si fuera una ficha técnica, su poema gemelo. Las autoras son mujeres cuyas edades van de los 11 a los 33 años, cuyos nombres son: Andrea Valentina Tovar Vaca, Alba Darinka Rodríguez Lozano, María José González López, Ana Sofía González López, Daniella Fernanda Loreto Terríquez, Lía Sarahí Guzmán Castillo y Claudia Alejandra Galván García.

Quienes impartieron el taller aseguraron que vendrá una nueva edición en el futuro cercano.



Gala de música y danza en el VIII Festival Áurea Corona

Konstantin Ziumbilov (violín) y Mauricio Allera (piano).

 La noche del viernes 23 de agosto se llevaron a cabo en el Aula Magna del centro cultural José Atanasio Monroy las actividades de la quinta jornada presencial del VIII Festival Áurea Corona, que consistieron en un par de conciertos y en una gala de danza folclórica. A las 18:15 horas inició el primero de los conciertos, con menos de cien personas dentro del Aula Magna, número que fue aumentando a lo largo de la velada hasta rebasar el número de 300.

Como comentario al margen, este aumento en el número de asistentes no necesariamente es una buena noticia. El ingreso de personas a la sala fue casi constante durante todo el primer concierto, lo que dificultó, con el continuo paso de personas por entre las butacas para buscar un lugar libre o para encontrar el sitio que ya antes les habían apartado sus amigos o familiares, el disfrute de lo que ocurría en el escenario. Fue un inconveniente de tener varias actividades diferentes de forma continua, del cual los organizadores ya habrán tomado buena nota.

El primer momento de esta velada, que duró tres horas y media, fue el magnífico concierto que ofrecieron los maestros Konstantin Ziumbilov al violín y Mauricio Allera Malo al piano. Ambos son conocidos del público local: Ziumbilov ha venido ya en varias ocasiones al frente de la Orquesta de Cámara Higinio Ruvalcaba, además de haber grabado los primeros discos de la colección Compositores de la Región; Allera es profesor de la licenciatura en Artes, donde ha aportado a la formación de varias generaciones de músicos. Ellos interpretaron el siguiente programa:

Sonata IV BWV 1017, de Johann Sebastian Bach.

Valse op. 69 no. 1 y 2, de Frederick Chopin.

Polonesa op. 26 no 1, de Frederick Chopin.

Romanza, de Higinio Ruvalcaba.

Danza Gitana, de Higinio Ruvalcaba.

Berceuse, de Higinio Ruvalcaba.

La Lista de Shindler, dedicada por el maestro Ziumbilov “a toda la gente caída en las guerras”.

A excepción de las piezas de Chopin, que interpretó el maestro Allera solo, el resto del repertorio se desarrolló a dueto.

Orquesta ECOS Autlán.


Luego de algunos minutos, necesarios para reconfigurar el escenario, vino el segundo momento de la noche: una gala de folclor con el ballet La Grana, que fue acompañado en un par de piezas por la Orquesta Sinfónica ECOS Autlán y el Cuarteto de Cuerdas Autlán.

Dirigida por el profesor Armando Emmanuel Pedraza Guerra, la orquesta ofreció un concierto variado, ya con una sala cerca del lleno, bajo el siguiente programa:

Ayre, de Osvaldo Golijov.

Sarabande, de Poulenc.

Gavota, de Manuel M. Ponce.

Mars, de la suite The Planets, de Gustav Holst.

Vals de la opereta.

Pompa y circunstancia, de Edward Elgar.

Escenas de ballet, de Robert Bennet Brown.

Judas Macabeo, de Händel.

Finlandia, de Jean Sibelius.

Trepak, de Peter Tchaikovski.

La cumparsita, cuya interpretación sirvió como acompañamiento para una pareja de bailarines del ballet La Grana.

La cumparsita. Imagen tomada de la transmisión por Facebook Live del Gobierno de Autlán.


Antes de que los integrantes de la orquesta abandonaran el escenario, subieron a él los músicos del Cuarteto de Cuerdas Autlán para tocar Jesusita en Chihuahua, pieza que fue bailada por tres parejas. Luego de esta transición entre los conciertos y el espectáculo de danza, con un par de piezas en el que convivieron ambas manifestaciones, vino la actuación del ballet La Grana, dirigido por Orlando Israel Ramírez Ramírez, con sus grupos infantil y mayor y con la participación del grupo senior, integrado por ex bailarines de esta organización que se reunieron exclusivamente para esta gala.

El programa de esta gala, que comenzó hacia las 20:15 horas, fue el siguiente:

Intermezzo, de Manuel M. Ponce, que bailaron los integrantes del ballet utilizando una grabación de Áurea Corona interpretando esta pieza al piano.

Granada, de Agustín Lara.

Autlán costumbrista, el cuadro desarrollado por Orlando Ramírez a partir de investigaciones sobre las manifestaciones artísticas populares y la vida cotidiana en el Autlán de la primera mitad del siglo XX.

Estampas de Veracruz, por el grupo infantil.

Estampas de Zacatecas, por el grupo senior.

Alcaraván, por el grupo senior.

Estampas de Chiapas.

Querreque, por el grupo senior.

La negra, por el grupo senior.

El relámpago.

La botella, por el grupo infantil.

Las olas, por el grupo infantil.

Jarabe tapatío, por el grupo senior.

La chata, por el grupo senior.

El astillero, por el grupo infantil.

Estampas de Colima.

domingo, 25 de agosto de 2024

Una conmemoración del bicentenario de la 9ª Sinfonía de Beethoven en el VIII Festival Áurea Corona


 El miércoles 21 de agosto se celebró en el salón de usos múltiples del Museo y Centro Regional de las Artes la cuarta jornada de actividades presenciales del VIII Festival Áurea Corona, con recitales de guitarra y de piano y una conferencia sobre la novena sinfonía de Beethoven. La actividad comenzó a las 19:10 horas con la asistencia de unas 25 personas, que fue aumentando paulatinamente mientras se desarrollaban los números del programa, hasta llegar a alrededor de 60.

Leonel Pinzón en la guitarra


Todo comenzó con una serie de recitales de guitarra por alumnos de la licenciatura en Artes del Centro Universitario de la Costa Sur, dirigidos por el doctor Hirepan Solorio Farfán, quienes ofrecieron un repertorio de guitarra clásica, en el siguiente orden:

Alexis de la Torre Ballardo tocó la Sonatina 1, de Mauro Giuliani.

Leonel Pinzón Chávez interpretó Siapodus, de James Brown, y El Colgado y El mago, de Tomás Marco.

Gerardo Urdiano Basurto tocó la Sonata 1, de Nicolo Paganini, y Gran Vals, de Francisco Tárrega.

De izq. a der.: Hirineo Martínez Barragán, Rafael Enríquez Lizaola y Agustín Godoy Pelayo, durante la conferencia por el bicentenario de la novena sinfonía de Beethoven.

 

Luego de la intervención de los jóvenes guitarristas, vino una conferencia sobre el bicentenario del estreno de la 9ª Sinfonía de Beethoven, que se cumplió el 7 de mayo pasado, sustentada por el maestro Rafael Enríquez Lizaola, autlense radicado en la ciudad de México. La conferencia inició con una descripción física y de la personalidad del genio de Bonn, basada en la obra de Romain Rolland. El ponente matizó la rudeza del carácter del que llamó “el primero de los músicos y la fuerza más heroica del arte moderno”, atribuyéndolo a la sordera que padeció desde 1804, a sus 34 años de edad, muy temprano en la vida de cualquier persona.

La ponencia estuvo organizada en cuatro momentos, a la manera de los cuatro movimientos de una sinfonía. El primero fue una explicación de sus antecedentes, ubicados en los preparativos para los festejos en México del 250 aniversario de Beethoven, que se celebraría en 2020 con un programa ambicioso que incluía el impulso y financiamiento a jóvenes músicos mexicanos para que hicieran estancias en Viena y en Bonn, pero que fue truncado por la pandemia. En esos preparativos conoció a Agustín Godoy, presidente del comité organizador del Festival Áurea Corona, con quien se estableció el vínculo que culminó con la presentación de esta conferencia en el festival. El ponente hizo enseguida una narración de la presencia en México de Beethoven, Haydn, Mozart y otros compositores europeos, que ya eran mencionados en escritos de Mariano Elízaga en 1823, quien se preguntaba por qué en el recién independizado país no surgían compositores de ese nivel. En décadas posteriores seguiría habiendo menciones de Beethoven y su obra en México, a la par de un desarrollo musical en el país propiciado por los inicios de los conservatorios musicales. El maestro Enríquez presentó en este momento algunos recortes de prensa que anunciaban la conmemoración en México del centenario luctuoso de Beethoven, en la época de la Guerra Cristera.

El ponente habló también de la importancia de celebrar a Beethoven en una tierra musical como es Autlán, puesto que su obra sirve como catalizador de las identidades musicales locales. Luego contaría la historia de su hallazgo de una estatua de cuerpo entero de Beethoven en el parque Pershing de Los Ángeles, California, de la que encontró después una réplica en yeso, ya en muy malas condiciones. A partir de esta figura, mandó hacer una estatuilla en un material más firme, misma que, previa hechura de una base de madera de guamúchil, fue donada al Museo y Centro Regional de las Artes al término de la conferencia. Para concluir con su presentación, el maestro Rafael Enríquez explicó que la novena sinfonía nos hermana y recitó el poema Beethoven, del brasileño Carlos Drummond de Andrade, acompañado al piano por su sobrina Verónica Casillas Enríquez.

Ángel Daniel Zepeda al piano.

 

Luego de la conferencia y como un cierre de esta velada, algunos alumnos de piano de la licenciatura en Artes, dirigidos por el profesor Mauricio Allera Malo, dieron una serie de recitales, en el siguiente orden:

Esteban Ramírez Miramontes tocó Frankie and Johnny, de Gillock.

Jazmín Luviano Sánchez interpretó Fly, de Ludovico Enaudi.

Ángel Daniel Zepeda tocó Amelie, de Yann Tiersen, y Danza Macabra de Saint Saëns.

César Saúl Santana tocó Nocturno no 20 en Do menor de Chopin.

Francia Sinaí Canal Arias interpretó Nocturno op.9 no.1 de Chopin y Valse en mi menor op. Post de Chopin.

sábado, 24 de agosto de 2024

Con dos recitales de piano concluyó el primer fin de semana del VIII Festival Áurea Corona

Jorge Isaac Martínez Corona.


En el salón de usos múltiples del Museo y Centro Regional de las Artes, la tarde del domingo 18 de agosto se llevaron a cabo dos recitales de piano, con lo que concluyeron las actividades del primer fin de semana del VIII Festival Áurea Corona. Al Museo asistieron unas 50 personas, sonando la primera nota hacia las 19:15 horas.

La apertura de la velada estuvo a cargo del pianista Jorge Isaac Martínez Corona, quien estrenó algunas de sus composiciones más recientes. Las primeras fueron cuatro piezas didácticas, compuestas para el estudio de sus alumnos y de futuros aprendices de piano, basados en las características de la personalidad de cuatro de sus alumnos. Antes de tocar cada una de estas piezas, Laura Elena Meillón Johnston leía una breve descripción de ella, enfatizando la relación que tiene con sus alumnos. La última pieza de este recital también fue un estreno. Se trató de El sustento, que forma parte de un concierto que aún está en desarrollo y que representa las prisas y el movimiento del inicio de un día normal de trabajo en la vida de cualquier persona, como un momento de la batalla cotidiana para obtener el sustento familiar.

Daniel Michel Hernández.


El segundo recital, con el que concluyó la actividad de este día, fue del joven Daniel Michel Hernández, quien interpretó algo de la música que se encuentra trabajando actualmente con sus profesores de la carrera de Técnico en Música de la Universidad de Guadalajara. Integrante de una familia de tradición musical en Autlán, Daniel Michel interpretó el siguiente programa:

Preludio BWV 934  y Preludio 935, de Bach.

Sonata 20, Op. 49 no. 2 - I movimiento, Allegro ma non troppo, de Beethoven.

Op.68 no 23 y Op 68 no. 30, de Robert Schumann.

Je te veaux, de Erik Satie.

Bagatella 1 - Allegro Giusto, de Hermilio Hernández.



Segunda jornada del VIII Festival Áurea Corona

Conversatorio de ex integrantes del ballet La Grana. Imagen tomada de la transmisión en la página de Facebook de Gobierno de Autlán.

 Para la segunda jornada, las actividades del VIII Festival Áurea Corona se trasladaron al salón de usos múltiples del Museo y Centro Regional de las Artes, donde alrededor de las 18:40 horas fue inaugurada una exposición de fotografías de diversas épocas de la vida del ballet La Grana, complementada con un retrato de la señora Beatriz Ramírez, a cuya memoria está dedicado el festival, y uno más de la profesora Áurea Corona, realizados por la maestra Armida Briceida Maldonado Rubio.

Luego de la apertura del evento, la maestra Armida dio un mensaje de agradecimiento a los organizadores del festival por permitirle participar con estos retratos. Orlando Ramírez, director del ballet La Grana, explicó enseguida que las fotografías expuestas fueron seleccionadas de las que fueron tomadas en momentos importantes del grupo. Dicho esto, se procedió al corte del listón, que simboliza la inauguración de la exposición, y se dieron algunos minutos para que los asistentes observaran las fotografías, bajo la guía de Orlando Ramírez y de María Pepita Lorente Adame, ex integrante del ballet y una de las fundadoras de su grupo infantil, quienes explicaron el contexto en que fueron tomadas algunas de las imágenes.

El siguiente momento de la noche fue un conversatorio entre ex bailarines del ballet La Grana, que se anunció como de las décadas de 1970 y 1980, aunque los participantes de esta época fueron minoría. Los ex bailarines que participaron fueron:

César Edgardo Mejía Robles, quien ingresó en 2003.

Fátima Jasso Gaspar, quien ingresó al ballet en 2007.

Octavio Álvarez García, bailarín del ballet La Grana en 1974.

María Pepita Lorente Adame, bailarina fundadora del grupo infantil del ballet La Grana, desde 1969.

Moisés Alonso Pelayo, quien ingresó hacia 1999.

Rosa Estela Rodríguez Mardueño, quien ingresó al ballet en 1972.

César Isaac, integrante del ballet desde 2023.

Ramón Uribe, bailarín entre las décadas de 1970 y 1980.

María del Carmen Casillas Velázquez, bailarina entre 1984 y 1995 y quien fungió como moderadora.

Cada uno de los participantes tuvo un turno de alrededor de 5 minutos, que emplearon para compartir recuerdos, anécdotas y lo que aprendieron al ser integrantes del ballet La Grana, así como (los que la conocieron) algunos recuerdos de la señora Beatriz Ramírez: cómo era el proceso de enseñanza de las distintas estampas, los ensayos, la exigencia en la pulcritud de los pasos, las giras y la convivencia entre los bailarines, así como lo que para cada uno significó el ballet La Grana, fueron algunos de los temas que comentaron. También recordaron la investigación de danzas tradicionales de la región, como Los sonajeros de Soyatlán del Oro y la existencia de un coro del ballet.

Cuaeteto Autlán. Imagen tomada de la transmisión en la página de Facebook de Gobierno de Autlán.


El cierre de la velada corrió a cargo del Cuarteto de Cuerdas Autlán, un grupo musical con un par de años de vida y un recorrido importante por los principales escenarios del municipio. Integrado por Antonio Díaz en la viola, Armando Pedraza en el violonchelo y Leonardo Barba y David Ruiz Preciado en los violines, el cuarteto interpretó el siguiente programa:

Laschia chio pianga - Handel

Sarabanda - Handel

Minueto - Luigi Boccherini

Estudio en 3 cuerdas, arreglo

para cuarteto de cuerdas - Jorge Isaac Martínez Corona

Toreadores — Bizet

Danza húngara no 5 - Brahms

Humoresque - Dvorak

Nuvole bianche — Einaudi

Palladio- Karl Jenkins

Primera jornada del VIII Festival Áurea Corona

El ballet La Grana, con Doria Núñez y el mariachi Imperial. Imagen tomada de la transmisión de Facebook en la página del Gobierno de Autlán.

 El viernes 16 de agosto, por la tarde, comenzaron las actividades del VIII Festival Áurea Corona, que por primera vez ocuparon el Aula Magna del Centro Cultural José Atanasio Monroy, del CUCSur. Esta edición del festival está dedicada a la memoria de la señora Beatriz Ramírez de Ramírez, promotora de la enseñanza, la investigación y la práctica de la danza y fundadora del ballet La Grana, que sigue activo a 55 años de su debut.

Ante unas 300 personas, a partir de las 18:30 horas tuvo lugar una sencilla ceremonia de inauguración, en la que participaron Agustín Godoy Pelayo, presidente del Patronato del Museo y Centro Regional de las Artes; Orlando Israel Ramírez Ramírez, director del ballet La Grana, y la regidora del Ayuntamiento de Autlán, Claudia Alejandra Galván García.

Agustín Godoy expuso los objetivos de este festival: recordar a la maestra Áurea Corona y abrir escenarios que permitieran a los músicos jóvenes adquirir experiencia sobre los escenarios. Ponderó la existencia de tres pianos de concierto en Autlán y una buena cantidad de ejecutantes, por lo que opinó que, en unos cinco o diez años, Autlán estará exportando pianistas.

Orlando Ramírez agradeció, a nombre de su familia, que este festival esté dedicado a la señora Beatriz, su madre, y que a través de él se esté reconociendo a quienes han hecho la cultura en Autlán. Enseguida, la regidora Claudia Galván dio un mensaje de bienvenida a nombre del Ayuntamiento.

Los hermanos Godoy y el director de Cultura de Autlán, Esdras López (izq.). Foto de Agustín Godoy.


Luego de un par de minutos para reacomodar el escenario, vino un concierto de piano a cargo de los hermanos José María y Ramón Alberto Godoy Núñez, quienes se han presentado en todas las ediciones del festival. Luego de una introducción en la que explicaron el programa que presentarían, incluyendo algunos comentarios sobre la obra de Jean Sibelius, compositor finlandés cuya música formó la mayor parte del repertorio de este concierto, los hermanos Godoy interpretaron, alternándose frente al piano del Aula Magna, lo siguiente:

Estudio Op. 76 no. 2, de Jean Sibelius

6 Impromptus op. 5, de Jean Sibelius:

Impromptu I.

Impromptu V.

Impromptu VI. 

Preludios Libro 1 Op. 28: X, La Cathédrale Engloutie, de Claude Debussy

Estudio Op.3 No.2: Morceaux de Fantaisie, de S. Rachmaninov

Sonata para piano en Fa mayor op. 12, de Jean Sibelius

                I. Alegro Molto.

                II. Andantino.

                III. Vivacissimo.

 

Antes de cada pieza, los ejecutantes daban algunos comentarios sobre lo que se disponían a tocar, ayudando a que los oyentes tuvieran un mejor contexto de la música que escucharían. El concierto fue de una muy buena calidad, tanto en la selección musical como en la ejecución, por lo que los pianistas cosecharon una merecida ovación de pie al terminar su intervención.

La chirimía López Peña. Foto de Agustín Godoy.


La segunda parte del programa de esta jornada fue una gala de folclor en el que participaron el ballet La Grana, el mariachi Imperial, la chirimía López Peña y la cantante Doria Núñez. Pero, antes de que iniciara la música, se exhibió un video en la pantalla del Aula Magna, en el que varios integrantes y ex integrantes del ballet La Grana compartieron recuerdos y experiencias en sus ensayos y presentaciones, incluyendo cómo su paso por este grupo folclórico los hizo crecer como personas al conocer y respetar las manifestaciones identitarias de diversas regiones de México.

El primer número de la gala fue la interpretación de Intermezzo, de Manuel M. Ponce por un grupo de bailarines del ballet La Grana, mediante la técnica de ballet clásico. La música fue tomada de un video en el que la profesora Áurea Corona interpreta el Intermezzo, lo que fue, al mismo tiempo, una forma de recordar a la ameritada pianista cuyo nombre lleva el festival. A lo largo del video se fueron proyectando, además, los retratos de personajes autlenses relacionados con la cultura y el arte: la misma Áurea Corona, José Atanasio Monroy, Hermilio Hernández, Clemente Amaya, María Mares, Ernesto Medina Lima y Beatriz Ramírez.

Enseguida subiría al escenario la chirimía López Peña, cuyos trajes de manta y su sonido inevitablemente carnavalero inundaron los sentidos de los asistentes. A las notas de sones jaliscienses interpretados por la chirimía, parejas de bailarines ataviados con trajes tradicionales campiranos desfilaron sobre la duela para ejecutar los pasos correspondientes. También pudimos ver en este momento suertes como el floreo de reata.

El mariachi Imperial. Foto de Agustín Godoy.


El Mariachi Imperial, venido de El Cacalote, municipio de El Grullo, abrió el siguiente momento de la gala, interpretando el Huapango de Moncayo para acompañar a los bailarines en una sucesión de evoluciones de danza contemporánea. Ya con pistas musicales, los grupos infantil y juvenil del ballet La Grana subieron a bailar estampas de Sinaloa, para dejar paso a una nueva intervención del mariachi, ahora acompañado de Doria Núñez, quienes cantaron Aires del Mayab para dar música en vivo a los integrantes del ballet. Ya sin bailarines, el mariachi y Doria tocaron La diferencia, de Juan Gabriel, y Por amor, de Rafael Solano. Los bailarines, ataviados con atuendos de Jalisco, volvieron al escenario a bailar La charreada, también bajo las notas del mariachi y la potente voz de Doria. La cantante se despidió, enseguida, con Amor eterno.

Uno de los momentos más aplaudidos de la velada vino enseguida, con la ejecución de la Danza del Venado, con todo el dramatismo de esta representación de las tradiciones indígenas del norte de México. Luego tocaría el turno de los grupos infantil y juvenil, que bailaron estampas de Nuevo León, con pistas grabadas, quienes dejarían luego el escenario para que lo ocuparan el mariachi y el grupo mayor del ballet, que ejecutaron estampas veracruzanas.

Para bailar Jalisco, cuyas estampas constituyen la firma de las presentaciones del ballet La Grana, subieron primero los bailarines infantiles y juveniles, para bailar algunos sones. El grupo mayor, acompañado por el mariachi, bailó la canción El principio, de Juan Gabriel, con lo que hicieron el cierre de esta gala.

domingo, 18 de agosto de 2024

Celebró Lagos de Moreno el XX Congreso Internacional de Temas Jaliscienses, con representación autlense


 El Archivo Histórico de Lagos de Moreno, en colaboración con el Centro Universitario de los Lagos y El Colegio de Jalisco, organizó este fin de semana la vigésima edición del Coloquio Internacional de Temas Jaliscienses Mario Gómez Mata, en el que investigadores de diversas instituciones expusieron trabajos de literatura e historia de Jalisco, entre ellos uno sobre la comunidad indígena de Chiquihuitlán, en Autlán de Navarro. Las actividades del Coloquio se desarrollaron entre el 16 y el 17 de agosto, en el aula magna Carlos Helguera Soiné de la Casa de la Cultura de Lagos de Moreno.

El viernes 16, antes del inicio del Coloquio fue inaugurada, en los pasillos de la Casa de la Cultura, una exposición sobre el sabio Agustín Rivera, por el bicentenario de su nacimiento, integrada por fotografías acompañadas por textos explicativos y algunos libros que pertenecieron o fueron dedicados a alguien por este personaje. Luego de la inauguración hubo un recorrido por la exposición, bajo la guía del doctor Carlos González Azuela, quien iba explicando cada elemento de la muestra.

Un libro dedicado por Agustín Rivera a Luis Përez Verdía.


Hecho esto, pasamos todos al aula magna, donde se llevó a cabo una breve ceremonia de inauguración presidida por María de Lourdes Wario Padilla, jefa de gabinete del gobierno de Lagos de Moreno, con la representación del presidente municipal, Tecutli Gómez; José Israel Gómez Alonzo, jefe del Archivo Histórico de ese municipio; y Jorge Hernández Contreras, representante de la rectora del Centro Universitario de los Lagos. En este acto, Israel Gómez dio un mensaje en el que recordó al comité organizador del primer coloquio, en el año 2004, entre quienes se encontraban Mario Gómez Mata, Sergio López Mena y otras personas; también mencionó a las distintas instituciones que se han sumado a este esfuerzo, del que el Archivo Histórico de Lagos fue punta de lanza. Afirmó que esta vigésima edición es importante por la dificultad de lograr que un evento de este tipo se mantenga durante tanto tiempo.

Enseguida, Jorge Hernández Contreras reflexionó sobre lo que ha aportado el Coloquio en la discusión académica y la difusión de la cultura jalisciense, así como en el intercambio de conocimientos y el establecimiento de redes de colaboración. Por último, la representante del presidente municipal declaró inaugurados los trabajos del Coloquio a las 9:55 horas, momento en el que había en el aula unas 50 personas.

El Coloquio consistió en nueve mesas en las que se presentaron diecinueve trabajos. En la número 4, que inició poco después de las 13:30 horas del viernes 16, el cronista municipal de Autlán, Guillermo Tovar Vázquez, expuso el trabajo La comunidad indígena de Chiquihuitlán, último reducto prehispánico de Autlán, en el que hizo una descripción física del territorio de esa comunidad ubicada al extremo oeste del valle de Autlán, la forma en que están configurados sus asentamientos humanos y sus principales actividades económicas actuales, además del proceso de cambio de uso de suelo en las áreas colindantes con la ciudad de Autlán y con la nueva carretera a Purificación. A pesar de este cambio, en Chiquihuitlán se han observado buenas condiciones de conservación de la cuenca del arroyo El Coajinque y de las partes altas de su territorio, del cual se dedican mil hectáreas al Fondo Patrimonial de Biodiversidad.

El ponente ofreció también datos históricos: la presencia de vestigios arqueológicos de diversos tipos, documentos en que se menciona a Chiquihuitlán desde el siglo XVI y cómo los chiquihuitlecos lograron el reconocimiento como comunidad indígena de la Secretaría de la Reforma Agraria en 1974. En la exposición se explicó también el proceso en que la comunidad de Chiquihuitlán perdió algunas de sus tradiciones, como danzas de conquista y la representación de pastorelas, adoptó otras, como fiestas taurinas y una fiesta patronal de María Auxiliadora y, por último, cómo sus habitantes están intentando recuperar su identidad indígena mediante su participación en el Foro Regional Nahua de Jalisco, del que forman parte desde 2023. En este sentido, el cronista mencionó que apenas el 14 de agosto pasado, dos días antes de la exposición, Chiquihuitlán recibió el reconocimiento como comunidad indígena nahua por el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, lo que consideró un paso adelante en la recuperación de su identidad.

La mesa 4. De izq. a der.: León Felipe Morales, Israel Gómez y Guillermo Tovar. Foto de Rodrigo López Sevilla.


Antes del cronista de Autlán, en la misma mesa, con la que concluyó el primer turno de actividades del Coloquio, León Felipe Morales Priego, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, había expuesto su trabajo El desarraigo de los pueblos originarios de los Altos de Jalisco: un análisis desde la arqueología antropológica e histórica del proceso de conquista y colonización hispano, en el que habló de los orígenes de una suerte de desprecio de la población criolla de los Altos hacia lo indígena, que ubicó en cuatro momentos: la conquista y colonización, desde 1530; la Guerra del Mixtón, entre 1541 y 1542; la Guerra Chichimeca, entre 1550 y 1567; y la guerra a sangre y fuego, entre 1566 y 1585. Estos acontecimientos habrían contribuido a crear una relación de tensión y desconfianza de los españoles y criollos hacia los indígenas, de la que pueden encontrarse rasgos todavía en la actualidad.

Enseguida describimos, brevemente, la composición de las demás mesas y el contenido de las ponencias de cada una de ellas:

Mesa 1. Literatura del siglo XX.

Carla Yadira Ochoa Montaño, maestrante de la Universidad de Guanajuato, expuso Anatomía de una crisis. La noche oscura de Alfredo R. Placencia, en el que aborda la relación de este poeta jalisciense, al que describe como “romántico en los temas y modernista en la forma”, y al místico san Juan de la Cruz, quien describe en su obra el proceso espiritual que inicia con la conciencia de la mortalidad que cobra una persona y sigue con la purificación, la iluminación, la “noche oscura” y la comunión con Dios. La ponente propone que en la obra de Placencia se puede identificar este proceso, lo que ejemplificó con el poema Ciego Dios.

Miguel Ángel Casillas Báez, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, presentó Tepatitlán, por sus letras. Un ensayo de etnoliteratura, en el que relaciona y analiza a los escritores que han dedicado su obra, o parte de ella, a Tepatitlán. Además de leer citas de algunos de ellos, como la Carta sin sobre de José Cornejo Franco, el ponente menciona los nombres de estos escritores y títulos de sus obras, con comentarios de la vida y la personalidad de la mayoría de ellos. Entre los escritores mencionados está el doctor José María Casillas Aguirre, originario de Capilla de Guadalupe que hizo vida en Autlán, al grado de ser considerado un benefactor de este municipio.

Luis Rodríguez Jáuregui, del Seminario de Cultura Mexicana, expuso Enrique González Martínez: médico y poeta. Dos libros autobiográficos: El hombre del buho y La apacible locura, en el que ofrece una semblanza biográfica de este poeta tapatío y analiza las referencias autobiográficas que dejó en los libros que se mencionan en el título de la ponencia.

 

Mesa 2. Literatura del siglo XX.

César Antonio Camacho Gámez, de El Colegio de Jalisco, presentó el trabajo Azuela y el giro afectivo: la dimensión político-histórica de “Nueva burguesía”, donde hace un análisis de esta novela poco conocida del escritor laguense, a la que considera diferente, por estar ubicada en el centro del país. La novela está ambientada en la pugna electoral entre Almazán y Ávila Camacho en 1940, con la vida de una familia avecindada en Nonoalco, DF como eje. El ponente compara las expresiones de los personajes de la novela al respecto del ambiente político con la arena política actual en las redes sociales, equiparando a esas expresiones con las reacciones de Facebook. Considera a esta novela un tratamiento vigente del proceso electoral, en el sentido de la discusión pública, y a Azuela un autor aún presente.

 

Mesa 3. Historia del siglo XVI.

El arqueólogo Éric Orlando Cach Avendaño, de la Universidad de Guadalajara, expuso Una nueva fecha para la contextualización histórica de los sitios prehispánicos de Lagos de Moreno y los Altos de Jalisco. Inició mostrando la ubicación de zonas arqueológicas en Lagos, donde existen asentamientos humanos fechados entre los siglos VI y X, varios siglos antes de lo que hasta hace poco se daba por hecho, y mostró además detalles de un individuo sepultado en una tumba múltiple del sitio de San José de los Ranchos, cuya tumba incluye piezas de arte de alta calidad, una muestra del desarrollo de ese grupo. La exposición contextualiza estos datos con lo que ocurría en otros sitios de Mesoamérica, como la caída de Teotihuacán, y afirma que muchos sitios en el norte mesoamericano, como los de Lagos, colapsaron por motivos como cambio climático o problemas de organización social. Por último, afirmó que el patrimonio arqueológico de Lagos está en constante riesgo por actividad agrícola, extractiva y por obras públicas y de construcción.

Carlos Gómez Mata, de la Universidad Autónoma de Zacatecas, expuso el trabajo Una necesaria rectificación sobre la identidad etnocultural del núcleo de la Cañada de Ricos: su origen no es tlaxcalteca, sino de ascendencia otomí. Pasado y presente, en el que ofrece datos que demuestran que la comunidad de Cañada de Ricos, en Lagos de Moreno, habrían sido de ascendencia otomí, llegados para pelear al lado de los españoles en la Guerra Chichimeca. Estos datos fueron obtenidos de documentos virreinales que mencionan al clan otomí De Luna y Tapia y su presencia en la Cañada desde su fundación, del que existen todavía descendientes.

 

Una vista del aula durante el Coloquio.

Mesa 5. Historia, siglos XVI-XVIII.

Lizzie Yedid Madrigal Gaytán, de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco, presentó Patrimonio cultural intangible de El Arenal: el quiote, en el que hace una descripción física de los agaves y del quiote, que es la flor de estas plantas, así como de los usos que tiene esta flor y la importancia que tiene para el patrimonio cultural de Jalisco. El quiote, dijo, es la expresión, literal y metafórica, de la importancia del maguey, al que Humboldt describió como la planta más útil que hay en estas tierras. La ponente terminó su presentación con una reflexión sobre el boom turístico que significó la declaratoria de la UNESCO del paisaje agavero como patrimonio cultural, que se contrapone con una debatible salvaguarda del patrimonio intangible de esa región.

Édgar Daniel Yáñez Jiménez, de El Colegio de Jalisco, expuso La visita pastoral del obispo fray Antonio Alcalde a la villa de Santa María de los Lagos, 1776, que incluyó una breve biografía de este personaje y algunos datos de la visita que hizo a la parroquia de Lagos, con datos obtenidos del Archivo Parroquial de Lagos y otros repositorios. Compartió algunos datos estadísticos que demuestran la importancia de la parroquia de Lagos en esa época, que aparece entre las más importantes del obispado en cantidad de feligreses y número de personas confirmadas. Por último, el ponente leyó parte de la crónica de la visita mencionada.

Thomas Hillerkuss, de la Universidad Autónoma de Zacatecas, presentó El microcosmos de Guadalajara visto mediante las primeras actas de casamientos del Sagrario de su Catedral (1599-1634), donde hace una descripción de las costumbres matrimoniales en Guadalajara en esa época, la cantidad de matrimonios y sus costos, estadísticas, contexto social y económico y el fenómeno de la migración hacia regiones con actividad económica más intensa, que logra a partir del análisis de los registros matrimoniales del Sagrario de esa ciudad. Uno de los detalles que llamaron su atención fue el hecho de que están presentes en esos registros todas las mezclas posibles de calidades étnicas, con el doble de variables de las que hay en los registros de la ciudad de México. Solo que en Guadalajara hay, en ese periodo, 600 registros, mientras que en México hay 22 mil.

Con esta mesa cerró la primera jornada del Coloquio.

Para el sábado 17 de agosto, la segunda y última jornada, se desarrollaron las siguientes mesas:

Mesa 6. Historia, siglo XIX.

Omar López Padilla, de la Universidad de Guadalajara, presentó Orígenes prodigiosas y la forja de una nueva identidad devocional: los señores de la Misericordia de Tepatitlán y Ocotlán (1839 y 1847), una comparación entre esos dos fenómenos de aparición de una figura de Cristo, sus similitudes y divergencias. Aunque se trata de fenómenos que ocurrieron muy cerca en el tiempo y en épocas de calamidades y situación social difícil, tienen diferencias importantes: la de Ocotlán es mucho más local y forma parte de una refundación identitaria, mientras que la de Tepatitlán atrae peregrinaciones de otros lugares. En ambos casos, dijo el ponente, forman parte de un cambio de devoción, del culto mariano al cristológico.

Manuel de Jesús Covarrubias Álvarez, de la Universidad de Guadalajara, expuso La historia oral como metodología en la obra de Agustín Rivera, donde analiza la obra Viaje a las ruinas del fuerte del Sombrero, de este personaje laguense, en la que recurrió a la tradición oral como fuente principal, por no existir documentos que describieran la vida en ese lugar durante la guerra de Independencia. El ponente reflexionó sobre la importancia de la oralidad para la conservación de la memoria colectiva desde la antigüedad y cómo fue criticada por subjetiva a partir del siglo XIX. Sin embargo, actualmente se está revalorando esta fuente, que puede ser importante dependiendo de la calidad de la entrevista.

 

Mesa 7. Historia, siglo XIX.

José Arturo Burciaga, de la Universidad Autónoma de Zacatecas, expuso Colotlán, año de 1817: demografía y población, sobre los datos que se pueden obtener de un padrón parroquial, como la configuración espacial, la identidad personal, oficios y conformación de las familias, aplicado al caso de esta ciudad del norte de Jalisco. En ese año, el padrón de Colotlán solo distingue entre mestizos, indios y españoles, a diferencia de otras parroquias.

Claudia Patricia Rivas Jiménez, de la Universidad de Guadalajara, expuso Asociaciones laborales en Guadalajara durante el siglo XIX, donde describe el proceso de abolición de los gremios a finales del virreinato, lo que dejó a los aprendices y artesanos a merced del abuso de los maestros, que podían maltratarlos o despedirlos sin contar con la protección de un gremio; así como de la desaparición de obrajes y comercios que no pudieron competir con la llegada de manufacturas extranjeras. Esto dio paso a la organización para la defensa laboral y de la importación, que incluyó asociaciones mutualistas y cooperativas, que no tenían una marcada identidad de clase, sino que aceptaban a cualquier persona; la ponente mencionó los nombres y composición de algunas de estas asociaciones y el trabajo que realizaron.

Betania Rodríguez Pérez, de la Universidad de Guadalajara, presentó el trabajo Causas y castigos impuestos a homicidas en Jalisco en los primeros años del México independiente (1823-1833), una descripción del tránsito del aparato de justicia virreinal al del nuevo país, con la herencia de muchas de las disposiciones legales e instancias de aplicación de justicia, que se fueron adaptando conforme México fue redactando sus propias leyes y fundando sus propias instituciones. La ponente ofreció estadísticas de cantidad de homicidios por año, sexo de los agresores y las víctimas y tipo de armas utilizadas.

 

Mesa 8. Historia, siglo XIX.

Evelin Mares, de El Colegio de Michoacán, presentó El conato de creación del estado de Moreno, 1870, donde describe el proceso de este intento de segregación territorial de Jalisco, el cuarto en su historia. Los habitantes de Lagos de Moreno, que se quedaron sin autoridades al huir éstas hacia León al arribo de los alzados que comandaba Trinidad García de la Cadena, en enero de 1870, llevaron a cabo la gestión de constituirse en estado libre y soberano, conforme a la ley, al sentirse desprotegidos. La ponente dio el contexto político de la República Restaurada, donde el presidente Juárez designó directamente a los gobernadores de los Estados, incluido Jalisco, donde el gobernador Antonio Gómez Cuervo carecía de legitimidad, lo que facilitó el surgimiento de estos conatos de separación del estado. Aunque no triunfó esta propuesta, meses después vendría la de crear el estado del Centro, cuando Lagos y León pretendieron constituirse en un nuevo estado de la Federación.

Francisco Javier Sánchez Muñoz, cronista de San Miguel el Alto, expuso La minería en Jalisco durante la segunda mitad del siglo XIX, una amplia descripción de la situación de esta industria en el estado en esa época, con una relación de las minas activas en cada cantón y las denuncias de minas en ese periodo y de las minas que se encuentran activas actualmente. El ponente propone emprender la protección y rescate de minas antiguas para fines turísticos e históricos, así como el decreto de zonas de monumentos históricos en pueblos de tradición minera y el nombramiento de Pueblo Mágico para Ojuelos, Etzatlán y Hostotipaquillo, todo esto con la intención de preservar el patrimonio cultural relacionado con la industria minera.

 

Claudia Gamiño en la mesa 9.

Mesa 9. Historia del siglo XX.

La doctora Claudia Gamiño Estrada, de la Universidad de Guadalajara, expuso el trabajo El Coloquio Internacional de Temas Jaliscienses, reflexiones y experiencias de investigación, donde compartió sus propias experiencias en las 15 ocasiones en que ha participado de esta actividad: sensaciones, temas de investigación, experiencia de la ciudad y el intercambio de ideas y conocimientos con colegas interesados en la cultura y la historia de Jalisco. Su exposición se complementó con fotografías de las ediciones del Coloquio en las que ha estado presente, que son una muestra de la evolución de este esfuerzo de difusión de la cultura.

Con esta ponencia terminó este vigésimo coloquio, cuyos trabajos fueron clausurados a las 14:00 horas del sábado 17 de agosto por el jefe del Archivo Histórico de Lagos, José Israel Gómez Alonzo.

Luego de la clausura, Israel Gómez guio a los asistentes en un recorrido por lo que será el Museo y Centro Cultural de la Ciudad, la antigua cárcel del municipio, una finca cuya etapa más antigua data del siglo XVII y que permitirá conocer la historia de Lagos y sus principales manifestaciones artísticas, así como desarrollar actividades académicas.