jueves, 31 de diciembre de 2020

Autlán en 2020: un recuento de la cultura en el año de la pandemia. 2

Demoliendo el chacuaco.

 La segunda mitad del año 2020 no empezó en Autlán con buenas noticias. La tarde del viernes 3, luego de varios días en que se observaron movimientos extraños en el terreno que décadas atrás ocupó el trapiche entre las calles de Felipe Uribe, Guadalupe Victoria y Valentín Gómez Farías, comenzaron los trabajos de demolición del chacuaco que formó parte de esa instalación industrial y que era punto de referencia y símbolo de ese barrio. En lo que pareció ser un típico sabadazo, igual a aquellos en los que se demolieron la primera sede de la Escuela de Artes en Autlán y la Escuela de Música de Guadalajara (toda proporción guardada), durante ese fin de semana se eliminó cualquier indicio del dicho chacuaco. Fue una pérdida más, la más señalada en los últimos años, de patrimonio edificado en Autlán, ante la pasiva mirada de las autoridades correspondientes.

Pero en este periodo también vimos un resurgimiento de las actividades culturales, ahora en el ambiente virtual. El 15 de julio el capítulo Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco inauguró los trabajos de la tercera edición de su Semana Cultural Ernesto Medina Lima, que duraron tres días y consistieron en la transmisión en vivo por Facebook de trabajos presentados por socios de ese capítulo y del juvenil Costa Sur. Hubo presentaciones sobre música, sobre historia regional, sobre educación y sobre radio.

En agosto, a partir del día 14 y también por Internet, aunque ahora desde un sitio web (festivalcadautlan.com), se celebró la segunda edición del festival CAD Autlán, bajo la dirección de Imanol Vidal Martínez Avendaño, estudiante de Artes Audiovisuales en el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño de la Universidad de Guadalajara. Durante tres días se exhibieron en ese sitio trabajos de diseño, fotografía, pintura y cortometraje realizados por jóvenes de la región e invitados (entre los autores de cortos están algunos directores con premios internacionales).

Daniel Michel en el festival Áurea Corona. 


Una semana después, entre el 21 y el 22 de agosto se celebró otra actividad artística: el cada vez más consolidado festival de música Áurea Corona. También se transmitió a través de Facebook, con una combinación de videos pregrabados y conciertos en vivo. Entre los primeros hubo algunos enviados por los músicos de la familia Corona, descendientes del pianista Reynaldo cuyo centenario celebramos en junio: los pianistas Alejandro y Claudia Corona, el director de orquesta Ricardo Corona, la violinista Aisha Corona, entre otros. Las ejecuciones en vivo corrieron a cargo del trío de jazz Ipso Facto, conformado especialmente para el festival por el baterista Domingo Gómez, el contrabajista Salvador Gómez y el pianista Salvador Cortés; del chelista Armando Pedraza, quien interpretó música clásica; del pianista zapotlense Michel Vega y, de forma destacada, el joven pianista autlense Daniel Michel Hernández. Un detalle de suma importancia en este festival fue la difusión, por primera vez, de la grabación de un ensayo de la profesora Áurea, interpretando piezas de Manuel M. Ponce.

Como punto final del mes de agosto, el día último la unidad 143 de la Universidad Pedagógica Nacional, con sede en Autlán, anunció la publicación de su revista Mediadores, virtual para no desentonar con el nuevo ambiente, definida como un espacio de encuentro, reflexión y difusión del quehacer académico de futuros interventores educativos, pedagogos y docentes. Es una revista semestral, que se publica en la página de la unidad: upn143.mx.

Un momento relevante de este año 2020 que lamentablemente pasó casi inadvertido o, por lo menos no se dio a conocer con la suficiente amplitud, fue el centenario de la fundación de la Benemérita Sociedad Mutualista de Empleados, Obreros y Artesanos, que se cumplió el 1 de septiembre. El año anterior la Sociedad había designado un comité organizador de los festejos del centenario pero, quizás a causa de la pandemia, no conocimos un programa de actividades, ni siquiera en el ambiente virtual.

Lo que no pasó desapercibido fue el aniversario del inicio de operaciones del Panteón de los Dolores, que ocurrió el 15 de septiembre de 1831, fecha que conocemos gracias a las investigaciones de Martha Corona, directora del Museo Regional. El día que se cumplieron 189 años de este acontecimiento fue develada una placa conmemorativa a un lado del ingreso principal del panteón, que ahora sabemos que es uno de los más antiguos de Jalisco.

En 2020 también publicaron libros, en físico, varios investigadores autlenses. El día 17 presentó El país de los rotos el doctor Rodrigo Ramos Zúñiga, vía Zoom, en un acto organizado por el Seminario permanente Innovación educativa, liderazgo y literacidad (SIELL) del Instituto Transdisciplinar de Literacidad del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño de la Universidad de Guadalajara. El doctor Ramos Zúñiga, neurocirujano, se vale de su buena prosa para narrar algunas historias de personas “rotas”, en su salud, en su vida, en su personalidad o que experimentan alguna de las muchas formas de ruptura. A partir de ellas propone la idea de crear, a partir de los vidrios rotos que resultan de la destrucción, un vitral, más luminoso y potente que las piezas de vidrio originales.

Casi un mes exacto después, el 15 de octubre, el doctor Hirineo Martínez Barragán, geógrafo originario de El Rodeo, presentó su libro Teoría del conflicto. Una perspectiva geográfica, también a través de Zoom pero en un acto organizado por la Universidad Católica de Salta, Argentina. En el libro el doctor Martínez Barragán estudia las características del conflicto, sus protagonistas y las formas de abordarlo, así como la posibilidad de no considerarlo siempre como algo negativo sino que puede acarrear el desarrollo de las comunidades donde surge.

Y, hablando de aniversarios, el 21 de octubre de este año se cumplió el décimo del fallecimiento de don Antonio Alatorre, el sabio de Autlán. Las instituciones interpeladas directamente con esta efeméride organizaron actividades conmemorativas interesantes: la biblioteca del CUCSur, que lleva el nombre de este eminente filólogo, organizó un conversatorio virtual en el que participaron Martha Lilia Tenorio, ex alumna de don Antonio; el poeta David Huerta, premio FIL de Literatura 2019; la doctora Irma Bañuelos y Gerardo Alatorre, hijo de don Antonio. Sobra decir que fue una sesión sumamente emotiva, que nos permitió conocer mejor la personalidad de don Antonio.

Por su parte, el Museo Regional y el cronista municipal, con el apoyo de Pulso Regional, produjeron tres videos relacionados con Alatorre, publicados entre el 19 y el 21 de octubre por Facebook: Como un cielo azul y sin nubes, un recorrido por el Autlán de Antonio Alatorre; una visita virtual a la biblioteca del CUCSur y un diálogo entre el cronista y el maestro Alfredo Ortega sobre la relación de Alatorre con el pueblo de Autlán.

La última decena del mes de noviembre fue también muy agitada, aunque fuera a distancia: el sábado 21 la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco, la Universidad de Guadalajara y la Red Nacional de Estudios Trans y Multidisciplinarios del Galeón de Manila, que aglutina a varias instituciones académicas del país, conmemoraron mediante un video publicado en Facebook el aniversario 456 de la expedición de Legazpi y Urdaneta que partió del Puerto de la Navidad a las Filipinas y terminaría descubriendo la ruta del Tornaviaje, que hizo posible el establecimiento de la ruta comercial conocida como la Nao de China. Participaron académicos de la Benemérita, de la Universidad de Guadalajara y el Colegio de Michoacán, representantes de organizaciones culturales y comerciales de Filipinas y de instituciones gubernamentales mexicanas. Hubo reflexiones sobre la relación entre México y Filipinas, datos históricos sobre esta relación y propuestas ambiciosas, como el establecimiento de un pueblo en la Costa de Jalisco o en Colima que sirviera como retiro a los filipinos que trabajan en los Estados Unidos y llegan a la edad de jubilarse.

El Centro Universitario de la Costa Sur no dejó pasar el año 2020 sin celebrar la Semana Cultural Universitaria y lo hizo a distancia, mediante transmisiones en vivo por Facebook: hubo presentaciones de libros, entre ellos El concepto de nación en la obra de Mariano Otero, del maestro Jesús Medina García, donde trae a la escena actual las ideas y conceptos del jurista jalisciense Mariano Otero. También hubo un recital y exhibición comentada de cortometrajes. El miércoles 25 fueron anunciados, desde el Conjunto Santander de Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara, los nombres de los ganadores de la V Bienal de Pintura José Atanasio Monroy, que nació en 1999 en el CUCSur como concurso regional de pintura. Resultaron ganadores artistas de Yucatán, Ciudad de México, Estado de México y Jalisco, lo que nos da una idea del alcance que ya tiene el concurso.

El día 26, para cerrar el mes, fue inaugurada en el Museo Regional una muestra sumamente interesante: la segunda Exposición Internacional del Pequeño Formato, promovida por el artista tapatío Arturo Valdez y que reúne obra de 34 artistas de 14 países. Desde luego, además de la variedad de orígenes también la hay de estilos, técnicas, temas y formatos: hay pintura, grabado, dibujo, fotografía, impresión sobre aluminio y muchas otras.

Una vista de la exposición de la obra seleccionada de la V bienal Atanasio Monroy.


Para cerrar el año, el 10 de diciembre en el auditorio Hermilio Hernández de la Casa de la Cultura fueron entregados al núcleo ECOS Autlán por la secretaría de Cultura de Jalisco 59 instrumentos musicales y 50 atriles para equipar la Orquesta ECOS Autlán, que deberá conformarse con los alumnos que ya trabajan en el mencionado núcleo. Los instrumentos, con un valor de 662 mil pesos, fueron entregados por la directora de Operación y Programación Cultural de la secretaría de Cultura, Ruth Alejandra López Hernández. Algo que llamó la atención en los corrillos políticos autlenses es que el gobernador Enrique Alfaro, que ese día visitó municipios vecinos a Autlán, no hubiera acudido a la ceremonia de entrega. Pero ni falta hizo…

Como podemos ver, el año 2020, con todo lo atípico y desafiante que fue, no dejó fuera de combate a la comunidad cultural autlense. Aunque no se mencionan aquí a detalle, siguieron trabajando normalmente, aunque a distancia, instituciones como los capítulo Costa Sur y juvenil Costa Sur de la BSGEEJ, Radio Universidad, el Museo, las Universidades y otras, que sería largo enumerar.

Y no tenía por qué ser de otra forma…

Voces sepultadas en los archivos 21: cuando La Noria pasó a llamarse Colonia Morelos

Minuta del decreto 7217 con las firmas de los diputados.

El 31 de diciembre de 1957 fue publicado en el periódico oficial El Estado de Jalisco el decreto número 7217 del Congreso local, mediante el cual se le cambiaba el nombre al poblado de La Noria, en el municipio de Autlán, por el de Colonia Morelos. Según el expediente de este decreto, que obra en el Archivo del Congreso, el cambio se debió a una solicitud expresa de los vecinos de esta comunidad, que hicieron al Ayuntamiento de Autlán previa asamblea vecinal. En la solicitud, fechada el 27 de febrero de 1957, los vecinos dan cuenta de la historia de la formación del poblado de La Noria: dicen que el pueblo, que para entonces contaba con 600 habitantes, nació luego de la mudanza de la mayoría de los vecinos que habitaban el pueblo de El Corcovado, a orillas del río Armería, ocurrida a partir del 29 de julio de 1935, fecha en que el gobierno federal dotó de tierras al ejido, que estaban ubicadas precisamente en las inmediaciones de lo que luego sería la población de La Noria. Desde 1940, dicen los vecinos, al centro de población se le dotó de una escuela primaria, que llevaba el nombre de José María Morelos.

Gracias a la cercanía de La Noria con la carretera que comunica a Autlán con Guadalajara, con el tiempo se fueron avecindando en ese lugar personas que vivían en comunidades cercanas, como Chacaltepec. También llegaron a vivir a La Noria trabajadores de las tierras que pertenecían al general Agustín Olachea en el municipio de El Grullo, cerca de los poblados de El Cacalote y La Puerta del Barro, una vez que esas tierras fueron afectadas por el reparto agrario. Una nueva oleada de inmigrantes llegó a La Noria ya en la década de 1950, cuando se mudaron a vivir ahí algunos trabajadores que construían la presa Tacotán, en Unión de Tula, y los canales de riego que distribuían el agua de la presa en el valle de Autlán.

Fue este vecindario, de origen tan heterogéneo, el que decidió solicitar a la autoridad municipal el cambio de nombre de La Noria a Colonia Morelos. El Ayuntamiento autlense envió, el 20 de marzo de 1957, mediante oficio número 530 firmado por el presidente municipal Leopoldo Godoy Cisneros, una comunicación al Congreso del Estado informando de esta solicitud y exponiendo que está de acuerdo con el cambio.


La petición no fue discutida en el Congreso sino hasta el 20 de diciembre siguiente, previo paso por la Comisión de Gobernación, mismo día en que fue expedido el decreto 7217, con las firmas de los diputados Alfonso Escobar Espinosa, presidente, Vicente Méndez Rostro, secretario, y Sergio Corona Blake, también secretario y originario de Autlán. Sería publicado el 31 de diciembre siguiente por el gobernador Agustín Yáñez en el periódico oficial del Estado.

Fuente: Sistema de Información de Procesos del Congreso del Estado: https://congresoweb.congresojal.gob.mx/Servicios/sistemas/SIP/FBuscar.cfm

miércoles, 30 de diciembre de 2020

Autlán en 2020: un recuento de la cultura en el año de la pandemia. Parte 1.

Don Pedro Rosas (der.) durante su homenaje.

 

Hoy, a falta de unas horas para que termine el año 2020, odiado por muchos pero seguramente inolvidable, comenzaremos con el recuento de lo ocurrido durante ese lapso en el ámbito cultural en Autlán. Porque, a pesar de que hubo que cambiar de golpe la dinámica social evitando las reuniones de personas que eran uno de los elementos medulares de las actividades culturales (no por nada “confinamiento” fue considerada la palabra del año por la Fundación del Español Urgente de la Real Academia Española de la Lengua), luego de un bache de algunas semanas a partir del 14 de marzo, cuando se estableció el primer estado de emergencia, las actividades artísticas y académicas tuvieron un resurgimiento, valiéndose de las tecnologías de la información.

Comenzamos el año con mucho ánimo y las mejores perspectivas para el futuro a corto plazo. Era año de bienal Atanasio Monroy, la Secretaría de Cultura anunciaba la actividad denominada Paisajes Culturales, con una etapa en Autlán dedicada a Antonio Alatorre y ya era inminente la apertura de la Licenciatura en Artes en el CUCSur. Estábamos muy animados, “sin sospechar ni un milímetro”, como dijera Pancho Madrigal, que tendríamos que echar mano de nuestra capacidad de adaptación para cambiar muchos de esos planes.

Como es costumbre, en los primeros días de enero, para sacudirnos los últimos restos de villancicos y escarcha de colores, comenzamos a hablar del Carnaval. El día 3, en una atropellada y desordenada ceremonia (como al final terminaría siendo todo el certamen) celebrada en el salón Ernesto Medina Lima de la Presidencia Municipal, el Ayuntamiento presentó a las seis candidatas a reina del Carnaval 2020. Al final dijeron que había una séptima candidata, pero nadie pudo recordar su nombre.

El sábado 4 se llevó a cabo el desfile de anuncio del Carnaval y el viernes 10, en la plaza Alberto Balderas, el anuncio de los carteles del serial taurino. De nuevo fueron anunciados en Autlán y no en la ZMG y eso es lo relevante del caso.

Ya fuera de los asuntos carnavaleros, el 11 de enero por la mañana fue inaugurada en el Centro Escolar Chapultepec una exposición muy interesante: la Muestra Museográfica de ese plantel, anunciada como la primera, lo que implica la promesa de próximas ediciones. Se trató de la exhibición de documentos procedentes del archivo del centro escolar, que fue fundado precisamente para concentrar las distintas escuelas primarias que funcionaban en Autlán en 1944, con todo y sus archivos. De esta forma pudimos conocer en la muestra verdaderas joyas documentales, como listas de asistencia, actas constitutivas de sociedades de padres de familia, libros, entre otros, algunos generados a finales del siglo XIX.

El primer día de febrero, que cayó en sábado, tuvo lugar en el Aula Magna del CUCSur un espectáculo de danza con el que se celebró el aniversario 50 del ballet folclórico La Grana, uno de los activos culturales más importantes de Autlán. Además del ballet festejado participaron el ballet Decanos, la chirimía López Peña y el mariachi de Óscar Rosales, presentando estampas de diversos estados de la República, una de corridos mexicanos y la de Autlán Costumbrista.

Ya a orillas del inicio del Carnaval, el jueves 13 de febrero, el fotógrafo taurino autlense radicado en California Pepe Pelayo inauguró en el Museo Regional su cuarta exposición, bajo el título La mirada taurina de un autlense. Fueron exhibidas en esa ocasión 35 fotos tomadas en los tres años anteriores en las plazas de Guadalajara, la ciudad de México, Autlán y California, donde se dan solamente corridas incruentas.

El mismo día del Entierro del Mal Humor pero por la mañana, en el centro cultural Palacio del Arte se le rindió un homenaje al profesor Pedro Rosas, director de la Escuela Taurina Municipal y ex torero. El cronista de Autlán, Guillermo Tovar, leyó una semblanza de don Pedro, el escritor David Herros compartió algunos textos taurinos y el personaje homenajeado dio un mensaje sobre el toreo como impulso vital. “Sigo siendo torero y voy a morir siendo torero”, dijo.

Ya durante el Carnaval, entre el lunes 17 y el viernes 21, se desarrolló en la Casa Universitaria la Semana Cultural Taurina La Grana, con actividades sumamente interesantes e ilustrativas: la conferencia El andar por los ruedos, del ex matador Antonio Bricio, sobre la vida y las exigencias que tiene que sobrellevar un torero; una plática con el sastre taurino César Gutiérrez; una exposición del internacional fotógrafo taurino Emilio Méndez y un foro en el que aficionados, periodistas, el juez de la plaza Alberto Balderas y otros personajes involucrados en la fiesta brava debatieron sobre diversos temas definidos previamente.

En los días carnavaleros también se desarrollaron actividades “alternativas”: en la Alameda se celebró el Cerveza Artesanal Fest, con la exhibición y venta de cervezas de distintos orígenes, desde Europa y Sudamérica hasta ciudades y pueblos jaliscienses, conciertos de rock y otros géneros y hasta la rifa de la guitarra autografiada por Carlos Santana, organizada por el centro comunitario Tiopa Tlanextli.

De la exposición Raíces Nuestras.


En esos mismos días pero sin relación con el Carnaval tuvieron lugar dos actividades muy relevantes: el viernes 21 fue inaugurada en la Casa Universitaria la exposición Raíces Nuestras, compuesta por 16 piezas artísticas en varias técnicas pero con el elemento en común de estar teñidas con grana. Hubo pinturas, textiles, intervenciones sobre objetos de uso cotidiano y otras piezas. La otra actividad fue la presentación, el sábado 22 en la biblioteca Antonio Alatorre, de los trabajos de ingreso de tres nuevos socios del capítulo Juvenil Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco: Importancia de los sistemas de gestión de calidad en las empresas, de Selene Elizabeth Pérez Rosales, Falta de ética y cultura política ante la alternancia en el poder en la administración pública, de Francisco Emmanuel García Barreto, y Breve historia de una voz desconocida, de Antonio Díaz Landeros. El ingreso de estos tres nuevos socios se formalizó el sábado 7 de marzo en una sesión académica solemne de la Sociedad celebrada en el Museo Regional.

El mes de marzo, por cierto, comenzó también muy activo, con una ceremonia de presentación, el 4 de marzo en la biblioteca Antonio Alatorre, de la licenciatura en Artes, nueva en toda la Universidad de Guadalajara y cuya sede es el CUCSur. Esta nueva licenciatura inició su primer semestre el 7 de septiembre en su terminal de Música, con sede en El Grullo. En la presentación de la licenciatura participaron la presidente municipal de El Grullo, Mónica Marín, el secretario académico del CUCSur Hirineo Martínez Barragán y la rectora Lilia Oliver Sánchez, quien dijo estar convencida de que la enseñanza de las artes es una herramienta para la paz.

El viernes de la siguiente semana, 13 de marzo, a la orilla del abismo, fue uno de los días más activos del año: por la tarde el fotógrafo autlense Ángel González inauguró su exposición Imaginario Autlense en la Casa Universitaria, con más de 70 fotos de lugares y momentos cotidianos de Autlán; por la noche hizo lo propio el artista plástico Hiram Villaseñor en el vestíbulo del centro cultural José Atanasio Monroy, con nueve piezas en técnicas diversas relacionadas con igual número de leyendas o creencias populares autlenses (el arlomo, la viejita del monte, entre otras), e inmediatamente después en la pérgola mayor del centro cultural ofrecieron conciertos los grupo de rock Artesanal Sound y Reborns. Con la pieza Rock and roll, de Led Zeppelin, la segunda banda cerró el concierto y también la forma de vida que conocíamos hasta esa noche. A partir del sábado 14 comenzaría la primera fase del confinamiento a que nos orilló la pandemia y también comenzaría una nueva forma de relacionarnos.

La banda Reborns cerrando el tiempo pre pandemia.


En la segunda quincena de marzo y todo el mes de abril fueron pocas las actividades artísticas o académicas que se desarrollaron. En abril, justo al mes del inicio del confinamiento, la dirección de Cultura municipal echó a andar el Baúl del Arte y la Cultura Autlenses, un programa consistente en la transmisión, a través de Facebook, de cápsulas con información cultural y con la actuación de artistas en vivo. En mayo, el día 21, dentro de este programa se rindió un homenaje al guitarrista autlense Jorge Santana, fundador del grupo Malo, participante en el movimiento musical que tuvo como centro al sello Fania y autor de la canción Suavecito, uno de los himnos del movimiento chicano. Jorge había fallecido el 14 de mayo anterior. El homenaje fue transmitido en vivo por Facebook, con la participación del cronista municipal, con una semblanza del personaje, y del guitarrista Armando Pedraza.

El 15 de junio fue el centenario del nacimiento del pianista autlense Reynaldo Corona Godoy, nacido en la finca que ahora ocupa el Museo Regional y que tuvo una brillante carrera en la época de oro de la radio nacional, como músico y director artístico. El aniversario fue celebrado, también a la distancia y vía Zoom, por la familia del pianista.

martes, 22 de diciembre de 2020

Relatos de Autlán, un ejercicio de memoria

Una panorámica de Autlán desde el cerro Colorado.



Una de las formas más eficaces de perpetuar la memoria colectiva es transmitir el recuerdo de las vivencias, de las costumbres, de la fisonomía urbana y, en general, de la forma de vida de la comunidad de una generación a otra. Esto ocurre casi siempre dentro del núcleo familiar, mediante la narración oral de acontecimientos pasados y a través del uso de palabras y expresiones que de esta forma permanecen vivas. Así, las familias resguardan su memoria vital, la que, en unión con la de otras familias, va conformando la memoria de toda la comunidad. Este traspaso de los recuerdos de una generación a otra es una de las formas de la microhistoria.
Casi siempre la memoria se transmite de forma oral. En ese medio se han perpetuado, por ejemplo, las leyendas de la Piedra del Cerrito o del Coajinque, nacidas quién sabe cuándo pero que reviven cada que las volvemos a narrar, o las historias de aparecidos que no faltan nunca en las reuniones familiares. Lo que no es tan común es que alguien se tome el trabajo de reunir los recuerdos de los acontecimientos de la familia, asentarlos por escrito y, aparte, llevarlos a imprimir para ponerlos a disposición de sus descendientes y de sus amigos. Esto es lo que hizo el señor José de Jesús Vargas Reyes en su libro Relatos de Autlán, publicado con la intención expresa de compartir sus recuerdos con su círculo más cercano.
Don Jesús nació en 1950 en Ixtlahuacán del Río, Jalisco, hijo de padre tepatitlense. Pero desde 1953 su familia se radicó en Autlán, donde el autor del libro que comentamos vivió su infancia y primera juventud. Con los recuerdos de esa época, comprendida entre su llegada al pueblo y el año de 1967, redactó los 17 relatos que componen el libro, un trabajo ejemplar de microhistoria.
El libro comienza con un prefacio en el que aclara que los relatos fueron hechos precisamente para capturar los recuerdos antes de que con el tiempo se convirtieran en “nebulosas difíciles de recordar” y para compartirlos con su familia, amigos, ex compañeros de la preparatoria y con los vecinos de Autlán que se interesaran en ellos. A través de las 63 páginas del libro visitamos, en una prosa ágil y clara, el Autlán que vivía el proceso de transformarse en una ciudad moderna, merced a la apertura de las comunicaciones con el resto del país, en forma de carreteras, red telefónica y hasta una estación de radio, y de afirmarse como una ciudad de importancia en el Estado de Jalisco, con la instalación de una escuela preparatoria y la erección de la diócesis Rivoriense. Todo esto lo vemos a través de los ojos de un niño y de un adolescente, que ve con asombro y avidez los cambios que ocurren en su entorno.
Gracias a esta iniciativa de don Jesús Vargas por conservar los recuerdos, conocemos los nombres, personalidades y acciones de algunos ilustres profesores autlenses, como el padre Víctor Cortés en el nivel de primaria, el doctor Jesús Velázquez y el químico Adán Uribe en secundaria (ambos con nombre de calle), así como el doctor Nabor de Niz y don Gabriel Lima en la preparatoria. También recorremos los ríos y arroyos de los alrededores de Autlán que en esa época eran los balnearios familiares (La Caja, el Coajinque…), los días de escuela en el colegio Amador Velasco, los trabajos en los establos familiares que en esa época todavía existían en pleno centro de la ciudad o las excursiones infantiles a la cueva del Ermitaño. Claro, no quedan fuera las evocaciones de las plazas públicas, de las tardes en el cine Lux o en el Mutualista o el servicio eléctrico de la década de 1950, que se prestaba solamente durante cuatro horas al caer la tarde y solo servía para encender los focos de las casas. Hay también anécdotas sabrosas, como la fuga de presos de la cárcel municipal hacia 1959, que cruzaron la casa de don Jesús para salir tranquilamente por la puerta (su casa colindaba, pared con pared, con la cárcel), y descripciones de la parte festiva de la identidad autlense: el Carnaval, como se celebraba en aquellos ya lejanos tiempos, y el Casino Autlense con la función social que mantuvo durante generaciones.
Como ya lo dije, Relatos de Autlán es un ejercicio de microhistoria. No tiene el rigor de un trabajo de historia pero sí la agudeza para rescatar esas minucias que conforman la identidad colectiva.
El libro, aunque lo merecería, no está disponible al público

domingo, 13 de diciembre de 2020

Un análisis del sistema político de los EU en la sesión del capítulo Juvenil Costa Sur de la BSGEEJ

 

Imagen tomada de Expansión.

Mediante la aplicación Zoom, este sábado 12 de diciembre el capítulo Juvenil Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco celebró su última sesión ordinaria del año. Con la asistencia de nueve personas, la sesión comenzó pocos minutos después de las 10:00 horas.

El anfitrión fue el socio Francisco Barreto, licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad del Valle La Grana, quien presentó el trabajo titulado Sistema político en Estados Unidos y sus elecciones, que eligió por considerarlo pertinente dado el interés que ha generado en el mundo el proceso electoral que actualmente vive la potencia norteamericana.

La exposición comenzó con una descripción del sistema político de los Estados Unidos y sus antecedentes históricos: es constitucionalista y democrático, su Constitución está considerada la más antigua del mundo y la que ha servido de base para muchas de las que rigen a otros países, incluido México. Este sistema político fue creado como contraparte al monárquico que era el más común en el mundo a finales del siglo XVIII, cuando los Estados Unidos lograron su independencia. El de los Estados Unidos, nos dijo Francisco, es el primer Estado federal exitoso, cada uno de los 50 Estados que lo integran tiene su propio gobierno y Constitución.

Mediante la presentación de esquemas y gráficas, el expositor describió algunas de las principales particularidades de la organización política estadounidense, que mantiene algunas características que otros países han abandonado, como la figura del vicepresidente, electo en la misma fórmula que el presidente y que le sirve de sustituto y como presidente del Senado. El Congreso es bicameral, con un Senado de 100 miembros y que se renueva por tercios cada dos años y una Cámara de Representantes de 435 integrantes electos por sufragio universal y que se renueva por completo cada dos años.

En cuanto a su sistema electoral, el ponente nos mostró un cronograma electoral del proceso 2020-2021, comentando que en esta ocasión se puso especial énfasis en el voto por correo debido a la pandemia, lo que fue utilizado por el candidato Donald Trump para alegar que se cometió fraude. También nos informó los requisitos para ser presidente de los Estados Unidos: ser ciudadano por nacimiento, con 35 años de edad como mínimo y una residencia en el país de por lo menos 14 años. El proceso electoral comienza con unas elecciones primarias, en las que se definen los candidatos de cada partido, que proceden a hacer campaña por todo el territorio. Este primer paso, nos explicó Francisco, nació a principios del siglo XX gracias a las demandas de grupos políticos que exigieron mayor participación de los ciudadanos.

Los estadounidenses con derecho a votar lo hacen en la fecha estipulada, pero solo para elegir a 538 miembros (electores) del Colegio Electoral, que serán quienes elijan al presidente. Estos electores son votados mediante planillas previamente comprometidas con alguno de los candidatos a presidente. El voto popular pasa a segundo plano, por lo que es perfectamente posible que un partido consiga una cantidad mayor de votos y aun así pierda la elección, si es que el Colegio Electoral quedó integrado por una mayoría de electores del partido contrario.

Al final, el expositor presentó algunas estadísticas que ejemplifican las diferencias que se dan entre el voto popular y el del Colegio Electoral: los triunfos de James Carter en 1976, de Ronald Reagan en 1980 y 1984 y de George Bush padre en 1988.



viernes, 11 de diciembre de 2020

Entregaron instrumentos musicales para el núcleo ECOS Autlán


 

La tarde de este jueves 10 de diciembre se llevó a cabo en el auditorio Hermilio Hernández de la Casa de la Cultura una ceremonia de entrega de instrumentos musicales para equipar al núcleo Autlán del programa Ensambles, Coros y Orquestas Sinfónicas (ECOS), por parte de la Secretaría de Cultura (SC) del Estado. El acto comenzó a las 16:20 horas, con la asistencia de unas 35 personas, entre autoridades municipales y estatales, becarios y padres de familia del núcleo ECOS Autlán.

La ceremonia fue presidida por Ruth Alejandra López Hernández, directora de Operación y Programación Cultural de la SC; el regidor del Ayuntamiento de Autlán Servando Navarro Medina; Alexander Flores Arias, director de Arte y Cultura de Autlán; Daniel Lona Reyes, coordinador del programa ECOS; Armando Emmanuel Pedraza Guerra, director del núcleo Autlán; Guillermo Espinosa Solórzano, síndico del Ayuntamiento de Autlán, y Orlando Israel Ramírez Ramírez, jefe de Arte y Cultura de Autlán.

En representación de la secretaria de Cultura de Jalisco, Ruth López dio un mensaje en el que dijo que la Secretaría apuesta por que los niños jaliscienses tengan en las manos instrumentos musicales en lugar de objetos que puedan causar algún daño a la sociedad. Mencionó que en la secretaría asumen el funcionamiento del programa ECOS como parte importante del eje Cultura para la Paz. Detalló que en el acto se entregaban 59 instrumentos y 50 atriles para la conformación de la Orquesta ECOS Autlán, que tienen un valor de $662,000.00 pesos.

Luego de la funcionaria estatal, el síndico y el regidor autlenses dirigieron sendos mensajes, éste último refirió las presuntas irregularidades administrativas que encontraron al tomar posesión de la administración municipal en octubre de 2018, que se tuvieron que subsanar para que Autlán no quedara fuera del programa ECOS. Aseguró que se hará uso correcto de los instrumentos y se tendrá un buen resguardo de ellos.

Por último se realizó la firma del convenio de comodato de los instrumentos.

miércoles, 9 de diciembre de 2020

Inventario de monumentos 38: un busto de Francisco I. Madero en El Jalocote


El Jalocote es un ejido ubicado al norte del municipio de Autlán, cuyo centro de población lleva el mismo nombre y es el último asentamiento de cierta importancia que el viajero se encuentra sobre el camino que lleva a San Juan Cacoma, antes de trasponer los límites del municipio. Tal vez por su identidad agrarista, los espacios públicos de El Jalocote recuerdan constantemente a la Revolución y a las luchas por la tierra: las calles principales se llaman Revolución y Emiliano Zapata, por ejemplo, mientras que la escuela primaria del pueblo también lleva el nombre del movimiento social que derrocó al dictador Porfirio Díaz.

Precisamente frente a la fachada de la escuela está el único monumento del pueblo, como dando la bienvenida a quienes llegan a ella o como saludando a los numerosos paseantes que van a las zonas boscosas más altas: un curioso cuanto llamativo busto del apóstol de la democracia, Francisco I. Madero. Se trata de una representación, de proporciones algo mayores a las naturales, del que fuera contrincante de Díaz en las elecciones presidenciales de 1910, realizada al parecer en concreto por un artista de apellido Ancira, cuya firma aparece escrita a mano en uno de los hombros del prócer.



Madero luce elegantemente vestido con saco negro y corbata de moño, investido con la banda presidencial. Perfectamente peinado (se pueden ver las líneas del peine en el cabello) y con su característica perilla don Panchito mira fijamente al frente, con una sonrisa enigmática. Las proporciones de sus facciones son algo caricaturescas: las orejas, nariz y cejas parecen demasiado grandes para el tamaño de la cabeza, mientras que las pupilas son tan pequeñas como apenas un puntito negro al centro del globo ocular, lo que le da a su mirada un cariz perturbador. La escultura es muy colorida y parece haber sido pintada recientemente: lucen nítidos los colores de la ropa, de la banda y aún los de la piel y el pelo.

Este busto está asentado sobre una sencilla columna algo más ancha en la base que en su parte superior. Tanto la columna como el busto se ven en muy buen estado de conservación, aunque le vendría muy bien un trabajo de retoque de la pintura porque en algunos espacios aparece desconchada, acaso por efecto de la humedad. También, y de forma más urgente, el conjunto necesita una limpieza a fondo.

El busto de Francisco I. Madero en El Jalocote es una expresión, quizás naíf e ingenua pero no por eso menos válida, de orgullo por el origen del pueblo.



domingo, 6 de diciembre de 2020

Una conferencia sobre la expedición de Magallanes y Elcano

Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano. Imagen tomada de La Vanguardia.

 

El sábado 5 de diciembre por la mañana el capítulo Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco celebró su sesión ordinaria correspondiente a este mes, a través de la aplicación Zoom. Con la asistencia de alrededor de 15 personas, la sesión comenzó pocos minutos después de las 10:00 horas.

El anfitrión de la reunión fue el profesor Luis Ernesto Dávila Rodríguez, quien desde Barra de Navidad presentó su trabajo La primera circunnavegación del mundo. Su exposición comenzó recordando que el 28 de noviembre de 1520, es decir, hace 500 años, la expedición capitaneada por Fernando de Magallanes logró salir del estrecho que ahora lleva su nombre, en el extremo sur de Sudamérica, para descubrir el que llamaron océano Pacífico. De esta expedición, de la que existe la opinión generalizada de que fue la primera en lograr darle la vuelta completa al mundo, el profesor Dávila recordó algunos datos: la figura y el trabajo del cronista Antonio Pigafetta, originario de Vicenza y que registró los pormenores de todo lo acontecido durante el viaje de tres años; la heterogeneidad de orígenes nacionales de la tripulación, pero también de su conformación general, financiada por la corona de España y capitaneada por un portugués, “nacionalizado” español; las guerras, intrigas, hambre y muertes sufridas por sus integrantes en las islas del oriente asiático, entre muchos otros acontecimientos.

El expositor también nos habló de un personaje poco recordado pero que podría ser la primera persona en lograr la vuelta al mundo: Enrique de Malaca, un aborigen filipino, al parecer de origen noble pero que había sido comprado como esclavo por Magallanes en Europa y partió de España junto con la expedición. El Negro Enrique, como era llamado, fue de gran utilidad en la conquista de las algunas islas de las que era originario y, al llegar a ellas, habría completado la vuelta al globo. Enrique fue liberado por Magallanes en su testamento, que habría surtido efectos al morir éste en una batalla en las Filipinas, pero el Negro también falleció en circunstancias similares en la isla de Mactán, en una refriega contra indígenas cebuanos.

De la expedición solo regresarían a España 18 tripulantes en una sola de las naves originales: la nao Victoria. La Concepción sería incendiada intencionalmente en las islas ante la falta de tripulantes para gobernarla, mientras que la Santa María se hundió poco después debido a las malas condiciones en que se encontraba.

El profesor Dávila recordó otras expediciones que dieron la vuelta al mundo en aquellos años: la del corsario inglés Francis Drake el 26 de septiembre de 1580, la de Joffre de Loaysa el 26 de mayo de 1536 y la de Thomas Cavendish, completada el 19 de septiembre de 1588. También mencionó la teoría, no confirmada, de que los chinos habrían completado una circunnavegación en 1421, publicada por el inglés Gavin Menzies.

La expedición de Magallanes y Elcano, concluyó el expositor, acercó a los continentes y comprobó que la Tierra es redonda.

martes, 1 de diciembre de 2020

Exposición de la V bienal de pintura José Atanasio Monroy

Paisaje urbano 24. Pablo Castañeda.

 El pasado jueves 26 de noviembre fue inaugurada en el vestíbulo del centro cultural José Atanasio Monroy del CUCSur la exposición de la obra seleccionada, de los cuadros ganadores y de lasmenciones honoríficas de la V bienal de pintura José Atanasio Monroy. La exposición, que ocupa todo el vestíbulo más los dos pasillos de acceso al Aula Magna, no está aún abierta al público. Lo estará, según informó el secretario académico del CUCSur, doctor Hirineo Martínez Barragán, una vez que se levanten o suavicen las restricciones debidas a la pandemia.

En total se encuentran expuestas 46 obras, de ambas categorías de la bienal: artistas emergentes y artistas consolidados. Al ingresar al vestíbulo por la puerta principal nos recibe un desplegado con la firma de Atanasio Monroy, convertida ahora en la imagen de la bienal. Flanqueando al desplegado vemos las dos mamparas sobre las que se encuentran las obras ganadoras y las menciones honoríficas.



En la convocatoria se establece la libertad de técnica y de tema para las obras concursantes, por lo que podemos encontrar una enorme variedad en la exposición. Sin embargo, observamos una mayoría de cuadros abstractos y de gran formato, que forman un evidente contraste con las obras de don Atanasio Monroy que están expuestas permanentemente en una vitrina al centro del vestíbulo.

Espacio público en tiempos extraños. Ángeles Alejandra Marentes Lugo.


Al recorrer los espacios en los que están montados los cuadros hallamos una muestra del estado actual de la creación pictórica en México, como lo advierte el mensaje impreso en la parte posterior del desplegado. Podemos encontrar lo mismo imágenes oníricas (Panoramas distópicos. Los sueños de los niños, de María Campiglia; El laboratorio del sueño, de Ralf Winfried Walter), testimonios de la vida en la pandemia (Espacio público en tiempos extraños, de Ángeles Alejandra Marentes Lugo; Paisaje urbano 24, de Pablo Castañeda) y referencias al génesis y a la resurrección (Acerca de la resurrección, de Antonio Ortiz Herrera; Ritual, de Alejandra Elizabeth Ruiz Rincón) o a escenas domésticas con sentido irónico (Retratos de familia, de María de Jesús Ruelas Ramírez; Caja vacía, de Yolanda Mora Pérez Tejada).

No faltan, desde luego, las denuncias de los problemas sociales de nuestros días: está, por ejemplo, Exiliados de la memoria, un políptico de 48 piezas de Humberto Barajas Bustamante sobre la tragedia de los desaparecidos.

El centro cultural José Atanasio Monroy es la primera sede de esta exposición, que tiene el carácter de itinerante, por lo que visitará otros espacios en el país. Claro, cuando esto sea posible.