Lo que vimos la tarde del sábado
fue una muestra de lo que los conviteros produjeron a partir de las actividades
de estos diez meses, mediante las artes plásticas, el teatro y la conservación
de la memoria. En ellos hay, desde luego, un fuerte elemento rulfiano, pero
también de celebración de la identidad comunitaria de Apulco, de la que Rulfo y
su obra son solo una parte. De Autlán llegamos hacia las 18:00 horas,
encontrando en la placita frente a la basílica de Apulco un ambiente alegre y
animado, con los organizadores de la muestra trabajando en los últimos detalles.
En ese lugar, que tiene como fondo la imponente vista de la basílica, se
estaban instalando, en el sitio donde se encuentran las letras de colores de
Apulco, una mesa con las muestras de los trabajos que los conviteros hicieron
en el arte de la pintura, con cántaros, máscaras, piedras y otros objetos
cotidianos intervenidos con los dibujos que a cada uno le dictó su inspiración.
En la parte posterior de la mesa, como invitando a los visitantes a acercarse a
ella, había una gran calavera, de aspecto festivo y cruzada de brazos.
En el costado poniente de la plaza
se instaló la exposición de los 54 dibujos, diversos en técnicas y estilos, que
componen la lotería rulfiana. Esos dibujos representan a los familiares más cercanos
de Juan Rulfo, a algunos de sus principales personajes, a lugares de la región
que se mencionan en su obra y a cada uno de los cuentos de El Llano en
llamas. Al fondo de la plaza se colocó el escenario, con una escenografía
que reproduce algunos de los elementos del llano: órganos pitayeros, estrellas,
un sol reluciente y una cruz. Frente a él, las sillas para el público, que las
ocupó por completo, además de todos los espacios cercanos en los que era posible
sentarse. En este escenario se llevarían a cabo las actividades escénicas de
que hablaremos más adelante.
Fue a las 19:20 horas cuando la
conductora, Veiruth Gama Soria, dio la tercera llamada para que iniciara la
muestra. En ese momento la coordinadora del Convite, Brenda Guadalupe Vargas
Ramírez, dio un mensaje en el que explicó cómo trabajó el Convite Cultural a lo
largo de los últimos meses, con talleres artísticos y escucha activa de
historias que les contaron las personas mayores de Apulco. Ella cedió la
palabra a Raquel Enciso Bautista, del Comité de Cultura y Turismo de Apulco,
quien explicó los pormenores del proyecto de la lotería rulfiana, una
colaboración entre este comité y el Convite, surgida de una plática informal.
Raquel explicó que la lotería
rulfiana está integrada por imágenes relacionadas con Juan Rulfo, como
explicamos arriba, que fueron hechas por personas con edades que van de 5 a 67
años, aunque la mayoría de los participantes son niños. En total, más de 30 personas
colaboraron en la producción de esta lotería, entre la creación de los dibujos
y las diversas tareas de producción. Son el producto de una serie de
actividades que se realizaron a lo largo de varios meses, con la intención de
que los habitantes de Apulco conocieran mejor a Rulfo y su obra y se sintieran
orgullosos de ella.
Los actores. |
El siguiente momento de la velada
fue la representación por parte de los conviteros, dirigidos por Omar Gómez del
Castillo, de una serie de sketches escritos a partir de las historias que
los viejos de Apulco les contaron en estos meses. Hay en estas manifestaciones
teatrales historias de fantasmas, casos moralizantes, narraciones de la vida
cotidiana en el pueblo y recuerdos dolorosos, como la historia que les contó
don José Yáñez Carrasco de cuando los soldados federales corrieron a los que
vivían en Apulco durante la Guerra Cristera, bajo la amenaza de quemar sus
casas con ellos dentro. Don José, todavía muy niño, recuerda incluso la canción
que su mamá iba cantando durante el viaje al exilio.
Al terminar las representaciones,
don José, que se encontraba entre el público, fue llamado por Brenda Vargas a
acercarse al escenario para que cantara esa canción de tan lejanos como imborrables
recuerdos, que no es otra que Ya la luna va saliendo. Acaso el momento
más emotivo de la noche.
Las Llamas Vivas. |
A esto siguió la actuación del
dueto de circo urbano Las Llamas Vivas, que ofreció un muy buen espectáculo de
danza y manipulación de fuego en el escenario y alrededor de él, con diversos instrumentos
que, a manera de antorchas, sirvieron para llenar de luz y movimiento la plaza.
Luego vendrían algunas partidas de lotería con las cartas rulfianas que crearon
los conviteros, para cerrar la velada con música a cargo de DJ Transfer.
Jugando a la lotería rulfiana. |
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