martes, 2 de septiembre de 2025

Concluyó el IX Festival Áurea Corona

Durante la mesa de diálogo. De izq. a der.: Irma Sosa, Rodolfo Avendaño y Edgardo Herrera.

 La última noche del mes de agosto fue también la última de la novena edición del Festival Áurea Corona, cuyas actividades se extendieron por diez días, en los que pudimos disfrutar conciertos, conferencias y clases magistrales. Ante unas 20 personas, el domingo 31 de agosto se llevó a cabo, para comenzar a cerrar el festival, una mesa de diálogo titulada Amigos de Pepe Sosa, en la que participaron el matrimonio conformado por Irma Sosa y Rodolfo Avendaño, hermana y cuñado del compositor autlense, y Edgardo Román Herrera del Castillo, quien fuera su amigo. La mesa comenzó a las 19:25 horas y se desarrolló en el salón de usos múltiples del Museo y Centro Regional de las Artes.

La mesa de diálogo estuvo dedicada a compartir recuerdos y anécdotas sobre Pepe Sosa, que permiten conocer mejor su personalidad. Entre lo más interesante que se compartió estuvo la anécdota que refirió el ingeniero Avendaño, quien recordó que mientras él y su esposa estaban en Tampico, trabajando para la Compañía Minera Autlán, el entonces joven Pepe Sosa se fue a vivir con ellos y allá fue donde comenzó su carrera artística, cantando en restaurantes. El golpe de suerte le llegó en una cena de la empresa, donde el ingeniero Enrique Madero Bracho, propietario de la Compañía, lo escuchó cantar y le propuso llevarlo a la Ciudad de México para presentarlo con Rómulo O´Farril, uno de los propietarios de Televisa. En esa empresa de medios, Pepe Sosa fue escuchado y enviado a perfeccionar su técnica de canto, donde ganó un segundo lugar en un concurso, siendo superado solo por Mijares.

También se recibieron durante el transcurso de la mesa, por medio de Esdras López Mundo, director de Cultura del gobierno municipal, algunas anécdotas de amigos de Pepe Sosa que no estuvieron esa noche en el Museo. Ramón Uribe, por ejemplo, recordó que Pepe Sosa intentó participar en el Festival OTI pero, al no poder hacerlo, vendió los derechos de la canción Vamos a jugar a Lorenzo Antonio, quien triunfó con ella en ese concurso. El profesor de la Escuela Preparatoria Regional de Autlán, Carlos Montes Rivas, sí estuvo entre el público que presenciaba la mesa y se levantó para compartir recuerdos de cuando fue compañero en ese mismo nivel educativo de Pepe Sosa, con diferencia de un semestre entre ellos: pasaron por su plática el Grupo Tarasco, que integraron Sosa, Juan José Meza, Carlos Delgadillo y otros, las serenatas que llevaban constantemente y la amistad que siguió floreciendo en Guadalajara, cuando se fueron a estudiar diferentes carreras.

Alí Sosa y Los Imprudentes.


Al terminar la mesa de diálogo, los asistentes pasamos a la plazuela del Bicentenario, afuera de la entrada principal del Museo, para escuchar el concierto que ofrecería Alí Sosa para cerrar el festival. Ante unas 30 personas y comenzando a las 20:30 horas, el concierto se dividió en dos partes: en la primera, Alí fue acompañado por algunos integrantes del grupo Los Imprudentes (contrabajo y dos guitarras) para cantar tres canciones de Pepe Sosa, su padre: Cuando te caiga el veinte, Lágrimas de mi corazón y la famosa De rodillas te pido, con la que su autor alcanzó el éxito total.

Para la segunda parte, Alí cantó solo con el acompañamiento de su guitarra dos canciones propias inspiradas en la muerte de su padre y en el duelo que tuvo que vivir al afrontar esta pérdida. Alí cantó ante unas 30 personas, la mayoría familiares y amigos de Pepe Sosa, algunos de quienes corearon los versos de De rodillas te pido.

Cuando terminó el concierto y para poner el cierre al festival, se anunció que la décima edición estará dedicada a homenajear a don Manuel Morán Godoy, mariachero que trabajó en Autlán y la región a principios del siglo XX.