La ciencia médica llama trastornos de la articulación temporomandibular a una serie de afectaciones de las articulaciones y músculos de la masticación, que conectan la mandíbula inferior con el cráneo. Estos trastornos y sus causas son muy variados, así como sus tratamientos y sus consecuencias a largo plazo.
Cuando esas articulaciones sufren
alguno de estos trastornos el paciente puede sufrir síntomas muy diversos,
aunque el que nos ocupa en este texto es solo uno: la dificultad para mantener
la boca cerrada, en el sentido literal del término. Quien sufre este
padecimiento luce la mandíbula “caída”, con la consecuencia de que su boca
permanece abierta aunque su dueño no esté hablando ni comiendo. En no pocas ocasiones
el labio inferior luce como proyectado hacia adelante, acaso por efecto de la
gravedad.
Aunque actualmente con mucho
menor frecuencia que hace un par de décadas, en Autlán se le llama boquelo/a a
quien padece de este síntoma. El término es siempre despectivo, si se le dirige
de frente al afectado es a manera de insulto o, cuando menos, de una muy pesada
llevadera. Cuando lo decimos a sus
espaldas es porque el paciente está siendo duramente criticado por nosotros.
El diccionario de la Real Academia
Española de la Lengua no recoge este término en alguno de sus diccionarios,
tampoco la Academia Mexicana lo tiene en su diccionario de mexicanismos. No conozco
algún ejemplo de su uso en alguna otra región del país, fuera del Occidente de
México.
Sin embargo, el origen
etimológico de boquelo parece fácil de rastrear: como otras palabras que tienen
relación con ella, su origen podría estar en el latín bucco, que significa boca. El sufijo –elo que la completa se usa
normalmente como un diminutivo un tanto cariñoso: chicuelo por chico, tontuelo
por tonto, etc. Un boquelo sería, entonces, un término no muy duro para
designar a alguien que es llamativo por su boca. Aunque, claro, esto es pura especulación.
Pero hay que decir otra cosa:
aunque ya dije que el diccionario de la RAE no incluye el término boquelo, el
de la Real Academia Galega sí lo tiene. En gallego la palabra boquelo tiene dos
acepciones: “agujero debajo del horno para tirar la basura” y “apertura, paso,
generalmente más pequeño que la boquilla”. Los dos conceptos son evidentemente
hijos del latín bucco y, para el uso que
se da a boquelo en nuestra región, es el primero el que parece tener mayor
relación.
¿Será nuestra palabra boquelo una
importación del idioma gallego o una construcción local hecha con elementos latinos?
Fuentes:
* Diccionario de
la Real Academia Española de la Lengua, consultado en https://dle.rae.es/buco#2gifcFT
* Diccionario de
la Real Academia Galega, consultado en https://academia.gal/dicionario/-/termo/boquelo
* Trastornos de
la articulación temporomandibular, en MedlinePlus. Consultado en https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001227.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario