Durante el ensayo de esta tarde. |
Aunque ya habían tenido una presentación el 24 de mayo anterior, el 15 de junio de 2012, hoy hace tres años, hacía su debut formal la Orquesta Típica de Autlán en el salón de usos múltiples del Museo Regional, dentro del ciclo de cine Los hermanos Rodríguez y su legado en la época dorada del cine mexicano, con un programa de cuatro piezas, incluyendo dos de Clemente Amaya. Con este motivo, esta tarde en ese mismo lugar tuve una plática con el maestro Víctor Rafael Ambriz Morán, director de la orquesta, en la que hablamos sobre el devenir del grupo en estos tres años y su situación actual, igual que los planes a futuro. La plática transcurrió bajo la atmósfera creada por los sonidos de los diferentes instrumentos de la orquesta, que tenía en ese momento uno de sus ensayos.
Según el maestro y lo que podemos constatar en los últimos conciertos, el nivel individual de ejecución de los integrantes de la orquesta ha mejorado sustancialmente, teniendo en cuenta que la mayoría de ellos no sabía tocar un instrumento musical al integrarse al grupo. Una de las actividades de la orquesta, además de los ensayos y las presentaciones, son los talleres de música en los que se enseña precisamente a ejecutar los distintos instrumentos, lo que la ha convertido en un semillero de nuevos músicos que han conformado la mayor parte de la alineación actual de la orquesta, que consta de 45 integrantes, la mayoría estudiantes de primaria y secundaria. Algunos de los alumnos acaban de ser aceptados para participar en la Orquesta Sinfónica Juvenil José Pablo Moncayo, mientras que otros se encuentran aprendiendo a tocar instrumentos como el salterio y las mandolinas, lo que le dará un sonido más amplio al grupo y un crecimiento mayor a los músicos.
En el aspecto de gestión, la Orquesta Típica de Autlán tiene la particularidad de que están integrados los padres de familia de los integrantes, quienes hacen aportaciones financieras para el traslado de maestros especializados en las diferentes familias de instrumentos, para los viajes de la orquesta a sus presentaciones fuera de Autlán y diversos gastos. Su participación, según Ambriz, ha sido fundamental para el desarrollo del grupo.
El repertorio de la Típica incluye, además de música mexicana (su esencia), música clásica y composiciones formales contemporáneas. Hay una intención de incluir en su repertorio, que ya se compone de 80 piezas montadas, todos los géneros musicales. Esta apertura existe también para aceptar invitaciones a presentarse en cualquier lugar a donde son invitados, que van desde el jardín de una colonia popular en Autlán hasta el escenario de un teatro en la capital del Estado.
En el corto y mediano plazo hay planes para grabar un par de discos; uno de ellos incluiría composiciones inéditas de compositores autlenses, de las que el maestro Ambriz tiene cientos de partituras descubiertas durante un trabajo de investigación, así como presentaciones en lugares como Atequiza, Lagos de Moreno, Aguascalientes y Querétaro, de donde ya tienen invitaciones, y un curso con profesores de la Universidad de San Diego en Ciudad Guzmán y un campamento en la ribera de Chapala para los alumnos más avanzados.
Para seguir creciendo, según Víctor Ambriz, hace falta crear un cuerpo de maestros más amplio, que pueda atender individualmente a las diversas secciones de la orquesta. También se requiere actualizar algunos instrumentos, así como ampliar la instrumentación con equipo de la mejor calidad.
La Orquesta Típica de Autlán acaba de regresar de Ixtlahuacán de los Membrillos y Chapala, y se ha presentado a lo largo de estos tres años en diversos foros del interior y la capital de Jalisco y de estados vecinos, en los que deja una buena impresión de Autlán, como un pueblo culto y amante de las artes. Esa imagen es solo uno de los servicios que la orquesta le presta al pueblo.
La Orquesta Típica de Autlán debe ser una fuente de orgullo para los autlenses.
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