sábado, 21 de diciembre de 2024

Un recital de la obra de Wilfrido Íñiguez en el Museo Regional

El maestro Héctor Salcedo al piano.

 Dentro del programa del festival navideño 2024 de Autlán, la noche de este viernes 20 de diciembre tuvo lugar en el salón de usos múltiples del Museo y Centro Regional de las Artes un recital de piano con obra del maestro ocotlense Wilfrido Íñiguez, a cargo de Héctor Manuel Salcedo Becerra. El recital comenzó a las 20:12 horas, con la asistencia de apenas unas 25 personas, entre quienes encontramos al doctor Nabor de Niz, al profesor Jaime Gabino Gómez y al doctor Hirepan Solorio y la maestra Nora Pérez, catedráticos de la licenciatura en Artes del Centro Universitario de la Costa Sur.

El primer momento de la velada fue la exhibición, sobre la pantalla móvil del Museo, de un breve video sobre la biografía del maestro Wilfrido Íñiguez, en el que nos enteramos de sus trabajos en la música, como compositor, ejecutante y maestro, además de fundador de escuelas de música; en el deporte, como futbolista profesional, y sobre el valor de su legado en la música. Al terminar las primeras dos piezas del recital, el maestro Ismael Mendoza, ex alumno del profesor Wilfrido, leyó un breve texto donde se valora la obra de Íñiguez. El texto inicia con la frase “A Dios por el arte”, típica de don Wilfrido.

El pianista Héctor Salcedo, también ex alumno de Wilfrido Íñiguez, interpretó en el piano Kawai un programa de 18 piezas de su maestro, con un constante diálogo con el público para explicar algunas características de esas composiciones. Al terminar, explicó que la mayoría de la música de este programa no era conocida ni siquiera por sus alumnos y que quedó guardada por muchos años hasta que ellos la descubrieron y comenzaron el trabajo de difundirla. Este concierto es parte de este esfuerzo, junto con otros dos que se dieron el miércoles 18 de diciembre en la Escuela Superior Diocesana de Música Sacra de Guadalajara y el templo de Santa Teresa de la capital de Jalisco, además de la publicación de un disco compacto y un libro con las partituras, ambos con el título Ecos sonoros, todo esto con apoyo del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes del Estado de Jalisco. Las partituras y el disco estuvieron a la venta en el Museo al terminar el recital.

El programa comenzó con las piezas Al amanecer y Abril, para continuar con dos composiciones de la época de estudiante del maestro Wilfrido: Preludio e Invención. A estas, siguieron seis piezas que el maestro Wilfrido compuso para sus hijos o inspirado en ellos y que Héctor Salcedo explicó que, aunque no conforman una suite, a él le gusta verlas como tal. Se trata de El travieso Wiliche, Rondó, La cajita de música, El tambor y la flauta, En marcha y el vals Cecilia.

La que sí es una suite, muy breve, es la que conforman Lento y Molto espressivo, que fueron las siguientes interpretaciones. A ellas siguieron Pensado, de 1980; Súplica de amor, de la época del grupo musical Wilfrido y su orquesta; ¡Ah!, de curiosa historia; el vals Rocío, compuesto para su hija cuando ella cumplió 15 años; Nocturnal, que el pianista relaciona con las noches de luna en el lago de Chapala, que el maestro Wilfrido todavía conoció limpio y en plenitud, para cerrar el recital con el vals Josefina, dedicado a la esposa de su autor.

El pianista Héctor Salcedo es ocotlense, fue alumno del maestro Wilfrido Íñiguez en Ocotlán y continuó sus estudios en la Escuela Superior Diocesana de Música Sagrada de Guadalajara, donde estudió canto gregoriano, y en el Pontificio Instituto de Música Sagrada en Roma, donde obtuvo el magisterio en Composición y Órgano y el post grado en Improvisación y Música Contemporánea, teniendo como maestros a monseñor Valentín Miserachs, al presbítero Theo Flury, entre otros. En Roma fue integrante de diversos coros y director de música del oratorio de san Francisco Saverio al Caravita; ha ganado premios internacionales de composición y en improvisación y ha sido profesor de música en varias instituciones de la capital jalisciense. Actualmente es director de música y organistsa en la iglesia de Saint Malachy, en Brownsburg, Indiana, EU. Un dato significativo en su carrera es que fue organista titular de la Catedral de Guadalajara, mismo cargo que desempeñó durante muchos años el autlense Hermilio Hernández.

La música que forma parte de este esfuerzo de divulgación también se puede escuchar en línea, mediante la aplicación Spotify, en este enlace.

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