lunes, 9 de diciembre de 2024

Los murciélagos y su morfología en la sesión de diciembre del Capítulo Costa Sur BSGEEJ

Murciélago vampiro (Desmodus rotundus). Foto de Francisco J. Durán tomada del Museo Nacional de Costa Rica.

 Este sábado 7 de diciembre sesionó en el salón de usos múltiples del Museo y Centro Regional de las Artes de Autlán el Capítulo Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco (BSGEEJ), con la doctora María Magdalena Ramírez Martínez como anfitriona. La parte pública de la sesión comenzó a las 11:50 horas y se desarrolló ante unas 10 personas.

La anfitriona de la sesión expuso el trabajo La dieta y la evolución craneal de los murciélagos, acerca de cómo el tipo de alimentos que consumen estos animales ha ido determinando la evolución de la forma y otras características de sus cráneos. En este trabajo se siguen algunos hallazgos de la doctora venezolana Sharlene Santana, quien ha hecho investigaciones de la morfología de las diversas especies de murciélagos.

La ponente comenzó su exposición afirmando que los mamíferos tenemos muy diversos tipos de alimentación, por lo que han evolucionado diferentes estructuras que la facilitan. “Somos lo que comemos”, dijo, en el sentido de que la comida ha ido definiendo la forma del cráneo de cada especie. En el caso específico de los murciélagos, existen especies que se alimentan de forma radicalmente distinta, desde los que comen insectos hasta los que se alimentan de la sangre de otros animales, pasando por los frugívoros y los que pescan. Al no poder usar sus patas delanteras para sujetar su alimento, por haber evolucionado a alas, se valen para esto del hocico, incluso los hay que comen mientras vuelan. En estas especies es más notoria, entonces, la influencia de la comida en la forma que han ido tomando sus cráneos, con diferencias muy notables en los dientes, la forma y extensión de algunos músculos que participan en la masticación, entre otros.

La doctora Ramírez mostró ejemplos de la morfología craneal de distintas especies de murciélagos, en los que se puede notar el cambio entre los que comen alimentos más duros, que es necesario masticar con más fuerza, con aquellos que no tienen esta necesidad. En los primeros, los músculos de la masticación son más fuertes y complejos y sus dientes tienen una forma más sinuosa, mientras que su mandíbula es capaz de abrir más y de dar una mordida más fuerte. La exposición se complementó con una muestra de cráneos de murciélago reales y de impresiones en 3D, de mayor tamaño, que nos permitieron conocer mejor las diferencias morfológicas determinadas por la alimentación.

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