domingo, 20 de febrero de 2022

Inauguración de la Semana Cultural Taurina previa al Carnaval 2022


 

Con una conferencia sobre arte y toros y la inauguración de una exposición del pintor Rubén Espinosa, el lunes 14 de febrero fueron inaugurados en la Casa Universitaria los trabajos de la Semana Cultural Taurina que organizaron el Patronato Organizador del Carnaval 2022 y la organización Fomento Cultural Tauromaquia Hispanoamericana (FCTH), en los días inmediatamente anteriores al inicio del Carnaval. La ceremonia de inauguración comenzó a las 20:10 horas, con la asistencia al patio central de la más que centenaria finca de unas 50 personas, entre las que se contaron integrantes de la directiva del Patronato, el presidente municipal de Autlán y funcionarios del Ayuntamiento.

Antes de dar paso a los protocolos, tres de las integrantes del Grupo de Baile Español y Flamenco Sacromonte bailaron un par de piezas, como para comenzar a impregnar el ambiente de un sabor taurino: Que no salga la luna, de Rosalía, y Rosa de Pitiminí.

Enseguida escuchamos mensajes de bienvenida del presidente del Patronato, Alejandro Sotomayor, y de FCTH, el ganadero Juan Pablo Corona, este último en video pregrabado. Este video, proyectado sobre el fondo del escenario de la casa, fue la primera muestra de una de las características notables de esta semana cultural, con respecto a otras similares de años anteriores: el uso de las nuevas tecnologías de la comunicación para llevar a cabo las distintas actividades, para un público presente en el recinto y, de manera simultánea, para otro diseminado por todo el mundo taurino.

El tercero de los presidentes en tomar la palabra fue el del municipio de Autlán, Gustavo Robles, quien habló del orgullo de ser autlenses y tener el Carnaval taurino más importante de México. Él hizo la declaratoria de inauguración, a las 20:33 horas.

Inmediatamente después tuvo lugar una segunda inauguración, ahora de la exposición del pintor Rubén Espinosa Aguilar, montada en las salas de exhibición de la Casa. Antes de cortar el listón inaugural, el autor explicó que no fue posible traer la muestra completa por problemas con el transporte, pero que la exposición constituye una “reconexión con Autlán” que él experimenta luego de haber realizado la portada de la revista Autlán Taurino, de la señora Emma Gómez.

La parte medular de la velada fue la conferencia En el toreo caben todas las artes, de la socióloga Mary Carmen Chávez Rivadeneyra, que se desarrolló mediante una sesión de Zoom cuya imagen se proyectó sobre el ya mencionado fondo del escenario y que pudieron presenciar lo mismo quienes se conectaron a esa plataforma como los que vieron la transmisión en vivo por Facebook. Una minoría la vimos también en la Casa Universitaria. En total, varios cientos de personas, que no hubieran cabido en alguno de los auditorios adecuados para conferencias que existen en Autlán.

La ponente, que se encontraba en la ciudad de México, explicó que el toreo ha sido fuente de inspiración para artistas de todas las disciplinas. “Las bellas artes giran en torno a la tauromaquia”, afirmó al inicio de su conferencia. Con esto inició la primera parte de la presentación, que incluyó un rápido repaso por la historia de la relación entre el toro y la Humanidad y su registro en obras primitivas: las pinturas en las cuevas de Altamira, el arte minoico y piezas de bulto de la Edad de Piedra, en las que se representan toros, solos o interactuando con personas. De aquí pasamos a los inicios del toreo, como ejercicio bélico de preparación en la Edad Media, que evolucionó a un espectáculo de entretenimiento antes del siglo XVI. Ahí comenzaría el desarrollo de las suertes y la vestimenta, hasta llegar a lo que conocemos en nuestros días.

La segunda parte de la exposición fue una revisión de la presencia de la tauromaquia en obras de cada una de las bellas artes, con juicios de valor y análisis de la obra y lo que el autor expresó en ella. Así comenzamos con la pintura, del que mencionó el registro que Francisco de Goya realizó de los cambios verificados entre los siglos XVIII y XIX en el toreo, detallado con realismo y enfatizando a la sociedad que acudía a la plaza y lo que ocurría en ella. También mencionó a las vanguardias del siglo XX, a Fernando Botero y su rompimiento de las imágenes clásicas del toreo y a los mexicanos Diego Rivera y Pancho Flores, entre otros.

De la escultura se explicaron las obras europeas de la Edad de Piedra y del Bronce que todavía pueden admirarse en museos de allende el Atlántico, así como las obras modernas de Rosendo Novás, Sebastián Miranda y otros. Un lugar especial merecieron los monumentos ubicados en plazas de Europa y América: a José Cubero, Nimeño II y Curro Romero, por ejemplo.

La revisión de la tauromaquia en la arquitectura comenzó con una referencia al laberinto de Creta y a las primeras plazas de toros, inspiradas en los coliseos romanos y que no siempre fueron redondas. De las plazas, la socióloga de la UNAM dijo que son “recintos espirituales”, los últimos que quedan en la podmodernidad. Cada una de ellas tiene su historia, sociología y es, además, un recinto cultural.

La literatura es una de las artes en que mayor presencia hay de la tauromaquia. Las referencias a ella en la conferencia comenzaron con el Cantar de Mío Cid pero incluyeron a Cervantes, Góngora, los doce sonetos taurinos de Sor Juana y a los poetas de las generaciones del 98 y del 27. La ponente mencionó a algunos autores y sus obras de inspiración taurina.

En el caso de la música no podían faltar los pasodobles, “acorde de contrastes armónicos que dan carácter y belleza a la corrida”. Con un lugar especial para Agustín Lara y sus pasodobles dedicados a toreros, la expositora mencionó a algunos de los principales autores de esta música y sus obras.

La danza tiene en el flamenco un género especialmente relacionado con la tauromaquia, al que la ponente definió como el maridaje perfecto. En ambas manifestaciones hay dramatismo, alegría, sentimiento profundo, tienen tiempos y movimientos compartidos. “Flamenco y tauromaquia, almas hermanas”, afirmó.

Por último, sobre el cine se mencionaron algunas adaptaciones de novelas, como Santa, la primera película sonora mexicana, vidas de toreros y parodias, como Ni sangre ni arena, con Cantinflas. También se revisaron aquí algunas referencias al toreo en películas de grandes directores.

Por último, la maestra Chávez Rivadeneyra compartió una definición de arte, como expresión que nace del artista y se comunica con el público y tiene en común con el toreo que ninguno de ellos miente. Pero cerró con una pregunta abierta para los espectadores, que cada uno respondería para sí mismo: ¿cómo definirían al arte?

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