![]() |
Arturo Vaca y Luis Salvador Ramírez. |
El recinto lució adornado con
elementos taurinos y del Carnaval de Autlán, como capotes, una réplica de un
burladero y unas banderillas, también se encuentran expuestas ahí algunas piezas
del fotógrafo autlense Pepe Pelayo y pinturas de Armida Maldonado, todas de tema
taurino.
La jornada inició con la
conferencia La crianza del toro bravo, a cargo del veterinario Luis
Salvador Ramírez Robles, de la ganadería San Constantino, de Atengo, Jalisco,
quien comenzó su exposición con un video sobre el ganado de casta, en el que se
explican de forma general las características de este tipo de bovinos, que tarda
hasta cuatro años en lograr su desarrollo óptimo, a diferencia del ganado
lechero o de carne. El ponente explicó que en México existen alrededor de 260
ganaderías de bravo.
La conferencia se desarrolló como
una conversación entre el ponente y el cronista taurino Arturo Vaca, quienes
hablaron sobre diferentes tópicos acerca de la crianza de este tipo de ganado,
que resumimos enseguida:
La selección de vacas para
reproducción se realiza mediante la tienta, donde se observan las reacciones,
la forma de embestir y las características físicas de cada animal; el ganadero
elige de esta forma cuáles considera más aptas para ser madres. Las que no son
seleccionadas se curan de las heridas que sufrieron en la tienta y se engordan
para destinarlas al rastro.
El becerro tiene bravura desde su
nacimiento, embiste a otros animales o personas e, incluso, a la madre. A los
tres o cuatro meses estos animales ya son territoriales, por lo que son comunes
las peleas en el campo, lo que hace necesaria su separación en corrales.
Las características fenotípicas
de la hembra y el macho, con base en los papeles, es decir, en su linaje, son
el fundamento para la decisión de las cruzas.
La ganadería San Constantino
cuenta con linajes de diferentes ganaderías, aunque desde 2012 están depurando
su ganado y forjando su propio encaste.
Las vaquillas o novillos que
mueren en el campo, a causa de las peleas entre ellos o a manos de novilleros,
son consumidos en la misma ganadería.
La consanguinidad en los toros de
lidia es común, aunque se debe cuidar para evitar el nacimiento de crías con
malformaciones.
En la ganadería San Constantino
prefieren destinar su ganado a corridas, puesto que los novillos no han podido lucir
en festejos por la inexperiencia de los novilleros.
El precio de un toro para un festejo
depende de la categoría de la plaza: para una de primera, como puede ser la
Nuevo Progreso de Guadalajara, puede ser de 80 mil pesos; en las de tercera,
como la de Tecolotlán, puede costar entre 20 y 25 mil pesos.
El ponente hizo una amplia
exposición sobre los cuidados y el manejo de los toros que se embarcan hacia
una plaza, un trabajo muy riesgoso tanto para los animales como para quienes
los llevan. Este manejo siempre debe realizarse entre dos o más personas, las
mismas que atienden a los toros en la ganadería, puesto que son a ellas a
quienes reconocen. En el caso de Autlán, el desembarque es complejo porque a la
hora que se realiza suelen haber personas trabajando en el escenario que se
instaló horas antes para el concierto nocturno en el ruedo, además de otros
elementos como plantas de luz, lo que provoca ruido y movimiento que pone
nerviosos a los toros.
La conferencia fue ampliamente
comentada por los asistentes, quienes también hicieron preguntas sobre el
manejo de los toros de lidia y el destino que tienen una vez muertos en la
plaza o luego de ganarse el indulto.
![]() |
Durante la plática con Ángel Blanco. |
Al terminar esta conferencia, se
estableció comunicación por videollamada con el guitarrista regiomontano Ángel
Blanco, quien reside en Quebec, para escuchar una plática sobre el autlense
Rafael Adame, autor de un concierto para guitarra y orquesta y uno de los músicos
que compusieron obras microtonales, con su maestro Julián Carrillo. Ángel dio
una semblanza biográfica de Adame, de quien dijo que nació en Autlán el 11 de
septiembre de 1904 y aquí tuvo a sus primeros maestros, entre quienes se cuenta
a Nicolás Sánchez, aprendiendo música clásica y popular.
En 1923, Adame marchó al
Conservatorio Nacional, que era dirigido por Julián Carrillo, donde se tituló
en 1925 como guitarrista, el primero en México. Comenzó a trabajar con Carrillo
en el Grupo 13, haciendo música microtonal con una guitarra especial construida
por el laudero jalisciense Baudelio García. Adame compuso al menos cuatro obras
microtonales y contribuyó a la escritura numérica ideada por Carrillo; luego de
que éste saliera del país, Adame trabajó en la Escuela de Bellas Artes y como
violonchelista en la Sinfónica Nacional.
En la conferencia de Ángel Blanco
también escuchamos un fragmento de una entrevista con la señora Luz María
Ochoa, sobrina de Adame, quien compartió algunos detalles de su personalidad y
del destino que tuvo parte de su obra, que quedó en acervos de instituciones
fuera del país. Ángel Blanco, para concluir su intervención, compartió que el compositor
gabrielense Blas Galindo compuso, en la década de 1970, un concierto para
guitarra eléctrica y orquesta, pensando en Carlos Santana, otro gran
guitarrista autlense.
No hay comentarios:
Publicar un comentario