martes, 25 de febrero de 2025

Autlán estuvo presente en el Congreso de Cronistas e Historiadores en San Ignacio Cerro Gordo

La torre sur de la parroquia de San Ignacio de Loyola, con la efigie del arzobispo Francisco Orozco y Jiménez.

 San Ignacio Cerro Gordo es el municipio más joven de Jalisco, categoría que consiguió apenas en el año 2003, luego de una movilización social constante y bien dirigida. Pero como asentamiento humano, San Ignacio es mucho más antiguo, tanto que este domingo 23 de febrero celebró su aniversario 328, nada menos que con un Congreso de Cronistas e Historiadores organizado por el gobierno municipal y la Vocalía II, Región Occidente, de la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades y Comunidades Mexicanas (ANACCIM) y en el que participaron representantes de municipios de Jalisco, Colima y Aguascalientes.

El Congreso se desarrolló en la Casa de la Cultura de San Ignacio Cerro Gordo, una construcción reciente pero edificada en un estilo acorde a la imagen urbana de esta región, con el uso de cantera y arquerías en un diseño sobrio, con espacios amplios y bien ventilados. Rodeada de campos de cultivo de la proverbial tierra roja alteña y con el icónico Cerro Gordo frente a su fachada, esta casa cuenta con dos niveles, en los que se distribuyen salones para la enseñanza y la práctica de diversas disciplinas artísticas, cuyos corredores están adornados con murales de temas diversos: en algunos vemos a figuras del cine y la música popular mexicana, mientras que el que fue pintado en el cubo de la escalera representa algunos elementos de identidad de San Ignacio. Esta casa tiene también un amplio auditorio, con capacidad para unas 500 personas y un escenario muy espacioso, en el que bien cabe una orquesta o un ballet. El auditorio se llama Cecilia González Gómez y en él se llevó a cabo la ceremonia de inauguración del Congreso, comenzando a las 10:46 horas ante apenas unas 50 personas.

El escenario del auditorio, antes de iniciar la ceremonia de inauguración.


En la inauguración estuvieron presentes la presidente municipal de San Ignacio, Teresa Romo González; el cronista municipal, José Zócimo Orozco Orozco; los regidores Araceli Torres Torres, Ana Patricia Jiménez, Rosalba Vázquez, Luis Ronaldo Morales, Andrés García y Raymundo Hernández, el contralor Ramiro González y María del Refugio Morales, directora de Cultura, Turismo y Educación.

La primera edil de San Ignacio Cerro Gordo dio un mensaje en el que mencionó que la memoria colectiva de un pueblo es su mayor tesoro, cuyos guardianes son los historiadores. La reunión que propició este Congreso, dijo, es una oportunidad para fortalecer nuestra labor y que los jóvenes se interesen por la historia, por lo que agradeció a los organizadores y dio la bienvenida a los participantes.

Enseguida se rindieron honores a la Bandera, con la escolta del CECYTEJ de Capilla de Guadalupe, población muy próxima a San Ignacio, y la banda de guerra Señor de la Esperanza, dirigida por el profesor Ricardo Lara Murillo. Esta banda, integrada por jóvenes de ambos sexos, interpretó al terminar los honores una pieza musical compuesta por su director y dedicada a San Ignacio Cerro Gordo, interpretación que resultó interesante por la riqueza melódica lograda con los instrumentos de una banda de guerra.

Con esto terminó la ceremonia de inauguración, pasando entonces los ponentes a sus respectivas mesas de trabajo, que se instalaron en los salones de la Casa de la Cultura, con la siguiente integración:

Mesa 1, ubicada en el salón de danza y bajo la moderación de Jesús Horacio Jiménez Puga. En ella participaron Juan Ramón Ramírez Andrade, cronista de Atotonilco el Alto; José Luis Márquez Figueroa, de la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima; José Luis Corona Castañeda, cronista de Pabellón de Arteaga, Aguascalientes; Guillermo Tovar Vázquez, cronista municipal de Autlán de Navarro; Francisco Javier Sánchez Muñoz, cronista de San Miguel el Alto; José León Torres, de Jesús María, Jalisco; Marco Antonio Corral Ramírez, cronista honorario de La Huerta; Rodrigo López Sevilla, cronista urbano ambiental de Manzanillo, Colima, y José Zócimo Orozco Orozco, cronista de San Ignacio Cerro Gordo. Los temas que se expusieron en esta mesa serán detallados más adelante.

Mesa 2, instalada en el salón de teatro bajo la moderación de Laura Jiménez Zamudio. Participaron Rosalba Vázquez Orozco, regidora de San Ignacio Cerro Gordo, con el trabajo Donaciano Vázquez Orozco. Legado de generosidad y compromiso con San Ignacio Cerro Gordo; José Arturo Luévano, cronista de Villa Hidalgo, con Paso de Sotos hasta el siglo XVIII; Marco Antonio Corral Ramírez, cronista honorario de La Huerta, con Cuzalapa iba a ser México. El municipio Cuautitlán de García Barragán; José Abelardo Ahumada González, cronista de Colima, con El desalmado repartimiento de indios en la conquista de la antigua provincia de Colima; José Antonio Galán Amézquita, cronista de San Pedro Tlaquepaque, con La parroquia de San Pedro Apóstol, Tlaquepaque: fundación y evolución. 1845-2024 y Mirtea Elizabeth Acuña Zepeda, de la Asociación de Cronistas de Pueblos y Ciudades del Estado de Colima, con Doble fundación de Colima.

Mesa 3, en el salón de música, moderada por Lucía Angulo López, en la que participaron Marco Antonio Corral Ramírez, cronista honorario de La Huerta, con Centro ceremonial a parroquia. Municipio La Huerta; José Salazar Aviña, cronista de Tecomán, Colima, con La independencia de México comenzó en España. Por fin Tecomán es municipio, y Verónica Valencia Salazar de la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades y Comunidades Mexicanas, con Deportaciones moriscas hacia América, siglos XVI y XVII: su llegada y participación en la Conquista y colonización de la Nueva Galicia. Aquí también se presentó, en voz del cronista de Tecomán, el trabajo De Tochpan a San Juan Bautista de Tuxpan, del cronista de este municipio del sur de Jalisco, Víctor Manuel Mendoza Sánchez.

Los organizadores tuvieron el buen gusto de disponer, en cada salón, una mesa con algunos alimentos y bebidas, entre los que estuvieron los infaltables café y agua, fruta y botanas, pero también gorditas de maíz típicas de la región.

Trabajos en la mesa 1.


La mesa 1, en la que nos tocó participar, se desarrolló de la siguiente forma:

Rodrigo López Sevilla presentó el trabajo Defensa ciudadana por la presunta cancelación oficial del puerto de Manzanillo, basado en un reporte estadístico del puerto, realizado en 1850 por el francés Manuel Aliphat con una descripción general del puerto, para defenderlo contra la idea de cancelarlo que había surgido en el Congreso de México, alegando problemas de contrabando e insalubridad. En el reporte se ofrecen argumentos a favor de la permanencia del puerto, como la diversificación del empleo y la mejor distribución de los productos de la región, además de alegar que Manzanillo y su región eran, al contrario que Mazatlán, una zona pacífica y ordenada. El ponente resaltó el valor cartográfico e histórico del documento, como primer informe realizado por un servidor público y el más antiguo con datos estadísticos del puerto que se conoce.

Ramón Ramírez, de Atotonilco, presentó La hacienda de Milipillas, un resumen de la historia de este asentamiento, que se origina en el señorío indígena de Coynan y en el que llegó a estar el mayorazgo más extenso de la Nueva Galicia. En su ponencia, el cronista detalló los nombres de propietarios y sucesores del mayorazgo, así como el desarrollo de Atotonilco y su relación con San Ignacio Cerro Gordo.

Luis Márquez, de Colima, presentó la ponencia El maíz, que es un avance de una investigación mayor sobre el valor de este producto en la alimentación de los mexicanos. Comenzó destacando la variedad de tipos de maíz, llamando a protegerla del maíz transgénico, y mencionando los tres grandes grupos de alimentos, que generaron un desarrollo cultural en distintos rumbos del globo: el maíz, el arroz y el trigo. El ponente habló también de la mitología griega y romana y los númenes relacionados con los alimentos, de los dioses mesoamericanos asociados al maíz y del origen de esta planta en el teocintle, descubierto en la década de 1970 en la sierra de Manantlán, entre la Costa de Jalisco y Colima. La ponencia incluyó una explicación sobre el proceso de nixtamalización, los productos derivados del maíz, que van desde alimentos hasta combustibles, y su presencia en la cultura mexicana, a través de fiestas, modos de hablar y hasta obras de arte.

Luis Corona, de Pabellón de Arteaga, explicó el origen de su municipio, en la hacienda de San Blas de Pabellón, que data del siglo XVII, en cuyos terrenos de Monte del Infierno se instaló una estación del ferrocarril que comunicaba a las ciudades de México y Juárez. En el contexto de la desaparición de las haciendas y del reparto agrario, en Pabellón se comenzaron a asentar trabajadores que construían la cercana presa Calles, con sus familias, quienes al establecer un núcleo de población solicitaron dotación de tierras. Pabellón se ha desarrollado gracias a la inmigración desde otros municipios, estados y países y se ha configurado con una traza urbana moderna, a diferencia de poblaciones vecinas más antiguas.

Guillermo Tovar, de Autlán, presentó el trabajo De la Conquista el cocoliztle. El doloroso nacimiento del Autlán moderno, con una explicación del origen prehispánico de Autlán, ubicado por la arqueóloga Chloe Pomedio en los primeros años de nuestra era, y el proceso de despoblamiento debido a la violencia y a las enfermedades a mediados del siglo XVI. En este proceso comienza también la integración de la traza moderna de Autlán, que el ponente establece a partir de la instalación de dos asentamientos primigenios: el convento franciscano, en la actual parroquia del Divino Salvador, y el hospital de indios en el barrio de Las Montañas.

Francisco Sánchez, de San Miguel el Alto, expuso Los Altos de Jalisco en el Camino Real de Tierra Adentro. Reflexiones sobre la protección del patrimonio histórico y minería, con una detallada exposición sobre las declaratorias de protección del patrimonio que existen en municipios de los Altos, como las de monumentos históricos, pueblos mágicos, lo relacionado al CRTA y los centros históricos de los municipios, que protege la Secretaría de Cultura estatal. En este sentido, mencionó la declaratoria de la UNESCO para el CRTA, del 1 de agosto de 2010, que incluye sitios específicos, como el cementerio de Encarnación de Díaz, el fuerte de Ojuelos y el centro histórico de Lagos. Además de las descripciones de estos sitios, el ponente afirmó que los Altos tienen muchos elementos de identidad y patrimonio, cuyas autoridades no han sabido ver, por lo que este patrimonio se está destruyendo. Habló también de propuestas de declaratoria de zona de monumentos históricos para Teocaltiche, una de las poblaciones más antiguas de Jalisco, y de otros lugares, además de una ruta turística de la plata en los Altos. Concluyó exponiendo algunos de los logros que se han alcanzado con las declaratorias y las tareas pendientes que todavía hay en la conservación del patrimonio de la región.

José León Torres, de Jesús María, expuso Acercamiento sociohistórico al origen de Jesús María, en el que habló del mundo de vida de los Altos, con características como una economía cerrada, apego a la tierra y a la religión y familias extensas y unidas. Su trabajo incluye una descripción general a histórica de Jesús María, cuya identidad está basada en las imágenes religiosas de la Sagrada Familia y cuyos rasgos culturales vienen de los chichimecas y de los rancheros españoles.

Marco Corral, de La Huerta, presentó Villa Purificación a 492 años de su fundación, con una relación de la historia de esta población basada en el libro La fundación de la Villa de la Purificación, del historiador Aristarco Regalado Pinedo, que se encontraba a la venta en la Casa de la Cultura por parte de una delegación que vino desde ese municipio. Habló también de los diversos cambios en la categoría política de la villa a lo largo del tiempo y compartió algunas consideraciones sobre la falta de desarrollo que ha padecido y sobre la falta de registro de su patrimonio cultural.

Zócimo Orozco, cronista anfitrión, junto con el profesor Horacio Garza Guerra, narró el proceso de municipalización de San Ignacio Cerro Gordo, que se logró a pesar de las resistencias de las autoridades de Arandas. El movimiento inició con reuniones en la casa del profesor Garza, originario de Monterrey, para luego pasar a un trabajo de difusión a todo el pueblo y a las gestiones ante la autoridad estatal, que rindieron frutos el 4 de diciembre de 2003, cuando se expide el decreto del nuevo municipio.

A las 15:15 horas inició, nuevamente en el auditorio, una ceremonia de entrega de reconocimientos a los ponentes, quienes además recibieron un obsequio consistente en una botella de tequila Hacienda el Campanario, que se fabrica en San Ignacio. Pero, antes de a los ponentes, se entregó reconocimientos a niños que participaron en un taller de crónica impartido por Zócimo Orozco y Verónica Valencia a alumnos de nivel primaria de este municipio y que escribieron textos sobre su historia matria. Los niños reconocidos fueron Paula Madaí Orozco Morales, Noemí Orozco Castellanos y Miguel Ángel Ríos Sandoval, de la escuela Francisco Medina Ascencio, y Andrea Barba Casillas y Ximena Hernández Muñoz, de la escuela Amado Nervo.

Los organizadores entregaron también premios a las tres mejores ponencias de cada mesa, de la siguiente forma:

Mesa 1: Francisco Sánchez, Ramón Ramírez y Luis Márquez.

Mesa 2: Abelardo Ahumada, Mirtea Acuña y Arturo Luévano.

Mesa 3: Andrés Martínez, José Salazar y Verónica Valencia.

El orden en que están escritos los nombres es el mismo del lugar que obtuvieron en su mesa.

El cronista Zócimo Orozco dio un mensaje en el que habló del esfuerzo que se requiere para organizar un congreso de este tipo, del que espera que sea la base para que el próximo año se celebre el centenario de la Cristiada con uno similar. Se dio sorprendido por la calidad de los trabajos del taller que impartieron en las escuelas y compartió el texto realizado por Paula Orozco, sobre una historia que le contó su abuela del desarrollo de las muñecas desde su infancia hasta las Barbies.

Al final, la presidente municipal dio un nuevo mensaje de agradecimiento a los visitantes y organizadores y declaró clausurados los trabajos del congreso, justo a las 16:00 horas, momento en que todos pasamos al patio central de la Casa de la Cultura a tomar la comida, consistente en birria acompañada de frijoles y sopa de arroz y con las típicas tortillas de maíz amarillo de esta región.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Magnífico artículo y reportaje! Se nota el talento y la capacidad de orden. Me gustó el estilo, puntual y apegado a los diferentes momentos de esa reunión. Habrá que seguir leyendo tus producciones ¡Felicitaciones desde Pao de Sotos!