Foto tomada del diario colombiano El Universal. |
El doctor Preciado comenzó su
exposición explicando que se trataría de la visión de un jubilado sobre el
final del camino, el momento en que termina la vida laboral de una persona y se
enfrenta a qué hacer enseguida. La vida puede seguir todavía, pero en ese
momento no sabemos cómo, ya no hay unos pasos o acciones claras a seguir, como
cuando estamos en los años en que trabajamos y “producimos”. En esos años, dijo
el ponente, sabemos que debemos trabajar para mantener una familia, para
construir un patrimonio o para obtener un producto de ese trabajo; al llegar al
descanso crónico en muchos casos no sabemos qué hacer con el tiempo.
Describió enseguida el término
experimento como una unidad que surge del medio y que permite ir trascendiendo.
Puede ser algo que ocurra de forma accidental, externo, o propiciado por uno
mismo. Dicho esto, nos expuso algunos de sus principales experimentos en los 40
años que tiene viviendo en Autlán: diversos negocios, desde un restaurante de
comida mexicana “presentada de manera elegante” hasta una escuela terapéutica,
pasando por fabricación de sillas y rehabilitación y venta de máquinas y
herramientas. Otros experimentos fueron el curso de una segunda licenciatura,
esta en psicología, una campaña política, el trabajo en el gobierno de Autlán,
entre otros.
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