miércoles, 11 de diciembre de 2019

Ambientación navideña Autlán 2019



Desde el pasado 1 de diciembre, día en que comenzaron los festejos navideños en Autlán, el centro del pueblo luce adornado con elementos alusivos a esta festividad cristiana, como es costumbre desde el año 2003, hace ya más de quince años.
En este tiempo, como el lector seguramente recordará, cada año la ambientación navideña del centro de Autlán se montaba con un tema distinto: ha habido desde uno con animales vivos, cuyo olor se percibía desde lejos, hasta uno "marítimo", con figuras de animales acuáticos. También hubo otros de mejor gusto, como un nacimiento "mexicano", cuyos personajes estaban ataviados según el estereotipo campirano de México.


Este año la decoración es mucho más austera, con figuras de papel maché y de otros materiales que han sido usadas en años anteriores. Sin embargo, hay que decir que también luce mejor que en los años recientes: el centro de toda la decoración es, como siempre, el kiosco del jardín Constitución, que por enésima vez ha sufrido modificaciones para adecuarlo, retirándole los barandales y agregándole los elementos que los organizadores dispusieron. Por cierto, estas modificaciones navideñas han propiciado que el kiosco perdiera, desde hace varios años, la lira con que contaba en la parte más alta del techo y que las láminas se hayan deteriorado tanto que ya no ensamblan bien unas con otras.


El kiosco, decía, es el centro de la ambientación de este año, como lo ha sido siempre. Dentro de él se montó la representación del pesebre donde la tradición indica que nació Jesús, aunque sin rastro de la pobreza que mencionan los textos sagrados: aquí luce, atrás de la sagrada familia, un arco dorado que incluye la representación de un resplandor de luz, que se completa con recubrimientos del mismo tono en los pilares del kiosco y cubriendo la parte interior del techo, a manera de cielo falso. Todo en tonos dorados. Al frente del kiosco, hacia el oriente, se colocaron también un par de arcos dorados y cubiertos con guirnaldas verdes, mismo elemento que bordea todo el kiosco. Bajo los arcos hay unas figuras femeninas, que parecen representar a personajes de Medio Oriente de la época de Jesús.
Es costumbre que alrededor del kiosco se coloquen los personajes que complementan el nacimiento y esta vez no es la excepción. De hecho, hay un cierto guiño a los nacimientos que tradicionalmente se colocan en las casas mexicanas, donde no importa la concordancia entre los tamaños de los animales y las personas que ahí se representan, ni entre sus vestimentas o lo que pretenden representar. En el jardín de Autlán podemos ver este año, frente al kiosco por el lado oriente, a cuatro personajes no muy definidos, que bien podrían ser palestinos o mexicanos. Eso sí, parecen ser pastores o campesinos.
En la esquina noreste del jardín, donde alguna vez hubo un prado, luego un acuario y ahora solo un montón de piedras, hay otros personajes, estos sí mexicanos: hay un anciano en actitud de vender artículos de barro (comales, jarros), una mujer lavando la ropa en un arroyo y otra torteando o moliendo maíz en el metate, todos hechos en papel maché. A ellos se agrega un pastor de ovejas, este más bien palestino, hecho en un material completamente distinto.




Frente al lado norte del kiosco hay una representación del viaje de la familia de Jesús a Belén, con María montada en un burro y José caminando frente a ella. La escena está presidida por un ángel en actitud de indicar el rumbo con la mano derecha.


En el montón de piedras de la esquina noroeste no hay mucho qué ver: plantas en macetas o bolsas de vivero (palmas y nochebuenas, que pudieron estar plantadas en la tierra si la hubiera), una figura de un burro y otra de un venado. Detrás de ellos, junto al kiosco, hay una escena campestre, donde unos personajes asan lo que parece ser un lechón.


Frente al lado poniente del kiosco está uno de los reyes magos y un camello y en la esquina suroeste del jardín un personaje de facha palestina, encaramado sobre las piedras que sobresalen del charco que pretende ser un acuario. Frente al costado sur del kiosco está otro de los reyes, con un caballo blanco y rodeado de borreguitos y pastores.


En la esquina sureste está el infierno, ahora reubicado desde su acostumbrado sitio en la esquina suroeste, aunque esta vez los diablos parecen estar escuchando un recital de guitarra que les ofrece un ángel.


Además del jardín también está colocado el árbol de Navidad en el cruce de las calles de Ernesto Medina Lima y José Corona Araiza-Obregón, que luce publicidad de la empresa Favoritos, que parece ser la que patrocinó estos adornos. Sobre el portal Juárez hay unas letras rojas, de más de un metro y medio de altura, que forman el mensaje Feliz Navidad Autlán 2019. Frente al árbol está colocado el escenario donde se llevan a cabo los conciertos u otras actividades artísticas todas las noches hasta el 6 de enero.



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