Señora Leticia Medina Pelayo. |
La tarde de este viernes 24 de mayo en el salón de usos múltiples del Museo Regional culminó la segunda semana cultural Ernesto Medina Lima organizada por el capítulo Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco, con un par de exposiciones acerca de la personalidad de este personaje autlense. La sesión comenzó a las 19:30 horas y se desarrolló ante unas 20 personas.
En el primer turno la señora Leticia Medina Pelayo, hija de don Ernesto, hizo una semblanza de su padre en la que refirió sus estudios, los diversos trabajos que desempeñó y la fundación de negocios e instituciones en Autlán, como la radiodifusora XELD, el Archivo Histórico y el capítulo Costa Sur de la BSGEEJ. Narró también algunas anécdotas para ilustrar su interés por el registro de los acontecimientos importantes en Autlán, como la ocurrida la mañana del 9 de octubre de 1995, en que don Ernesto tuvo la calma de registrar cuánto tiempo duró el sismo de ese día mientras lo resistía en el jardín Hidalgo. Abordó por último su faceta de compositor, de la que don Ernesto dejó varias muestras: los valses 15 primaveras y Lena y composiciones dedicadas a Autlán, Cihuatlán y Manzanillo, entre ellas la marcha Bello Manzanillo, estrenada en 1997 por la Orquesta Sinfónica de la Marina. Concluyó diciendo que don Ernesto dejó a sus hijos un gran ejemplo de vida y de trabajo.
Maricela Páez Gutiérrez. |
Para cerrar la jornada la doctora Maricela Páez Gutiérrez expuso el trabajo Eventos significativos en la vida de Ernesto Medina Lima. Confesó que su investigación partió de la ignorancia acerca de este personaje y que lo que conoció de él le dejó un buen sabor de boca. Para hacer una historia de vida de don Ernesto entrevistó a su hija Leticia Medina, cuyo testimonio, aunque subjetivo, le permitió conocer gustos, admiraciones, opiniones y otros aspectos de su personalidad.
Maricela reconstruyó la historia de don Ernesto, como hijo de una familia humilde, cuyo padre fue campesino. En su niñez tuvo una influencia importante de su tío Isidoro, quien habría alentado el espíritu de servicio que lo caracterizó toda su vida, lo que sería reforzado por la profesora María Mares, de quien don Ernesto fue uno de sus alumnos preferidos.
Uno de los eventos significativos en su vida fue el ciclón de 1958, mientras don Ernesto vivía en Manzanillo. En esa ocasión, con su familia, ayudó a los damnificados de la Costa y nació la inquietud de regresar a Autlán, lo que se verificó en 1962. En cuanto a su vida familiar, fundó un matrimonio que se mantuvo por más de 60 años, en el que no dejó de recibir reproches por el poco tiempo que pasaba con sus hijos a causa de la diversidad de cargos y responsabilidades que don Ernesto cumplía, la mayoría de ellos honoríficos. Al grito de "diantre de viejo", su esposa le reprochaba esta situación aunque nunca le obstaculizó sus trabajos.
Don Ernesto fue un gran aficionado al futbol, fundó el club Titanes con el que fue campeón estatal en 1938 y le iba al equipo Guadalajara. Su hija Leticia recuerda que lo acompañó a presenciar el partido Brasil-Italia en el estadio Jalisco durante el Mundial de 1970. Además, era admirador de artistas como Charles Chaplin, Pedro Vargas, Jorge Negrete y Federico Chopin, siendo muy selectivo con sus consumos culturales.
Cuando fue designado cronista municipal en 1989, otro de sus momentos significativos, don Ernesto dijo que sería "un traje que me va a quedar muy grande". La doctora Páez contó el apoyo que dio don Ernesto a su hija Leticia cuando ella decidió divorciarse, en un contexto en que el divorcio era muy mal visto, por lo que opinó que el señor Medina Lima fue feminista. Por último contó las dificultades que vivieron sus familiares en los últimos momentos de don Ernesto, en los que el canto de su hija Leticia lo calmaba de las molestias que sentía.
Concluyó diciendo que don Ernesto Medina Lima puede considerarse un hombre congruente y servicial aún a costa del tiempo que pasaba con su familia.
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